¿Qué dice realmente el Corán sobre el hijab y la mujer musulmana? | Samina Ali | TEDxUniversityofNevada

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

En los últimos tiempos, el resurgimiento del hijab junto con la imposición de varios países a su uso, ha llevado a muchos a creer que las mujeres musulmanas están obligados por su fe a llevar el hijab. En esta charla informativa, la novelista Samina Ali nos lleva a un viaje de regreso al tiempo del Profeta Muhammad para revelarnos lo que el término "hijab" realmente significa, que no es el velo de la mujer musulmana. Entonces, ¿qué significa "hijab" en realidad, si no el velo? y ¿cómo fundamentalistas han usado el término para negar a las mujeres sus derechos? Esta idea sorprendente y sin precedentes no sólo desafiará sus suposiciones acerca del hijab, sino que cambiará la forma de ver a las mujeres musulmanas.

Samina Ali es autora galardonado, activista y comentarista cultural. Su novela de debut, Madras en días lluviosos, ganó el Premio Premier romano Etranger de Premio de Premier de Francia y fue finalista para el Premio de PEN / Hemingway en Ficción. El trabajo de Ali está impulsado por su creencia en la narrativa personal como una fuerza para lograr la libertad individual y política de las mujeres y para aprovechar el poder de los medios de comunicación para la transformación social. Ella es la curadora de la exposición virtual, Muslima: Muslim Women's Art & Voices, pionera y aclamada por la crítica.

Tendré que retroceder
1400 años en el tiempo

a la ciudad de Medina, en Arabia Saudita.

A un tiempo en el que el profeta
Mahoma se empeñó en encontrar

una solución para que las mujeres en
la ciudad no fueran atacadas o acosadas.

La situación era la siguiente:

Fue alrededor del año 680,

mucho antes de la comodidad moderna,
de fontanería,

cuando una mujer se despertaba
en medio de la noche

con ganas de hacer sus necesidades,

así que tenía que salir,

a las afueras de la ciudad,
al aire libre,

para lograr privacidad.

Por extraño que parezca,

un grupo de hombres, en realidad,
empezó a ver una oportunidad

en esas salidas nocturnas de las mujeres,

y empezó a merodear
en las afueras de la ciudad,

con sus identidades ocultas
en la oscuridad, observando.

Si una mujer pasaba por ahí,

llevando un jilbab,

que era una prenda de vestir,
como un abrigo,

los hombres sabían que
había que dejarla en paz.

Un jilbab siglos atrás
era un símbolo de estatus,

como una trenca de Burberry
o una chaqueta de Chanel.

Se anunció que la mujer era libre,

y una mujer libre
era protegida por su clan.

No tendía problemas
en hablar en contra del atacante

y de identificarlo.

Pero si la mujer que camina por la noche
no estaba usando el jilbab,

si estaba vestida un poco más ligera,

entonces, los hombres sabían
que era esclava,

y la atacaban.

Miembros conscientes de la comunidad
expusieron la situación al Profeta,

y al igual que muchos otros temas
sociales, políticos y familiares

que Mahoma afrontó como profeta,

puso este asunto en particular
en manos de Dios,

y un verso fue revelado para el Corán,

el libro sagrado de los musulmanes.

"Oh Profeta", se lee,

"digan a sus esposas, a sus hijas
y a las mujeres de los creyentes

que hagan sus propios vestidos.

Esto es mejor, para que
no sean reconocidas ni acosadas".

Básicamente, el verso dice que todas
las mujeres se vistan de manera similar,

para que no puedan
distinguirse unas de otras,

que no las acorralen ni ataquen.

En la superficie,

esto puede parecer una solución
relativamente fácil al problema,

pero resulta que no lo fue.

La primera comunidad musulmana
era la tribu,

profundamente arraigada
en la condición social,

y la idea de que una esclava
se viera como una mujer libre,

era casi insultante.

Y luego estaba
la cuestión de la viabilidad.

¿Cómo podría una esclava
hacer su trabajo?

¿Cómo funcionaría ella, si su cuerpo
estaba constreñido por un abrigo?

¿Cómo iba a cocinar, limpiar
e ir a buscar agua?

Al final, los primeros eruditos
musulmanes legislaron

que la manera de vestirse de mujer
debe basarse en dos consideraciones:

la función de la mujer en la sociedad,

su papel, lo que podríamos
considerar su trabajo,

y las costumbres específicas
de la sociedad.

O sea, a donde fueres, haz lo que vieres.

A los musulmanes les gusta
tomar decisiones históricas

y aplicarlas a la era moderna.

Por lo tanto, hagamos eso.

La forma de vestir de la mujer debe
estar basada en la costumbre y la función.

Así que, ¿qué significa eso para una
mujer musulmana que vive en EE.UU. hoy,

para alguien como yo?

En primer lugar, significa que tengo
una función, un papel en la sociedad,

una contribución que puedo hacer.

En segundo lugar, significa

que mientras yo hago esa contribución,

vivo en una sociedad en la que
el uso del velo no es costumbre,

y donde, de hecho, si yo llevo velo,
en realidad podría ser acosada,

y usar lo que es la costumbre,

como un vestido, pantalones vaqueros
o incluso pantalones de yoga,

no solo es aceptable,

sino recomendable.

Pero, ¿podría estar esto en lo cierto?

Después de todo,
¿no hemos llegado a asumir

que una mujer musulmana
debe ponerse velo,

que el uso del velo
es un requisito de su fe?

Existe incluso un término

que todos hemos llegado a asociar
con el velo de la mujer musulmana,

un término árabe que
hemos escuchado todo el tiempo,

ya bien o no
hayamos sido conscientes de ello:

"Hijab".

Por lo tanto, tal vez no me di cuenta.

Tal vez el requisito de que una mujer
con velo está en otro sitio del Corán.

Para aquellos que no saben,
el Corán consta de 114 capítulos,

cada capítulo está escrito
en versos, como la poesía.

Hay más de 6000 versos en el Corán.

De los 6000 versos, además,

tres se refieren a
cómo debe vestir una mujer.

El primero es el verso
del que ya he hablado.

El segundo es un verso que habla
directamente a las esposas del Profeta,

pidiendo que se empezaran a vestir
un poco más modestamente

debido a su papel, su función
en la sociedad como esposas.

Y el tercer verso es similar al primero,

en el que se reveló en respuesta
directa a una situación histórica.

Los primeros registros
muestran que la costumbre,

de la moda durante la época preislámica,

era que las mujeres llevaran un pañuelo
en la cabeza, llamado khimar,

escondido detrás de las orejas y
sus lazos que descansan en la espalda.

En la parte delantera, una mujer
llevaba un chaleco apretado o un corpiño,

que dejaba expuestos los pechos,

algo así como las imágenes
de Juego de Tronos.

(Risas)

Cuando el Islam se extendió
por la Península Arábiga,

se envió un verso pidiendo que
las mujeres usaran esta bufanda,

o cualquier otra prenda de vestir,

para cubrir los pechos.

Y eso es.

Eso es todo lo que hay en el Corán
con respecto a cómo debe vestir una mujer.

Resulta que, Dios no le da una viñeta a
todas las partes en el cuerpo de una mujer

que quiere que oculte a la vista.

Y de hecho, se podría argumentar,
y se argumenta,

debo subrayar que así lo argumentan
muchos estudiosos musulmanes,

que la razón por la que estos versos
eran intencionadamente imprecisos

es que una mujer pueda elegir sola
la forma de vestir

de acuerdo a su cultura específica

y la evolución del tiempo.

Y que el término "hijab"

¿adivinen qué?

no aparece en ninguno
de estos tres versos.

De hecho, en ninguna parte del Corán, se
habla, directamente del velo de una mujer.

Eso no quiere decir que
la palabra no aparece en el Corán

porque sí aparece.

Pero cuando aparece, en realidad,
se usa correctamente,

en el sentido de barrera o división.

Como la barrera o división existente
entre los seres humanos y lo divino,

o entre los creyentes y los no creyentes.

Significa una barrera,
como una pantalla física,

que se pidió a los hombres
durante el tiempo de Mahoma

cuando se hablaba de las esposas.

Significa el aislamiento,
la separación que María buscó

cuando estaba dando a luz a Jesús.

La separación y el aislamiento,

eso significa hijab;

la pantalla física,

eso significa hijab;

esa barrera, que divide,

eso significa el hijab.

Hijab no significa el velo de una mujer.

Y, sin embargo, no es extraño
que en realidad signifique

explotado, dividido, excluido, separado.

¿Estos son los mismos términos
que vienen a la mente

cuando pensamos en una mujer musulmana?

¿Por qué no habrían de hacerlo?

Todos hemos visto cómo se trata
a algunas mujeres musulmanas en el mundo:

si osa ir a la escuela,

le disparan en la cabeza;

si trata de conducir un auto,

la encarcelan;

si intenta tomar parte

en los levantamientos políticos
que suceden en su propio país,

para ser escuchada,

es atacada públicamente.

Olvídense de esconderse en la oscuridad
a las afueras de la ciudad,

algunos hombres se sienten ahora
lo suficientemente cómodos

para asaltar a una mujer en la acera,
y que el mundo vea.

Y no les importa ocultar su identidad,

están más interesados
en los titulares internacionales.

Están demasiado ocupados
haciendo videos y colgarlos en YouTube,

presumiendo de lo que han hecho.

¿Por qué no se preocupan
de ocultar sus crímenes?

No se sienten como si
hubieran cometido ningún delito.

Son las mujeres
las que han cometido los crímenes.

Son las mujeres que tienen
estas ideas raras en la cabeza,

ideas que en realidad
las sacaron de casa,

las llevaron a la sociedad,

creyendo que pueden contribuir,

y todos sabemos,

las mujeres honorables
que se quedan en casa

son mujeres honorables
que permanecen invisibles.

Así como era costumbre
para las mujeres honorables

durante la época del Profeta.

¿Es eso cierto?

1400 años es mucho antes del feminismo.

¿Estaban las mujeres encerradas
detrás de las puertas, tapadas con velos?

Pues bien, resulta que
la primera esposa del profeta

era lo que definiríamos hoy

como CEO.

Era una comerciante exitosa

cuya caravana igualaba a las caravanas
de todos los demás comerciantes juntos.

Ella dirigió con éxito una exitosa
empresa de importación y exportación.

Cuando contrató a Mahoma
para que trabajara para ella,

estaba tan impresionada con su honestidad

que finalmente le propuso matrimonio.

(Risas)

No estoy segura de cuántas mujeres
se sienten cómodas

proponiendo matrimonio
a un hombre en la actualidad.

¿Y la segunda esposa de Mahoma?

Ella tampoco era una floja.

Ella entró en batalla
en la parte posterior de un camello,

que es equivalente a una mujer
hoy en la batalla

dentro de un Humvee o un tanque.

¿Y qué hay de las otras mujeres?

Los primeros registros muestran
que las mujeres exigían ser incluidas

en la Revolución Islámica
al lado del Profeta.

Una mujer se hizo famosa como generala

cuando dirigió su ejército de hombres
en la batalla y aplastó una rebelión.

Hombres y mujeres asociados libremente
intercambiaban regalos.

Era costumbre para una mujer elegir
su propio marido y pedir matrimonio.

Y cuando las cosas no funcionaban,

pedían el divorcio.

Las mujeres incluso en voz alta
debatieron con el mismo Profeta.

Me parece que si los fundamentalistas

quieren volver a la sociedad
musulmana de 680 a.C.,

podría ser un gran paso adelante.

(Risas)

Progreso.

(Aplausos)

Pero todavía tenemos que responder
una cuestión importante.

Si no viene de la historia islámica,
y tampoco del Corán,

¿cómo es que nosotros, en la era moderna,

hemos ido asociando
mujeres musulmanas con hijab?

¿Con se nos ha ido separando
de la sociedad,

retiradas, aisladas y excluidas

de los derechos humanos más elementales?

Espero que no les sorprenda
que esto no sea por accidente.

En las últimas décadas, las mismas
personas a quienes se les ha dado

la importante tarea de
leer e interpretar el Corán

en diferentes comunidades musulmanas,

ciertos clérigos han ido incluyendo
ciertos significados

en esos tres versículos
concernientes a las mujeres.

Por ejemplo, ese verso
que ya dije antes:

"Oh Profeta, dile a tus esposas,
a tus hijas,

y a las mujeres de los creyentes
que se vistan con prendas,

para que ellas no sean
reconocidas ni acosadas".

Algunos clérigos, no todos, algunos,

han añadido unas palabras a eso,

de modo que en ciertas
traducciones del Corán,

ese versículo reza así:

"Oh Profeta, dile a tus esposas,
a tus hijas,

y a las mujeres de los creyentes,
que se vistan con prendas...

Se abre paréntesis:
una prenda es un velo

que cubre toda la cabeza y la cara,

el cuello y el pecho hasta los tobillos

y hasta las muñecas.

Todo el cuerpo de una mujer
no está expuesto excepto un ojo

porque debe ver adónde se dirige,

Y las manos deben
estar cubiertas de guantes.

Porque, por supuesto,

había muchos guantes en el desierto saudí.

(Risas)

Etc., etc., etc., etc. Y suma y sigue.

Final de paréntesis:

para que no sea reconocida ni acosada".

Y lo que estos denominados clérigos

han concluido con base
en estos tipos de interpretaciones

es que una mujer solo tiene una función.

Para entender cuál es esa función,

solo se debe leer algunas fatwas
o normas legales

que estos denominados clérigos
han escrito y publicado.

Les daré una muestra.

Una mujer solo necesita
terminar la escuela primaria

antes de casarse.

Lo que la pone, en edad madura
a los 11 o 12 años.

Una mujer no puede cumplir
sus obligaciones espirituales con Dios

hasta cumplir primero
sus obligaciones físicas con su marido.

Si él la desea mientras está sentada
a lomos de un camello,

ella debe someterse.

El Islam ha prohibido a la mujer
usar sujetador

porque el sujetador levanta el pecho
y hace que una mujer parezca más joven,

y esto es un engaño calculado.

Mi preferido:

Si un hombre tiene
una úlcera que excreta pus,

desde su cabeza hasta los pies,

y ella se la lame toda,

ella seguirá sin cumplir todavía
lo que debe.

Lo que estas y otras muchas decisiones
reducen a las mujeres

a esto:

La mejor de las mujeres,
las más honorables entre ellas

no tienen estudios

ni tienen poder,

no son muy diferentes de una esclava.

Por lo tanto, ella se queda en casa,
sin quejarse y sin sujetador.

(Risas)

Preparada y dispuesta en todo momento
a satisfacer todos sus caprichos,

incluso si es para lamerle todo su cuerpo;

satisfaciéndole cada vez que él llama,

ya sea en la cama o
a los lomos de un camello.

¿Les suena a Uds. esto
a la voluntad de Dios?

¿Suena esto a Escrituras?

¿O suena a erótica extraña e incómoda,

a la peor fantasía misógina?

¿Son estos denominados clérigos,

y los fundamentalistas y
extremistas que los apoyan,

verdaderamente los que
purifican el Islam desde dentro,

recuperando su forma prevista?

¿O estos hombres
no difieren de los hombres

que acechan en la oscuridad
a las afueras de la ciudad,

deseosos de abusar de una mujer?

Gracias.

(Aplausos)