Estudiar o trabajar, ¿por qué no una validación de experiencia? | Karine Pol | TEDxUSMBAnnecy

Aprendamos con Karine acerca de la Validación de la Adquisición de Experiencia (VAE).

Soy técnica industrial, me gradué en 1991 y siempre me he preocupado por adquirir competencias y conocimientos a lo largo de mi carrera, que ha durado 28 años. Obtuve el diploma en logística BASICS en 2001 y validé mi experiencia en gestión industrial para obtener mi licenciatura profesional en gestión industrial por el Instituto de Administración de Empresas francés (IAE) en 2008, tras lo cual validé un máster de un año en gestión industrial en 2013. Además, he impartido clases a alumnos de licenciatura profesional durante siente años.

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

Hola.

Gracias por haber venido tantos
a recibirme en el aeropuerto.

Además, me viene estupendo,

traigo mucho equipaje, podrán ayudarme.

En fin,

ya se ve que no estamos
en el aeropuerto de Denver.

Estamos en la Universidad de Saboya,
¿verdad?

Así que nos espera otro tipo de aventura
que vamos a vivir juntos.

¿Están listos para embarcar?

(Risas)

He traído conmigo algunas cosas.

Un pequeño peluche, porque, obviamente,

cuando viajamos, tenemos que traer
con nosotros algo de la familia,

de nuestra infancia y valores personales.

He traído también

unos pocos restos de mi educación
y de mis estudios.

Entre ellos, la primera edición
de la biblia de gestión de producción.

Pero bueno, aun así,

sigo teniendo muchas cosas en mi maleta.

Tengo un montón
de experiencias profesionales

que he podido validar
dos veces en el marco VAE.

VAE...

V A E...

¿Qué es?

¿Un Velocípedo Asistido Electrónicamente?

¿Un Viaje con Apenas Escalas?

No. VAE significa Validación
de la Adquisición de Experiencia.

Es un procedimiento que existe
desde 2002 en Francia

y que les permite obtener
todo o parte de un diploma.

Es un proceso que pueden iniciar
en la Universidad de Saboya

con un equipo dedicado que les acompañará.

La VAE...

es un proceso arduo y difícil.

El día de hoy,

me presento con Uds.,
como si tuviera 20 años.

Con 20 años, así que ya pronto obtendré
mi diploma superior de técnico industrial,

que por aquel entonces tenía otro nombre,

y no tengo ganas de seguir estudiando,

me urge encontrar un lugar donde vivir,
poder comparme un nuevo auto,

y adoptar un gato.

Cabe decir que no tengo muchas ganas
de seguir en el sistema educativo.

Así que me pongo a trabajar

como técnica de programación.

Más tarde fui responsable del servicio,

y, más recientemente,
jefa de proyecto en gestión industrial.

He conocido muchos empleos distintos,

un buen número de actividades y sectores

como la informática industrial,
el torneado o el mundo de los muebles.

Y fue a lo largo de estos procesos,

y sobre todo impartiendo clases
a alumnos de licenciatura profesional

cuando me dije: "¿Por qué no
validas tu experiencia adquirida?"

Les decía en la introducción

que es un procedimiento
que puede ser largo y duro,

pero, francamente, vale la pena hacerlo.

Yo incluso lo hice dos veces,
así que ya ven que todo es posible.

Cuando van a darle inicio
a un procedimiento de VAE,

deben preparar un currículum detallado
de cuatro páginas de extensión,

deben adjuntar una carta de motivación

y deben enviar todo eso

al departamento en el cual
quieran obtener su diploma.

Una vez les transmitan
una opinión pedagógica favorable,

pueden dar inicio a todo este proceso.

En mi caso,

tuve que reunir bastantes pruebas
de todo lo que había podido hacer,

de las competencias que había desarrollado
en los distintos empleos que ocupé.

Podemos incluir en este proceso

todas nuestras experiencias,

ya sean positivas o negativas.

Sabemos muy bien que
aun la peor de las experiencias

puede valorarse positivamente.

Voy a darles un ejemplo.

Trabajé como cajera
para pagarme los estudios.

Para la VAE, tuve que usar
un pequeño informe de prácticas

que había hecho entonces en 1990,

ya ven, otro siglo.

Fui al granero de casa de mis padres
para recuperar este informe de prácticas.

Así, también me permitió alimentar

este trabajo de memoria
y de recopilación de datos.

Así pues, pueden incluir
sus experiencias profesionales,

sus experiencias de voluntariado,

yo podría incluir apicultura, arqueología,

o también voluntaria en asociaciones,

en la fiesta de la manzana de Argonay.

Todo vale, todo vale.

(Risas)

Lo que quiero decirles

es que todas estas experiencias son buenas

y que les permitirán
defender su portafolio

ante un jurado compuesto por
profesionales y profesores.

Son ellos los que finalmente decidirán

si pueden obtener el diploma,
en su totalidad o parcialmente.

Así, conseguí obtener
una licencia profesional

y después un máster de un año.

Hoy, en la Universidad,

están en pleno proceso de aprendizaje.

Van a darles nociones teóricas

que completarán mediante pasantías

o ejercicios prácticos.

Pero puedo decirles una cosa:

aunque estén preparados,

aunque estén constantemente
en una situación de práctica,

lo que van a vivir

no será para nada lo mismo
que lo que tenían previsto.

Van a tener cambios de trayectoria,
sorpresas y aventuras.

Como dijo Clément,
cuando salimos de nuestra zona de confort,

pues bien, progresamos.

Tomemos un ejemplo: saber nadar.

Veamos, saber nadar...

Saber nadar.

Cuando se es saboyana como yo,

consiste en ir a la piscina,

hacer tres burbujas en la pequeña,

y después, nos tiran a la piscina grande,

con la pértiga inaccesible al fondo.

El caso es que, cuando se es saboyano,
solo nadamos en el lago,

y, la mayor parte del tiempo,
o, por lo menos, yo,

personalmente, en cuanto dejo de
tocar el fondo uso el bote con remos.

Es mucho más práctico.

(Risas)

El caso es que podría haberme
quedado en la piscina

o al borde del lago, tranquilamente.

Bueno, como Clément,
salí de mi zona de confort

y tuve la ocasión, de manera excepcional,

de ir a un conteo de ballenas
en la isla de la Réunion.

Efectivamente, nada me preparaba,

desde que entré en el agua,

para encontrarme
con un bello macho de nueve metros

que seguro pensó:

"Una saboyana,
es la primera vez que veo una,

debo precipitarme sobre ella.

Además, tiene miedo por no tocar el fondo,
así que tratemos de salvarla".

Es la ballena que vi,
solo que no fui yo quien tomó la foto.

Obviamente, estaba tratando

de arrancarle la mano al monitor
que estaba conmigo en el agua.

Con todo esto quiero decirles
que pueden elegir.

Siempre pueden escoger

quedarse en un sistema
educativo universitario clásico,

obtener un diploma tras otro

y adquirir finalmente su experiencia
a través de una trayectoria normal.

Pero también pueden elegir,

como hice yo,

aprender a utilizar unas gafas
y un tubo de buceo,

cosas que desconocía
antes de ir a ver a la ballena.

Podría decirse que no es lo mío.

La vida, pues, también
les ofrecerá buenas oportunidades

para adquirir experiencias.

Entonces, la VAE,

¿qué es lo que cambió
para mí, a fin de cuentas?

Pues bien, empezando por casa,

me eximió de varias
responsabilidades con maquinaria

porque decía:
"Bueno, soy la más preparada".

Ahora ya es demasiado tarde,
al ser mi hija ingeniera, ya no vale.

(Risas)

Y, ahora en serio,

me ha permitido calibrarme

respecto a, precisamente,

los nuevos empleados
que llegan a la empresa.

Me ha permitido tener cierta legitimidad

respecto a todas las tareas
de las que me encargo

en mis distintos puestos de trabajo.

También me da cierta libertad.

Porque soy libre
de quedarme en mi territorio

o de irme a otra parte
y de cruzar la frontera.

Tengo un buen número de visados,

me han sellado en bastantes
destinos con estas VAE,

así que todo está abierto.

Lo que quiero decirles es que, en efecto,

la VAE me ha permitido progresar

y finalmente ver las cosas con perspectiva
y gozar de cierta libertad.

Verán, en la vida,

no basta con aprender y después trabajar,

hay que aprender a aprender

a lo largo de todo su proceso,
de su carrera

y sean conscientes de que
todo esto les será muy útil.

Hoy mismo,

aquí, en este anfiteatro,

se encuentran en pleno proceso,

están a la espera de visados,

están terminando de estudiar,
se disponen a trabajar,

y hablo también para aquellos
que sean víctimas del overbooking,

de cambios de escala

o que simplemente
se equivocaron de puerta de embarque,

no se preocupen,
aunque tengan que volver a hacer fila,

dense cuenta de que
lo que van a vivir, día tras día,

constituirá su riqueza personal
y su valor añadido,

y que todo ello será valorizable

y gratificante a través de otros diplomas,

si así lo desean en un momento dado.

Ya está, les deseo un buen día
y un buen viaje.

(Aplausos)