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Queridos amigos, hay una maestra en Hanói,
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en el norte de Vietnam, que solía
venir a Plum Village a practicar.
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Tenía cáncer.
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Su nombre es hermana Dam Nguyen.
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Ella originalmente proviene
de mi templo de origen,
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porque un monje de mi templo de origen
en Hue fue al norte
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y estableció un templo, y ella era la
bisnieta de ese maestro.
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Ella se enteró de que pertenecía
al Templo Từ Hieu,
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entonces vino a Francia
para conocer a Thay.
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Después se enteró de que tenía cáncer.
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Y un día dijo: "Quiero ir a Francia
y pasar tres meses practicando".
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"Y después de eso,
voy a volver a Hanói a morir".
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Y aceptó la muerte.
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Pero quería pasar
tres meses en Plum Village,
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disfrutar de caminar
y sentarse con Thay y la sangha.
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Y por eso es que cuando vino
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otras hermanas le aconsejaron que fuera a
Burdeos para ver a un doctor.
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Ella dijo: "No, no necesito
ver a un doctor.
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He aceptado mi muerte.
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Solo quiero pasar todo mi tiempo
con ustedes en Plum Village".
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Y durante esos tres meses, disfrutó
de sentarse y caminar con todos nosotros.
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Y se sintió... la vimos muy sana.
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Y antes de volver a Hanói a morir,
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las hermanas en Upper
Hamlet le insistieron
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para que vaya al doctor,
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solo para consultar.
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Y ella estuvo de acuerdo, y fue al doctor.
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Y el doctor descubrió que la metástasis
había regresado a un lugar.
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Estaba sana después de
tres meses de práctica,
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con alegría, sin miedo y con aceptación.
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Siguió viviendo durante muchos,
muchos años después de eso.
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Diecinueve años, la hermana
Chan Khong nos recuerda.
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Casi veinte años.
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Y es muy fiel.
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Está muy interesada en compartir
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la práctica de Plum Village
con la gente de Hanói,
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en Vietnam, porque
todavía somos un país comunista.
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Es difícil para nosotros organizar
retiros y practicar así.
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Y cuando se organiza un retiro,
van varios miles de personas.
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Y a ellos eso no les gusta,
especialmente por la gente joven.
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Por eso, durante la visita de Thay en Vietnam,
nos permitieron hacer algunos retiros.
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Y a cada retiro para los jóvenes
asistieron más de 5000 personas.
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Y al Partido y al gobierno no
les gustó eso, no lo pueden controlar.
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La gente es tan joven y entusiasta
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y la hermana Dam Nguyen,
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ella construyó una estupa, una pagoda,
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un tipo de monumento
en su templo para Thay.
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Porque en nuestra tradición, se debe honrar
a cada maestro con una pagoda, una estupa.
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Y cuando fui a Hanói por primera vez
en 2005, ya se había construido la estupa.
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Y le dije que Thay no necesita una estupa.
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A Thay no le gusta sentarse en una estupa,
él quiere estar en todos lados.
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"Pero ya la he construido para ti,
querido Thay".
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Y Thay dijo: "En ese caso,
tienes que hacer una inscripción
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en la parte frontal de la estupa,
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y tiene que decir "yo no estoy aquí".
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Yo no estoy aquí.
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Eso es un hecho.
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Si incineras mi cuerpo, produces cenizas,
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y las pones ahí, no soy yo.
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No me gusta estar ahí adentro.
Afuera es tan hermoso.
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Pero si la gente no comprende, debes
agregar otra oración:
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"Tampoco estoy ahí afuera."
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Si me buscas adentro, no me ves.
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Y si me vas a buscar afuera,
tampoco puedes verme.
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Y si aún no comprenden, debemos
agregar una tercera oración.
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"No hay nada adentro. No hay nada afuera",
y la tercera es:
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"Si no hay nada, debe estar
en tu manera de respirar y caminar".
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Si hay algo, se lo puede encontrar
en tu manera de respirar y caminar.
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Entonces, queridos amigos,
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si quieren estar con Thay, si quieren
ver la continuación de Thay,
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el lugar más seguro es en ti.
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Tu manera de respirar,
tu manera de caminar
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prueban que Thay está en ti.
Y eres una verdadera continuación de Thay.
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La manera en que Jesucristo
recibió el pan y
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lo partió y lo compartió,
deja ver que es Jesús,
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no su cuerpo, sus sentimientos
y sus percepciones
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Entonces, la manera en que
el Buda recibe el pan,
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parte el pan y lo comparte hace que lo
reconozcas como una realidad viviente.
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Por eso a Thay le importa mucho
su cuerpo de continuación.
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Y si realmente te importa eso, entonces
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el lugar más seguro para encontrar a Thay
es en tu manera de respirar.
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Si inspiras y espiras y
encuentras paz y felicidad
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y plenitud, sabes que
Thay siempre está contigo.
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Y cuando caminas desde el
aparcamiento hasta tu oficina,
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y si sientes alegría, plenitud, felicidad,
Thay siempre camina contigo.
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Y debes desearle a Thay un feliz
y hermoso cuerpo de continuación.
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Y ustedes son ese cuerpo.
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Eso es lo que queremos recordarles
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en nuestro último día del retiro.
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Después, tendremos
tiempo de caminar juntos
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y sentarnos alrededor
del estanque de lotos.
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Ya hay flores de loto
que están floreciendo.
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Y...
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Cuando volvamos a casa,
a nuestra ciudad, a nuestro país,
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continuamos este tipo de práctica.
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Creamos una sangha si todavía no hay una,
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y somos la verdadera
continuación del Buda.
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Este es un momento feliz.
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Y debemos poder hacer
que este momento feliz dure.
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Muchas gracias.
