-
No inventé nada.
-
No descubrí nada.
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No tengo una idea innovadora.
-
No tengo mujer.
-
No tengo hijos.
-
No tengo plantas en casa.
-
Tengo muñecos y tengo historietas.
-
Estuve en el panel de Gran Hermano.
-
Hice eso por mi país.
-
En una época que estaba muy comprometido con las causas
-
que nos importaban a todos los argentinos.
-
Hablé de Cristian.
-
Opiné sobre él...
-
Pero lo hice con responsabilidad, siempre.
-
Pensando que estaban ustedes del otro lado, viendo lo mejor.
-
La verdad es que...
-
para empezar a hablar un poco... se llama "Cómo robar el mundo" esta charla.
-
Ahora voy a tratar de explicar porqué.
-
Uno de mis maestros más grandes...
-
Voy a nombrar a dos, en esta charla en particular.
-
Tuve varios a lo largo de mi vida.
-
Y tuve la suerte o la fortuna de que algunos fueran amigos originalmente o se convirtieran en amigos.
-
El primero es Santigo Idelson.
-
Santiago Idelson es, fue un compañero de mi colegio primario.
-
Yo a los seis años, como todo chico, entré al colegio primario.
-
Mi colegio primario queda en el barrio Villa Crespo,
-
en la calle Julián Alvarez.
-
Se llama "Francisco de Vitoria", el colegio.
-
No 'Victoria', 'Vitoria'.
-
¿Eh? Como setiembre, como el horror ese de setiembre.
-
Conoces una mina, primera cita...
-
¿Me decís los meses, por favor?
-
Julio, agosto, setiembre...
-
¡Chau, Maestro! Se terminó todo acá.
-
¿Bien?
-
Además, además de la regla de setimbre, ¡qué horror!
-
Con mis amigos inventamos dos preguntas cruciales para una primera cita.
-
Para saber si esa persona vale la pena, si es material de novia.
-
La primera pregunta que uno desliza en la primera cita es...
-
¿Cómo se llama cada uno de los Beatles y qué instrumento toca cada uno?
-
¿Bien?
-
Si pasa esa, después colas la segunda más importante que es...
-
¿Qué onda Hitler?
-
¿Qué onda?
-
Dicho con un tono ambigüo... ¿eh?
-
que por ahí confunda al interlocutor.
-
¿Qué, qué onda? ¿Todo bien? ¿Te copó un toque la primera época?
-
Primeros discos, qué se yo.
-
¿Qué onda Hitler? ¿No? Claro, ahí va.
-
Bien...
-
Pero volviendo a Santiago Idelson, decía.
-
Santiago fue el primer maestro. Fue el primer maestro porque...
-
Santiago, Santi Idelson... Le mando un saludo.
-
Era una persona que si veíamos una película...
-
él lo transformaba en algo más.
-
Él iba y dibujaba la película en una historieta. Pasó con Robocoop.
-
Si leíamos una revista, él lo transformaba en algo más.
-
Se fijaba si había en la revista algún mundo oculto para descubrir o algo que estuviera "linkeado".
-
Y tenía que ver con la educación que había recibido de sus padres.
-
Para mi era un ejemplo, era un amigo héroe.
-
Era un amigo que tenía algo que yo no podía copiar.
-
Algo que no podía imitar, tenía un colador en la cabeza.
-
Dejaba pasar lo malo y retenía lo bueno.
-
Pasó el tiempo y conocí a otra persona.
-
Una persona llamada José Luis de Lorenzo.
-
Que también le mando un amigo. Un gran, gran amigo. Le mando un abrazo.
-
Le mando un amigo. Sí, por correo, un amigo le mando.
-
Es increíble porque cuando hacés los chistes boludos te salen fácil,
-
pero cuando hablás de algo enserio es como 'man, le mando un amigo'.
-
Cuando me llamaron, los organizadores me dijeron...
-
'Te vamos a llamar porque bueno no hiciste nada realmente notable, pero sos muy gracioso'.
-
¿Eh? Ahí va.
-
Y ahora estoy acá diciendo bueno, la gente espera morir de risa.
-
Y yo en realidad quiero contar algo triste.
-
Bien.
-
José Luis de Lorenzo decía, José Luis, José... yo le compraba unas películas en DVD.
-
Dilapidaba mi sueldo comprando películas.
-
Y José vendía su colección o parte porque estaba cambiando de formato
-
de VHS a DVD, de DVD a Blu-Ray, de Blu-Ray a lo que venga.
-
Y cuando lo conocí y vi cómo tenía su colección en su casa...
-
Como cuidaba sus películas...
-
El ritual que tenía para verlas, dije:
-
acá hay otro.
-
Otro maestro, otro disfrutador,
-
otra persona excepcional.
-
Otra persona que se deja atravesar por lo que le pasa, ¿no?
-
Una persona que también tenía un colador.
-
Paso el tiempo y un día iba por la calle...
-
Esto es real, eh.
-
Iba por la calle
-
y vi un tipo caminando por la calle Corrientes, cerca de Callao.
-
Con una sonrisa y con una entereza, estaba caminando nada más, estaba caminando.
-
Y es un tipo que conocía porque vendía unas revistas que yo le compraba.
-
Ni siquiera sé el nombre.
-
Y no necesitaba nada.
-
Lo ví caminar y dije:
-
"ese tipo en ese momento no necesita nada"
-
o fue la ilusión.
-
Me lo logró transmitir.
-
A lo mejor hay personas que ustedes, a veces, ven haciendo cualquier cosa.
-
Jugando con una pelota, corriendo o cocinando.
-
Y dan la sensación cabal de no necesitar nada más en el mundo.
-
Empecé a pensar, entonces, que vivimos en un sistema
-
que nos convierte en objetos.
-
No solo quiere tratarnos como objetos, sino que nosotros soñemos con ser objetos de ese sistema.
-
Que nosotros ambicionemos ser aceptados por ese sistema.
-
Y que seamos permanentemente nuestra falta.
-
La felicidad es algo que está pospuesto.
-
Que el sistema te dice que lo vas a conseguir cuando logres lo que te falta.
-
Vas a ser feliz cuando tengas un hijo.
-
Vas a ser feliz cuando te recibas.
-
Vas a ser feliz cuando seas flaco.
-
Yo.
-
Vas a ser feliz cuando seas ese atleta que no sos.
-
Vas a ser feliz cuando retomes el colegio.
-
Vas a ser feliz cuando tengas el auto.
-
Y cuando tengas el auto, te va a faltar la mina con el auto.
-
Y cuando tengas la mina y el auto, te va a faltar la computadora.
-
Y así sucesivamente.
-
Siempre hay una falta.
-
Somos una falta para el sistema.
-
Somos nuestra falta.
-
Somos nuestro dolor.
-
Somos lo que no nos hace perfectos.
-
Ni el día de hoy, ni el momento de hoy...
-
Todo el tiempo estamos en falta.
-
Todo el tiempo debemos algo.
-
No solo guita, debemos algo a nuestra imágen de lo que es la felicidad.
-
Y hay un truco que el sistema nunca nos dice.
-
La felicidad la tenemos en la mano.
-
Desde el día que nacemos, todos.
-
No hay un medidor de felicidad.
-
Que se llamaría: "Feliciometro", ponele.
"Felicidiometro".
-
Que mida la felicidad y que haga presumir que
-
Mick Jagger cuando toca en River es más feliz que nosotros ahora.
-
¿Entienden a lo que voy?
-
No es que nos está esperando una felicidad consagrada que tienen los grandes, los millonarios,
-
los dueños del mundo.
-
Todos padecemos y todos somos felices por momentos.
-
Pero nunca el sistema te va a decir eso.
-
Porque si sos feliz,
-
porque si sos autosuficiente, no sos más esclavo.
-
No tenés más deudas.
-
Y necesitan que estemos permanentemente en deuda.
-
Necesitan que pensemos que hay una vida mejor, que hay una novia mejor,
-
que hay un novio mejor, que hay un amigo mejor.
-
Facebook trabaja con esa lógica.
-
Todo el tiempo.
-
No solo empata las cosas que nos pasan en la vida...
-
Uno abre Facebook todos los días, ¿no?, y es:
-
"Tuve un hijo".
-
Like.
-
Abajo...
-
"Me hice una milanga".
-
Like.
-
"Abuelo, hace un año te fuiste y te extraño".
-
Like.
-
Bueno, ¿no?
-
Ni siquiera hay un 'bueno, like. Un toque'.
-
No, like.
-
Y la lógica pasa a ser la lógica de la tapa del diario...
-
La tapa del diario es:
-
"Boca perdió".
-
"Murieron 20 en un choque".
-
"La yerba más cara".
-
Y todo tiene el mismo valor.
-
Es como el día de la marmota.
-
Y uno dice: ¡Uh!, ¡Ah!, ¡No!
-
20 muertos; Boca, 11 muertos.
-
¡Soy de Boca, igual!
-
¡Aguante Boca, Maestro! Soy de Boca.
-
Soy de Boca, Maestro.
-
Y a lo que voy con esto es que ese empate permanente de los sucesos
-
te deja vacío porque te hace creer que da lo mismo tener un hijo que cocinar una milanga.
-
Y no es tan parecido, eh.
-
Las milangas son muy difíciles de hacer a la napolitana.
-
Cuestión, cuestión.
-
Estos maestros que tuve me llevaron a la idea de...
-
de que había una manera de poder empezar a hablar de que la felicidad la teníamos en la mano.
-
Y saqué un blog.
-
Que se llamaba "Cómo robar el mundo".
-
Le puse "Cómo robar el mundo" porque "Cómo robar el mundo" es el título de una película de 1968
-
de la gente de CIPOL.
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Se llama "Cómo robar el mundo", "How To Steal The World".
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Y me parecía que la idea era buena.
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Cómo robar el mundo, cómo exprimir la naranja hasta sacarle todo el jugo posible.
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Cómo convertir cada cosa en una experiencia única.
-
Cómo hacerte sentir o hacernos sentir todos acompañados.
-
Que las aventuras están ahí nomás.
-
Que no hace falta posponer todas esas aventuras.
-
Que hay universos nuevos por conocer todo el tiempo.
-
Pero nadie te los va a dar.
-
Porque, generalmente, los más valiosos no se venden muy caro.
-
Ese es el tema.
-
Caros son los autos.
-
Pero "La isla del tesoro" de Stevenson la comprás en una mesa de saldo.
-
El mundo es una mierda.
-
Solamente por eso.
-
Digo, por un montón de cosas más. Pero eso ya nos habla de lo mal que estamos todos.
-
O, en realidad, de lo poco que nos cuentan eso.
-
Porque les aseguro...
-
que "La isla del tesoro" de Stevenson es lo que nos diferencia de los animales.
-
Y los autos... es lo que nos hace ir más rápido que ellos. ¿No?
-
Esta frase es genial, que pueden poner en mi lápida. ¿No?
-
Dijo de Caro: "Bueno Stevenson bla bla bla y el auto va más rápido que los animales".
-
Mi mamá llorando orgullosa en ese momento, bien.
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Le puse "Cómo robar el mundo" al blog
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y el blog tenía una...
-
una premisa, tenía una clave.
-
Todo, todos los textos que yo escribí tenían que ser escritos de una y sin corregir.
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Entonces, hay errores de tipeo, hay palabras que están mal.
-
Un poco como esta charla.
-
Que me negué, saben bien los muchachos, a ensayarla.
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Porque dije: bueno, si se llama "Cómo robar el mundo" voy a hacerla así...
-
Voy a hacerla, voy a decir lo que se me ocurra.
-
Y se está notando. Bueno, ya lo sé. Pero quiero decir, o sea, ya sé que nadie dice:
-
"Che, qué bien estudiado que está esto que está diciendo. ¿No?"
-
"¡Qué profesional que es este muchacho!"
-
Pero bueno...
-
Le pusé así "Cómo robar el mundo" y quería respetar esa premisa.
-
Le puse así al blog y al tiempo vinieron...
-
Vino una persona... Gustavo se llama.
-
Una especie de... bueno, un empresario; que quería que yo tuviera un programa de radio de nuevo.
-
En una radio en la que había trabajado que era Metro.
-
Y dije: Bueno, quiero hacer un programa como el que me gustaría escuchar a mi.
-
Quiero hacer un programa que no tenga risas grabadas ni efectos de sonido.
-
Quiero hacer un programa donde los oyentes no sean... donde no se viva de los oyentes.
-
Donde no es que hay que llamar a un tipo y que nos cuente su vida y opinarle 40 minutos.
-
Quería hacer un programa de contenidos.
-
Eso quería hacer yo.
-
Le dije va a ser así el programa y se va a llamar "Cómo robar el mundo"
-
y un día vamos a hablar de Truffaut, un día de Salinger, un día de Conan Doyle,
-
un día del finnuar, un día de Marvel y de DC Comics.
-
Un día de Indiana Jones y de Batman.
-
Perfecto, perfecto. Nos encanta.
-
Y éramos 7 personas trabajando en el programa y creo que
-
10000 era el presupuesto total del programa.
-
¡Un negoción!
-
Me compro la casa en Miami con lo que gano.
-
Con mis 3000 pesos por mes que me da el programa.
-
Pero eso está bueno decirlo. A lo mejor no es muy interesante hablar de plata, pero era así.
-
Yo cobraba, lo digo sinceramente, 3000 pesos.
-
La persona que menos cobraba, cobraba 1000 o 1500, no me acuerdo.
-
El programa duró un año y medio.
-
Al año y medio, me llamaron de la dirección de la radio y me dijeron: "no va más el programa".
-
"¿Entendés por qué, no?"
-
Dije: "sí, claro."
-
No se puede hablar 3 horas un sábado a la mañana de Truffaut.
-
Si estamos tratando de competirle a un ranking de 40 canciones de Arjona y no sé quién más, maestro.
-
Es obvio.
-
Es así.
-
Y nos fuimos... Nos fuimos por la puerta chica. Nos fuimos y se levantó el programa.
-
Y yo creo que el equivocado era yo. Lo digo, también, sin falsa modestia, eh.
-
Me creo un genio. Así que, no es por eso.
-
Pero digo, nos fuimos porque...
-
¿Por qué el problema era yo?, ¿por qué digo así?
-
Porque ni ese director de radio,
-
ni yo con ese programa de 3 horas por semana podemos cambiar esa realidad que está dentro
-
de todos ustedes. Y de mi también y de todos.
-
Que es que tenemos que hacernos cargo de que hay algunas mentiras gigantes al rededor nuestro.
-
No solo que la felicidad queda para delante.
-
La otra gigantesca es que internet te alcanza todo...
-
todo el tiempo.
-
Y es mentira.
-
Internet te pone en el abismo que quiere.
-
Los buscadores tienen criterios que son pavos.
-
Yo pongo 'sangre' y lo que me va a aparecer en, digamos, la primera opción
-
va a ser el que puso plata para que cada vez que alguien ponga 'sangre' aparezca primero.
-
No solo eso sino también la desidia que genera el hecho de pensar
-
que la información no está al alcance de todos, todo el tiempo.
-
Es como una mina...
-
que todas las noches te está diciendo: podés estar conmigo, podés estar conmigo.
-
Y vos decís: "No, mañana. Estoy cansado hoy.
-
Si mañana vas a estar igual."
-
Bueno, así es internet.
-
Uno no va a la información porque es: "no, va a estar mañana".
-
Internet es gratis mientras pague la conexión, maestro.
-
¿Para qué leer ahora la poética de Aristóteles? Si va a estar ahí colgada por la eternidad.
-
A lo que lleva es a que vivamos,
-
vivamos viendo las mismas series de televisión que María Laura Santillán, básicamente.
-
Esto quiere decir: nuestro imaginario y el de ella es el mismo.
-
Nuestros temas de conversación son los mismos que tenemos todos.
-
Terminó Breaking Bad y no hay más de qué hablar en el Universo.
-
¡No hay más!
-
¡No hay más!
-
Digamos, se terminaron las conversaciones.
-
Se terminó.
-
Y la avidez de novedades nos va a asesinar.
-
Hay que estar atrás de lo último.
-
Hay que ir a comer donde todos van a comer.
-
Tengo que tener el auto que todo el mundo tiene.
-
Tengo que ver la serie que todo el mundo tiene y está viendo.
-
Porque todo el mundo está hablando de eso.
-
Y si no lo hablo me quedo afuera.
-
Y lo que mata eso...
-
La víctima número 1, hay varias...
-
es el romance.
-
Porque el romance necesita estar personalizado.
-
El romance como fundación de todo. Y no hablo solo romance entre dos personas que se están amando.
-
Hablo del romance de los amigos, también.
-
Hablo del amor como lenguaje.
-
Porque con tus amigos tenés tus chistes con tus amigos.
-
Porque con tu mujer tenés los chistes con tu mujer.
-
Y tenés que generar un espacio
-
entre todos que sea personal y único.
-
Un chabón invita a una mina la primer noche a salir...
-
No le puede bajar un capítulo de Dexter...
-
No puede ser eso el símbolo universal del amor.
-
Porque eso lo está haciendo María Laura Santillán, maestro. Al mismo tiempo.
-
Y no se puede.
-
Entonces, uno tiene que buscar que esa noche sea única.
-
Que esa noche sea para siempre de los dos. Aunque sea absurdo.
-
Aunque sea ir a visitar la Fragata Sarmiento, ¿se entiende?
-
Que es una de mis citas más recurrentes.
-
Cuando me gusta una mina enserio la llevo a la Fragata Sarmiento.
-
Un peso y medio y recorremos todo.
-
Vamos a las calderas, vemos al perro embalsamado.
-
Esa es una.
-
Y después me gusta mucho el museo... ¿cómo se llama?
-
El museo aeronaval del Tigre.
-
Me gusta mucho.
-
Y saco fotos al lado de un misil detonado en Malvinas.
-
Una cosa familiar.
-
Pero bueno, lo que digo... antes de que me lleven detenido.
-
Lo que quiero decir es que se preocupen por tener su propio sendero.
-
Por no imitar el de nadie, por no pensar que una ecuación de cómo hacer las cosas los va a llevar a ser alguien.
-
Alguien que es otro y ese otro tampoco vale tanto la pena.
-
Los invito a revisar lo que ya tienen en su casa.
-
No sean más el libro...
-
los libros que no tienen cuando compraron uno.
-
Sean todos los que ya tienen. Sean su dolor.
-
Sean su falta.
-
Sean su panza.
-
Sean su pelada.
-
Sean las no tetas o las tetas de más.
-
Sean lo tímido que son o sean lo desubicados que son.
-
Sean su falta porque siendo su falta van a tener algo único para ofrecer a todos los que tienen alrededor.
-
Y para vivir ustedes su propia experiencia.
-
Para no imitar algo, para no quedar vacios.
-
Entonces, dejen de pensar que la felicidad está por delante.
-
La felicidad la tenemos hoy todos.
-
Podemos ser más felices que nadie, hoy mismo.
-
Si nos atrevemos a descubrir universos que están cerca.
-
Y que no son caros.
-
Y justamente por eso no se venden. Solamente hay publicidad de las cosas que no hacen falta.
-
Porque las que hacen falta te das cuenta solo.
-
Solamente te tienen que señalar y convencer de lo innecesario.
-
Lo necesario lo vas a ir a buscar.
-
Lo vas a ir a buscar con la cabeza, con el corazón o con el hambre o con la sed.
-
Entonces, salgamos del sendero. Hay un montón de mundos posibles.
-
La televisión cada día más es un terreno menor de discusión.
-
Se discuten pavadas, todo el tiempo.
-
Y pavadas cada vez más grandes.
-
Yo discutí una cantidad enorme de pavadas en televisión, eh.
-
No, Cristian está jugando bien.
-
Es un gran jugador.
-
No piensen más.
-
Que hay tanta gente pensando ahí...
-
Y empiecen a darse cuenta que los maestros de ustedes están entre ustedes.
-
Y que cualquiera puede ser maestro para cualquiera.
-
Conviertan la mesa de amigos, familiar, la del asado en terreno de discusión válidos.
-
Intercambien libros.
-
Vuelvan a leer los libros que leyeron de chicos.
-
Crezcan con ese libro; y dialoguen con la obra nuevamente.
-
Es la diferencia de ser un Don Juan
-
que todas las noches necesita levantarse una mina distinta
-
o alguien que se atreve a evitar el tiempo
-
y crecer con el interlocutor que tiene al lado.
-
Crecer con la pareja que tiene al lado.
-
O crecer con el grupo de amigos.
-
Porque esa distancia son como las marcas en la pared que haces cuando vas creciendo.
-
Cada día estás más alto.
-
Dialoguen con las obras.
-
Revisen lo que los conmovió de chicos; para ver dónde están parados respecto de sus sueños.
-
Savater dice que "si la patria es cúmulo de cosas y creencias más fuertes que tenemos,
-
la patria de cada uno de nosotros es la infancia,
-
donde no cuestionamos nada".
-
Ni siquiera cómo es posible que Donovan choree una nave y la sepa manejar en la primera escena.
-
¿Bien?
-
Dicho esto.
-
Dicho esto,
-
me retiro.
-
Recordandoles...
-
mi documento iba a decir. Pero no.
-
Recordandoles...
-
Que la vides de novedades es peligrosa.
-
Que no corran atrás de lo nuevo, que revisen lo que ya tienen.
-
Que sepan, por favor, que la felicidad la tiene cada uno de ustedes en su mano.
-
Buenas noches, muchas gracias.
-
De verdad.