La importancia de la voz del profesor - Jose Luis Vilson

José Luis Vilson es profesor de matemáticas a tiempo completo en el Bronx. También es el director ejecutivo de EduColor, una organización dedicada a cuestiones de raza y justicia social en la educación. Como tal, José ha aprendido que es de vital importancia para los maestros, tanto como individuos como colectivo, tener un lugar en la mesa en conversaciones que afectan la educación. En esta charla José explica cómo se define y cómo defiende la Voz del profesor.

Buenos días clase.

En primer lugar, todo un honor.

Gracias por invitarme, se lo agradezco.

Hace un par de años,
tuve el honor de asistir a un panel,

una conferencia en Filadelfia
en The Science Leadership Academy.

A un educador negro llamado Derek McCoy

se le hizo una pregunta
en torno a la sostenibilidad

y cuáles eran las cosas que
lo sostenían mientras trabajaba.

Y sin perder el ritmo,
lo primero que dijo fue:

"¿Has leído el blog de José Vilson?
Sus publicaciones me mantienen en marcha".

"¿Perdón?" Me sorprendió,
no sabía qué hacer.

Solo estaba allí en el panel,
ni siquiera sabía que él estaba allí,

y no lo había conocido.
Era la primera vez que lo veía.

Está a miles y miles de km de distancia,
y ahí estaba diciendo,

que lo había inspirado
con mis publicaciones y mi blog.

Así que cuando hablo
de la voz del profesor,

siempre pienso
en lo que significa ser maestro,

un profesor de tiempo completo.

Soy profesor de matemáticas
a tiempo completo

en Washington Heights, Nueva York,
y estoy orgulloso de eso.

(Aplausos)

Y también sé por esto,

que necesito estar muy atento con
las cosas que digo y hago allá afuera.

Porque hay mucha gente que dice:
"Los maestros no deberían hablar.

No hay razón para que hablen
cuando nosotros podemos decirlo todo".

"¿Perdón? Vale, entonces
tenemos algo que hacer".

La voz del maestro.

La expresión individual y colectiva de
una opinión profesional significativa

basada en la pericia
y la experiencia en el aula.

Estos son los cuatro principios rectores
cuando hablo sobre la voz del maestro.

Hay cuatro piezas en las que
siempre me concentro

cuando hablo de la voz del maestro.

El primer elemento es el individual.

Cuando se dice: "La forma de crear un
cambio real es iniciar por el individuo"

nuestras identidades, nuestras culturas,
nuestras formas de ser,

participan de nuestras pedagogías
y culturas en nuestras aulas

y, por eso, debemos estar siempre atentos
a cómo interactuamos con nuestros niños,

para que seamos
los mejores practicantes posibles,

y para que tengamos una verdadera
voz de maestro sobre este trabajo.

Y también, por favor tengan en cuenta,

no siempre tenemos que ser
los mejores oradores en el aula,

porque deberíamos ser los mejores oyentes.

Ahora, el segundo elemento
es este colectivo.

porque no puedo pensar
en mi propia profesión,

sin pensar en la persona
que está fuera de mis paredes,

no solo la persona de al lado,
sino el otro lado del pasillo.

Y quizás en la ciudad, en el estado,
en el país, ¿verdad?

Y piensen en esto.

Si uno es un buen maestro,
sabe quién es.

Incluso cuando no hablamos
el mismo idioma,

o no siempre sean de la misma cultura,

hay puntos de contacto
en nuestras experiencias

que nos permiten ser buenos maestros
entre nosotros y con nosotros mismos.

Hay cosas que sabemos
sobre la profesión docente,

y sabemos cómo es.

Y así, cuando pienso en colectivo,

también pienso no solo
en todos los del país,

e incluso en todos los del mundo,

sino en las instituciones también.

Incluso en nuestras prisiones y museos,

también hay educadores.

Tenemos que pensar
en todos estos educadores.

Y luego, de nuevo, cuando nos reunimos,

ya sea celebrando a
nuestros mejores y más exitosos maestros

o protestando juntos en cualquier estado,

cuando nuestras voces se unen,
a menudo llegan a ser las más fuertes.

El tercer elemento es la experiencia.

Y cuando hablo de experiencia, significa
que nuestras historias también importan.

Cuando piensan
en investigación, política, práctica,

es mejor que crean que un profesor
debe estar en algún lugar allí.

No pueden simplemente
desinfectarnos, deben incluirnos.

Y, si no estamos incluidos,
debemos ser capaces de contraatacar.

Lo que ven frente a Uds,

es una calificación de desarrollo de
maestro que me me dieron hace dos años.

Mis prácticas de profesor eran "efectivas"

pero desafortunadamente los datos
que salieron fueron "ineficaces"

así, en el medio estaba "en desarrollo".

Y por supuesto, fíjense,

4/5 partes de los datos de mis estudiantes
habían desaparecido misteriosamente,

y solo me confundió,
simplemente no sabía qué estaba pasando.

Pero aun así,

es un poco doloroso pensar que había
hecho tanto trabajo y, sin embargo,

las evaluaciones que se eligieron
no reflejaban las personas que éramos

y el trabajo que se había
hecho en nuestra aula.

Y ahí es donde entra la experiencia.

Porque hay cosas que sabemos
de nuestros estudiantes.

Hay cosas que pensamos de
nuestros estudiantes a diario.

No solo sabemos cómo escribir planes
didácticos y cómo ponerlos en macha.

También sabemos cómo crear comunidades
en nuestras propias aulas.

Sabemos cómo hacer que los niños
hagan preguntas y que nos enseñen.

Porque una parte importante
del todo es escuchar.

Lo sabemos, lo sabemos,
y está bien decir que lo sabemos.

Esa es una parte importante
de todo este trabajo.

Porque cada vez que hablo
de lo que sea que hable,

siempre pienso en mis niños.

Siempre estoy atento a los niños
que tengo en mi clase.

Hijos de inmigrantes,
hijos de trabajadores,

hijos de padres que me los
han confiado a diario durante años,

para asegurar que sus hijos
estén bien educados

y preparados para el mundo que vivimos.
Seres humanos, ¿verdad?

La imagen que ven aquí, por cierto,

es una foto de mis alumnos con
la estatua de Theodore Roosevelt

en el Museo Estadounidense
de Historia Natural.

Al principio no quería tomar la foto.

Pero cuando lo pensé, me dije:

¿Bien? ¿Imagínate si Teddy tuviera que
sentarse junto a personas, inmigrantes,

que no quisieran asimilarse a este país?

Imagina tener un profesor
que cree en los estudiantes.

Cuando les digo que un maestro
que cree en los estudiantes

es fundamental para nuestra democracia,

esta es la imagen de la que hablo.

Pienso en todos los profesores
que sienten pasión por esto

que han sacrificado sus medios de vida,
que han sacrificado sus vidas

para asegurar que nuestros estudiantes
sientan justicia social en sus aulas,

sus barrios, que han estado allí
todos los días,

visitado iglesias, asistido a reuniones
de padres, que saben qué es estar

directamente afectado por muchas de las
políticas que no funcionan para nosotros.

Trabajo para ellos
porque me mantienen alerta.

Son los mejores educadores.

Y hablando de eso,
el mejor educador de nuestra casa

también sucede que no
solo está en la audiencia,

sino también, la mejor madre que
podría ser para nuestro hijo, Alejandro.

Y cuando pienso en Luz,
cuando pienso en Alejandro,

me enseñan lecciones a diario.
Me enseñan lecciones siempre.

Siempre estoy pensando, "Oh, Dios mío,

¿cómo voy a ser un mejor maestro,
si ya son mucho mejores que yo

en lo que sea que intento hacer?
Pero me mantienen en tierra

incluso cuando mi voz tiembla.

Pienso en los miles y miles de estudiantes

a quienes he tenido el placer,
el honor de enseñar

entre 13 y 14 años.

Una carrera que ha abarcado
tantas vidas como se siente.

Cada vez que miro a estos estudiantes,
siempre pienso:

"¡Oh, Dios mío, te he enseñado!".

Muchos de mis niños han tomado
muchos caminos diferentes.

E incluso cuando van por caminos
que no necesariamente me hacen feliz,

sé que he hecho todo lo que pude

para asegurarme que se sentían como
seres humanos en mis clases.

Y ese es el trabajo.

Y a veces me mantiene despierto.

Sé que cuando voy a mi escritorio,

y me despierto, y pienso
en fallar y ganar y fallar y ganar,

también sé que creo planes de lecciones
que pueden involucrar a mis niños

y traerlos, y les digo buenos días.

Y cuando entran los padres,
siempre pienso:

"A sus órdenes".

Que significa que estoy a su servicio,
estoy aquí para enseñar a los niños.

¿Qué tan acogedor es eso?

Es lo que me mantiene
despierto en la noche,

Son las cosas que me mantienen
despierto temprano en la mañana.

Este es el trabajo del amor.

Esto es lo que buscamos constantemente,

Cuando digo la Voz del profesor,
no se trata solo de ser la más fuerte.

Es usar nuestras acciones y alinearlas
con el trabajo que hacemos

y que decimos que hacemos.

Queremos que los niños
se reflejen en el currículo,

en nuestras prácticas y pedagogía,

y que se sientan como si tuvieran
una pertenencia en algún lugar.

¿Cómo es sentir que tienes un hogar?

No solo tu hogar real.

Para muchos de nuestros niños,
pueden no tener uno.

¿Cómo es realmente crear eso
y tener el poder para poder hacer eso?

No lo sé, pero sé lo que sé.

Y además, también sé, que estoy dispuesto
a hacer esto siempre.

Tengo tanta pasión por esto,
que tengo que seguir adelante.

¿Se unirán a mí?