Los Educadores felices cambiarán el mundo

Un vídeo del artista Wouter Verhoeven para Wake Up Schools/Escuelas Despiertas: cultivando la plena conciencia en la educación, una visión global que nos lleva al camino de la compasión, la paz y la felicidad en la educación a través de la práctica de la plena conciencia.

Este vídeo muestra educadores aprendiendo la práctica de la plena conciencia, la transformación y felicidad auténticas en nuestros retiros. Por favor, comparte este vídeo para que llegue a tantos educadores como sea posible -a todos los niveles, en todo el mundo- para que la plena conciencia, la concentración y el conocimiento de cuidar emociones conflictivas pueda estar disponible en todas las clases. Sé el cambio que quieres ver en el mundo, para que los niños y los estudiantes de hoy y de mañana lleguen a obtener plena conciencia, responsabilidad, ética y felicidad como ciudadanos de la comunidad global.

[Plum Village presenta]

[La plena conciencia
es la energía de estar consciente

y despierto al momento presente.]

[Es la práctica continua
de tocar la vida profundamente

en cada momento de la vida diaria.]

[Estar en plena conciencia
es estar realmente vivo, presente

y en armonía con los que te rodean
y con lo que estás haciendo.]

La plena conciencia
es una formación mental.

Todos tenemos
una semilla de plena conciencia.

Y si practicamos diligentemente,

esa semilla de plena conciencia
que llevamos dentro crecerá

más y más.

Siempre que necesitemos
esa energía de plena conciencia,

nos bastará tocarla
para disponer de ella en abundancia.

Sabemos que la plena conciencia
tiene el poder, la capacidad

de permitirnos ver lo que está pasando.

Lo que está pasando en nuestro cuerpo,

lo que está pasando
en nuestras sensaciones,

lo que está pasando en nuestra mente,

y lo que está pasando en el mundo.

Me acuerdo muy claramente
de una vez en Plum Village,

Thay dijo: "Los educadores felices
cambiarán el mundo".

Más tarde, Thay hizo una caligrafía:

"Los educadores felices
cambiarán el mundo".

Y hemos desarrollado
esta iniciativa de "Wake Up Schools"

que es nuestra ofrenda

para llevar plena conciencia y
prácticas de la tradición de Plum Village

a educadores, aulas y escuelas.

Thay, nuestro maestro,
quiere realmente que esto suceda.

(Thay): Si los educadores
saben cómo hacerlo,

transmitirán la práctica
a los estudiantes.

Es posible practicar en el aula,

y ese aula será más feliz.

[Los educadores felices
cambiarán el mundo]

En la educación queremos

experimentar felicidad y libertad.

Son dos puntos que considero fundamentales
en cualquier clase de educación.

Ayudar a los maestros
a ser más felices en su trabajo,

ayudar a los estudiantes,
hacer que el ambiente de la clase

sea un lugar más agradable.

Hacer que la escuela
sea una segunda familia,

que los profesores,
los estudiantes y toda la escuela,

y también los padres
la consideren una tarea común

para crear un lugar donde
no sea el futuro lo que cuenta,

ni tampoco la carrera, ni el trabajo,
ni la posición social, ni el dinero,

sino un lugar donde sea placentero vivir,
aprender y explorar.

Al nacer, no necesariamente sabemos
cómo tocar la felicidad.

Hay alegría en el bebé,

pero ¿cómo mantenemos esa alegría,
cómo la hacemos crecer,

y cómo podemos mantenerla,

para resistir todas las dificultades
a las que nos enfrentamos?

Un maestro muy sabio me dijo que
un buen maestro primero debe ser feliz.

Porque transmites tu presencia
a los estudiantes,

eres realmente el clima en el aula.

La plena conciencia, y ser capaz
de ver las cosas con otros ojos,

simplemente por sonreír, respirar
y moverse lentamente.

¿Quién lo hubiera pensado? Es tan simple.

(Campana)

[Retiro para educadores.
St. Catherines, Canadá]

(Thay): Estar vivo en este planeta,
y estar caminando en este bonito planeta,

es un milagro.

Caminar de forma consciente significa

que tocas el suelo del planeta Tierra
con atención

y tocas todas las maravillas de la vida.

La plena conciencia
nos permite ser conscientes

de que estamos vivos,

de que estamos caminando en este planeta.

Cada paso puede ser una curación,

cada paso puede ser revitalizante,

cada paso puede liberarnos
del pasado y del futuro

y así apreciar realmente
el momento presente.

Algunos de nosotros podemos sanarnos

mediante la marcha consciente.

Caminé con atención consciente,

poniendo atención en mis pasos,

y en el momento en que
los dos grupos se juntaron

y formaron una gran comunidad,

en ese momento sentí
una alegría enorme en mí.

Recuerdo que Thay siempre nos pide
que volvamos a nuestro hogar.

Claro que mentalmente, intelectualmente,
sé que quiere decir volver a mí misma,

al momento presente.

Pero en ese momento, de repente,
es como si comprendiera lo que dijo.

Volver al hogar, el hogar

es quizá la comunidad,
todos nosotros caminando juntos,

fluyendo como el río.

El río no está inmóvil, siempre fluye.

La interconexión, volver al hogar,
a esa sensación,

a este momento presente de interconexión.

Sentí: "¡Oh, es maravilloso!".

(Campana)

(Campana)

La ausencia de esfuerzo
es la naturaleza de la práctica.

No te fatigas, no luchas,
no te impones la práctica.

No sufres a causa de la práctica.

Solo disfrutas inspirando,
disfrutas dando un paso.

Y cuando tu respiración es tranquila,
profunda y armoniosa,

tu cuerpo se beneficia,
tu cuerpo se hace más ligero,

más tranquilo.
Y también tus sensaciones

serán más pacíficas.

En nuestra vida diaria,
muchas veces el cuerpo está aquí

pero la mente está en otro lado.

En esos momentos
no estamos realmente vivos.

Según esta práctica,

solo necesitas respirar conscientemente

y montado en la inhalación
vuelves al hogar en dos o tres segundos.

Y cuando la mente acompaña al cuerpo,
te asientas en el aquí y el ahora.

Y puedes tocar las maravillas de la vida

dentro de ti y alrededor
para tu sanación y curación.

He estado usando
mi práctica de la plena conciencia

para estar más tranquilo en mi clase,
ante el estrés que surge,

y estar presente para los estudiantes.

También estar consciente
cuando no me siento así

e intentar encontrar la forma
de conseguir más frescura y presencia.

Un educador feliz es
un educador que tiene tiempo

para estar presente
para sí mismo, para sí misma.

Alguien que sabe cuidar de sí mismo
y encontrar suficiente equilibrio,

que sabe cómo hacer frente a los retos.

Uno de los problemas en la enseñanza
es que los maestros dan demasiado

sin guardar nada para ellos.

Por eso tenemos este gran problema
de estrés y agotamiento en los educadores.

Los educadores estamos muy ocupados:
dar esto, hacer eso, el ordenador no va...

Pero, ¿qué obtienen los estudiantes?
¿Qué estamos cultivando en los jóvenes?

Esta es una cuestión difícil.

Los alumnos entran y salen todo el día,
vienen por unos 45 o 90 minutos,

demasiada transición,
todo es muy frenético.

Comienzo por esa simple práctica que
el hermano nos ha mostrado antes.

Siento a los alumnos en círculo
y hago sonar la campana.

Levanto mi pequeña campana
y les digo a mis alumnos:

"Nuestros cuerpos están aquí,
pero ¿dónde están nuestras mentes?"

Pueden aún estar en el almuerzo,
en clase de Mates ...

Si una mano representa nuestra mente
y la otra nuestro cuerpo,

cuando invito la campana y
llevamos la atención a la respiración,

mente y cuerpo se unen.

(Campana)

(Campana)

(Thay): Escucho, escucho...

Escuchas profundamente.

Permites que el sonido de la campana
entre en tu cuerpo,

en cada célula de tu cuerpo.

(Campana)

Al exhalar dices: "Este maravilloso sonido
me lleva de vuelta a mi verdadero hogar"

Estar realmente ahí, en la clase.

Tu cuerpo está ahí,
pero tu mente no.

Cuando estás atento, el cuerpo y la mente
están realmente ahí

y tienes una oportunidad mayor de...

Si estás ahí, sabes quién más está ahí.

Tú estás ahí, puedes tener un encuentro
real, comunicación real con otra persona

y puede darse un verdadero aprendizaje
cuando dos personas conectan de verdad,

porque ambas están presentes,

Es un instante que da vida.

Como Thay dice: "Lo mejor que puedes dar
es tu verdadera presencia".

Tienes que empezar por los educadores,
necesitas que estén tranquilos, centrados,

realmente capaces de estar ahí
para los estudiantes.

La plena conciencia es la llave,
y empieza en nosotros.

Empieza por poder volver a nosotros mismos
y estar realmente ahí para nosotros.

Luego, el momento del aprendizaje deviene

una experiencia gratificante de conexión.

Tiene esa cualidad,
ya que estás aprendes cosas

pero también aprendes a ser
un ser humano al mismo tiempo.

(Campana)

Queridos amigos, también comer
puede ser una profunda meditación.

En el desayuno o el almuerzo,
podemos detener nuestros pensamientos.

Cuando tomo un trozo de pan,

puedo pasar uno o dos segundos

reconociendo que es un trozo de pan.
Eso es plena conciencia.

La plena conciencia
contiene concentración.

Un segundo de plena conciencia
y concentración me permite ver

que este pan contiene todo el cosmos.

La lluvia, las nubes, la tierra,
el tiempo, el espacio,

los granjeros, todo.

Y cuando pones un trozo de pan en tu boca,

estás en contacto con todo el cosmos.

Podemos comer así cada bocado
de nuestro desayuno o almuerzo.

Y de vez en cuando, paramos de comer

y nos damos cuenta de todos los hermanos
y hermanas del Dharma que están ahí

y que pueden ayudar

a crear esta energía
de hermandad, de alegría y paz.

(Campana)

Cuando nos reunimos
en los círculos del Dharma en familias,

únicamente nos sentamos en círculo
y hablamos.

Grupos de unas 25 personas
que no se conocían.

La gente obtiene mucho de estas experiencias,

porque lo llevamos a cabo de tal manera

que cada uno tiene la oportunidad
de hablar y de ser escuchado.

La energía de concentración y de escucha
es bastante profunda.

No entramos en diálogos
y no interrumpimos.

No recibes consejo,

sino gente que habla de su experiencia.

que puede tener relación
con la experiencia de otra persona.

Obtienes intervenciones auténticas,
la gente se abre,

comparte desde su corazón lo que les pasa,
sus experiencias, sus dificultades.

¿Qué es el éxito?

¿Qué les parece útil?

Nos beneficia compartir experiencias

y logramos deshacernos de un peso,
si sufrimos algún problema.

Se da mucha sanación.

Y la gente experimenta
una sensación de hermandad,

en estos círculos,

de una forma que parece milagrosa.

En el compartir el Dharma,

lloro en cada sesión,

porque existe tal sororidad...

Había dos monjes,

pero se formó un fuerte lazo de sororidad.

Este sentimiento de pertenecer
a una comunidad,

que es algo que pasa aquí en el retiro,

es muy poderoso e inspirador.

Hay un gran apoyo,

un sentimiento de seguridad,

hay una protección en las enseñanzas.

Un sentimiento de sacralidad,
un sentimiento de un amor profundo.

(Niños cantando)

# Prometo proteger la vida de la gente,
animales, plantas y minerales#

# Animales plantas y minerales. #

# Mmmmmmm, ah! #

(Cantos de monásticos)

(Campana)

(Phap Lu'u): Después de 4 o 5 días
en este estado colectivo de energía,

de paz, quietud, plena conciencia, reposo,

sin tener proyectos en que trabajar,
ninguna reunión a la que asistir,

solo dejar ir los pensamientos,
volver a la respiración,

ser consciente del cuerpo
y de las emociones

por cuatro o cinco días,

creo que estaban muy conmovidos

de que los cuidáramos tanto.

Cuidar del educador será siempre
el núcleo de Wake Up Schools.

(Tambores)

(Thay): Hay en nosotros
una energía de hábito.

Tenemos el hábito de correr.

A la gente no le suele gustar
regresar a sí mismo

y tocar el sufrimiento interior.

Tienen miedo de sentirse abrumados
por el sufrimiento interior.

Por eso, lo más habitual es intentar
escapar de su propio sufrimiento,

tapar el sufrimiento interior, la soledad,
el miedo, el enfado, la desesperación.

El educador,

los maestros de escuela,

lo primero que hay que hacer
es regresar a uno mismo.

La salida está dentro.

Volver a uno mismo

y cuidar de uno mismo,.

Aprender cómo generar
un sentimiento de alegría,

aprender cómo generar
un sentimiento de felicidad,

aprender a manejar
un sentimiento doloroso,

una emoción dolorosa.

Escuchar el sufrimiento permite que nazcan
la comprensión y la compasión

y sufrir menos.

Ese es el primer paso.

El educador, la educadora debe hacerlo,
ese es el primer paso.

Hace cinco años, mi padre murió.

Fue un aneurisma muy repentino.

Y me lo guardé, me retraí.

Recuerdo que en ese momento,

no sé, la gente intentaba
sacarme el sufrimiento,

mi mujer se esforzó
por que hablara del hecho.

No podía, me dije: "Puedo controlarlo".

Mi mente racional pensó
que podía controlarlo.

Pero desde entonces, pierdo los estribos.

Alzo la voz...
Han pasado cosas.

Pero al venir aquí ....

Al principio del retiro, Thay dijo:

"A veces, a través de la práctica
puedes tocar tu sufrimiento".

En realidad no... Escuché, pero luego...

Una hermana guió la práctica
de la conciencia niño interior.

Teníamos que visualizar
a nuestro niño interior,

cuidar nuestra fragilidad.

Luego continuó con
la madre dentro de nosotros.

Yo quiero muchísimo a mi madre

y ese fue un tiempo muy difícil para ella.

Intenté concentrarme y pensé:

"Continúa, continúa hacia el padre,

continúa hasta mi padre en mí".

Le causé dolor a mi mujer,
les causé dolor a mis hijos,

a mis estudiantes, al no percibir mi ira.

En ese momento, sentí
que había tocado mi sufrimiento.

Fue gracias a la otra gente.
Me han enseñado mucho.

Fue abrumador para mí.

Y estoy muy agradecido.

Podemos hablar
de la bondad del sufrimiento.

Si sabes cómo abrazar el sufrimiento,

abrazarlo con ternura,
mirarlo profundamente,

podrás generar
energía de compasión y comprensión,

que son los fundamentos
de la felicidad verdadera.

Es como cuando cultivas flores de loto.

Necesitas barro.

Las flores de loto no crecen en el mármol.

Sin barro no puedes cultivar lotos.

Lo mismo sucede
con la felicidad y el sufrimiento.

Un buen practicante

sabe cómo hacer buen uso del sufrimiento
para hacer crecer la felicidad.

Tenemos educadores en los retiros
que buscan aprender currículos y técnicas,

pero al final les enseñamos
cómo transformarse a ellos mismos.

Cómo generar felicidad en su propia vida.

Eso es mucho más poderoso
que cualquier currículo o técnica.

Aunque es importante enseñar
plena conciencia a los estudiantes,

es más importante
que el propio educador sea consciente.

Porque los alumnos recogen
lo que encarnas, lo que eres,

mucho más, que hacer
lo que les pedimos hacer.

Es fundamental
en cualquier clase de enseñanza,

el educador necesita un maestro antes
de poder compartir con los estudiantes.

(Cantos de monjes)

Este, siendo mi primer retiro,
ha sido muy revelador,

ha abierto mi corazón,

ya que me considero muy escéptico.

Ha habido un número
relativamente pequeño de estudios,

pero son de gran alcance

y demuestran que
la plena conciencia con gente joven

tiene unos efectos muy similares
a los que tiene en adultos,

con los cuales tenemos una buena
base de pruebas que demuestra

que la mente de los jóvenes
es como la de los adultos.

Eso muestra que la plena conciencia parece
tener un impacto en la salud mental,

el estrés, la ansiedad, la depresión

y puede ayudar a los niños a aprender
más eficientemente.

Eso es muy importante para la escuela,

que puede no estar interesada,
tristemente, en la salud mental,

pero que siempre se interesa
por tener mejores resultados,

mejor aprendizaje
mejor concentración, etc.

La plena conciencia parece mejorar
ese aspecto educativo

y también parece ayudar a los niños
a relacionarse mejor,

a tener mejor comportamiento,
a ser menos impulsivos,

a manejar sus emociones más efectivamente.

Noté una diferencia en mí

al hacer meditación caminando cada día,

meditación sentada y meditación guiada.

Noté lo que puede hacer para aumentar
mi habilidad de estar abierto

y mi habilidad para notar mis reacciones
antes que se desborden.

Estos cambios no son solo subjetivos,

son visibles en escáneres cerebrales.

Creo que esto puede inspirar
a aquellas personas que se preguntan

si hay alguna ciencia aquí
o es solo una ilusión.

En realidad se pueden ver
los cambios fisiológicos en el cerebro.

(Campana)

(Guitarra)

¡Impresionante!

¡Es fantástico!

Inhalar, exhalar...

La sola imagen de tanta gente,
educadores, administrativos,

realmente inspirados por estos mensajes,

la sola visión de toda esta gente,
sentada en la sala,

meditando, escuchando a Thay,

la profundidad de las discusiones
en los pequeños grupos de Dharma,

la forma en que las personas se abren
unas a otras, la honestidad, la frescura.

Es realmente un apoyo
a la plena conciencia.

Una manera de ser,
una manera de ayudar a la gente

a sentirse más auténtica,

que no es ser feliz
mostrándose siempre alegre, sonriente,

se han derramado muchas lágrimas
ha habido mucha apertura,

sino recuperar la sensación
de llegar a lo humano

en los demás y en uno mismo,
sentirse parte de algo más grande.

Es inestimable.

Experimentar sufrimiento es felicidad,
y felicidad es sufrimiento.

Esta plena conciencia no es
solo una técnica para tener éxito,

es una técnica para ser
un ser humano libre,

Si persistes en la práctica,
esa se hará la intención.

No es solo para reducir el estrés
o para ser un estudiante exitoso.

Se trata de tocar lo más profundo
de tu sufrimiento

y encontrar una forma
de liberarte de este sufrimiento,

deshacer los nudos
atascados en nuestra mente.

De eso se trata, en el fondo.

Puedo hacerlo y puedo compartirlo.

Venir me ha dado más ilusión y esperanza
para el curso próximo.

No para imponer a mis estudiantes
lo que he aprendido

sino para que tengan una profesora feliz,

una profesora que encuentre
paz y felicidad en clase.

Tengo una esperanza enorme en mi futuro,
lo que puedo hacer como profesor.

Saber que puedo formar parte de
este movimiento de plena conciencia,

que puede cambiar el mundo.

Hemos hablado del tema que
los educadores felices cambiarán el mundo.

Los niños felices que cambiarán el mundo.

Solo somos el vehículo
que lleva ese movimiento allá donde vamos.

Y este proyecto a largo plazo,

imaginar que pudiéramos vivir así,
que pudiéramos incluso practicar más,

el impacto que tendría en el mundo.

Por eso decimos: " Los educadores felices
cambiarán el mundo".

[Los educadores felices
cambiarán el mundo]

#Te abrazo muy fuerte

# y luego, te dejo ir.

# Porque yo estoy en ti
y tú estás en mí,

# porque yo estoy en ti
y tú estás en mí. #

Si somos educadores felices,
somos educadores conscientes.

Y esta plena conciencia
se expande alrededor.

[Meena Srinivasan,
profesora en Oakland]

[Jon Kristian Salunga,
profesor en San Diego]

[Marcia Roth,
profesora en Carolina del Norte]

[Laura Alvarado, trabajadora social
en la ciudad de México]

[Katherine Weare,
profesora en Exeter]

[John Bell, instructor
de líderes juveniles, EEUU]

[Bridgit Cooke,
bibliotecaria escolar en Nueva York]

[Morgan Durstel,
profesora en Alaska]

[Linda Martín,
profesora en la ciudad de México]

[Pamela Victum,
profesora en Washington DC]

[Kyle Punch,
profesor en Toronto]

[Jennifer Harvey,
profesora en California]

[Yirusha Dodah,
profesora en Washington DC]

[Pilar Aguilera,
profesora en Barcelona]

[Sarah Yashaahla,
profesora en Washington DC]

[Hermano Phap Lai,
instructor de Wake Up Schools]

[Hermana Jewel,
instructora de Wake Up Schools]

[Hermano Phap Luu,
instructor de Wake Up Schools]

[Hermano Phap Dung,
instructor de Wake Up Schools]

[Para más información:
[e-mail]]