Cómo se hace un buen ejecutivo | Natalia Makayeva (Наталья Макаеева) | TEDxMinsk

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED.

Natalia es consejera organizativa del desarrollo. Tiene una experiencia laboral de diez años en la gerencia de las organizaciones con filiales internacionales que participan en los entrenamientos profesionales y prácticas en EE.UU., Reino Unido, Suecia, Eslovenia, Letonia e Israel. Ahora es directora ejecutiva del programa MBA de IPM Business School.

Me preguntan frecuentemente
mis estudiantes y clientes:

"¿Quién es un jefe exitoso y eficiente

que es eficiente siempre

y lleva su empresa al éxito

a pesar de todo?"

Yo misma he pensado en esta pregunta

pues he trabajado como subdirectora

de empresa internacional.

Los delegados eran expatriados,
que llegaban

y se cambiaban cada 2-3 años.

Podía ver diferentes modos de dirección

y además podía estimar su efectividad
y capacidad resolutiva.

Pero un jefe, una mujer,

Ajuva Rosem, cambió radicalmente
mi idea de qué era

un jefe bueno y eficaz a mi juicio
o según lo escrito en un libro.

Aquella mujer era una profesional
asombrosa y estupenda.

No surgían problemas. Su manera de
trabajar con su personal y empleados

era digna de no solo de respeto,
sino de admiración.

Esa persona podía animarnos
a tales hazañas:

en menos de 2 años hicimos más que
con los jefes anteriores en 10 años.

Porque compartimos los mismos
valores entre nosotros.

Estaba dispuesto a adelantarnos
y decirnos: "¡Gracias!"

Podía decirlo delicadamente, no solo
con bonificaciones y premios.

Todo eso es importante sin duda,
pero no a tal punto.

Podía invitarnos a su casa y oficina,
y cocinar para todos los empleados,

venir a la oficina, traer un aparato
eléctrico y cocernos hojuelas,

hablando de nuestros éxitos,
alegrías y tristezas.

Después he pensado en que

hay otros criterios probablemente,

porque hemos imaginado a un jefe así:

tiene razón, lo sabe, es grandísimo.

Y nosotros, los subordinados,
estamos en algún sitio allí.

Esta fórmula ya no es efectiva.

Es imposible.

Si van a motivar a sus empleados

solo con más o menos salario,

la política de garrote
y zanahoria es admirable.

Pero en condiciones de crisis de
mercado les dan un poco más salario,

dejan el servicio.

Los dejan fácilmente.

¿Cómo se conduce durante la crisis?
Seguimos viviendo así.

No es un problema de la crisis
económica y financiera.

Vivimos en tiempos de
cambios permanentes.

Cualquier cambio lleva a un conflicto.
El conflicto es una crisis.

¿Cómo se puede conservar
el personal que está a su lado

para superar juntos todas
las dificultades de su empresa?

Busqué la solución durante muchos años
de mi vida directiva.

Y sigo buscándola.

Me alegro de haber tropezado
con muchas ideas

que comprueban las mías.

¿Cuáles son los criterios
de un buen jefe?

¿Cuándo tiene éxito la organización?

Es un criterio maravilloso sin duda.

Pero sabemos muchos ejemplos en
los que el jefe deja el servicio

y la organización desaparece
por desgracia.

¿Será el criterio de la eficiencia

y la productividad del equipo?

¿De las personas que se han reunido
bajo tu dirección?

¿Cuando logran frutos juntos?

Es importante sin duda.

Es muy importante.

Pero frecuentemente de Uds.,
los empleados, del equipo

el jefe toma tanta energía

que después de lograr frutos
no quieren nada más:

ni esta empresa, ni este equipo, nada.

Porque se han cansado.

¿Serán importantes
las relaciones amistosas

de un jefe con sus subordinados?

Son importantes ciertamente.

Son necesarias pues es muy importante.

Pero existe un límite delicado

entre la amistad y el trato familiar.

Los colaboradores, las personas cercanas,

estarán preparados a seguirte
no porque haya algo

sino contrariamente a todo,

porque quizá compartan tus valores.

Por eso quisiera comunicaros
las ideas de Ichak Adizes,

el catedrático asombroso

que me había enseñado
y me alegro de eso.

Ciertamente es uno de los mejores gurús

de management y dice

cómo deben conducirse
empresas y personas,

qué es lo importante,
expresa las ideas que menciono,

se trata de nosotros, las personas,
no solo de los jefes.

En nuestro siglo de cambios permanentes

lo importante es seguir respetando
a las personas que nos rodean.

Pero el respeto no son solo palabras.

Respetar es reconocer el derecho de
otra persona a opinar de otra manera.

Pienso que tenemos un gran problema aquí,

el problema de los jefes.

Si eres jefe, piensas que sabes todo,
tienes razón, eres perfecto.

Sabes a dónde dirigir la empresa.

¿Qué pueden saber?

Si entiendes el respeto de esa manera,

puedes decidir correctamente

y adelantar con tu personal.

Y un mensaje más de Ichak Adizes:

lo mejor es emplear a una persona
con el corazón en la mano

y después darle todos los hábitos
directivos, enseñarla.

Estos "hard skills" enseñados en la
escuela de negocio, que enseño también,

finanzas, marketing, estrategias
son importantes sin duda.

Es muy importante para
el negocio y la empresa.

Se puede aprender todo.

Pero si no están listos a abrirse
a sí mismos y a otras personas,

si no están preparados
a compartir esta alegría,

no serán jefes buenos
durante largo tiempo.

Resolverán los problemas breves
perfectamente.

No podrán hacerlo perfectamente siempre.

La crisis vendrá y el equipo los llevará.

Pues los "hard skills", conocimientos,
que pueden obtener en Internet fácilmente

o leer en libros,

son una pequeña punta del iceberg.

El iceberg es la inteligencia emocional.

Hablamos poco de eso.

En particular en nuestra sociedad.

Hablamos poco de sentimientos.

¡Dios mío! ¿Qué sentimientos, jefe?

¿De qué?

Pero es una condición necesaria
para ser exitoso

siempre en realidad.

En nuestro tiempo no solo
la inteligencia emocional es importante,

sino el aspecto cultural.

Vivimos en el siglo de la globalización.

Saber reconocer no solo
el juicio de otra persona,

sino comprender otra mentalidad y cultura

no es fácil de verdad.

No es fácil, pero si intentan
dar un paso adelante,

podrán hacerlo.

Pienso que el camino del jefe exitoso

que puede adelantar su equipo
es muy sencillo.

Hay que conocerse a sí mismo sobre todo.

Hasta conocerse: ¿quién uno es?
¿qué es? ¿cómo está?

¿Cuáles son tus lados fuertes?

¿Qué es eso para tu genio?

Y lo principal, ¿cuáles son tus valores?

No hay que empezar a adelantar.

Necesitas conocer a otras personas,

y no solo eso

sino el mundo en que vives.

Tú, tu organización, la empresa.

El contexto en el que actúas
es muy importante.

Después debes crear un equipo

que te complete como un líder y jefe,

que comparta tus valores.

Es importante que el respeto

se apodere y aglutine todo eso.

Precisamente si respetan a su personal,

pueden lograr el éxito prolongado.

O sea, trabajar bajo esa dirección
es una felicidad.

Crean en mi palabra, llegar a ser
un jefe así es la mayor felicidad.

Si piensan alguna vez

dirigir no solo una empresa,

sino una colectividad pequeña y creadora

o una compañía de sus amigos,

recuerden que lo importante
es conocerse a sí mismo,

pensar en el otro,

respetarlo, pues respetar es reconocer
los juicios de otras personas.

Hemos hablado de eso toda la tarde.

Espero que todas las ideas
que escucharon aquí

los hayan hecho pensar
en sí mismos y en otras personas.

Gracias.

(Aplausos)