Realidades y mitos de la libertad de expresión en el campus | Lee Rowland | TEDxUniversityofNevada

Los estudiantes y graduados de la Universidd de Nevada, Reno (UNR), se han visto envueltos en dos de las más grandes controversias sobre la libertad deexpresión en los últimos años. En el 2016, el graduado y jugador de la NFL, Colin Kaepernick protestó en los partidos de futbol americano al rehusarse a mantenerse de pie durante el himno nacional. En el verano del 2017, el estudiante Peter Cvjetanovic se convirtió en el rostro del nacionalismo blanco al asistir al mitín en Charlottesville, Virginia. Reflexionando con estos ejemplos, Lee Rowland habla sobre tres mitos de los derechos de la primera enmienda y concluye con sugerencias prácticas para poder ejercer los derechos de libertad de expresión con poder y de manera estratégica.
Lee Rowland es abogada senior en el Proyecto de Expresión, Privacidad y Tecnología para la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés). Lee tiene vasta experiencia como litigante, cabildera y oradora. Ha trabajado como abogada principal en casos federales de la primera enmienda que involucran los derechos de expresión, los derechos de la primera enmienda a grupos de presión, regulación gubernamental de la expresión digital, y confidencialidad del estado en cuanto al proceso de inyecciones letales. También escribe sumarios tribunales y publica en blogs, incluyendo la intersección entre la expresión y su privacidad, la expresión, obsenidad y la Ley de Decencia de Comunicaciones de estudiantes y empleados públicos. En la ACLU, ha trabajado como profesora adjunta para la LeyTecnológica y Política Clínica de las leyes de la Universidad de Nueva York, miembro de la Barra de Asociación de Comunicaciones y el Comité de Ley de los medios de Nueva York, y miembro adjunto del Programa de Derechos Humanos en Roosevelt House Public Policy Institute en el Colegio Hunter.

Esta plática fue dada en un evento TEDx utilizando el formato de conferencia TED pero organizado de manera independiente por una comunidad local. Aprende más en https://www.ted.com/tedx

El 2017 fue un tremendo año
para la primera enmienda.

Esta guerra cultural tuvo más auge

en los campus y universidades de los EEUU
que en cualquier otro lugar,

incluído aquí,
en la Universidad de Nevada, Reno.

Dos estudiantes de la UNR ahora son
infames por su discurso el año pasado,

al verse involucrados en dos
de las más grandes controversias

sobre libertad de expresión
en los últimos años.

El estudiante Peter Cytanovic se convirtió
en el rostro del nacionalismo blanco

cuando se volvió viral una foto de él
gruñendo y sosteniendo una antorcha tiki

en el mitín Unite the Right
en Charlottesville.

Al lado opuesto del espectro político,

si podemos llamarle así,

el graduado Colin Kaepernick
llegó a la NFL

y con su posición resaltó la brutalidad
policiaca y la injusticia racial,

al arrodillarse durante el himno nacional.

Ambos se volvieron controversiales
por su libertad de expresión.

Había llamados y campañas para que fueran
expulsados por sus opiniones.

Y uds. estén de acuerdo con uno,
ambos o ninguno,

la primera enmienda los protege
a ambos y a sus opiniones

de la censura y represalias
por parte del gobierno.

Eso es algo bueno,
y déjenme decirles por qué.

Cada vez me es más común escuchar

que debemos tener protecciones
más bajas en la expresión,

en específico, que deberíamos
criminalizar expresión de odio.

Escucho mucho esto de la izquierda.

Creo que muchos progresistas

imaginan un mundo donde las personas
como Colin Kaepernick

pueden arrodillarse y protestar
sobre la injusticia racial,

sin miedo a represalias
por parte del gobierno,

sin miedo a que el presidente
presione a la NFL a despedirlo.

Pero también quieren vivir en un mundo
donde una escuela de gobierno como la UNR

pueda expulsar a un estudiante como
Peter Cytanovic por su opinión de odio.

Esta es una fantasía.

Y más que eso, es peligroso.

Soy progresista,

no me es difícil escoger entre
nacionalismo blanco y justicia racial.

Una es detestable, la otra es una demanda
por derechos de igualdad atrasada.

Pero, ¿qué pasaría si le diera
al gobierno el derecho de decidir

cuál de esos hombres tiene
demasiado odio como para expresarse?

El Presidente Trump es un barómetro útil.

A los manifestantes de Charlottesville
los llamó "personas muy buenas,"

mientras reservaba su ira para
los jugadores de color que se arrodillaban

llamándolos "hijos de perra."

Tu discurso de odio puede no encajar según
la creencia del gobierno.

Ciertamente sé que no es el mío.

Pero aún cuando
estés de acuerdo con Trump,

¿tienes la confianza que el siguiente
presidente, el siguiente gobierno,

estén de acuerdo con tus ideas?

No deberías.

Es por eso, que sobretodo,
soy anti-autoritaria.

Sé que el gobierno de los EEUU
tiene una larga historia

de ejercer su poder contra
las comunidades vulnerables

que hablan la verdad sobre ese poder,

contra aquellos que quieren
cambiar las cosas.

Y porque quiero que cada estudiante
sea capaz de arrodillarse

sin miedo a la censura del gobierno,

soy una verdadera creyente
de la primera enmienda.

Pero aunque abogue
por la primera enmienda,

Encuentro tropos comunes
y mitos sobre la primera enmienda

que son realmente insatisfactorios.

Así que repasaré tres de estos mitos,
los desempolvaré,

y con suerte, en el proceso,

haremos tres prácticas reglas para ejercer
su derecho de libertad de expresión,

con poder y estratégicamente.

Sospecho que la primera la aprendimos
en el jardín de niños -

Si recuerdan las rondas infantiles
pueden hacerme coro.

Palos y piedras pueden romper mis huesos
pero las palabras jamás me lastimarán.

Como adultos, ¿alguno realmente cree esto?

Evidentemente es falso.

Abogo la libertad de expresión
porque creo que las palabras importan;

es absurdo proteger la libertad
de expresión negando su propio poder.

Entonces, ¿por qué mentirle
a los niños, no?

¿Por qué fabricamos esto para ellos?

Porque los humanos de todas las edades
pueden ser maliciosos; es la verdad.

Y cuando un niño es atacado injustamente,
con burlas y lenguaje de odio,

queremos que ese niño tenga poder,
no debilitado.

En Febrero,
el infame trol Milo Yiannopoulos

había planeado
un discurso para UC Berkeley.

Los estudiantes y personas
de la comunidad se volvieron locos.

Hubo protestas, revueltas,
quemaron cosas.

La administración canceló su plática.

En Abril, se repetió lo mismo,
excepto que esta vez fue Ann Coulter.

Ella iba a hablar,

y el personal de la escuela dijo,
"Habrá revueltas."

Cancelaron su plática.

Estos dos individuos, Ann y Milo,

se convirtieron en mártires.

Se convirtieron en víctimas
de la censura liberal.

Se pasearon por los medios,
quienes lo disfrutaron.

Tuvieron más atención al ser silenciados

intentando esparcir
sus puntos de vista sustanciales.

Creo que ayuda pensar en profesionales,
provocadores y trols,

como lo hacemos
con los bravucones de la escuela.

Sus palabras pueden lastimar,
no podemos negar eso.

Pero la mejor pregunta es,
¿cómo respondemos ante eso, no?

Un trol, un provocador,
quieren que los censuremos.

Es parte de la meta,
alimenta su poder,

les da algo más qué vender.

Así que no tenemos que seguirlos.

No tenemos que ser parte de ello.

Y podemos pensar en ellos,
como bravucones,

sus palabras lastiman,
pero también hay poder en la insolencia.

Hay poder al rehusarnos
ser provocados a pelear,

o ser los que los censuran.

Así que no lo hagan.

Pero algunas palabras hieren
de manera diferente a otras.

Lo que nos lleva al mito número dos.

Escucho mucho este,
en especial en internet.

Sabemos que los discursos de odio
no son protegidos por la pimera enmienda.

No del todo.

Tal como esa anécdota de Trump,
que espero los haya hecho pensar,

el discurso de odio
depende de quién lo mire,

y de quién lo escuche.

Esta semana en España,

un hombre fue arrestado
por un crimen de odio - esto es real -

por llamar a la policía "escaqueados"
en Facebook.

La policía española se cubre
con leyes contra crimen de odio.

Así es como se ve
cuando criticas tu gobierno

en un país sin la primera enmienda.

Pero no tenemos que proteger la libertad
de expresión por simple paranoia

de que nuestro gobierno trasgiverse
lo que expresamos,

también da resultados.

A finales de los 60's,

un líder del KKK, Charles Brandenburg
fue arrestado por cargos criminales

de incitación a violencia
por tener un mitín del KKK.

Como pueden imaginarse, el discurso
fue abominable, violento y racista.

Pero los abogados del KKK
lo llevaron hasta la Suprema Corte.

Y objetaron al crimen,

ya que su libertad de expresión
le daba derecho a ser miembro del KKK,

y la Suprema Corte lo pensó y les dijo,
"Tienes razón."

Antes de permitirle al gobierno
castigarte por tu expresión

tiene que sobrepasar límites,

tiene que haber un riesgo
específico e inmediato

a violencia física hacia una persona real.

Y este mitín del KKK, bueno,
era un grupo de racistas blancos,

pero no había nadie alrededor

con el que intentaban
llevar a cabo actos de violencia.

Puede que sea difícil de aceptar esto.

En particular
si eres una persona de color.

Pero no es el final de la historia.

Al mismo tiempo,

una gran figura del Movimiento
de Derechos Civiles, Charles Evers,

daba un gran discurso
a un grupo de seguidores de la NAACP,

que se habían reunido para boicotear
negocios racistas dirigidos por blancos

que no permitían a los afroamericanos
entrar a sus negocios.

Y dando su discurso, él se exhalta
y está muy emocionado,

y dice, "Retorceré el maldito cuello
a cualquiera que detenga este boicot."

Sabemos lo que hizo, ¿no?

Fantaseó sobre una violencia futura,

es hipotética, no apunta
a alguien en específico, ¿cierto?

No tiene mucho que sucedió el caso
de Brandenburg en la Suprema Corte,

y los abogados de NAACP ven eso y dicen,
"Bueno, esto no está bien.

¿Cómo un líder del KKK sale libre,

pero nuestro Sr. Evers de Derechos
Civiles lo demandan por incitación

por aquellos negocios dirigidos
por blancos, de los que protestaba?"

El Sr. Evers también objetó estos cargos.

Y llegó hasta la Suprema Corte.

Y la Suprema Corte dice,

"Bueno, supongo que estamos obligados
por el caso de Brandenbrug

a también darte tus derechos
de libertad de expresión."

Por cierto, quiero que quede claro
que no veo esto como algo equivalente

entre el KKK y la NAACP.

Pero la corte es un lugar extraño -

está algo privada del contexto histórico,
es como una fortaleza de privilegios -

y todo lo resumieron a,

"Teóricamente, ¿es violencia futura?

¿O hay un riesgo específico e inmediato
de daños hacia una persona?"

Y dijeron,

"Desde ese punto de vista,
se ven iguales."

Sé que hay muchos escépticos
con la práctica,

los derechos que tienen
personas como un líder del KKK

en realidad apenas y llegan a alguien
como un líder de NAACP.

No están equivocados al ser escépticos.

Nuesto país siempre toma su tiempo
para distrubuir sus derechos con igualdad

hacia sus ciudadanos, ¿cierto?

Piensen en el derecho a votar.

¿Todos lo teníamos al mismo tiempo,
sin importar el sexo o raza?

Por supuesto que no.

O hasta en el mundo actual,

¿creen que sus derechos constitucionales
sobre arresto son iguales

sin importar tu raza?

¿Tu derecho a portar un arma?

¿Creen que se ve igual
si eres negro o blanco?

Nuevamente, no.

¿La respuesta es eliminar o reducir
las protecciones constitucionales

que nos permiten que el gobierno
se haga responsable

cuando viola nuestros derechos?

Diablos, no.

En su lugar hay que asegurarnos
que sea un proceso distribuir

equitativamente
los derechos constitucionales, ¿no?

Y es nuestro trabajo,
igual con la primera enmienda.

Entonces cuando la Suprema Corte,
nuestras autoridades,

le den el derecho a alguien
como Brandenburg, un líder del KKK,

es nuestra labor como líderes
de Derechos Civiles, creer en la igualdad,

en la justicia, poner a todos
bajo el mismo nivel de protección

para sus derechos constitucionales.

Y eso es lo que precisamente
hizo la NAACP.

Y también es nuestro trabajo.

Eso es lo que hago, como abogada
de libertad de expresión,

y eso es lo que deben de hacer
como estudiantes.

Necesitan asegurarse
que estas reglas teóricas

lleguen a todos lados.

¿Están preparados
para esto los estudiantes?

Eso nos lleva a nuestro tercero
y último mito.

"Los estudiantes de hoy son 'especiales'."

Lo escucho todo el tiempo.

Usualmente como insulto,
a pesar de que suene bonito.

Dada la primera enmienda,

las escuelas y universidades públicas
no pueden vetar a las personas del campus,

sólo porque sus opiniones sean de odio.

Eso significa que
a lo largo del año pasado,

los estudiantes de color y judíos
salen de sus dormitorios

y van a clase mientras pasan
entre personas que aclaman su exterminio.

Significa que estudiantes mujeres
pasan entre oradores en el campus

que llaman cáncer al feminismo.

Estudiantes LGBT caminan
entre personas que dicen,

"El transgénero es un transtorno médico."

Ningún adulto va a su trabajo

y camina entre personas que les dicen
que valen menos que un ser humano

o que no deberían de existir.

No creo que los estudiantes
sean "especiales", creo que son valientes.

Porque en el campus se llevan
la peor parte de la primera enmienda,

a donde llegan
estos provocadores profesionales, ¿cierto?

Cuando digo que silenciar a tus oponentes
políticos no es la respuesta,

no es porque lo vea como algo débil,
es porque no lo veo como algo estratégico.

Si silenciar a tus enemigos
no es la respuesta,

¿cómo se ve el empoderamiento
en la primera enmienda?

Bueno, a veces son simples cifras.

Una semana después de los sucesos
de Charlottesville, se planeó un mitín

en Boston Common, que le llamaron
"El mitín de libertad de expresión."

Eran de derecha, y sucedió una semana
después de lo que pasó en Charlottesville.

Sólo unos cuantos propietarios
se presentaron.

Pero más de 40,000 miembros
de la comunidad de Massachusetts

y por todo el país,
replicaron con protestas

resonando hasta Boston Common,
mostrando su fuerza, ¿cierto?

Mandando un poderoso mensaje
de resistencia.

Fue como una tormenta, ¿cierto?

No hay debilidad en eso.

Pero a veces, una sola persona
hará la diferencia.

Una de mis historias favoritas
de estos últimos años,

una de mis victorias favoritas de libertad
de expresión de estos últimos años,

es de un músico que estaba horrorizado
de que el KKK planeaba marchar

en su pueblo en Charleston.

Así que utilizó lo que estaba
a su disposición, y sacó su sousáfono.

Es uno de esos grandes
instrumentos de viento.

Y salió a la calle y se paró junto al KKK,

y sopló y sopló junto a ellos.

(Risas)

Es increíble, deberían buscar el video,
vale la pena verlo.

Y sin decir una sola palabra,
los aniquiló por completo.

Ni siquiera pudieron seguir marchando,
estaban tan humillados.

El fascismo no puede tener un rostro serio

con una tuba atrás de ellos,
es muy difícil de lograrlo.

Miren, yo principalmente
creo en la primera enmienda,

porque sé que es
la mejor herramienta que tenemos

para evitar que el gobierno regule
cualquier conversación

que inspire cambios en el mundo.

Si quieren continuar teniendo
conversaciones que cambien el mundo,

también tienen que aceptar
la primera enmienda,

con todo y defectos.

Y aunque esos tres mitos no sean verdad,

espero que comiencen
a revelar algunas verdades

sobre cómo podemos
ejercer estratégicamente

nuestros poderosos derechos
de la primera enmienda.

Número uno: Conozcan la historia.

Entiendan que cuando se les brindan
derechos a los poderosos y privilegiados,

es nuestro trabajo asegurarnos que todos
se beneficien de esos derechos.

Entiendan que la primera enmienda
que protegió al miembro del KKK

fue usado estratégicamente
por líderes de Derechos Civiles

para también proteger
a un líder de la NAACP.

Es una historia victoriosa,
y tenemos que hacer otras.

Número dos:
No guarden silencio en un debate.

Como hemos visto en la Semana
y Mitín de Libertad de Expresión,

hay quienes tratan de aprovecharse
de la Libertad de Expresión,

para tener poder.

No podemos dejar que hagan eso.

El poder de la libertad de expresión
como concepto, yace en su indivisibilidad,

y es igual para el líder del KKK
como para el líder de la NCAAP, ¿cierto?

Así que no hagan eso.

No tienen que censurar a los provocadores

porque esperan que eso hagan.

Y eso nos lleva al número tres.

Hagan las cosas a su manera.

Investiguen uds. mismos
cuándo ir a una protesta,

ya sean varios o tú solo con tu tuba.

Dense cuenta de cuándo tener un evento
alternativo y más pacífico en el campus.

Dense cuenta cuando crean que tienen ideas

que no son dignas de debatir.

Y la forma de comprender
cómo lidiar con estos conflictos,

cómo lidiar con el discurso que aborreces,
puede ser una buena guía

para cómo lidiar con conflictos
el resto de tu vida.

Mi nombre es Lee Rowland.

Soy una progresiva sinverguenza,
soy escéptica, soy anti-autoritaria.

Y por todas esas razones,

yo creo en una primera enmienda
robusta e indivisible.

Únanse a mí.

Gracias.

(Aplausos)