El fraude sobre la virginidad | Nina Dølvik Brochmann & Ellen Støkken Dahl | TEDxOslo

El himen sigue siendo la parte más incomprendida y peligrosa del cuerpo femenino. Nina Brochmann y Ellen Støkken Dahl nos hablarán sobre lo que realmente es el himen y su significado para las mujeres alrededor del mundo.

Como autoras del libro "The Wonder Down Under" (Las maravillas de ahí abajo), su misión es fortalecer a los jóvenes con una mejor educación sexual e información adecuada sobre sus cuerpos.

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

Nina: Al igual que la mayoría de ustedes
crecimos creyendo

que el himen es prueba de la virginidad.

Pero resulta que estábamos equivocados.

Hemos descubierto,

que la popular historia
sobre la virginidad femenina

está basada en dos mitos anatómicos.

Comunidades médicas
han conocido la verdad

desde hace más de cien años.

Y aún así, estos dos mitos

siguen complicándole la vida
a mujeres de todo el mundo.

Ellen: El primer mito
se refiere al sangrado.

Dice que el himen se rompe y sangra

cuando la mujer tiene
relaciones sexuales por primera vez.

Es decir, si no hay sangre
en las sábanas después de eso,

entonces la mujer no era virgen.

El segundo mito
es una consecuencia lógica del primero.

Ya que se cree
que el himen se rompe y sangra,

también se cree que desaparece

o se altera radicalmente
en la primera experiencia de la mujer.

Si eso fuera cierto,

sería muy fácil determinar
si una mujer es virgen o no

examinando sus genitales
o haciendo una prueba de virginidad.

Nina: Esos son los dos mitos.

Las vírgenes sangran
y el himen desaparece.

Esto podría sonar a algo sin importancia.

¿Qué tiene de importante
ese oscuro pedazo de piel femenino?

La verdad es,

que esto se trata de mucho más
que un malentendido anatómico

Los mitos sobre el himen
han prevalecido por siglos

porque tienen una importancia cultural.

Se han usado como una gran herramienta
para controlar la sexualidad femenina

en casi todas las culturas, religiones
y décadas históricas.

Las mujeres siguen siendo
desconfiables, avergonzadas y lastimadas.

Y en el peor de los casos
las someten a sacrificios honorables

si no sangran en su noche de bodas.

A otras mujeres las obligan
a realizarse pruebas de virginidad,

para obtener un trabajo,
salvar su reputación

o poder casarse.

Ellen: En Indonesia,

las mujeres son sistemáticamente
examinadas para entrar a la milicia.

Después de las protestas
de 2011 en Egipto,

obligaron a un grupo de mujeres
a realizarse pruebas de virginidad

por parte de la milicia.

En Oslo hay doctores
examinando el himen de jóvenes

para asegurarle a sus padres
que sus hijas no han sido arruinadas.

Tristemente, la lista es larga.

Las mujeres tienen tanto miedo
de no cumplir con los mitos del himen

que deciden recurrir
a enmendadores de virginidad

para asegurarse de sangrar.

Lo que puede ser una cirugía plástica
llamada himenorrafia.

Pueden ser viales de sangre
esparcidos en las sábanas después del sexo,

o hímenes falsos
comprados en línea con sangre falsa

y la promesa de "ocultar tus secretos".

Nina: Al decirle a las niñas
que ningún acto puede ser un secreto,

que sus cuerpos las delatarán,
sin importar lo que sea

las hemos llenado de miedo.

Las jóvenes tienen miedo de arruinarse,

ya sea con el deporte, jugando,
usando tampones o teniendo relaciones.

Hemos restringido
sus oportunidades y sus libertades.

Es hora de acabar
con el fraude de la virginidad.

Es hora de romper
con los mitos sobre el himen.

De una vez por todas.

Ellen: Somos estudiantes de medicina,
trabajadoras de educación sexual

y autoras de "The wonder Down Under"
(Las maravillas de ahí abajo).

(Risas)

Es un libro científico
que habla de los genitales femeninos.

Y en nuestra experiencia,
la gente parece creer

que el himen es como un sello
que cubre la abertura vaginal.

Incluso, en Noruega se le llama
la membrana virginal.

Y con esto, imaginamos algo frágil,

fácil de romperse,
algo que se puede atravesar.

Tal vez como papel de plástico
transparente.

Seguro se preguntarán
porqué trajimos un hula hula al escenario.

Les mostraremos.

(Risas)

Es muy difícil ocultar

que algo ocurrió
con este hula hula, ¿verdad?

Se ve diferente
a antes de que lo rompiera.

Se rompió el sello.

A menos de que cambiemos el plástico
no volverá a ser como antes.

Entonces, si hubiéramos querido hacer
una prueba de virginidad con el hula hula,

sería muy sencillo.

Es fácil decir que este hula hula
ya no es virgen.

Nina: Pero el himen
no es como el papel de plástico

con el que envolvemos la comida
o sellamos algo.

De hecho, se parece más a esto:

una liga o banda elástica.

El himen es el borde del tejido
que se encuentra en la boca de la vagina,

y suele tener la forma de una dona
o de una media luna

con un agujero en el medio.

Pero esto varía mucho
y a veces el himen puede tener bordes,

puede tener varios huecos,
o puede estar conformado de lóbulos.

En otras palabras, cada himen
puede variar en apariencia,

y por ello, es muy difícil
realizar una prueba de virginidad.

Ellen: Ya que sabemos más
sobre la anatomía del himen,

regresemos con nuestros dos mitos.

Las vírgenes sangran
y el himen desaparece.

Pero, el himen no tiene que romperse.

El himen no solo se parece a una liga
en apariencia, sino también en su función.

Podemos estirar una liga, ¿verdad?

(Risas)

También el himen se puede estirar.
De hecho, es muy elástico.

Y para muchas mujeres,

el himen es tan elástico
como para soportar un encuentro vaginal

sin sufrir ningún daño.

Para otras mujeres, puede rasgarse un poco
para darle espacio al pene,

pero eso no hace que desaparezca.

Pero puede que se vea
algo diferente que antes.

Nina: Entonces, ¿qué nos dice esto
sobre los dos mitos?

Bueno, primero que nada,
si tienes un himen elástico,

nunca sangrarás
por tener relaciones sexuales.

No importa si eres virgen o no.

Es anatómicamente imposible,

y ese es el caso de la mitad de ustedes.

Exceptuando a los hombres, claro.

(Risas)

En otras palabras,
algunas vírgenes sangran y otras no.

Ya rompimos con el primer mito.

Naturalmente, eso significa

que no se puede examinar el himen
para revisar un estado de virginidad.

Esto se descubrió
hace más de 100 años, en 1906

por la Doctora noruega, Marie Jeancet.

Ella examinó a una trabajadora sexual
de mediana edad

y se dio cuenta de que sus genitales
eran como los de una adolescente virgen.

Tiene sentido, ¿no?

Porque si su himen
nunca se lastimó durante el sexo,

¿qué esperábamos ver?

Ellen: Debido a que los hímenes
son de diferentes formas

es muy difícil determinar
si algún daño o anomalía

se encuentra ahí por daño previo,

o si es una variante anatómica normal.

Lo absurdo de las pruebas de virginidad

se muestra en un estudio
realizado a 36 jóvenes embarazadas.

Cuando los doctores examinaron su himen,

solo vieron señales claras de penetración
en 2 de las 36 jóvenes.

Así que, a menos que crean
en 34 nacimientos vírgenes...

(Risas)

...admitamos que también terminamos
con nuestro segundo mito.

Simplemente, no se puede ver
entre las piernas de una mujer

y conocer su historial sexual.

Nina: Como la mayoría de los mitos,
los mitos sobre el himen son falsos.

No hay ningún sello virginal
que desaparece después del sexo,

y la mitad de las vírgenes
pueden tener relaciones sin sangrar.

Desearíamos poder decir
que al desmentir estos mitos

todo estará bien.

Que desaparecerán
la vergüenza, el dolor y el deshonor.

Pero, evidentemente, no es tan sencillo.

La opresión sexual hacia las mujeres
viene de algo mucho más grande,

que un simple malentendido anatómico
sobre las propiedades del himen.

Es más una cuestión cultural y religiosa
del control de la sexualidad femenina.

Y eso es mucho más difícil de cambiar,
pero debemos intentarlo.

Ellen: Como profesionales de la medicina,
esta es nuestra contribución.

Queremos que cada niña, padre
y esposo acompañante

sepa qué es el himen y cómo funciona.

Queremos que sepan que el himen
no puede usarse como prueba de virginidad,

y de esa forma podemos deshacernos

de una de las más poderosas herramientas
usadas para controlar a las jóvenes.

Después de decirles esto,

se podrán preguntar qué alternativas hay.

Si no podemos usar el himen
como prueba de virginidad en las mujeres,

¿qué podemos usar?

Creemos que lo mejor,
es no usar nada.

(Reconocimientos)

Si...

(Aplausos) (Reconocimientos)

Si en verdad quieren saber
si una mujer es virgen o no,

pregúntenele.

(Risas)

Y la respuesta a esa pregunta,
es decisión suya.

Gracias.

(Aplausos)