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JUDY WOODRUFF:
La actual crisis birmana
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ha tenido un impacto devastador
en un grupo étnico en particular,
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los rohinyás forzados a huir a abarrotados
campos de refugiados en Bangladés,
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amenazados por el coronavirus, y a los que
se quiere desplazar a una isla inundable.
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Informa la enviada especial de “NewsHour",
Tania Rashid.
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(Incendio)
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TANIA RASHID: Lo que una vez fueron casas,
hospitales y escuelas en el mayor campo
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de refugiados del mundo queda
reducido a cenizas
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a medida que el fuego avanza a lo largo
de este asentamiento provisional.
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15 personas fallecidas, 400 desaparecidas
y decenas de miles desplazadas.
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Hace tres años, los rohinyás,
un grupo étnico musulmán minoritario,
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huyeron de una sangrienta ola de violencia
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desatada por el ejército y la policía
birmana cerca de Bangladés.
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Asesinatos, violaciones
e incendios intencionados
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llevaron casi a un millón a refugiarse en
estos inacabables campos de Bazar de Cox.
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En un informe publicado en 2019,
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investigadores de la ONU alertaron
de tentativa de genocidio.
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El ejército birmano lo niega y afirma
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que se limitó a reaccionar ante grupos
de insurgentes que atacaron a la policía.
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Y ahora estos fuegos trastocan
de nuevo la vida de los rohinyás.
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Las autoridades bangladesís y agencias
de ayuda humanitaria han proporcionado
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asistencia de emergencia a más de
45.000 refugiados sin hogar.
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Desde diciembre, el gobierno bangladesí
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ha desplazado a más de 13.000
refugiados de los saturados campos
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a Bhasan Char, una remota isla
del golfo de Bengala.
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Según fuentes locales,
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el gobierno ofrece ahora ayuda
a los afectados por los incendios
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para que se instalen allí.
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Visitamos la llanura costera
a principios de 2017,
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cuando no era más que
una franja de tierra desierta.
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No habitable, según expertos
en cambio climático.
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Según el gobierno, mejor
que los abarrotados campos.
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(Reproducción de un anuncio local)
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En un video promocional
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el año pasado, el gobierno afirmaba
haber construido diques,
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refugios frente a ciclones, hospitales,
mezquitas y escuelas
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para alojar 100.000 rohinyás
en condiciones de seguridad.
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Sah-yed Noor explica que tal vez se
trasladaría a la isla
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para huir de las precarias
condiciones de vida del campo.
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SAH-YED NOOR, refugiado
(mediante traductor):
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Creo que Bhasan Char puede ser
mejor que el campo,
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porque los apartamentos
son de ladrillo.
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TANIA RASHID:
Su sobrina Fowzia, de 16 años,
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fue enviada el año pasado a Bhasan Char
por la armada bangladesí
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después de pasar meses en el mar
en su intento de huir a Malasia.
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Tras llamarla varias veces
sin éxito, consigue
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hablar con ella por teléfono
y conocer su situación.
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Estaba preocupado por ella.
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Le dice que no se siente bien,
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que añora a la familia
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y que quiere irse a casa.
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Después de hablar con Fowzia,
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Sah-yed explica que solo irá a
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Bhasan Char si es con su familia,
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para estar todos juntos de nuevo.
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Estos incendios
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no son los primeros.
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Ya hubo dos incendios
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en el mes de enero,
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según la prensa.
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Las causas no son claras.
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Pero, mientras el gobierno
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continúa sus investigaciones
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sobre la causa de los fuegos,
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los rohinyás siguen viviendo amontonados
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en condiciones de vida insalubres,
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lo que incrementa su vulnerabilidad
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frente a la COVID-19.
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En Bangladés se han administrado
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más de tres millones de dosis
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de la primera vacuna,
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y hay planes de incluir
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a los rohinyás
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en la campaña nacional de vacunación.
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Pero hasta ahora
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no se ha hecho.
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Por ahora, continua el estricto
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confinamiento impuesto el año pasado
por el gobierno,
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con una reducción de un 80% del personal
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de ayuda humanitaria sobre el terreno.
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Servicios esenciales como
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alimentación y suministros médicos
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han llegado hasta los campos
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a través de puestos de control
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establecidos por el ejército de Bangladés.
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El ACNUR
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se ha unido al gobierno
bangladesí para formar
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a 1.500 agentes de salud comunitaria
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dentro de los campos
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concienciar sobre el virus.
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El Dr. Fahadin Aktar trabaja
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en cuidados de respuesta rápida
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en el campo.
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DR. FAHADIN AKTAR
(mediante traductor):
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Primero vemos la temperatura.
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Todo el mundo tiene la obligación de
lavarse las manos
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y mantener una distancia social adecuada.
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Antes, se sentaban 5 juntos,
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pero ahora solo 2, con una separación
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que garantiza la distancia social.
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Y vigilamos que se lleve
siempre mascarilla.
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TANIA RASHID: Con todo,
explica el Dr. Aktar,
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ha habido un claro descenso
en el número de pacientes rohinyás.
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Muchos tienen miedo de ir al hospital.
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DR. AKTAR (mediante traductor):
Si tienen síntomas,
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se hace un test
y pasan a cuarentena.
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Esto ha desatado el miedo;
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temen que se les envíe
a otra parte,
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lejos de sus familias,
si comunican los síntomas.
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TANIA RASHID:
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Con cifras oficiales de solo
400 casos confirmados de COVID-19
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y 10 muertes relacionadas en el campo,
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Las autoridades insisten en que
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en los campos los casos aumentan
a un ritmo mucho más lento
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que a escala global
gracias al confinamiento.
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Pero entre muchos de los refugiados
persiste el anhelo de volver a casa,
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a pesar del golpe de estado
vigente en Myanmar.
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(Gritos de protesta)
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Durante semanas, decenas de miles
de manifestantes pacíficos
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han tomado las calles
de las principales ciudades
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en protesta contra el levantamiento.
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(Disparo lejano)
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La respuesta de la policía ha sido
la violenta represión de las protestas,
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con el saldo más sangriento
el fin de semana.
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Muchos activistas rohinyás
esperan que el apoyo
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que dan al movimiento en Birmania
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sea un punto de inflexión
en su lucha por la justicia,
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a pesar de la manifiesta falta de apoyo
de la destituida Aung San Suu Kyi,
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que defendió a los militares
ante las acusaciones de genocidio
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en La Haya en 2019.
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(Mujer llorando)
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