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¿Qué hay de la comunidad de color
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en la zona?¿No sabían qué estaba pasando?
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No sabían
que estaba pasando
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hasta la mañana.
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No sabían lo que estaba pasando.
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Entonces estabas allí con estas
decenas de miles
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de gente blanca enfadada.
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Así es.
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- Y ellos ...
te habían golpeado
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hasta casi matarte
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y te arrastraron
para lincharte.
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Así es.
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Así que saliste a la plaza...
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¿es ahí dónde ...?
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Sí
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Y pusieron una soga
alrededor de mi cuello.
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Y me empujaron
entre Tom y Abe.
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Ahí me quedé
con la muerte en ambos lados.
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Y, ah..
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Rezé a Dios,
le dije:
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"Dios, ten piedad.
Perdona mis pecados."
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Y me preparé para morir.
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Y estaba feliz de dejar
un mundo lleno de
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tanta gente falsa y
mentirosa.
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Y, ah...
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Cuando dije eso,
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una voz salió de los cielos.
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La voz resonó
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y dijo:
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"Llévense a este chico.
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No ha tenido nada que ver
con las muertes y las violaciones."
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Y fui el único
que oyó esa voz,
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pero aun así, la multitud
obedeció.
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La mano que había sido dura
y lista para matar
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se hizo suave, amable y tierna,
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y me quitaron
la cuerda del cuello,
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y me permitieron
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tambalearme y tropezar
de vuelta a mi celda.
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Cuando llegué a prisión,
que estaba a medio bloque,
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el Sheriff estaba ahí de pie,
tan insignificante,
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y dijo: "Te voy a sacar de aquí,
por tu propio bien."
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Bueno, era demasiado tarde para eso.
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Él había tenido la oportunidad
de sacarnos a los 3 de allí
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por nuestro propio bien.
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Así que...me empujó
dentro de la cárcel,
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hacía el sótano,
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y llamó a uno de sus
ayudantes,
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abrió la puerta
y dijo:
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"¿Ves ese coche aparcado
en el bordillo allí?
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Contesté: "Sí."
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Y él dijo:" Quiero que vayas
y te montes,
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cuando te de la señal."
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Dije:"Ok."
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Y este tipo al que había llamado
era un poli enorme.
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Tenía una pistola en su cadera
que parecía un cañon
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y no un revolver normal de policía.
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Y, ah...
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Él dijo: "Quédate aquí mismo"
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Claro, no me iba a mover
a menos que me dijeran lo contrario.
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Y él se fue, se metió en el coche,
se sentó detrás del asiento del conductor,
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y,ah...
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casi de inmediato, otro tipo
se montó en el asiento del pasajero,
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y fue entonces que el Sheriff
me dio una señal y dijo:
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"Ahora agáchate,
corre y métete en el coche."
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Así que corrí, entré en
el asiento trasero,
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y era el único en el asiento
de atrás en ese momento,
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y vi los rifles y pistolas
junto al panel del coche.
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Dije: "Probablemente piensan
que voy a coger estas pistolas
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para así tener una oportunidad
de dispararme."
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Eso fue lo que
cruzó mi mente.
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¡Claro!
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Y, ah..
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Al poco, otros dos detectives
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cruzaron la esquina,
y se montaron atrás conmigo.
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Era un Studebaker
nuevísimo.
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Y, ah...
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Dijeron:
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"Agacha tu culo negro
al suelo"
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También dijeron:
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"No voy a arriesgarme
por proteger a un [pitido] como tú."
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y nos marchamos.
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Cuando salimos
las ruedas patinaron.
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Como si estuvieran avisando
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de que algo estaba pasando
en el otro lado de la prisión, ¿sabes?.
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Y, ah...
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Me llevaron a
Huntington, Indiana.
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¿De dónde piensas
que procedía la voz?
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Creo que venía de arriba.
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Del cielo.
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Porque había rezado:
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"Señor, ten piedad,
y perdona mis pecados."
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¿Y así fue como
todo paró
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y la multitud se separó para ti?
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Se podía oír el vuelo de una mosca.
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Antes de eso, estaba como
en un juego de beisbol,
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donde el jugador
bate un home run,
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y los aplausos explotan.
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Pero, cuando oí la voz,
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se impuso un silencio sepulcral.
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Fui el único
que oyó la voz
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y la gente a mi alrededor
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dijo que no había oído nada:
"Tuviste suerte."
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"¿Solo suerte?"
[Ríe]
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Fue, obviamente,
más que suerte.
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Sí, fue.
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Quiero decir,
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¿para que ocurra
algo así,
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y para que el público se separe,
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y te dejen ir
sin un rasguño?
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¿Lejos de ellos?
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Me dejaron regresar
cojeando y arrastrándome a prisión.
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¿Qué pensabas
en ese momento?
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No lo sé.
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Supongo que me pasaba
de todo por la mente.
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Me preguntaba por qué
me habían dado esa paliza.
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¿Por qué habían linchado
a Tom y Abe?
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¿Y por qué me tenían
de pie entre ellos dos
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en el árbol, el árbol de la muerte?