-
¡Hola! Primero quiero llegar a conocerlos
y ver quienes son.
-
Luego, vamos a tener tres días juntos
donde, con suerte, las vidas van a cambiar.
-
No nos gustan las conferencias.
Esto no es una conferencia.
-
Estamos aquí para edificar algo.
Estamos aquí para hacer discípulos.
-
Y entrenar y... realmente esperamos lograrlo.
-
Entonces, muchas cosas sucederán
en los próximos días.
-
Hoy... Ahora voy a hablar sobre
discipulado,
-
voy a hacerles una presentación
de Lucas 10.
-
Voy a introducirlos en
cómo sanar a los enfermos.
-
Entonces, traeré algunas personas,
oraré por algunas personas
-
y luego todos vamos a orar
los unos por los otros.
-
Luego vamos a crear grupos
y entonces vamos a enviarlos a la calle.
-
Antes de las 12:30.
-
Entonces, esto es lo que va a ocurrir
en las próximas horas.
-
Luego de eso, almorzamos
y salimos a la calle.
-
Nos reuniremos en la tarde
y escucharemos algunos testimonios,
-
y, continuaré esta noche
cuando hablaremos acerca
-
de continuar esta carrera,
acerca de cumplir la carrera.
-
Mañana nos enfocaremos
en el evangelio,
-
cómo compartir el evangelio,
cómo llevar las personas a Cristo.
-
Tendremos un bautismo
mañana en la tarde,
-
a la misma vez que enviaremos
personas a la calle
-
y mañana en la noche vamos a
continuar enseñando.
-
El domingo hablaremos sobre
establecer casas de compañerismo
-
y cómo iniciar pequeños grupos
en casa.
-
Esto es lo que sucederá.
-
Así que, espero que estén listos para ello.
-
Primero, si no estás aquí mañana,
-
y quieres ser bautizado
y quieres escuchar del evangelio,
-
que eso es lo más importante...
-
Así que, tú que no estarás aquí mañana
y aún no has sido bautizado
-
por inmersión total
después que te arrepentiste,
-
reuniremos a algunos de ustedes
esta tarde
-
y le daremos la enseñanza allí
y luego pueden ser bautizados hoy.
-
Así que, si no estarás aquí mañana,
habrá bautismo hoy.
-
Entonces, ¿quién no estará mañana y no está seguro
de estar bautizado o quiere bautizarse?
-
¿Tendremos alguno de esos?
-
Sé que hubo uno, dos, tres,
hay uno, dos, tres ahí. Ok.
-
Tenemos a alguien con chaleco amarillo.
Allí está Nancy.
-
Allí está Nancy, con un chaleco amarillo.
Quienes no han sido bautizados,
-
quienes no estarán aquí mañana
y necesita escuchar el evangelio
-
o quieren ser bautizados,
pueden ir hasta ella en el receso.
-
Ella estará aquí en el receso
usando un chaleco amarillo. ¿Ok?
-
¿Cuántos de ustedes han estado ya en
un fin de semana de iniciación?
-
Sí, sé que hay muchos.
Asombroso.
-
Ustedes, que han venido antes
-
estén listos para servir,
estén listos para ayudar.
-
En la tarde, los siguientes 2 días,
haré una pequeña diferencia.
-
Voy a compartir algo que ustedes
normalmente no han escuchado antes,
-
y trataré de edificar sobre
lo que hemos aprendido hasta ahora.
-
Y luego, el domingo, vamos a tener
un día totalmente diferente.
-
Los que no han venido antes,
prepárense para ello.
-
Los que no han venido antes, no tienen
idea de en lo que se metieron.
-
Pero va a ser bueno.
-
¿Cuántos han visto nuestra película
"The Last Reformation: The Life"
-
o "The Beginning"?
-
Qué bueno.
¿A alguien le gustó la película?
-
Audiencia: ¡Sí!
Torben: ¡Sí!
-
Es Lebo quien las ha hecho.
Levo, ponte en pie.
-
Este es Lebo Akatio quien ha hecho
las películas. (Aplausos)
-
Entonces, si realmente te gustó,
ve y dile cuan increíble es (la película).
-
¿Cuántos han visto "The Pioneer School"
online?
-
Ahora tenemos 26 lecciones.
Que bueno. Eso es bueno. Ok. Bien.
-
¿Alguien viene de afuera de Holanda?
Ok.
-
Los que vinieron a la iniciación,
no los estudiantes de PTS y todo eso,
-
sino los que vinieron a esta iniciación
desde afuera de Holanda.
-
¿De dónde son? ¿Quién es de Alemania?
Hay alemanes allí.
-
Herzlich willkommen.
Alles gut? Alles gut.
-
Ok. ¿Quiénes son de otros países?
¿Bélgica?
-
Algunas manos por allá.
¿Qué otros países?
-
¿Qué? China, Polonia. ¿Qué? Irán.
Que bueno. Bueno.
-
Ok, entonces de diferentes lugares.
-
Qué haremos en los próximos días.
Queremos entrenar. Queremos equipar.
-
Y no puedo hacerlo solo.
-
Soy principalmente el tipo que está parado aquí
y tratando de que no te duermas,
-
compartiendo algo, pero aquí somos
un gran, gran equipo juntos, para hacerlo,
-
entrenar, equipar.
-
Porque cuando hablamos de enseñar,
puedes pararte y enseñar en un grupo grande,
-
pero discipulado, entrenamiento, equipamiento,
no puedes hacerlo en un grupo grande.
-
Tiene que ser práctico.
-
Intenta imaginarme sacándote
a la calle.
-
Vayamos a esa persona y hay
500 personas que vienen a esa persona.
-
No funciona así.
No podemos hacerlo.
-
Entonces, lo que queremos hacer
todo el fin de semana es
-
Voy a hacer algo de enseñanza
vamos a escuchar testimonios,
-
pero luego lo vas a hacer tú.
-
Y la forma en que lo vas a hacer
es haciéndolo con alguien
-
que tiene un poco más de
experiencia que tú.
-
Y ahí tenemos mucha gente
quienes...
-
Personas que han estado ya en un
fin de semana de iniciación,
-
que tienen más experiencia.
-
Hay gente aquí que están
en la escuela PTS.
-
Contamos con una "Escuela de Entrenamiento Pionera" (PTS)
en Dinamarca y en Holanda,
-
que están aquí para ayudar.
-
Y tenemos gente que ha estado
en la escuela Lucas 10
-
y tenemos un gran grupo.
-
Entonces, todos nuestros ayudantes,
personas que nos ayudan, con grandes insignias,
-
de Holanda y Dinamarca,
y todo, ¿pueden ponerse de pie?
-
Entonces, esas personas que ves a nuestro alrededor,
tiene como una gran insignia allí, como Franck aquí.
-
Y aquellos con grandes insignias tienen
de alguna manera más experiencia
-
y están aquí para ayudarte también.
-
Entonces, si necesita oración adicional,
-
si tiene preguntas adicionales,
si quieres algo extra
-
no vengas y corras detrás de mí,
-
porque, realmente, a menudo
no tengo el tiempo para ayudar,
-
pero ve con esa gente
con grandes insignias.
-
Y luego déjalos ayudar.
¿Ok?
-
Espero que estés listo
-
Bueno.
Oremos.
-
Dios, te damos gracias por lo que estás haciendo.
Te damos gracias por este fin de semana.
-
Solo queremos llevártelo a Ti, Dios,
y oramos para que Tú
-
en los próximos días vengas para
transformar la vida de la gente.
-
Oramos para que comiences algo en nosotros
que va a continuar por este fin de semana,
-
y va a crecer, crecer,
y seguir creciendo.
-
Jesús, te amamos. Queremos seguirte
y queremos ser
-
Tus discípulos.
-
Ven con tu Espiritu Santo
y ayúdame a compartir esta palabra
-
y abre nuestros ojos y oídos y ayúdanos
para recibirlo, ayúdanos
-
a entender qué es lo que quieres para nosotros.
-
Ven con tu Espíritu Santo,
en el nombre de Jesús. Amén.
-
Estoy bastante seguro de que muchos de ustedes aquí
aman a Jesús y por eso estás aquí.
-
O realmente estás buscando la verdad.
-
Creo que pueden pasar cosas
durante un fin de semana como este.
-
La gente puede curarse.
Las personas nacen de nuevo.
-
Pero este nunca es el final.
Este es solo el comienzo.
-
El comienzo de algo nuevo.
-
Al principio empezamos a buscar a Dios,
porque queremos
-
encontrar a Dios, pero cuando lo encontramos,
ya no es tanto más sobre nosotros
-
Se trata de otras personas.
Ahora lo que hemos recibido
-
estamos llamados a salir y
dárselo a otras personas.
-
Podemos formar personas.
Podemos entrenarlos a todos ustedes
-
para vivir una vida maravillosa
guiado por el Espíritu Santo,
-
yendo a sanar a los enfermos, echando fuera
demonios, bautizando personas en la bañera
-
o en el océano, o donde sea que estés,
y darás fruto.
-
Y es bueno recibir
pero es mejor dar.
-
Hay un gran gozo en dar a Jesús
a otra gente.
-
Y eso era lo que Jesús nos llamó hacer.
-
Él no nos llamó a convertirnos en
"Cristianos",
-
sentarnos en la iglesia todos los domingos,
escuchar un sermón,
-
y luego, después de muchos años allí,
-
vamos a casa al cielo
y todo está bien.
-
No nos llamó para hacer eso.
Voy a edificar sobre eso todo el fin de semana.
-
Él nos llamó a vivir una vida
-
donde aprendemos, donde crecemos.
-
Es como en lo físico, voy a
hablar de eso más adelante este fin de semana,
-
cuando tengas bebés,
un bebé es solo un bebé.
-
Ellos son agradables. Amamos a los bebés.
-
Si hacen caca en el pañal, sonreímos y
decimos: Oh, eres increíble.
-
Ha hecho caca en su pañal.
-
Pero cuando tienes 15 años
y haces caca en tus pantalones,
-
este no es el mismo sentimiento.
-
No dirás: Oh, acaba de hacer caca
en sus pantalones.
-
¿Por qué? Porque necesitas crecer.
-
Lo mismo es si tienes 45 años
y vives en casa con mamá y papá.
-
La gente te mirará y dirá:
¿No crees que es hora
-
de que tal vez tengas una vida?
¿Seguir adelante?
-
Por el bien de tus padres y por el tuyo.
-
Entonces, en lo natural,
se está produciendo un crecimiento.
-
Nosotros en lo natural venimos de ser
bebés que nada saben, "dah-dah",
-
a aprender a caminar
o intentar caminar,
-
y luego aprendemos a caminar,
y luego andamos en bicicleta, y luego en autos
-
y nos hacemos mayores
y nos convertimos en adultos.
-
Tenemos niños.
-
Y luego tenemos nietos.
-
Como yo. Soy abuelo. Lo soy.
-
Y ahora deberías mirarme
y decir:
-
No pareces un abuelo.
-
Pero en lo natural, hay un crecimiento.
-
Y de eso vamos a hablar
este fin de semana.
-
Pero lo mismo ocurre en lo espiritual:
hay un crecimiento que debe producirse.
-
Primero, necesitas nacer de nuevo.
-
Si no naces de nuevo,
no tienes ni idea de esto.
-
Realmente no puedes recibir
cosas espirituales.
-
No puedes entender a Dios
con la mente carnal.
-
No puedes entender a Dios
sin el Espíritu Santo.
-
Necesitas el Espíritu de Dios.
-
Recuerdo la primera vez que escuché
el evangelio por mi amigo,
-
Le dije a él:...
-
Te han lavado el cerebro.
¿Qué estás haciendo?
-
Ahora eres parte de una secta.
¿Cómo puedes creer en la Biblia?
-
Para mí no tenía sentido.
-
Poco tiempo después, experimenté
el Espíritu Santo. ¡Ah!
-
Mi padre me dijo:...
-
Te han lavado el cerebro.
¿Cómo puedes creer en la Biblia?
-
Y le dije a mi padre: Oye, le dije lo mismo
a Tommy, pero es verdad.
-
Pero no lo recibió,
porque no tenía el Espíritu.
-
Posteriormente lo recibió y su familia
le dijo a él:...
-
Y pudo decir: No, yo dije lo mismo
a mi hijo, y mi hijo dijo
-
lo mismo a Tommy,
y Tommy dijo lo mismo...
-
Entonces, no tiene sentido
antes de que tengas el Espíritu.
-
Pero cuando tienes el Espíritu
cuando experimentas el nuevo nacimiento,
-
aún no ha terminado.
-
Eres como un bebé.
Necesitas aprender.
-
Necesitas crecer.
-
Y aquí es donde entra el discipulado.
-
Jesús nunca usó la palabra
"Cristiano".
-
Usó la palabra "discípulo",
una y otra y otra vez.
-
Sal por el mundo entero y
haz discípulos a todas las naciones,
-
bautizándolos y enseñándoles
a obedecer todo lo que te mandé.
-
Pero la palabra "discípulo" es una palabra hoy
que solo usamos en iglesias.
-
Si sales a la calle
hoy en Holanda y dices:
-
¡Oye, soy un discípulo!
-
Quizás te miren y digan:
¿Que eres qué?
-
Pero en aquellos tiempos, el discípulo era
el aprendiz. Es como el aprendizaje.
-
Cuando le dijiste "sí" a Jesús,
cuando has nacido de nuevo,
-
entraste en una familia
donde deberías crecer
-
y hacerte adulto.
-
Cuando le dices "sí" a Jesús,
dices "sí" al aprendizaje.
-
al discipulado, donde debemos aprender
a caminar como Él,
-
a hablar como Él,
a obrar como Él.
-
Aprendemos.
-
Cómo aprendemos?
-
Practicando.
-
Usando lo que ya tenemos.
-
Y tengo una foto ahí...
No, no funciona. ¿Funciona?
-
Hace muchos años comencé un discipulado
como panadero,
-
o aprendizaje como panadero.
-
Y todavía me recuerdo como panadero,
en el mundo real,
-
donde iba a trabajar.
Hay una foto. No soy yo.
-
La chica de pelo largo.
No soy yo en ninguna de esas.
-
Pero hace unos años empecé así.
-
Y todavía recuerdo ese día,
Abrí la puerta
-
y entré a la panadería
por primera vez.
-
¿Estaba nervioso?
-
No. Sí, por supuesto que lo estaba!
No tenía idea de lo que iba a pasar.
-
Pero comencé una nueva parte de mi vida.
-
Comencé un discipulado
o aprendizaje.
-
Y entré y miré a mi maestro,
y él me miró,
-
y me dio la mano y dijo:
Bienvenido.
-
Y tal vez él estaba pensando:
Mira a ese joven. Jajaja.
-
Voy a convertirlo en un panadero.
Creo que estaba pensando así.
-
Su trabajo fue, en los siguientes tres años y medio,
convertirme en panadero,
-
hacer de alguien que no
tiene idea de cómo hacer pan,
-
por enseñarme, entrenarme, discipularme
para hacer los pasteles más hermosos.
-
¿Cómo aprendí?
-
Aprendí metiendo mis manos.
-
Aprendí por él parado a mi lado
y diciendo:
-
Torben, ahora haz esto y esto.
-
Y hubo un momento en que pensé:
Pero no puedo hacerlo como tú.
-
Pero había una salida fácil de ello.
Era: Haz esto. Inténtalo.
-
Y todavía lo recuerdo. Estaba intentando.
Y al principio recuerdo
-
deberíamos hacer así y lograr que el pan
fuera redondo y agradable.
-
Nunca me acostumbré a usar mi mano izquierda.
-
Mi mano izquierda no quería trabajar.
-
Así que pensé: la pondré en mi bolsillo
y haré así,
-
y usar una mano.
-
Pero él estaba como: No, ambas manos.
Ok.
-
Yo estaba feliz de que él hiciera eso.
¿Por qué?
-
Porque si no lo hubiera hecho
realmente nunca lo hubiera aprendido.
-
Pero me enseñó a hornear pan.
-
No empecé con un pastel de boda
el primer día.
-
De lo contrario, arruinaría esa boda para siempre.
-
Empecé en otro lugar
pero empecé.
-
Comencé a poner cobertura en el pastel
-
y está bien empezar con poner cobertura
en el pastel.
-
Pero no está bien después de tres años como panadero
todavía esté poniendo cobertura en el pastel.
-
Entonces hay algo mal en mí.
Algo anda mal en ese lugar de trabajo.
-
Porque la única razón por la que empiezas
un aprendizaje
-
es para llegar a ser como tu maestro.
-
Cuando le dices "sí" a Jesús,
dices "sí" al aprendizaje.
-
La razón no es: me salvé
y sigo siendo lo que soy
-
y luego voy al cielo un día.
-
No. Empiezas un aprendizaje
para llegar a ser como Él.
-
No viene de la noche a la mañana, pero aprendes
y creces y te vuelves como Él,
-
no sentándote y escuchando.
-
Intenta imaginarme como panadero aprendiz,
-
si mi jefe me dijera: Torben, ahora te sientas
ahí, aquí hay una silla, te sientas,
-
y los próximos tres años y medio
siéntate ahí en tu trasero
-
y luego me verás hornear pan.
¿Ok?
-
Y en tres años solo me sentaré ahí
con mi trasero
-
y miraré como hornea el pan,
y después de tres años:
-
¿Lo has visto? Sí. Me voy de fiesta.
Aquí está la clave. Ve y hornea.
-
Alguien de la audiencia: ¡Ayaya!
Torben: Ayaya, sí.
-
No tendría ni idea porque
una cosa es sentarse y verlo.
-
Y otra cosa es realmente hacerlo.
-
La única forma en que aprendes cosas
es haciendo.
-
Puedes estudiar, estudiar, estudiar, estudiar, estudiar
-
hasta que te duela la cabeza.
-
Y todavía no sé cómo hacerlo.
-
Jesús estaba enseñando a la gente. Sí,
pero estaba enseñando a la gente en la vida real.
-
Ven y sígueme y te haré
pescadores de hombres.
-
Caminaron con él.
Vieron cómo hacía las cosas.
-
Y creo que hay un gran malentendido
en las iglesias hoy
-
cuando se trata de discipulado,
y de lo que es.
-
Y también, todo esto
de unción y dones.
-
Conozco gente hoy que corre de
conferencia a conferencia
-
para obtener una unción especial
y dones especiales
-
con la esperanza: Si solo recibiera ese don,
-
sabría de repente cómo hacer todo.
-
Y estaba esperando ese día
Hace muchos años.
-
Recuerdo que vine a una de esas
iglesias.
-
Oh, cuando vendrá el hombre de Dios
y pondrá sus manos sobre mí?
-
Y cuando vives en Dinamarca
el hombre de Dios siempre viene de América.
-
Así que recuerdo que estaba sentado allí
en una conferencia y estaba esperando
que un día entrara.
-
Y esperaba que me mirara y
dijera: Torben, hoy es tu día.
-
Y estaba pensando: Oh, hoy es mi día.
He estado esperando ese día.
-
Aquí está la unción especial.
-
Y él pondría las manos sobre mí y...
de repente lo recibiré así.
-
Y saltaré de mi asiento.
¡Wow!
-
Y sabré predicar el evangelio,
curar a los enfermos,
-
echar fuera demonios,
ser guiado por el Espíritu Santo,
-
llevar a las personas a Cristo,
bautizarlas en agua y el Espíritu Santo,
-
tener un ministerio, un sitio web y necesito
respirar y hacer muchas otras cosas.
-
Y estaba esperando que llegara ese día.
Y no llegó.
-
Porque no es real.
No sucede así.
-
Nunca había visto que sucediera así.
-
No lo leo así en la Biblia.
-
Entonces, después de estar sentado en la iglesia
y estar decepcionado
-
por que ese dia no llegó,
empecé simplemente a salir y hacerlo.
-
Y todavía recuerdo la primera vez
que oré por alguien, estaba:
-
¿Puedo hacerlo?
¿No puedo hacerlo?
-
Gran pregunta.
-
Yo quería hacerlo.
Una vez estuve con otro hombre.
-
Y he visto a otro hombre orando por los enfermos
y yo pensé:
-
Ok, si tengo el mismo don que él tiene,
-
la única diferencia entre él y yo
es que
-
él tiene más experiencia que yo.
-
La única diferencia entre tú y yo
y todos los demás
-
quien tienen el Espíritu Santo es:
Experiencia.
-
Todos tenemos el mismo Espíritu,
el Espíritu Santo.
-
Esa es la misma unción.
-
La única diferencia es que algunas personas
lo han usado más que otros.
-
Algunas personas tienen más experiencia
que otros.
-
Han crecido y se han convertido en adultos.
-
y ya no son bebés.
-
Entonces, estaba pensando:
Ahora quiero orar por la gente.
-
Y luego un día una mujer
se acercó a mí y me dijo: ¡Hola!
-
Ella no dijo: ¡Hola! Te reconocí
de YouTube.
-
No, ella no dijo eso. Ella no sabía
quien era yo. Ella vino y dijo: ¡Hola!
-
Ese tipo que está orando por los enfermos
¿está aquí hoy?
-
Y la miré y le dije:
No, hoy no está aquí.
-
Y ella dijo: ¡Argh!
Es porque tengo mucho dolor en la espalda.
-
Y yo estaba parado allí.
-
Él no estaba allí. Ella estaba enferma.
En mi cabeza comencé a entender:
-
Pero tenemos el mismo don.
Tenemos el mismo Espíritu Santo.
-
La única diferencia es que
él lo usa más que yo.
-
Entonces, me quedé allí y estaba pensando:
-
Bien, disparemos. Y yo dije:
Puedo orar por ti.
-
Y ella: ¿Puedes?
Si. Eso espero.
-
Sabes, no tengo experiencia.
No sé si puedo.
-
Pero cómo sé si lo tengo
si no lo intento.
-
Puede pasar de una reunión a otra:
Oh, lléname, lléname, lléname
-
pero si no das un paso
y haces algo
-
¿cómo sabes si lo eres
o lo tienes, o algo?
-
Entonces estaba como: puedo orar por ti.
¿Usted puede? - Si. Eso espero.
-
Y luego dije: Siéntate aquí.
Y ella se sentó.
-
Levanté sus piernas
y no tenían la misma longitud.
-
No tenía idea de lo que estaba haciendo.
Todavía no lo tengo, pero no se lo digas a nadie.
-
No. Pero yo estaba ahí y estaba levantando
sus piernas hacia arriba y no eran del mismo largo
-
y solo hice lo que vi que
el otro hombre estuvo haciendo.
-
Pero esto es discipulado.
Uno hace algo y tú haces lo mismo.
-
Así que en realidad hice lo mismo que ese hombre
que curaba a los enfermos.
-
Levanté sus piernas y sonreí.
Por dentro no estaba sonriendo. ¡Ayúdame!
-
Y la pregunta, por supuesto: ¿y si?
¿Y si no pasa nada?
-
¿Y si? ¿Y si? Y tuve la misma
pelea: ¿Y si? Esto y esto y esto.
-
Pero yo estaba como: Está bien, cálmate,
cálmate. Sonríe.
-
Y luego dije: ahora oraré
y verás lo que pasará.
-
¡Por favor Dios ayúdame!
-
Y allí oré y estaba esperando
que la pierna creciera.
-
Pero la pierna no creció.
En su lugar, la otra pierna se encogió.
-
¡Aaah! Y yo no esperaba que
la otra pierna se encogiera.
-
Entonces, me asusté tanto, así que dejé caer
sus pies. Cayeron. ¡Boing!
-
Pero ella se puso de pie y fue sanada.
-
Y me quedé como...
-
Aleluya.
-
Cuando consigas ese primer... ¡Bum!
Estás como...
-
¿Qué pasó ese día?
Porque lo hice ese día.
-
No fue como que recibí
la nueva unción ese día.
-
No. Tuve el Espíritu Santo
por siete años, hasta ese momento.
-
Pero no lo había hecho. Y porque
yo no lo hice, no sucedió.
-
Pero ahora lo hice una vez y
Yo estaba como ... ¡Sí!
-
Entonces, ¿cómo aprendo, cómo crezco?
Experiencia.
-
¿Cómo obtengo experiencia?
-
¡Ve y consíguela!
Corre por ello. ¡Hazlo!
-
No me vino automáticamente
porque nadie me conocía,
-
así que necesitaba correr hacia ellos.
-
Entonces, salí corriendo a la calle.
¡Hola! Perdóneme. ¿Puedo preguntarte algo?
-
Oré por una mujer hace unos días
que tenía problemas en la espalda.
-
¿Tiene algún problema en la espalda?
No.
-
Oye, perdón, oré por alguien
hace unos días.
-
Ella tenía un problema, sus piernas
no tenían la misma longitud.
-
¿Lo tienes? Y luego me encontré
alguien que dijo: ¡Sí!
-
De hecho, tengo el mismo problema.
Incluso he estado en el hospital
-
y revisaron mis piernas.
No tienen la misma longitud.
-
¿Puedo orar por ti?
Si.
-
Y fui un poco más atrevido
que hace unos días atrás.
-
Porque lo intenté una vez antes.
-
Entonces ahora tenía experiencia.
Experiencia de una vez.
-
La segunda vez.
Siempre es un poco más fácil una segunda vez.
-
Entonces, estaba sonriendo. Siéntate.
-
Dijo que sus piernas eran 3 cm diferentes,
o algo.
-
Pero cuando se sentó y yo levanté
sus piernas hacia arriba, no eran 3 cm diferentes.
-
Solo había 1-2 mm.
-
Entonces estaba pensando:
Estoy haciendo algo mal aquí.
-
Así que traté de empujar las piernas hacia adentro y...
-
ver si estaba sentado derecho, y lo estaba.
Solo había unos pocos milímetros.
-
Entonces yo estaba como ...
¿Qué está pasando aquí?
-
Pensé: Ok, solo oraré.
Entonces oré: Vamos, pierna. Alárgate.
-
Y oré y la pierna empezó a crecer
y estaba parejo y yo estaba sonriendo.
-
Y estaba pensando:
Vaya, esto realmente está funcionando.
-
Pero luego la pierna siguió creciendo.
Continuó creciendo ...
-
Continuó creciendo, continuó creciendo.
-
Y de repente hubo 2-3 cm mal.
-
Y de repente el tiempo se detuvo.
Y yo estaba sentado ahí con su pierna en mi mano
-
y yo pensé:
Acabo de destruir su vida.
-
Estaba imaginando que en el futuro
él caminariá así
-
y la gente preguntará:
Oye, ¿qué pasó contigo?
-
Oh, un loco en la calle oró
por mí y mi cuerpo ya no está recto.
-
Entonces, cuando estés allí, solo sonríe
y relájate y trata de mantener la calma.
-
Entonces, yo estaba sonriendo, bajé sus piernas.
Que tenga un buen día, señor.
-
Tenga un buen día. Adiós.
Y estaba listo para huir.
-
Pero se puso de pie y dijo: ¡Wow! Gracias.
Se quitó el zapato, sacó 2 cm de un zapato.
-
Y fue sanado.
-
No sabía eso.
Pero Dios tenía el control.
-
Pero luego empezó. Lo hice otra vez,
y otra vez y otra vez.
-
Y luego, un día, estábamos en nuestra casa
de repente una mujer se cae y...
-
Y ella habló: ¡Vete al infierno!
Y yo estaba como: ¡Ah, un demonio!
-
Y nunca antes había intentado echar fuera
a los demonios.
-
Entonces, mi primera respuesta, porque todavía estaba
en la vieja forma de pensar,
-
mi primera respuesta fue: ¡Ah, un demonio!
Necesito un sacerdote.
-
Pero como sucedió en mi sala de estar,
Estoy agradecido por eso
-
porque si pasara en una iglesia,
dejaría orar a un sacerdote, o alguien más.
-
Pero como no sucedió en una iglesia,
Fui empujado hacia algo
-
que fue un poco aterrador,
y me quedé allí: ¡Aaah! ¡Un demonio!
-
¿Pero quién me puede ayudar?
No había sacerdote.
-
Estaba la mujer con un demonio,
yo y su niña escondidos detrás del sofá.
-
Entonces, yo estaba como... sin experiencia,
no sé qué hacer, pero de nuevo - Lo he visto,
-
escuché al respecto y tenía que probarlo.
-
Entonces yo estaba como: ¿Quién eres tú?
- ¡Vete al infierno!
-
Y me enojé, así que dije:
¡No, tú puedes irte al infierno!
-
... Y ella fue liberada.
-
Y estoy así: Está funcionando.
-
Y recuerdo
Yo caminaba así.
-
Acabo de echar fuera a un demonio.
-
Pero fue aterrador.
-
Pero ahora tenemos más experiencia.
-
Como cuando estuvimos en París hace poco tiempo.
Tal vez viste el vídeo.
-
Hace unas pocas semanas estuvimos en París.
Había una mujer con un demonio
-
fuera de la torre Eiffel.
Y ella estaba acostada allí.
"¡Sal en el nombre de Jesús!"
-
Y había 100 personas de pie
y mirando. Vinieron dos policías
y vinieron los militares, como:
-
Oye, ¿qué está pasando aquí?
-
Oh, están echando fuera a un demonio.
Ok.
-
Entonces huyeron.
-
Pero ahora tenemos más experiencia,
porque lo hemos vuelto a hacer.
-
Nunca he recibido un extra unción especial de
"como curar a los enfermos
-
o echar fuera demonios".
-
Tengo el Espiritu Santo
hace muchos, muchos, muchos años.
-
Pero estaba esperando algo extra
que nunca llegó.
-
O solo estaba pensando ...
Sí, estaba pensando que no podía hacerlo.
-
Pero cuando empencé a leer la Biblia,
-
cuando empencé a ver acerca del discipulado
-
y empencé a dar un pasos,
daba miedo al principio
-
pero se hizo más fácil,
y más y más y más fácil.
-
Y si me vieras en alguna
de las películas de La Última Reforma,
-
la única diferencia es
experiencia.
-
Y todavía estoy aprendiendo.
Sigo creciendo.
-
Todavía hay áreas en las que
no veo que la gente se cure.
-
Todavía hay áreas donde no estamos
exactamente seguros de lo que estamos haciendo,
-
pero estamos aprendiendo. Y veo que es más fuerte
esta vez que hace un año.
-
Es más fuerte hace un año de lo que
fue hace cinco años.
-
Y este es el viaje al que
todos estamos invitados.
-
Estás invitado a un viaje de discipulado.
-
El objetivo es llegar a ser como Cristo.
-
Ser como él, caminar como él,
hablar como él.
-
No viene de la noche a la mañana,
sino dando pasos a diario,
-
dando pasos semanalmente,
-
puedes crecer mucho en poco tiempo.
-
Vamos a ver lo que dice Jesús.
Solo tomo una escritura.
-
La siguiente escritura aquí ...
-
Me gusta esto. Un discípulo o un aprendiz
no está por encima de su maestro,
-
pero alguien completamente entrenado
será como su maestro o su jefe.
-
No estamos por encima de Jesús, pero cuando
estamos completamente entrenados, seremos como Él.
-
Es entrenamiento. Es discipulado.
Si miramos las palabras de Jesús,
-
vamos a pasar por eso
un poco más rápido.
-
En Lucas 10, Jesús dio a
sus discípulos un llamado.
-
Antes de que lo miremos, quiero decir:
mira.
-
Digamos...
Imagina que soy Jesús.
-
Y estoy caminando aquí en la tierra.
-
Y estaba caminando y dije:
Ven y sígueme, ven y sígueme
-
ven y sígueme, ven y sígueme ...
Y llamé a la gente para que me siguiera.
-
Luego caminé con ellos
Hablé con ellos.
-
Y luego, Jesús dijo
lo que van a hacer.
-
Quiero que salgas ahora y quiero
que hagas esto y esto y esto y esto.
-
Y salieron y lo hicieron.
-
Y volvieron a casa: ¡Sí!
Estaban tan emocionados
-
después de lo que acaban de ver
y de experimentar.
-
Pero luego Jesús dijo:
Chicos, me voy ahora.
-
Y enviaré mi Espíritu Santo aquí.
Y ahora quiero que salgas
-
a todo el mundo y hagas discípulos
de todas las naciones,
-
bautizándolos y enseñándoles a obedecer
todo lo que te acabo de mandar.
-
Entonces, todo lo que yo, todo lo que Jesús les ordenó
que hagan. Esto, y esto, y esto, y esto,
-
ahora se suponía que salieran
y ordenaran a otras personas que lo hicieran.
-
Entonces salieron y dijeron a la gente:
Esto es lo que Jesús
-
quiere que hagamos: esto, y esto, y esto, y esto.
Y ellos lo hicieron.
-
Salieron y dijeron a otras personas:
Esto es lo que Jesús
-
quiere que hagamos: esto, y esto, y esto, y esto ...
Ellos lo hicieron.
-
Y ahora nos encontramos 2000 años después.
La pregunta es:
-
¿Cuándo Jesús cambió de opinión?
-
¿Cuándo Jesús, de repente, dijo:
No hagas más esto, y esto, y esto.
-
Ahora haz esto en su lugar.
-
¿A qué hora dijo: Oh, no tienes
salir a buscar una persona de paz,
-
sanar a los enfermos y predicar el evangelio,
comer en sus casas
-
y estar en compañerismo?
-
Ahora solo tenemos buenas iglesias
y la gente viene los domingos.
-
¿Cuándo cambió de opinión?
¿Fue como 2000 años después, 1500 años después,
-
500 años después?
De repente, Jesús estaba en el cielo y dice:
-
Hola chicos. Cambié de opinión.
No hacemos lo que dije al principio.
-
Ahora hacemos algo totalmente diferente.
-
No ha cambiado de opinión.
-
Las palabras de Jesús son siempre las mismas.
Y lo que dijo, lo que llamó a hacer
-
a Sus discípulos hace 2000 años, todavía es
para hoy, aquí en Holanda o Alemania,
-
o de donde seas.
Nada ha cambiado. Él es el mismo.
-
Pero he estado trabajando con la plantación
de iglesias durante 13 años.
Viajando y haciendo muchas cosas.
-
Una vez viajaba como evangelista
teniendo reuniones,
-
e hice mucho trabajo
y vi un poco de fruto.
-
¿Por qué? Porque no lo hice a Su manera.
-
Lo hice a mi manera.
-
Hay una canción. Algo así, creo.
No puedo cantar, así que no lo intento.
-
Y quiero decir - lo bueno de
hacerlo a la manera de Jesús es,
-
primero, no necesitas ir al seminario
y estudiar siete años
-
antes de tener la oportunidad de servir.
-
No necesitas una iglesia.
No necesitas un micrófono en tu mano.
-
No importa si eres hombre, si eres
mujer, si eres viejo, si eres joven.
-
El llamado de Jesús es para todos.
Él nos ha llamado a hacer discípulos.
-
Así que no esperes a que te inviten
a predicar en la iglesia.
-
Empiece a obedecerle.
-
Y vamos a mirar algunos
de las cosas que Jesús dijo en Lucas 10.
-
Lo tenemos aquí arriba.
Tengo un texto aquí.
-
En Lucas 10 algunas de las cosas
que dijo al principio es:
-
La cosecha es abundante. La cosecha está madura.
¿Qué significa eso?
-
Eso significa (la cosecha) la gente ahí fuera
que están listos para recibir a Jesús, son muchos.
-
La cosecha no es el problema.
El problema son los obreros.
Los obreros son pocos.
-
Si hay una reunión de oración en la iglesia,
muy a menudo nuestras reuniones de oración son:
-
Oh, Dios, envía avivamiento, envía gente,
envía gente a nuestra iglesia.
-
Envía personas para que se salven.
-
De una manera que tal vez esperan que
algún día el techo se abrirá
-
y un ángel vendrá y sentará a la gente
en nuestra iglesia, o de alguna manera.
-
No veo esa oración en la Biblia.
-
Orar para que la gente de repente
vengan solos y se salven.
-
Jesús dijo: La cosecha no es el problema.
El problema son los obreros.
-
Entonces, ¿qué debemos orar?
-
Deberíamos orarle a Dios
para que envíe obreros.
-
La cosecha no es el problema.
El problema eres tú.
-
Tú eres el problema.
-
Gran problema.
-
Pero lo bueno de eso es que no puedes cambiar la cosecha,
pero tú puedes cambiarte a ti.
-
Puedes hacer algo por ti.
-
Si la cosecha fuera el problema, entonces
podría ser tan "desafortunado" que vivimos en una época
-
donde nadie quiere salvarse.
-
Pero la cosecha no es el problema.
Tú eres el problema.
-
Entonces tú decides lo que quieres hacer.
-
Y es interesante, cuando empiezas a viajar,
Recuerdo, cuando comencé a viajar,
-
empezamos a ver cosas asombrosas.
Luego vine a Polonia
-
y cuando vine a Polonia ...
¿Quién es de Polonia? Ok. ¡Hola!
-
Cuando vine a Polonia, recuerdo
alguien dijo:
-
Wow, es tan asombroso lo que Dios
está haciendo en Dinamarca.
-
Escuché lo que está sucediendo allí.
-
Pero... esto es Polonia.
-
Somos tan religiosos.
La gente es tan católica, tan religiosa.
-
No puedes hacer eso en Polonia.
-
Entonces, ¿qué hicimos en Polonia?
-
Salimos a la calle
encontramos gente, ellos se arrepintieron,
-
se bautizaron y recibieron el Espíritu Santo.
Y llegué a casa y estaban asombrados.
-
Luego viajé a Rumania. ¡Wow! Es tan asombroso
lo que Dios está haciendo en Polonia.
-
Pero esto es Rumania.
No puedes hacerlo aquí.
-
Y lo he escuchado dondequiera que llego.
-
Siempre he escuchado eso.
-
Siempre culpamos a la cosecha,
de por qué no suceden las cosas.
-
Nunca he estado en una iglesia donde
haya conocido al sacerdote y escuchado la verdad.
-
Bienvenidos a nuestra ciudad.
Bienvenidos a nuestra iglesia.
-
La razón por la que nadie se salva aquí
-
no es por la cosecha, porque está lista.
Es porque somos tan vagos.
-
Nunca escuché a nadie decir eso
pero esa es la verdad.
-
Necesitamos estar desesperados.
-
Necesitamos entender que hay
un trabajo que necesitamos hacer.
-
Y luego tenemos que empezar a hacerlo.
-
Si hacemos nada y hacemos nada,
nada va a suceder.
-
Pero cuando empezamos a obedecer Su palabra
-
y hacerlo a Su manera
van a pasar cosas.
-
Entonces, la cosecha no es el problema.
El problema son los obreros. Son pocos.
-
Y luego debemos orar a Dios
para enviar obreros.
-
Pero no solo debemos orar,
porque después de orar,
-
Dios dijo: Mira, ahora te envío.
-
Entonces, Él nos envió.
-
Y luego leemos: como cordero entre lobos.
-
A menudo leemos cosas sin realmente
pensar en lo que estamos leyendo.
-
Jesús es el buen pastor
y tiene un cordero.
-
Trate de imaginarse a Jesús parado con
un corderito aquí.
-
Meeeh! Meeeh!
Corderito dulce.
-
Y entonces, Jesús está parado con un cordero
y luego ve muchos lobos.
-
Y esos lobos, cuando ven un cordero,
ellos solo ven carne.
-
Hambre. Queremos comer.
¿Qué hace Jesús?
-
Él dice: Oh, corderito.
¿Puedes ver esos lobos? Quieren comerte.
-
Fuera contigo.
Mira, te estoy enviando con los lobos.
-
No sé si lo has pensado,
pero el trabajo de un pastor es criar corderos
-
lejos de los lobos.
-
Si trabajas como pastor aquí en
Holanda y ves un gran lobo,
-
y abres la puerta y haces eso
con la oveja, te despiden.
-
¿Por qué? Porque este no es tu trabajo.
-
¿Por qué Jesús no lo hizo al revés?
-
¿Por qué Jesús tomó sus dulces corderitos
y los envió entre lobos?
-
Porque el es el buen pastor
quien va con los corderos.
-
Y esto es lo que está haciendo.
Él va con nosotros.
-
No va a eliminar a los lobos.
Hay lobos por ahí que quieren comernos.
-
Quizás no físico.
Pero a veces da miedo.
-
Todavía me da miedo.
-
A veces estamos ahí parados y...
¿Iré a hablar con esa persona?
-
¿O debo compartir el evangelio en ese hogar?
O ¿debo hacer esto?
-
Y a veces, cuando vamos a
dar ese paso,
-
es casi como sentir al lobo
y nos sentimos como un corderito
-
y estamos caminando como ...
Ok, voy a hacerlo. Meh... meh... meh...
-
Y nos sentimos tan débiles. Meh ...
¡Eso da miedo! ¡Todavía!
-
Pero necesitamos recordar algo:
-
Ve y Yo estoy contigo.
-
¿Cuándo vemos que Él está con nosotros?
-
Cuando vamos.
-
Entonces, en lugar de eso, decimos:
Meh... meh...
-
Deberíamos decir:
¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!
-
Y luego empecemos a ir.
Y cuando damos ese primer paso,
-
veremos que Él está con nosotros.
-
Y esta es la cosa,
necesitas vivirlo.
-
Si solo escuchas sobre eso,
no es la vida para ti.
-
El evangelio nunca ha sido para que
no sentemos y estudiemos,
-
y que otras personas lo hagan.
-
La Palabra se hizo carne.
La Palabra cobró vida.
-
Lo mismo ocurre con nosotros. No solo leas
sobre eso. Necesitas hacerlo.
-
Y no te llega por sí solo.
Tienes que salir y hacerlo.
-
Si no puedes hacerlo solo,
entonces no necesitas estar solo,
-
porque puedes contactar con otras personas.
Puedes hacerlo de dos en dos.
-
Y puedes hacerlo con otras personas.
-
Y luego estamos llamados a salir.
-
Jesús nos dio un llamado específico
lo que quiere que hagamos.
-
Dijo: Sal y busca una persona de paz.
-
Si encuentras a esa persona de paz,
te quedas en su casa,
-
usted come, bebe, cura a los enfermos,
echa fuera demonios.
-
Esto es lo que nos llamó a hacer.
-
Y si la gente no recibe tu mensaje,
quita el polvo de tus manos y pies
-
y continúa adelante.
-
Este es el llamado de Jesús para todos nosotros.
-
Jesús nos llamó a salir
y encontrar una persona de paz.
-
Nos llamó para salir y buscar una persona,
-
para sentarse, comer y beber,
-
y sanar a los enfermos y predicar
el evangelio y hacer discípulos.
-
¿Qué es una persona de paz?
-
Una persona de paz es alguien
que el Espíritu Santo está llamando,
-
alguien que el Espíritu Santo está atrayendo.
-
La persona de paz, contrario
de lo último que Él dijo:
-
Si la gente no recibe nuestro mensaje,
simplementequitemos el polvo de nuestras
manos y pies y seguir adelante.
-
En la Biblia, Pedro fue llevado a la casa.
de Cornelio, el libro de los Hechos 10.
-
Cuando Pedro llegó a la casa de Cornelio,
Cornelius no se paró y dijo:
-
Sí, no creo en Cristo
No creo en Dios.
-
¿Qué estás haciendo? Creo en la evolución.
No empezaron a discutir con él.
-
¿Por qué? Estaban listos para recibir.
-
Porque el Espíritu Santo lo había dispuesto.
-
Dios había hecho algo en el corazón de
Cornelio, así que estaba listo para recibir
-
las palabras con las que vino Pedro.
-
Lo mismo ocurre con Felipe en Samaria.
-
Dios dijo: Sal y quédate ahí.
Y se fue
-
y llegó un transportista con el eunuco.
-
Ya estaba estudiando la Palabra.
¿Por qué? Porque Dios lo estaba atrayendo.
-
Y cuando Felipe llegó allí,
él estaba listo para recibir.
-
Entonces, cuando escuchó la Palabra, dijo:
Hay agua, ¿puedo bautizarme?
-
Él no dijo: Sí, creo en la evolución.
y el Big Bang y estás loco.
-
No fue allí. ¿Por qué? Porque Dios
ya estaba trabajando en el corazón de esa persona.
-
Esa gente está ahí fuera
y tenemos que encontrarlos.
-
Están ahí afuera ahora mismo.
-
Pero si no sabes lo que buscas,
no hay muchas posibilidades de que lo encuentres.
-
Cuando comencé a evangelizar
Hace muchos años,
-
Hice muchas cosas,
mi corazón estaba bien,
-
Tuve buenas intenciones,
Hice muchas cosas evangelizando,
-
pero no vi ningún fruto
-
porque lo hice a mi manera,
-
no a la manera de Jesús.
-
Cuando conocí a esa gente
que no eran esas personas de paz,
-
cuando conocí a esas personas
Dios no estaba atrayendo
-
en lugar de quitarme el polvo
de manos y pies y seguir adelante,
-
Empecé a discutir con ellos.
-
- Sí, pero necesitas a Dios.
- No quiero a Dios.
-
- Pero necesitas a Dios.
- Creo en la evolución.
-
- Pero la evolución está mal.
- Creo en el Big Bang.
-
- Pero el Big Bang está mal.
- ¿Qué pasa con todas las religiones, son lo mismo?
-
- No, no son lo mismo.
- Si.
-
Y terminamos discutiendo con la gente.
-
Pero no me importaba.
Solo necesitaban escuchar.
-
Entonces yo estaba como ...
-
Así que sigo, sigo evangelizando a esa gente
-
que no quería escuchar lo que tenía que decir.
-
Y muy a menudo, si evangelizas a la gente
que no quiere escuchar,
-
terminas discutiendo.
-
... ...
Y terminas discutiendo.
-
Recuerdo que dejé ese lugar
y yo pensé:
-
Woah, es tan difícil. Tal vez la cosecha
está lista en todas partes, menos en Dinamarca.
-
Porque los daneses no pueden salvarse.
Fue mi experiencia.
-
Pero luego pensé que la razón por la que no
llegan a ser salvo
-
es porque no soy lo suficientemente inteligente.
-
Necesito saber sobre la evolución y Darwin,
y ciencia, y diferencias entre religiones.
-
Necesito tener una respuesta
en cada pregunta que hacen.
-
De lo contrario, no puedo evangelizar.
-
Entonces comencé a estudiar la evolución,
y Darwin, y la ciencia,
-
y los mormones y los testigos de Jehová,
e Islam, y todo. Entonces ahora pensé:
-
Ahora estoy listo para evangelizar.
Sé muchas cosas.
-
Así que salí de nuevo.
-
Sí, no creo en Dios.
¿Y el ADN?
-
Ajá, y luego tuve la respuesta.
-
Pero cuando les di la respuesta
-
no se arrepintieron.
-
Solo dijeron: Ah. Pero ¿y eso?
-
Hmm. Luego les di la respuesta.
-
Oh. ¿Y eso?
-
Y descubrí que no querían la respuesta.
-
Solo quieren una excusa para seguir pecando.
-
No querían a Dios.
-
Pero pasé mucho tiempo
tratando de encontrar la respuesta correcta
-
para aquellas personas que no quieren a Dios.
He pasado mucho tiempo
-
solo discutiendo con las mismas personas
una y otra y otra vez.
-
Y cada vez que salí de ese lugar
Me sentí como:
-
Dios, ¿qué le pasa a Dinamarca?
Dinamarca no puede salvarse.
-
La cosecha está lista. Quizás en el texto griego
está escrito: La cosecha está lista,
-
pero no en Dinamarca. Ajá.
-
Debe haber algo mal con la cosecha,
-
porque mi experiencia es
que la gente no quiere a Dios.
-
Pero lo que debería haber hecho
-
en lugar de discutir con las mismas
diez personas una y otra vez y otra y otra vez
-
Debería haber quitado el polvo
de mis manos y pies y seguir adelante
-
y luego encuentra a esa persona
que Dios está atrayendo.
-
Y luego, cuando salí, detuve a la gente,
pero cuando quieren discutir,
-
Yo sigo adelante, sigo adelante
y continué,
-
y de repente llegué al número 35.
-
Pero nunca llegué al número 35 antes,
porque pasé todo mi tiempo
-
discutiendo con dos personas.
-
Pero ahora llegué al número 35
y esa persona era esa persona de paz.
-
¿Cómo lo supe?
Porque dijo cosas diferentes.
-
Él no dijo: Oye, ¿cómo puedes creer?
en Dios. Estás loco.
-
Él dijo: Ja, es tan interesante que estás
deteniéndome ahora porque ...
-
anoche tuve un sueño
y creo que es de Dios.
-
O: oye, la semana pasada comencé
a leer la Biblia, el fin de semana pasado,
-
y he estado pensando: Dios, si eres real,
entonces envíame a alguien.
-
O bien: Hace unas semanas estaba mirando hacia arriba
en el cielo y estaba pensando: debe haber más
-
en la vida que esto, y ahora vienes aquí.
¿Puedes contarme más sobre Dios?
-
Conocí a esa gente
una y otra y otra vez,
-
porque están ahí fuera. Tal vez ellos
no están parado en cada esquina,
pero están ahí fuera.
-
Si miras los encontrarás.
-
Pero ¿qué pasa entonces cuando encuentras
a esa persona que está abierta?
-
De repente encontré a alguien que
en realidad quería escucharme.
-
Entonces yo estaba como: Bien.
Quiere escuchar. ¿Ahora que?
-
A veces es más fácil evangelizar
a la gente que no quiere escuchar,
-
porque la conversación se detiene
automáticamente.
-
Entonces ahora estoy como: Está bien,
tenemos una iglesia. Te veo el domingo. ¡Adiós!
-
Y luego invité a la gente a la iglesia
porque quería que el sacerdote los llevara a Cristo,
-
porque era trabajo del sacerdote.
-
¿Dónde leí eso? No lo sé.
Pero pensé eso en ese momento.
-
Pensé que mi trabajo era salir, encontrar gente
-
e invitarlos a la iglesia,
y luego el sacerdote hará el resto.
-
Y recuerdo que encontré mucha gente
que estaban abiertos por ahí,
-
y cuando los invité a la iglesia,
el domingo estaba de pie esperando:
-
¡Ah, ya vienen, ya vienen!
¿Ya vinienen? No vienen.
-
No. No vendrán.
Y muy a menudo no vinieron.
-
Porque una cosa es estar abierto
ahí fuera, en ese momento,
-
y querer hablar.
Otra cosa es ir a la iglesia.
-
¡Venga! Eso es algo aterrador.
-
Entra en un edificio con mucha gente
que se conocen y tú no conoces a nadie.
-
No sabes como comportarte
no sabes cómo estar,
-
y vestirte y sentarte,
y hacer todo.
-
Eso da miedo.
-
Y la mayoría de la gente nunca viene.
-
Porque es un gran paso para las personas.
-
Pero recuerdo un día que
llevo a alguien conmigo a la iglesia.
-
Primera vez que llevé un pecador
conmigo a la iglesia.
-
Era una chica y ella estaba parada allí.
Yo estaba como: Sí, va a ser bueno.
-
Va a ser bueno. Y todos miraron
a esa persona. Hay un pecador en la iglesia.
-
Y aquí queríamos que se salvara,
por supuesto.
-
Yo estaba como: ¿Listo? Esto va a estar bueno.
Y entonces comenzamos la reunión.
-
Y hubo mucha adoración.
Y estaba adorando, adorando, adorando,
-
media hora de adoración,
45 minutos de adoración.
Estaba de pie y adorando
-
y luego la miré
y ella no estaba adorando.
-
Ella estaba parada así.
-
Y vi, como, oh, está bien. Date prisa con
la adoración. Venga. Date prisa, date prisa.
-
¡Venga! Va a ser bueno. Espera.
No es solo música.
-
Espere. Espera.
Date prisa, date prisa.
-
Y parecía adorar eternamente, porque
Empecé a ver las cosas a través de sus ojos.
-
Después de la adoración vino información,
mucha información.
-
Y estaba pensando:¿Por qué hay tanta
información hoy?
-
Ella no lo entiende.
-
Pero siempre fue así, pero no lo había visto antes
Ahora vi a través de sus ojos.
-
Luego la ofrenda.
-
Necesito tu dinero, tu dinero
tu dinero, tu dinero.
-
Tienes que pagar diezmos, 10%, 20%, 30%.
Tienes que pagar dinero, dinero, dinero.
-
dinero dinero. Y hablaron de
dinero, dinero, dinero, y sus ojos se volvieron
-
más y más grande, más grande y más grande.
Y me quedé como:
-
No no no no no no no,
solo relájate.
-
No buscamos tu dinero.
Relájate.
-
Y de repente ves lo loco que estamos
a veces en la iglesia.
-
Y estás como: ¡Basta! ¡Para!
-
Y luego, después de mucho tiempo, todo eso:
-
Oh, sobrevivimos.
¿Estás listo?
-
Más adoración.
¡Venga!
-
¡Llega a la predicación, por favor!
Ella necesita a Jesús.
-
Y luego, después de una hora y media
del programa, finalmente,
-
llegamos a la predicación
de donde habló
-
cómo Abraham tomó un cuchillo
y quería ofrecer a Isaac.
-
Y estás pensando: ¿Qué está pasando?
Y luego, al final de la reunión:
-
Ok, ¿quién quiere a Jesús?
Levante la mano.
-
Sin evangelio, sin hablar del pecado,
sin hablar de arrepentimiento,
-
sin hablar de por qué estamos aquí
y por qué estamos separados de Dios
-
y del bien que vino a hacer Jesús.
-
Aprendí algo ese día
Nunca invite a la gente a la iglesia.
-
No lleve gente a la iglesia.
-
Siéntate con ellos, come y bebe tú mismo,
como dijo Jesús.
-
En la iglesia la gente se aburre tanto
algunas veces.
-
Siento haber dicho eso.
-
Estaba en Polonia. Recuerdo que hablé
con un pastor en Polonia.
-
Fue tan agradable y hablamos
y luego subió a la plataforma.
-
Era un chico normal y agradable
y luego subió.
-
Y luego se transformó.
-
¡ALELUYA! ¡ALELUYA!
¡AMÉN Y ALELUYA! ¡ALELUYA!
-
¡BIENVENIDO A LA CASA DE DIOS HOY!
¡AMÉN! ¡AMÉN!
-
¡QUE BUENO VERTE!
¡AMÉN!
-
No habló así hace apenas dos minutos.
-
Si te sientas, comes y bebes con la gente,
-
hay algo cuando te sientas y comes.
-
Tienes una conversación. Eres normal.
-
Si conoces a una persona de paz hoy
y dices:
-
Oye, vayamos a "McDonald's",
no harás así:
-
¡ALELUYA! ¡AMÉN! BIENVENIDO A
¡"MCDONALD'S"! ¡ALELUYA!
-
¡AMÉN! ¡VAMOS A TENER UNA MAC GRANDE!
¡ALELUYA! ¡CON COCA COLA!
-
Y HIELO, HIELO EN LA COCA COLA!
¡ALELUYA!
-
Y VOY A TENER UN DÍA INCREÍBLE
¡CONTIGO HOY! ¡ALELUYA!
-
Y AL FINAL TENDREMOS UN MCFLURRY
CON DIME! ¡AMÉN! ¡ALELUYA!
-
No lo harás así.
-
Y luego hablas 45 minutos, sin parar,
en McDonald's:
-
¡ALELUYA! ¡AMÉN!
Y luego te detienes y dices:
-
Hasta la próxima
-
Espero que no te guste eso.
-
¿Qué haces si conoces a alguien
y te sientas con ellos?
-
Te sientas con ellos y tienes una conversación,
como: ¡Hola! ¡Hola! ¿De dónde eres? Ok.
-
¿Dónde trabajas? Trabajas allí. Ok.
¿Cuánto tiempo llevas trabajando ahí?
-
¿Estás casado? ¿Sin niños? Ok.
-
Y hablas con ellos.
-
¿Y Dios? ¿Has pensado acerca de Dios?
¿Esto es nuevo para ti?
-
¡Ah! Entonces, eres un poco religioso.
Entonces, ¿creciste en una familia cristiana?
-
¿Cómo se llaman a sí mismos?
Reformistas. Ok.
-
¿El Espíritu Santo? ¿Has oído hablar de eso?
¿Sabes sobre hablar en lenguas?
-
¿Lo escuchaste? ¿Lo has experimentado
o conoces a alguien que hable en lenguas?
-
No, no lo haces. Ok.
¿Qué tanto sabes acerca de eso?
-
Entonces, hablas con esa persona,
y luego te haces una idea
-
frente a quién estás sentado. Ya sabes
si no son religiosos, poco religiosos,
-
muy religiosos, si experimentaron a Dios,
si esto es nuevo para ellos,
-
si no saben nada.
Y luego puedes hablar con ellos.
-
No necesitas 45 minutos de adoración
y aceptar una oferta en "McDonald's".
-
Puedes ir directamente al evangelio.
-
Puedes compartir el evangelio con ellos.
-
Uno a uno. Siéntate y explica.
Esto es lo que es.
-
Y voy a hablar de eso mañana.
-
Y luego di: Este es el evangelio.
¿Qué quieres hacer?
-
Estoy listo para arrepentirme.
Vamos a hacerlo.
-
Salgamos y busquemos agua
-
y podemos hablar y podemos bautizarles.
-
Y luego has hecho un discípulo.
-
Y luego tienen una relación natural
con usted
-
en lugar de llevarlo a la iglesia y tener
una relación antinatural con un pastor
-
que no tiene tiempo para ellos.
-
Porque ya tiene demasiada gente
con la que está hablando.
-
Entonces, puedes hacer un seguimiento.
Puedes continuar trabajando con esa persona.
-
Y esto es lo que dijo Jesús.
Esta es la multiplicación.
-
Si todos en esta sala solo lideran uno
a Cristo el año que viene,
-
y todos vuelven a hacer
lo mismo el año que viene,
-
y todos vuelven a hacer
lo mismo el año que viene,
-
en diez años Holanda cambia para siempre.
-
Y tienes que ir a Alemania
para empezar a encontrar gente.
-
Y si Alemania hace lo mismo,
tienes que ir a otro lugar.
-
Así es como cambiamos el mundo.
Por todos nosotros...
-
Olvídate de...
Está bien si algunos de ustedes son
llamados a ir a África en grandes cruzadas.
-
Dios te bendiga. Hazlo.
-
Pero el resto de nosotros, no te sientes aquí
y esperar algo grande en África.
-
Empieza a hacer discípulos ahora
Dónde estás.
-
En tu vida ahora mismo hay gente
que buscan a Dios.
-
Hay personas que son personas de paz.
-
Es tu trabajo ir a buscarlos.
-
¿Cuántos saben de Pablo en la Biblia?
Todos conocen a Pablo.
-
Pero si no hubiera Ananías,
no habría Pablo.
-
Ananías fue quien llevó a Pablo a Cristo.
-
¿Quién es Ananías? No lo sabemos.
-
Había cierto discípulo en Damasco.
que se llamaba Ananías.
-
No sabemos nada sobre él.
-
Solo sabemos que era un discípulo
como tú y yo.
-
Y sabemos que hizo lo que dijo Jesús.
-
Fue guiado por el Espíritu Santo
y salió a buscar a esa persona de paz.
-
¿Y a quién fue que encontró?
Pablo.
-
Pablo no era esa persona que pensarás:
-
¡Wow! ¡Esa es una persona de paz!
-
Pero la gente puede cambiar de la noche a la mañana.
-
Un día, Pablo estaba ocupado persiguiendo a los cristianos.
-
y odiaba a los cristianos.
Pero luego vino Jesús.
-
Quedó cegado y todo cambió.
Ahora estaba sentado en casa, orando y ayunando.
-
Y buscando a Dios.
-
Y teníamos un discípulo llamado Ananías.
Dios le dijo:
-
¡Ananías! Ve con Pablo.
-
¡Aaa! ¿Estás seguro? Sí.
-
Y él fue allí.
Y Pablo estaba listo para recibir.
-
¿Por qué? Porque Dios ha hecho
una obra en su corazón.
-
Hoy hay gente en Holanda,
hay gente en tu ciudad
-
que son espiritualmente ciegos. Ellos son ciegos.
No pueden ver, pero buscan.
-
Están buscando a Dios. No saben dónde.
No saben cómo. Pero están buscando.
-
Necesitan a Ananías.
Ellos te necesitan.
-
Ir a ellos y decirles:
Disculpe, Dios me envió.
-
¿Puedo hablar contigo?
-
Quizás ese sea el próximo Pablo.
-
Quizás esa persona va a
transformar el mundo.
-
No lo sabes.
-
Pero ese es tu llamado.
Ese es nuestro llamado.
Ganar a una persona a la vez.
-
Y todos podemos hacerlo.
-
Así que olvídate de las cosas importantes.
Empieza a obedecer a Jesús en las pequeñas cosas.
-
Sal, encuentra a esa persona.
Cuando los encuentras, sanas a los enfermos
-
echas fuera demonios, predica el evangelio.
-
Y entonces el Reino crecerá.