-
¡Taxi!
-
♪ Música de carnaval ♪
-
♪ Música de piano ♪
-
(Mujer cantando en Francés)
-
Señor Wills.
-
Maurice.
-
¡Estás gordo!
-
¡Y usted más delgado!
-
¡Jannete! ¡Jannete!
-
¡Jannete!
-
Mira.
-
¡Charles!
-
¡Charles Wills!
-
(Mujer hablando en Francés)
-
En inglés, mamá.
Inglés.
-
Ella te ama en francés.
-
Todos te extrañamos en cualquier idioma.
-
No se ve bien.
-
Significa que quiere darte de comer.
-
Te fuiste por mucho tiempo.
-
Casi dos años, ¿no?
-
Gracias, Maurice.
Lo recuerdas.
-
Bourbon con agua.
-
Usted y el Sr. Gandel.
-
Los únicos que hablan inglés
e ingieren eso.
-
¿Acaso ha vuelto por negocios?
-
No. Sólo para ver a mi pequeña.
-
La pequeña bailarina.
-
¿No quiere regresar con usted?
-
Con eso es suficiente, gracias.
-
El mundo ha cambiado.
-Sí.
-
Ya no tan alocado
como después de la guerra.
-
¿Lo recuerda?
-
Nos divertimos mucho juntos, ¿no Charles?
-
Tal vez nos divertimos demasiado, Maurice.
-
(Sonidos de celebración)
-
Es un gran día, ¿no?
-
Esto amerita un grande
y frío Bourbon con agua.
-
No hay Bourbon, ni Ginebra,
ni Coñac, ni nada.
-
¿Usted cómo celebraría?
-
Para mí. Guardo el Pernod.
-
Para usted y para mí.
-
La dama de allá le está mirando.
-
¿Ella?
-
Ni siquiera me sonríe.
-
Los ojos sin sonrisa
son los más peligrosos.
-
Disculpen.
-
¡Charles!
-
¡Claude!
-
¡Sabía que lo lograrías!
-
Pero yo temía que tú...
-
¿Acaso no sabes
que los malos no mueren en las guerras?
-
Disculpe. Vi a mi buen amigo y...
-
Él es mi querido
y alocado amigo Charles Wills.
-
La Srita. Ellswirth.
-
Srita. Ellswirth.
-
Marion, por favor.
-
¿Norteamericana?
-
¿Ha estado aquí
durante los acontecimientos?
-
Nunca nos fuimos.
-
Mi padre y yo mayormente nos quedamos
en Lyon durante la ocupación.
-
¿Cómo conoce a Claude?
-
Era observador en nuestro equipo.
-
Desde el día D no lo había visto.
-
Me separé de la companía en Saint-Lo.
-
Con las Fuerzas Francesas.
-
Con el General des Gaulle.
-
Es una increíble coincidencia
que se reencuentren aquí.
-
Si no te hubiera visto en el espejo...
-
Pensé que alguien me observaba.
-
No. No te había visto.
-
¿Interrumpo algo importante?
-
Bueno, Marion y yo...
-
Usted debe tener influencias aquí.
Beba algo.
-
El poder de los medios, señorita.
-
Veamos qué consigo con eso
y mucho dinero.
-
¡Maurice!
-
Tengo una mejor idea.
-
Vayamos a la celebración de mi padre.
-
¿Dónde conseguiría tanto whiskey
para una fiesta?
-
Usted no conoce a mi padre.
-
Por los padres.
-
Por los hombres.
-
Por los franceses.
-
(Personas hablando en francés)
-
¡Marion!
-
¡Joven, usted se ve sediento!
-
¿Tanto se nota?
-
Se te quita si bebes algo.
-
¡André!
-
¿Y a quién tenemos aquí?
-
Charles Wills.
Es reportero estadounidense.
-
Le presento a mi padre.
-
¿Cómo le va Señor?
-
¿Reportero?
Lo que necesitamos es un cantinero.
-
Lo invité porque parece ser que aquí
-
es el único lugar
dónde conseguir algo de beber.
-
Y todas estas personas
llegaron a la misma conclusión.
-
(Personas celebrando)
-
¿Qué hace Helen aquí?
-
¡Hola!
-
¿Qué haces tú aquí?
-¿Qué haces tú aquí?
-
Bueno, los hechos son...
-
Estoy muy orgulloso de tu hermana.
-
No podíamos darte
las buenas noticias antes, pero...
-
La han expulsado de la Universidad.
-
¿Qué?
-
Si vamos a discutirlo aquí,
-
o me presentas al caballero
o le pedimos que se vaya.
-
Marion, por favor.
-
Helen.
-
Vamos, déjala tranquila.
A mí me expulsaron de Harvard.
-
¿Por qué no seguiría los pasos
de su padre?
-
Deme un momento.
-
Después hablamos.
-
Presiento que también hablará conmigo.
-
Su nombre, por favor.
-
Es Charlie algo u otro.
Dice ser cantinero.
-
¿Charlie qué?
-
Wills. Desearía ser cantinero.
-
Un buen cantinero civil.
-
(Hablando en Francés)
-
Le dije que nos conocíamos.
-
En cierta forma, sí.
Nos estábamos besando hace una hora.
-
¿Lo hacíamos?
-
Veamos...
-
¿Usted era el del bar Ritz?
-
¿L'Etoile?
-
¿Place Vendeux?
-
Ya lo sé.
-
Cerca del Dhingo Café.
-
Sí lo recuerda.
-
No. Es el único otro lugar
en el hoy que vi uniformados.
-
¿Es rico?
-
No. ¿Eso la desalienta?
-
No, pero lo hará un poco más lento.
-
Nosotros tampoco somos ricos,
simplemente vivimos así.
-
Papi dice que es lo mismo,
solamente más barato.
-
Creo que él me agrada.
-
Eso es bueno.
Porque intentará pedirle dinero prestado.
-
Y no quiero que se decepcione.
-
Me gusta cómo besa.
-
¿En serio?
-
Querida.
-
Creo que subestimé la capacidad
para beber de nuestros invitados.
-
Dame unos minutos.
-
Pídele al cantinero que te ayude.
-
Oye, Wills...Wills.
-
¿Eres de los ricos Wills de Maryland?
-
No.
-
Por aquí Teniente.
-
Gracias.
-
(Gente cantando)
-
¿De dónde es?
-
Milwaukee.
-
¿Me ayudaría?
-Claro.
-
Famosa por su buena cerveza
y mujeres con lindas piernas.
-
Y prácticamente sin ningún millonario.
-
¿Y usted?
-
En Nueva York hasta que cumplí los doce.
-
Entonces papi nos mudó a París.
-
Cuando llegaron los alemanes en 1940,
me enviaron a una escuela en Suiza.
-
Aquí guardamos el botín.
-
¡No!
-
Papi lo puso ahí para que
los alemanes no lo bebieran.
-
Un hombre muy ingenioso.
-
Y muy divertido.
-
¿Lo es?
-
Es su onceavo mandamiento. Divertirse.
-
Especialmente ahora.
-
Dice que después de la guerra
todos deberían divertirse.
-
¿Acaso su padre no es algo viejo
para esta guerra?
-
Él no luchó en esta.
-
Estuvo en la de 1918, y desde entonces
no deja de celebrar.
-
Ahora que la guerra ha terminado en Europa.
-
¿Qué es lo que hará?
-
Tratar de alejarme de la guerra
en el Pacífico.
-
Eso es muy razonable.
-
Con eso será suficiente
para calmar a un tigre.
-
(Gente cantando en francés)
-
Charles. Me preguntaba
qué había pasado contigo.
-
Nada. Todavía.
-
Todos esperan conocerte.
-
Tengo que reportarle al periódico
alguna historia.
-
¿No podrías quedarte unos minutos?
-
Lo lamento. Tengo una fecha límite.
-
Teniente, no se lleve la fiesta con usted.
-
Es una linda risa.
-
¿Cree que algún día sea rico?
-
¿Podría regresar más tarde?
-
De acuerdo. Lo intentaré.
-
Mejor aún. Lo iré a ver.
-
Llámeme y dígame dónde.
-
De acuerdo.
-
¿Bueno?
-
¿Con quién hablo?
-
¿Quién?
-
¡Ah, Helen!
-
Habla Charlie Wills.
-
No. Charlie el cantinero.
-
¿El cantinero militar?
-
Así es.
-
¿Podrías darle un mensaje a Marion,
por favor?
-
Dile que esta noche
-
se volverán a encender las luces de París
desde que comenzó la guerra.
-
Ella quería verme.
-
En el Arco del Triunfo,
-
justo al lado de la Tumba
del Soldado Desconocido.
-
Gracias.
-
(Discurso en francés)
-
(Fanfarrias)
-
Hola.
-
Hola.
-
Pensé que...
-
¿Decepcionado?
-
No, pero...
-
Claude y Marion son...
Tú sabes.
-
(Gente celebrando)
-
(Gente cantando)
-
Hazlo otra vez.
-
Estás dormida.
-
Sólo mis ojos.
-
Y mi brazo.
-
Tu brazo y mis ojos son déblies.
-
No son dignos de nosotros.
-
No están mal tus ojos.
-
Es un buen brazo.
-
Te llevaré a casa.
-
¿Has leído algo de Thomas Wolfe?
-
No puedes volver a casa.
-
Es tarde.
-
Prométeme algo.
-
Promételo.
-
No dejes que esta celebración termine.
-
Habrá otra celebración
cuando la guerra termine por completo.
-
Pero ya terminó.
-
Ya terminó para nosotros.
-
Estoy harta de la muerte.
-
Quiero disfrutar las cosas y divertirme.
-
Y vivir como si cada día fuera el último.
-
¿No suena bien?
-
Una vida entera de últimos días.
-
Sólo que nunca sería el último día.
-
Estás muy serio.
-
Pon esa linda sonrisa.
-
Mucho mejor.
-
No me importa que no seas rico.
-
Hola.
-
Hola.
-
¡Qué maravilloso!
-
Mira.
-
No tenías por qué hacer esto, hijo.
-
Claro que sí.
-
Está tratando de hacer tiempo para verme.
-
¡Spam!
-¿Es vegetal o animal?
-
Huevo en polvo.
-
Chocolate.
-
Serás bien recompensado, hijo.
-
Ahora que lo pienso,
tu generosidad será pagada hoy mismo.
-
Buenos días.
-Buenos días.
-
Mira, carne, huevos.
-
El huevo en polvo,
se parece a los huevos.
-
No te preocupes, los cocinaremos
con jeréz y sabrán igual.
-
Helen, por favor.
Intento mostrar gratitud.
-
Charles, hijo mío.
-
Una increíble oportunidad se nos presenta.
-
Ahora, la pregunta es,
¿estamos a la altura?
-
Dígame qué es, Señor.
-
Benedictine está hoy en la cuarta carrera.
-
Las apuestas son diez contra uno.
-
A 3.8 por milla por no puede perder.
-
¿Por qué no?
-
Son secretos del oficio.
-
Papi se refiere
a que lo aconsejaron, ¿cierto?
-
¿Otro consejo?
-
Mira, tenemos menos de dos horas
para ser ricos.
-
Creo que yo puedo ayudar.
Haré una llamada.
-
¡Excelente!
-
Ahora, si usamos nuestro dinero.
-
¿Cuánto dinero tienes?
-
Como 40 dólares.
-
Ya veo, entonces si juntamos
nuestro dinero tendremos...
-
40 dólares.
-
Es una lástima.
-
Tal vez pueda pedir prestado.
-
No lo hagas, Charles.
-
Te tendrá en la quiebra como él.
-
Me preocupo por el futuro,
no el pasado.
-
Mira, si te preocupa el aval,
tengo rentas petroleras en Texas,
-
que están valoradas en...
bueno, es Texas.
-
Ay, papi...
-
Las rentas petroleras
son la burla de la familia.
-
Muchas rentas,
pero ni una gota de petróleo.
-
Charles...
-¿Qué?
-
Hoy me siento con suerte.
-
Veré cuánto puedo conseguir.
-
Tengo gran confianza en el valor
y la ingeniudad del ejército americano.
-
¡A caballo, hijo mío, a caballo!
-
El destino odia a los lentos.
-
El periódico dice..
-No te preocupes.
-
Papá es muy listo.
-
¿Qué podría ponerme nervioso?
-
Si perdemos. Deberá la mitad
de mi salario de un año.
-
Y el dinero es de cuatro capitanes
que lucharon en Bastogne.
-
No perderemos.
-
¿Lo apostó todo?
-
Cada centavo.
Y estamos 12 a 1.
-
¿Por qué tanta diferencia?
-
Los tontos creen
que Benedictine perderá.
-
¿Qué se puede esperar de los agnósticos?
-
Vayamos por aquí.
-
¿Cuál es Benedictine?
-
El número 4.
-
Se mantuvo tranquilo al incio.
-
Se ve flaco.
-
Delgado, hijo.
En forma y listo.
-
¿Quién lo aconsejó?
-
¿Dónde está Benedictine?
-
Corriendo hermosamente.
-
¿Dónde está?
-
Sexto lugar.
Perfecta posición.
-
Benedictine está...
-Séptimo lugar.
-
Quiere que tomen confianza.
-
Helen.
-
Creo que compraré
vestidos nuevos con mi parte.
-
¡Ganó!
-
¡Benedictine ganó!
-
¡Claro que ganó!
-
¿Por qué te sorprende?
-
No tanto sorpresa,
sino alivio.
-
Sabes...
-
Siendo 12 a 1.
Tu parte es...
-
Quizá haya otra carrera arreglada hoy.
-
¿Carrera arreglada?
-
¿La carrera no fue arreglada?
-
Has estado leyendo
muchas novelas de detectives.
-
Nadie lo aconsejó, ¿verdad?
-
Bueno...
-
Usted lo eligió al azar.
-
Intuición y experiencia, hijo mío.
-
Pero nos pudieron haber matado.
-
Maravillosa manera de vivir, ¿no?
-
(Ambos ríen)
-
Esta es la Red de las Fuerzas Americanas
situada en París.
-
La cortina de humo negra de destrucción
y caos continúan en Hiroshima.
-
Ahora todo marcha rápidamente.
-
El presidente...
-
¡Oye, Maurice!
-
¿Escuchaste las noticias?
-
Primero lo primero.
-
Necesitan más de una bomba
para acabar con esto.
-
Con veinte terminará en una semana.
-
¿Apostarías 60 dólares?
-Claro que sí.
-
No lo hagas.
-
Barney viene de la oficina.
-
Japón se rendirá si...
-¿¡Qué!? ¿¡Cuándo!?
-
el emperador queda en el poder.
-
¿Cuándo regresamos a casa?
-
Charlie, -----
-
----
-
♪ piano ♪
-
Tengo que regresar a la oficina.
-
¿Por qué?
-
Intenté llamarte, pero...
-
No me llames.
Es mejor si vienes.
-
Y nunca te vayas
si te puedes quedar.
-
Tal vez podamos vernos para cenar tarde.
-
Ya veremos.
-
¿Realmente terminó la guerra?
-
Porque quiero comprarte
zapatos de seda,
-
calcetines de seda...
-
pantaloncillos de seda...
-
Oh, querido.
-
¡Taxi!
-
¿Qué hiciste con mi paraguas?
-
Lo tenía cuando veníamos hacia acá,
me detuve un momento.
-
Debo de haberlo perdido.
-
Tengo que sacar una edición especial.
-
Debes apresurarte.
-
Te conseguiré un taxi.
¡Taxi!
-
No te preocupes por mí.
-
¿Me esperarás?
-
Mejor llego temprano a casa
para espantar a mi padre.
-
Pero con esta lluvia...
-
Puede que no sepa cocinar o cocer,
pero puedo conseguirme un taxi.
-
Es lo primero que aprendí en---
-
Adelántate.
-
---
-
---
-
¡Taxi!
-
Violetas.
-
Gracias.
-
Marion.
-
Llamé y dijeron que ya podía visitarla.
-
¿Recibió mis flores?
-
Todos los días.
-
¿Mis mensajes?
-
Cada uno de ellos.
-
¿Puedo pasar?
-
Charles.
-
¿Qué?
-
Hola.
-
¿Cómo te sientes?
-
La enfermera responde
todas las preguntas técnicas.
-
La paciente mejora,
pero se requiere no exhaltarla.
-
Iba a pedirte que bailáramos,
pero creo que no se puede.
-
Esperaba ver a una enfermera
más joven y atractiva.
-
Ya es la cuarta en dos semanas.
-
Papi es manos largas.
-
Por el amor de dios,
no te sientas culpable.
-
Perdí tu paraguas.
-
Yo te enfermé.
-
No seas tonto.
-
Llovía y me mojé.
-
Y por eso me enfermé.
-
Y no es tu culpa.
-
Me preguntaba cómo te veías
sin tu uniforme.
-
Mucho mejor.
-
Es mi culpa.
-
De todas formas
me habría enfermado.
-
Hasta con el pronóstico me resfrío.
-
Gracias por las hermosas flores.
-
¿Qué sucede?
-
No lo sé.
-
Te ves tan pálida, indefensa y tan dulce.
-
Recuerda que la enfermera
está allá afuera.
-
Aunque no voy a llamarla.
-
Algo que aprendí estas últimas semanas.
-
Te amo.
-
Me amaste desde el primer día.
-
¿En serio?
-
Claro que sí.
-
Nos lo hubiéramos dicho desde entonces.
-
Tantas cosas que hubiéramos adelantado.
-
Por primera vez en mi vida,
quisiera tener mucho dinero.
-
Ah, dinero.
-
Papi dice que no es lo que tienes,
si no lo que posees.