Hola.
Hey.
(Risas)
Como acaban de escuchar
mi nombre es D-L Stewart,
y soy miembro del profesorado
aquí en el campus
de Colorado State University.
Pero lo que es más importante que
comprendan sobre mí en este momento
es que me identifico tanto como negro
como transgénero, o trans.
Y sí, hoy hablaré sobre
cómo las vidas trans negras importan.
Al hacerlo
compartiré un par
de escenas de mi propia vida,
mezcladas con las formas
en que la raza y el género históricamente
y actualmente se han entrelazado
para moldear las vidas
de la gente trans negra.
¿Listos?
Público: Listos
DLS: Escena uno.
Estoy en casa solo.
Mi cuerpo, un país soberano.
Soberano significa
que es superlativo en calidad.
Del tipo más exaltado.
Tener poderes curativos generalizados
de una naturaleza no calificada,
no mitigados,
primordiales,
poseedores de un poder supremo,
ilimitados en extensión, absoluto.
Disfrutando de autonomía,
independiente,
de la realeza.
Mi cuerpo desafía las restricciones
de una sociedad consumida
por cajas y binarios
y "¿eres un chico o una chica?"
Independiente de tales convenciones,
en su lugar mi cuerpo se aferra
a una sabiduría antigua
que comprendió su magia.
Contengo multitudes.
De este poder supremo
para nombrarme a mí mismo,
definirme a mí mismo y ser yo mismo,
me reclamo a mí mismo
y organizo mi resistencia.
Una resistencia que con valentía proclama
que las vidas trans negras importan.
Mi cuerpo es una nación soberana
y mi primer lugar de resistencia.
Fin de la escena.
Decir que las vidas negras trans
importan es reclamar soberanía.
Tanto como Black Girl Magic
y #transisbrilliant,
Black Trans Lives Matter
es un coro de resistencia.
Porque las vidas trans negras
comienzan defendiendo nuestros cuerpos
como naciones soberanas
donde primero comenzamos
a resistir los mensajes
de que no tenemos lugar aquí.
Impulsamos movimientos completos
desde la fuerza de nuestra visión.
Establecemos tendencias
y creamos nuevos mundos.
Somos la vanguardia.
Las vidas trans negras
siempre han importado.
Y aún,
atrapados en una intesección
que viaja al tiempo
de la celebración de
la emancipación de Juneteenth
y la declaración de
la emancipación de Stonewall,
las vidas trans negras son
tanto visibles como desconocidas.
Invisible por la anti negrura de
los movimientos queer y trans.
Invisible por la transfobia y trans
antagonismo de los movimientos negros.
Nuestra soberanía y resistencia
están bloqueadas
por capas de sistemas y estructuras
que siempre han buscado
contener, definir y borrar
los cuerpos trans negros.
Segunda escena.
Estoy con mi terapeuta.
Aquel en cuyo testimonio debo confiar
para declararme lo suficiente hombre
como para cambiar mis documentos.
En el que se debe creer.
A pesar de mis propias declaraciones
de que no soy este cuerpo,
de que este cuerpo tampoco es
ella ni suyo para definirlo,
me siento con esta doctora.
Y ella llena un formulario por mí.
Y cuando hablamos de todo lo que he hecho
para afirmar mi género:
"¿Tiene el paciente alineada
su presentación de género
con su identidad de género?"
Ella decide que mi presentación de género
en realidad es más neutral.
Mientras estoy sentado allí, fijense,
vestido de pies a cabeza
de ropa de la sección
donde los botones del vestido
bajan por el lado derecho
y mis pantalones delantan el número
de pulgadas alrededor de mi cintura,
y mi pelo está cortado como el de
Denzel en "Man on Fire",
pero aún así soy más neutral.
¿De verdad?
Porque ella todavía ve
y Uds. ven,
una mujer negra.
Y los cuerpos de las mujeres
negras ya no tienen género.
Fin de la escena.
Desde Mammy a Sapphire,
hasta Mandingo y Sambo.
Los cuerpos negros y nuestros géneros
quedaron atrapados en
la imaginación blanca.
Y la imaginación de
los blancos es fantasiosa
y lo suficiente poderosa como para
convertir sus fantasías en realidades.
Imaginados como un objeto,
fuimos creados
para convertirnos en ese objeto.
Y hemos sido criados como caballos,
alimentados como tortugas
para los caimanes,
marcados como ganado,
ordeñados como cerdos,
convertidos en bueyes de carga.
El género no importaba,
mientras nuestras partes del cuerpo,
nuestros brazos y piernas y espaldas,
nuestros pechos y genitales,
podían convertirse en beneficios.
El cuerpo negro no se hizo blanco
y, por lo tanto, no era digno de género.
Y bajo el peso del tul gentil
y el encaje virginal con el que vestían
a las amantes en las plantaciones,
siempre se ha negado la feminidad negra.
En su lugar, es una bestia
o una estrella porno.
Ni un género propio, deshumanizado.
Fue una amenaza social
que pone en peligro el civismo.
Eso pone la civilización en peligro.
La mujer negra enfadada no puede huir.
Ni siquiera la primera dama de EE.UU.
Igualmente, inadecuada
para la caballerosidad
y superadas como amas
y capitanas de destino,
la virilidad negra queda flácida
en manos de la supremacía
del hombre blanco.
Tomadas las medidas corporales,
medida de velocidad,
versión elegida prevista,
esta es la combinación de la NFL.
Tomadas las medidas corporales,
inspeccionados dientes y
cavidades corporales,
el número asignado.
Esta es la sala de admisión de la prisión.
Tomadas las medidas corporales,
talentos y habilidades anunciados,
inspeccionados dientes y
cavidades corporales,
nombre y valor asignados.
Esa es la factura de venta de un esclavo.
Hecho semental o farsa,
no es para su propio placer,
sino más bien para lucro o broma.
Atletas y cómicos
incluidos.
No suponen una amenaza.
"Mi género es negro" dijo Hari Ziyad,
porque los cuerpos negros y
nuestros géneros han sido atrapados
en la imaginación blanca,
y siempre hemos sido transgresores.
Significando transgresivo
una violación de los límites aceptados
e impuestos por la aceptación social.
Lo negro es transgresor.
Y una vez libres
de la aceptación social,
lo negro desafía las limitaciones
de lo que puese ser el género.
Siempre hemos sido fugitivos aquí.
Escapando de la vigilancia de género
para reclamar nuestra soberanía
y derecho a existir y vivir libres,
a proclamarlo como bello,
lo que se hizo feo,
desafiar las convenciones,
vidas negras y vidas trans
y vidas trans negras.
Y sin embargo, en este mundo, ese hecho
que las vidas negras trans
marcan la diferencia,
crean diferencias
y hacer una cuestión de importancia
ser detenido con mangueras,
de negaciones pasadas y actuales
de nuestros derechos
de existir y resistir.
Debemos luchar para ser vistos
como vemos a través de las vallas
en los patios de juegos de
los que estamos excluidos.
Tercera escena.
Estoy en la escuela.
La campana suena, es el receso.
Nos alineamos para salir.
Estas dejan a los chicos a un lado,
estas dejan a las chicas en el otro.
Salimos por las puertas.
Los chicos se detienen
para llenar el callejón.
Las chicas y yo
cruzamos la calle.
Nos dicen:"Mantened la vista al frente".
Porque hay un parque
al otro lado de la calle.
Pero hay una cerca de hierro forjado
que cierra el parque.
Ahí es donde las chicas y yo jugamos.
Principalmente, me quedó
junto a la cerca y miro
como mis compañeros
juegan a la pelota en la calle
y son ruidosos
y son brutos
y están sudorosos
y yo estoy detrás de la cerca.
Acusado de pensamientos pícaros.
Ellos no tienen ni idea.
Fin de la escena.
Todos estamos integrados
por afeminamiento y bochorno,
Solo chicos con vestidos
y chicas con trajes,
el cuerpo transgresor negro
atrapado en fantasías
de cajas y binarios
que hacen que nuestros genitales
representativos de nuestro género,
y nuestros manerismos,
nuestra sexualidad.
Las vidas trans negras se descartan
como meros gays afeminados
o lesbianas machorras.
Y la superposición de la feminidad en
cuerpos marcados como masculinos,
y por tanto, hombres,
se adhiere un cartel de "Patéame",
excepto que las consecuencias
son mucho más mortales.
La mayoría de las personas asesinadas
en este país son mujeres trans negras.
Porque la virilidad está
localizada entre las piernas,
se define en oposición a la feminidad,
lo que hay entre las piernas
no se puede ver que tenga algo
en común con la feminidad.
Y este mismo lavado ácido sirve
para blanquear la trans masculinidad,
haciendo que se desvanezca en la nada.
Los hombres trans negros se
convierten en ilusiones de virilidad,
las mujeres solo juegan a ser hombres
porque no pueden conseguir uno real.
Por siempre puestos en nuestro lugar,
somos indeleblemente
marcados como "mujeres".
En el mejor caso, la amenaza inminente
de la virilidad trans negra
está contenida, inoculada,
en realidad hecha más neutra.
Cuarta escena.
Estoy con mi terapeuta.
Le digo lo que pienso,
mientras mi cuerpo empieza a transformarse
lentamente en otra versión de sí mismo.
¿Qué pasa si me muevo
de la amenaza social
de la mujer negra enojada
a la amenaza física de
la masculinidad negra que se avecina?
¿Cuándo se olvidarán de identificarme
mis vecinos a mí y a mi pit bull?
Nos han visto casi todos los días,
antes del amanecer o tras el crepúsculo
¿por lo que han sido más
de 2 años desde entonces?
¿Cuándo y cuánto tiempo tendré
después de ser una mujer
con género incorrecto
se llamará a los policías
para venir y contenerme
y borrar mi presencia?
¿Cuánto pasará antes
de que agarre un bolso,
el cambio de acera?
¿Eso significa convertirse en un salvaje?
¿Convertir mi cuerpo
en otro tipo de amenaza?
Ella está sorprendida de que
ya estoy reconociendo esto.
No puedo permitirme no hacerlo.
Fin de la escena.
¿Quién puede verme a mí y a mis parientes
trans negros en la piel en que estamos?
¿Quién se atreve a amarnos,
quién nos mantiene cerca?
¿A quién le importamos más
que a nosotros mismos?
No buscamos salvadores.
Nos tenemos el uno al otro.
Como dijo Lilla Watson:
"Si han venido aquí para ayudarme,
están perdiendo tu tiempo.
Pero si has venido porque me reconocen
tu liberación está ligada a la mía,
entonces, trabajemos juntos".
Trabajemos juntos para hacer
que las vidastrans negras importen.
La experiencia vivida de
la gente trans negra
en el mundo.
Y si creen que su liberación
está ligada a la mía,
entonces les invito
a hacer de Black Trans Lives
Matter su ética personal
al ser transformadora,
fuerte y consciente.
Pueden hacer eso de tres maneras.
Transformen su pensamiento
sobre lo negro y el género.
Ser fuerte tomando el riesgo
de confrontar suposiciones falsas
y otros miedos y prejuicios.
Sean conscientes y presten
atención y crean
lo que la gente trans negra
dice sobre sus propias vidas.
Ser transformador en voz alta y consciente
lleva práctica.
Al igual que acertar bien
con los pronombres de alguien.
Los míos son ellos, de ellos, sus,
y él, de él, su, por cierto.
Y entender bien los pronombres de alguien
y ser transformador en voz
alta y consciente es importante.
Porque las vidas trans negras importan.
Mi vida importa.
Mi cuerpo es una nación soberana,
y mi primer lugar de resistencia.
(Aplausos)