Probablemente has escuchado el antiguo dicho "Los hombres no lloran". Ese sentimiento ha estado circulando en nuestra cultura por mucho tiempo. Es una frase muy curiosa, ¿no es así? Cuando escuchamos a alguien decir "Los hombres no lloran", sabemos que no es literal. Es decir, sabemos que los niños, y, por extensión, los hombres, de hecho, lloran. Lo vemos todo el tiempo. Tanto en la vida real como también en las películas. Incluso los personajes duros lloran, ocasionalmente. Entonces, ¿qué es lo que esta frase realmente significa? Bueno, "los hombres no lloran" es una afirmación de un ideal cultural de la masculinidad. Spencer: "No llores, no llores, no llores, no llores, no llores." Lo que la gente quiere decir es más cercano a "Se supone que los hombres no lloran." Plainview: "¡Deja de llorar, llorón! ¡Déjate de tonterías!" Pero incluso eso no es del todo exacto debido a que hay algunas situaciones donde llorar está permitido. Ron Swanson: "Llorar. Aceptable en funerales y en el Gran Cañón". Por lo tanto, la afirmación más precisa sería "Se supone que los hombres no lloran, excepto en limitadas circunstancias." Como que no suena igual. Romeo: "¡Las desafío, estrellas!" Pero, es en esas limitadas circunstancias en las que nos enfocaremos en este vídeo. Porque esos momentos de vulnerabilidad, por breves que sean, pueden decirnos mucho sobre la construcción de la masculinidad. Ahora, quiero dejar en claro, que la inclusión de una película o serie en este vídeo, no significa necesariamente una crítica a ella. En muchos de los ejemplos que veremos, las lágrimas son totalmente apropiadas. Algunas de las escenas son increíblemente poderosas. y las actuaciones realmente inspiradoras. Roy: "Como... lágrimas... en la lluvia." Como en la mayoría de mis videoensayos, me preocupa principalmente examinar patrones dominantes en los productos audiovisuales y observar cómo esos patrones ayudan a desarrollar normas sociales en nuestra cultura. Darcy: "Woah." Lloyd: "Tengo ganas de llorar." Por supuesto, no en todos los hombres se usa el mismo pincel cinematográfico. Chiron: "Mierda, a veces lloro tanto que siento que me voy a convertir en gotas." Dado que aún no han entrado en la masculinidad, a niños y adolescentes se les da más libertad de emoción en la pantalla. Earl: "Es suficiente para hacer a un hombre adulto llorar..." "Pero no a este hombre." "Vuelve ahí, lágrima." Y debido a estereotipos hipermasculinos sobre los hombres negros y morenos, la vulnerabilidad permitida puede ser incluso menor a la de los héroes blancos. "Simplemente estoy harto de que todo el mundo me trate como una mierda." Mientras, los hombres homosexuales tienden a representarse como mucho más emocionalmente expresivos que los heterosexuales. Aunque todos entendemos que los hombres y los niños sí lloran, todavía hay una regla no escrita de que los hombres sólo tienen permitido llorar abierta y sinceramente en unas pocas situaciones sociales. Imagínelo como una ventana emocional dentro de la cual, un hombre puede demostrar determinada vulnerabilidad sin poner en peligro su nivel de hombría. Mientras más extrema es la situación, menos controlado puede ser el llanto. Por ejemplo, si un carácter masculino empieza a sollozar en un papel dramático, la audiencia ha aprendido que lo que sea que esté pasando debe ser realmente, incomprensiblemente malo, como "no poder ver su familia de nuevo" malo o "haber matado a muchas personas" malo, Annakin: "Los maté." o "cometer canibalismo" malo. Patrick: "Comí algunos de sus cerebros." Curtis: "Conozco el sabor de una persona." Frank: "Soylent Green está hecho de gente." Claro que Soylent Green es un caso extremo. La circunstancia más común que abre la ventana del llanto involucra a la muerte. Usualmente, la muerte de un ser querido. Forrest: "Te extraño, Jenny. Especialmente si fueron víctimas de algo. Esto puede incluir lágrimas relacionadas a una muerte inminente, o un colapso emocional producido por una experiencia cercana a la muerte. La guerra, en particular, suele ser presentada como un entorno que provee acceso a dichas situaciones extremas en las que es socialmente permisible el mostrarse vulnerable frente a otros pero a un trágico costo. También, a veces, es permitido que los hombres derramen lágrimas cuando se tratada de un fracaso personal. Alfred: "Confiaste en mí. Y te fallé." Aunque tiene que ser un fracaso considerable, como el no poder proveer o proteger. Ocasionalmente, esto puede incluir el fracaso de un matrimonio pero, más frecuentemente, es la incapacidad de evitar una catástrofe. La ventana de llanto también se puede abrir brevemente en otro entorno Jimmy: "El llanto no existe...! El llanto no existe en el béisbol!" Tom Hanks es divertido, pero está equivocado en esa escena. El llanto SÍ existe en el béisbol y en otros deportes masculinos. Rocky: "Esta es la mejor noche del resto de mi vida!" Sin embargo, noten que sólo sucede particularmente en momentos de competencia intensa como la final de una temporada o el llegar a las eliminatorias. Estas situaciones intensas pueden ser el único momento en todo el año en el que un hombre adulto puede llorar en público y no ser ridiculizado por ello. Data: "Me alegra ver a Spock." "Y estoy llorando." Las lágrimas de felicidad son, quizás, la forma aceptable de llorar menos común para hombres en películas. Están restringidas a las reuniones post-traumáticas, reconocimiento por el trabajo de toda una vida, el nacimiento de un hijo, o un padre durante la boda de su hija. Aunque, reveladoramente, es muy poco común que lo haga en su propia boda o la de su hijo varón. Existen algunos otros casos más marginales que abren la ventana de llanto Pero noten que todas estas situaciones son escasas. Simon: "Oye, para de llorar". Papá: "Lo intento, lo intento." Tan escasas que pueden presentarse en contadas ocasiones durante toda la vida de un hombre. En promedio, sí vemos a hombres llorar algo más frecuentemente en dramas o historias románticas. Pero para que un hombre pueda llorar en un película de acción normalmente se requiere de un nivel sobrenatural de trauma. Incluso cuando se trata de un suceso trágico o milagroso la cantidad de lágrimas todavía puede ser notablemente restringida en personajes masculinos Estamos familiarizados con el cliché de la lágrima solitaria Al hombre se le permite derramar por la mejilla, una sola gota de emoción, para dejar claro a la audiencia de que tiene sentimientos profundos, sentimientos que probablemente continuarán sin ser expresados. Pero, frecuentemente, ni siquiera vemos una sola lágrima tan sólo vemos ojos húmedos y a las lágrimas no se les permite escapar. En muchas ocasiones, mientras hacía el video, tuve que pausar y hacer zoom en un fotograma tratando de descifrar si el tipo estaba realmente llorando o no. Ronny: "Estás llorando? Zip: "No." La razón por la que llevamos tanto tiempo hablando sobre la vulnerabilidad masculina es porque las lágrimas son sanas tanto biológica como emocionalmente. A un nivel biológico, el llanto alivia el estrés y ayuda a reducir la ansiedad. A un nivel social, la capacidad de llorar y ser abiertamente vulnerable frente a otros es crucial para las conexiones humanas y la construcción de relaciones interpersonales. Jerry: "Tú... me completas." Sin ello, es muy difícil construir y mantener amistades que cuenten con apoyo emocional. Rebbeca: "Así... así." Ted: "Te prometo que existe algo peor que estar triste y eso es estar triste y solo." Con eso en mente, es didáctico considerar la gran variedad de situaciones sociales fuera de la ventana de llanto permitida. Leonard: "¿Estaría bien si lloro un poco?" Penny: "Sí, pero yo no lo haría." Los hombres pueden temer perder puntaje en masculinidad... John: "¿No vas a llorar, no?" ...si son vistos llorando al sentir dolor, Jack: "No, estoy bien." miedo, decepción amorosa, presión laboral, al experimentar depresión o ansiedad, vergüenza o sentimientos heridos. George: "Como hombre, estás llorando." Ira: "No estoy llorando." George: "Van a pensar que hemos terminado o algo así." "Para lo que estás haciendo, Ira." Llorar está también mal visto cuando un hombre hace cosas como ver una película sentimentaloide o al presenciar un hermoso ocaso o incluso cuando se experimenta una conexión íntima. Rachel: "¿Estás llorando?" Peter: "Disculpa que me esté comportando tan raro." Noten que todas estas experiencias de vida son relativamente comunes Son el tipo de cosas que los hombres experimentan en su vida cotidiana. Si vemos a un hombre llorar por cualquiera de esas razones cotidianas en producciones dramáticas, se siente tan destacable que paramos y le prestamos atención. Stan: "Revisa... revisa la conexión, por favor." Como todo constructo social, las reglas que determinan la ventana de llanto pueden modificarse de tanto en tanto. Pero si se rompen, el hombre corre el riesgo de convertirse en objeto de ridículo entre sus pares. O, peor, ser convertido en un meme de internet. Como se evidencia en algunos de los clips que hemos visto, cuando los hombres se muestran siendo emotivos fuera de la ventana permitida, sus lágrimas son rutinariamente usadas como un chiste. Ron: "Estoy en un caja de cristal emocional" Este es el espacio en el que Will Ferrel, Adam Sandler y otros comediantes construyen sus patéticos personajes masculinos. Henry: "¿Por qué me harías esto, madilto bastardo?" Es un mundo en el que quienes lloran demasiado, sin parar o en momentos inconvenientes son objeto de burla. Sin misericordia. Dylan: "Se suponía que los adultos no lloran" Megan: "Creo que es lindo que esté llorando como una niñita." Sara: "Megan!" La comedia que se burla del llanto de los hombres siempre trata a las explosiones de emoción o de vulnerabilidad como patético, débil, Raj: "Por Dios, ya estoy llorando." y decididamente afeminado. Mujer: "¿Por qué no te pones un vestido y lloras como una niñita?" La asociación de las lágrimas con la feminidad se muestra claramente en las incontables burlas que ridiculizan a los hombres por llorar como una niña. Mónica: "¿Sigues llorando?" Rachel: "Como una niñita." Skinner: "Ahora mismo, el supervisor Charlmers está en casa llorando como una niñita." Jeremy: "Deja de llorar como niña!" John: "No lloraba como niña." El insulto es utilizado para regular sus expresiones de emoción así como para reforzar la idea machista de que la mujer es de alguna manera demasiado emocional y que no tienen auto-control. David: "Ya conoces a las mujeres. Se ponen emotivas." Ian: "Sí, David, parece que tú estás emotivo." David: "Sí, estoy pasando por un momento duro." A pesar de que el llanto es una respuesta emocional básica para todos, sin importar el género, ahora se considera un fenómeno con género. Paul: "Lloré por 45 minutos." "Si me pones un par de tetas, soy una mujer." Vito: "Actúa como hombre, ¿cuál es tu problema?" Charlotte: "Oh, puedes llorar, está bien." Emerson: "No es adecuado que un hombre grande llore en público frente a tantas familias felices que disfrutan de un pastel." Esta es la razón por la que la presión social por poner cara valiente y no llorar en presencia de otros es enorme para los hombres. Emerson: "Si no te puedes aguantar, lleva tu trasero al baño y llora en privado." ¡Como un hombre!" Como el terapista Terrance Real ha indicado: "Vivimos en una cultura anti-relaciones que desprecia la vulnerabilidad, una que no sólo falla en fomentar la habilidad de interconexión sino que la teme abiertamente." "Si un hombre se pone emotivo en un medio audiovisual" noten dónde y cuándo lo hacen. La mayor parte del tiempo, los momentos vulnerables sólo suceden en privado Es una clásica jugada cinematográfica. porque, como audiencia, podemos ver al protagonista viviendo momentos de verdadera vulnerabilidad. Pero raramente comparten esos sentimientos con otros personajes. Dado que la expresión de vulnerabilidad es fuertemente codificada como feminina en nuestra cultura, las historias hacen que las mujeres actúen como conducto para los sentimientos de los hombres. La labor emocional de preocuparse por el dolor del hombre es tarea de las mujeres de sus vidas. Y, a menudo, el apoyo es unilateral. Una de las consecuencias de vivir en una cultura en la que a los hombres se les enseña a odiar la vulnerabilidad, es que no quieren estar cerca de otras personas llorando. Jerry: "¿Qué haces? ¿Estás llorando?" George: "No!" Jerry: "¡Contrólate! No sé si puedo ser tu amigo tras esta demostración." George: "¡Oh, cállate!" El hombre puede ser reacio a cuidar o proveer apoyo emocional a aquellos que están llorando, Oscar: "Ya, ya." porque esa proximidad a la vulnerabilidad socava su sentido de masculinidad. En la presencia de un amigo que llora, Vic: "Oh vamos, ¿quieres un pañuelo? ¿Un peluche? ¿Tienes alguna mantita en el coche que te pueda traer?" quizás le palmeen la espalda Tony: "Oye, separémonos." o le den un rápido abrazo antes de reestablecer la distancia. Cliff: "Woah, woah, hey" Rick: "Disculpa... discúlpame por eso." Cliff: "Ponte estos." "No llores delante de los mexicanos." De hecho, si les sorprenden llorando los personajes masculinos a menudo lo negarán Schmidt: "¿Estás llorando?" Nick: "No estoy llorando." y pretenderán que todo está bien. Ken: "¿Estás llorando?" David: "¿Qué?" Ken: "¿Estás llorando?" David: "¿Que si estoy llorando? No, ¡tú estás llorando!" Raj: "¿Estás llorando?" Howard: "No, tengo alergias." Rusty: "¿Estás bien? Daniel: Sí...es que comí algo picante." Jules: "¿Estás llorando?" Seth: "No, me entró algo en el ojo." Variaciones del clásico "Tengo algo en el ojo." se escriben para comunicar a la audiencia que el personaje sí tiene sentimientos Davis: "¡No, no! No, No, No, no fue gracioso y no estoy llorando." "No estaba llorando, ¿ok? Está lleno de escombros." Michaelangelo: "¿Estás llorando?" y, al mismo tiempo, darle una pizca de negación plausible. Raphael: "No, tontorrón, es sólo que hay mucho polvo." Producciones audiovisuales populares refuerzan la creencia Patton: "¡Cállate!" de que el hombre debe esconder sus sentimientos. Patton: "No soportaré a un bastardo lloriqueando aquí frente a estos hombres valerosos heridos en batalla. En las historias fantásticas que Hollywood cuenta, el sentimiento y la acción se retratan frecuentemente como opuestos Cabo Hudson: "Esto no puede estar pasando, no está pasando." como si uno impidiera la existencia del otro. Rocket: "¿Estás llorando?" Thor: "No..." "Sí, siento que me he vuelto loco." Rocket: "¡Cálmate!" Las películas nos dicen una y otra vez que si los hombres se permiten ser vulnerables, serán considerados inútiles. No sólo sus emociones paralizarán funciones motores básicas, sino que todo el mundo se les derrumbará. Kirk: "¡Olvídate de eso. Empieza a actuar como hombre!" Y claro que no es cierto. El llanto no impide la acción. Sin embargo, el mito de que ser vulnerable es sinónimo de una completa pérdida de control y, por ello, es incompatible con el poder, es tan corrosivo y fuerte que muchos hombres llegan a creer que deben matar su parte emocional para poder ser miembros útiles de la sociedad. Montrose: "Desterré todas mis partes blandas... ... para ser un hombre." La desconexión emocional tiene otras consecuencias nocivas. Jimmy: "Y está empezando a cabrearme, David, no puedo ni llorar por ella. Mi propia hija y no puedo llorar por ella." El proceso de recuperarse del dolor o la pérdida puede ser lento y doloroso. pero también es necesario para sanar emocionalmente. Y, aún así, cuando vemos a un hombre quebrarse en la pantalla el momento pasa rápidamente. Es porque la ventana de llanto permitida sólo permanece abierta brevemente. Incluso cuando encuentra los cadáveres de su familia, las lágrimas vienen y se van en uno o dos minutos. Esto significa que vemos personajes masculinos que reciben tiempo para lamentarse muy esporádicamente. Jed: "¡No llores! Aguántate." "Que se convierta en otra cosa." "Deja que se transforme en otra cosa, ¿de acuerdo?" De hecho, es muchas producciones, las lágrimas del hombre en esencia, funcionan como un puente hacia la violencia. Algunas veces, la transformación del profundo duelo a la agresión extrema puede pasar en la misma escena. Muy frecuentemente, no vemos al hombre ponerse triste, lo vemos enojándose y vengarse. Narrador: "Se vuelve salvaje. Borracho de sangre." Así, la retribución violenta se presenta como un reemplazo al proceso formal de duelo. Este patrón promueve que los hombres canalicen todos sus sentimiento hacia la agresión y usar esa agresión para expresarse en cualquier escenario. Ahora, la ira no es necesariamente una emoción destructiva. Cuando es utilizada de forma constructiva puede ser una respuesta apropiada a la injusticia. El problema es que debido a que los arranques agresivos son lo opuesto a la vulnerabilidad, de muchas formas, la rabia y la ira son casi universalmente vistas como un signo de fortaleza en el hombre. En cambio, el duelo prolongado o la tristeza son vistas como una debilidad. O, incluso peor, como un signo de inestabilidad. Esto explica por qué los cineastas a menudo usan las lágrimas del hombre como un signo audivosual de pérdida de la cordura. O una caída en la maldad. O ambos. En su libro, "Rompiendo la armadura: Poder, dolor, y las vidas de los hombres" Michael Kauffmann observa que "Cuando las emociones y las vías para liberarlas se bloquean, los resultados pueden ser muy destructivos para el hombre y quienes están con él. Pues, aunque no las sintamos esas emociones no se van; se quedan atrapadas dentro y, eventualmente, se transforman en una de dos: se convierten en ira y agresión o se vuelven contra nosotros mismos en forma de odio a uno mismo, autocrítica, enfermedad física, inseguridad o adicciones." Es revelador ver la frecuencia con la que el dolor emocional de los hombres lleva a la autodestrucción en las narrativas de Hollywood. Howard: "Estoy tan triste, tan jodido." Igual que cuando la violencia se dirige hacia fuera, aquella que se dirige hacia dentro a menudo se muestra como una manifestación intrínseca y casi inevitable del dolor emocional de los hombres. Riggan: "Bang." En lugar de criticar la masculinidad desconectada y violenta, estas imágenes acaban romantizando, o al menos, mitificando y poetizando personajes masculinos quienes casi nunca descubren cómo tratar esos sentimientos de forma sana. Al contrario, nos sirven historias de hombres que se destruyen a sí mismos en cuidados espectáculos cinematográficos. En su increíble libro, "La voluntad para cambiar", Bell Hooks destaca que, en la cultura popular, rara vez se nos muestran alternativas para el desarrollo emocional de personajes masculinos. "La inmensa mayoría de películas contemporáneas envían el mensaje de que los hombres no pueden escapar de la bestia que llevan dentro." "Pueden fingir. Pueden disimular, pero nunca logran escapar del agarre que el patriarcado tiene en su consciencia." Desde luego, las historias en las que los hombres rompen el patrón y consiguen superar su dolor emocional de manera productiva son pocas y distantes entre sí. Sean: "No es culpa tuya." "Good Will Hunting" es una película inusual ya que el protagonista rechaza la masculinidad tradicional y patriarcal y en su lugar, decide seguir el camino más vulnerable de la conexión emocional. Joel toma una decisión parecida en "Eternal Sunshine of the Spotless Mind", cuando decide afrontar sus dolorosos sentimientos en lugar de borrarlos. En "Moonlight" de Berry Jenkins, Chiron también elige dejar atrás una vida endurecida por la soledad para abrazar la vulnerabilidad de la intimidad emocional. Representaciones como estas son celebradas con derecho pero estas imágenes siguen siendo extremadamente escasas y constituyen la excepción en lugar de la regla. Como he dicho anteriormente, puede ser totalmente desgarrador cuando los medios nos dejan entrever grietas en la fachada del control masculino. Ver a un hombre de una vez por todas derramar una lágrima, que le tiemble el labio o, en los casos más extremos, dejar que se desfogue como es debido puede ser muy conmovedor. Incluso en escenas supuestamente cómicas. Kayla: "Ay, papá, vamos, no seas blando." Aun así, considero que es importante reconocer que esos escasos momentos son percibidos como tan poderosos, precisamente porque la desconexión sigue siendo muy apreciada por los hombres en nuestra sociedad. Tal vez no nos conmoverían tanto las pequeñas grietas en la presa si consiguiéramos ver un río de lágrimas con mayor frecuencia. Las películas y las series son mucho más que un simple pasatiempo. También nos muestran con lo que Bell Hooks llama "El arte de lo posible." Zuko: "¿Cómo puedes perdonarme tan fácilmente? Pensaba que estarías muy enfadado conmigo." Iroh: "Nunca he estado enfadado contigo." "Estaba triste porque temía que te hubieras perdido a ti mismo." Y, por ello, es crucial que los medios nos muestren más que solo los escasos y efímeros reflejos de la vulnerabilidad masculina. Necesitamos ver llorar a los hombres sin remordimientos. Verles conectar emocionalmente con mujeres y los unos con los otros. Y, finalmente, necesitamos ver cómo sanan mientras aceptan todos los aspectos de su humanidad. Necesitamos que la ventana del llanto siempre esté abierta. Espero que hayas disfrutado de este vídeo. Como pueden imaginar, estos videoensayos largos conllevan una gran cantidad de tiempo para escribirlos, editarlos y producirlos. Este contiene unos 200 clips de vídeo extraídos de una gran variedad de películas y series. Así que si quieres ver más videos como este por favor, considera ir a Patreon para ayudarme a financiar este proyecto. También he dejado el link de PayPal, abajo en la descripción, si lo prefieres. Ahora, tengo muchos otros proyectos en proceso así que permanece atento para verlos. Y los veré aquí de nuevo pronto.