Muy buenas tardes a todos. Muchísimas gracias por venir. Quisiera comenzar mi charla con una historia, una historia que tiene comienzo pero no fin con un matemático de nombre Tim Gowers. Gowers es uno de los más célebres matemáticos del mundo, es profesor en la Universidad de Cambridge y recibió la Medalla Fields, a menudo denominada como Premio Nobel de Matemáticas. Gowers es además bloguero y en enero del 2009 planteó en su blog una pregunta de lo más notable: ¿es posible la colaboración masiva en matemáticas? En su mensaje proponía usar su blog para abordar problemas matemáticos difíciles sin resolver, un problema que a él "le encantaría resolver" por completo en abierto, usando su blog para publicar sus ideas y sus avances parciales. Es más, extendió una invitación abierta, que invitaba a cualquiera en el mundo que tuviera una idea por contribuir, la publicara en los comentarios del blog. Su esperanza era que al combinar las ideas de muchas mentes podría facilitar su arduo problema matemático. Al experimento lo llamó el Proyecto Polimatemático. Bueno, el Proyecto Polimatemático tuvo un despegue lento. En las primeras 7 horas no se publicaron comentarios. Pero entonces, un matemático de la Universidad de British Columbia de nombre Joseph Somolosie publicó un breve comentario. Al parecer rompió el hielo porque unos minutos después un profesor de preparatoria llamado Jason Dyer publicó una sugerencia. Y unos minutos después otro matemático de nombre Terrence Tao, otro ganador "Fields", publicó una idea. En este punto, las cosas empezaron en verdad a agilizarse En los siguientes 37 días, 27 personas publicarían 800 comentarios significativos que contenían 170 mil palabras. Yo no participaba formalmente pero seguía el proceso de cerca desde el inicio. Y fue asombroso. La velocidad a la que cada idea se proponía tímidamente y luego lo rápido que alguien la desarrollaba y a veces mejoraba, era asombroso. Para Gowers, el proceso de investigación convencional era como manejar un auto a empujones. Al final de los 37 días, Gowers usó su blog para anunciar que habían resuelto el problema central, de hecho habían resuelto la generalización más emocionante del problema El Proyecto Polimatemático había triunfado. Lo que el Proyecto Polimatemático sugiere, al menos a mí, es que podemos usar el Internet para construir herramientas que expanden nuestra habilidad para solucionar los problemas intelectuales más desafiantes. O dicho de otra forma, podemos construir herramientas que activamente amplían nuestra inteligencia colectiva de la misma forma que el uso de herramientas físicas por milenios amplió nuestra fuerza ¿cierto? Así que quisiera hablar hoy, de explorar lo que esto significa para la ciencia. Es mucho más que resolver un solo problema matemático, significa una expansión en el rango de problemas científicos que esperamos poder abordar. Significa potencialmente una aceleración de la tasa de descubrimiento científico. Significa un cambio de la forma en que construimos el conocimiento mismo. Antes de que me sobresalte, sin embargo, quisiera hablar de algunos de los retos, algunos de los problemas. En particular, quisiera describir una falla de este enfoque. Esto ocurrió o comenzó en el 2005, un postgraduado de Caltech de nombre John Stockton tuvo una idea muy buena que llamó el "Wiki Quantum" o "Qwiki" para abreviar ¿sí? Una gran idea. Lo que hizo con Qwiki fue... la idea de Qwiki era convertise en un gran repositorio del conocimiento humano, similar a Wikipedia, pero en lugar de centrarse en conocimiento general, se concentraría en conocimiento especializado de computación cuántica. Iba a ser una especie de super libro de texto del campo, con información acerca de toda la investigación más reciente, de los grandes problemas abiertos en el campo, especulaciones sobre soluciones y así sucesivamente. Como Wikipedia, la intención era que la escribirían los usuarios, en este caso, expertos en computación cuántica. Estuve presente en la conferencia de Caltech en 2005 cuando se hizo el anuncio y algunas personas con las que hablé eran muy escépticas, pero otras estaban muy emocionadas con la idea. Estaban impresionadas con la implementación, impresionadas por el monto del material inicial que se había publicado en el sitio pero más que todo, emocionadas por la visión. Pero sólo por estar emocionadas no implicaba que querían contribuir con su tiempo. Esperaban que otros lo hicieran. Al final, en esencia nadie, estaba realmente del todo interesado en contribuir. Si miran hoy, excepto en contados puntos, el Qwiki están esencialmente muerto. Es triste decirlo pero esto es una historia muy común. Muchos científicos, en campos que van desde la genética hasta la teoría de cuerdas, han intentado lanzar wikis de ciencia con líneas similares. Y lo normal es que fallen, fundamentalmente por la misma razón. No es sólo los wikis de ciencia. Inspirados por Facebook, muchas organizaciones han intentado crear redes sociales de científicos que conecten a científicos con otros que tengan intereses similares, para compartir datos y códigos de su ideas. Otra vez, suena como una buena idea. Pero si se unen a uno de estos sitios, pronto descubrirán que están prácticamente vacíos. Son pueblos fantasmas virtuales. ¿Qué está pasando? ¿Cuál es el problema? ¿Por qué fracasan estos prometedores sitios? Bueno, imaginen que son científicos jóvenes ambiciosos De hecho, conozco algunos de Uds. que lo son. Imaginen que son científicos jóvenes ambiciosos. Quisieran conseguir un buen trabajo, uno permanente, uno bueno, trabajando en lo que les encanta. Pero es increíblemente competitivo conseguir esos trabajos. A menudo habrá cientos de solicitantes altamente calificados. Y resulta que trabajan 60, 70, 80 horas a la semana, haciendo lo único que saben los llevará a conseguirlo, que es escribir artículos científicos. Pensarían que Qwiki es una idea maravillosa en principio, pero también saben que escribir un solo artículo mediocre proporciona mucho más en las perspectivas laborales de su carrera que una larga serie de contribuciones brillantes en un sitio semejante. Aun cuando les pueda gustar la idea, aunque crean que agilizaría el avance de la ciencia, simplemente no conciben que sea parte de su trabajo. No lo es. Las únicas cosas que triunfan en este tipo de ambientes son proyectos como el Proyecto Polimatemático, que incluso usando medios no convencionales para un fin tienen un conservadurismo cardinal entre ellos. El producto final del Proyecto Polimatemático seguía siendo un artículo científico. De hecho, fueron varios ¿cierto? Medios no convencionales pero fines convencionales. Así que hay un tipo de conservadurismo en ello. No me malinterpreten, el Proyecto Polimático es genial, pero es una pena que los científicos puedan sólo usar herramientas con este tipo de naturaleza conservadora. Permitan que les cuente una historia de un instante que se alejó de este conservadurismo. Es una rara historia donde se rompió con el conservadurismo. Ocurrió en los 90 cuando, como saben, por primera vez los biólogos reunían grandes montos de datos genéticos para el Proyecto del Genoma Humano. Había sitios en línea que permitía a los biólogos subir datos de manera que podían compartirlos con otros alrededor del mundo para que los analizaran. Probablemente el mejor de estos sitios es el Gene Bank que algunos de Uds. conocen o usan. Estos sitios, como Gene Bank, tenían en común con Qwiki el problema que los científicos no eran retribuídos por compartir sus datos. Todo era sobre publicar artículos, así que estaban considerablemente renuentes a subir sus datos. Todos podían ver que esto era tonto, pero era obvio que era lo correcto para hacer. Pero sólo por ser obvio no implicaba que la gente lo hiciera. Se convocó a una reunión en Bermuda en 1996 a muchos de los biólogos moleculares líderes del mundo. Se sentaron, discutieron el problema por varios días y propusieron lo que hoy llamamos los Principios de Bermuda, que enuncian: primero, una vez que los datos genéticos humanos se llevan al laboratorio, deben subirse inmediatamente a un sitio como Gene Bank; segundo: que los datos serían del dominio público. Estos principios dieron pie a trabajo profuso porque grandes agencias científicas como el Instituto Nacional de Salud de EE.UU., el Welcome Trust del Reino Unido respaldaron esta política. Esto conllevaba que si eran científicos que querían trabajar en el Genoma Humano, se comprometían a cumplir con estos principios, y hoy me complace decir, como resultado, que cualquiera aquí que se conecte puede bajar el genoma humano. Es una historia genial. Pero el Genoma Humano es solo un pedacito de todo el conocimiento científico ¿no? Inclusive en otras partes de la genética, hay tanto más conocimiento que sigue encerrado allí. Hablé con un bioinformático que me contó que ha estado "sentado en el genoma de una especie entera por más de un año". Una especie entera... En otras partes de la ciencia, es rutina que científicos hagan acopio de sus datos, códigos de cómputo que escriben, que podrían tener uso potencial para otros, que hagan acopio de sus mejores ideas y a menudo incluso de las descripciones de los problemas que piensan son de mayor interés. Así lo que yo y otros en el Movimiento de Ciencia Abierta quisiéramos hacer, es cambiar esta situación. Quisiéramos cambiar la cultura de la ciencia, para que los científicos estén mucho más motivados a compartir todos estos diferentes conocimientos. Queremos cambiar los valores de cada científico para que empiecen a considerar como parte de su trabajo compartir sus datos, sus códigos. Compartir sus mejores ideas y sus problemas. Si podemos hacerlo, este tipo de cambio de valores, entonces empezaremos a ver que cada científico sea retribuido por hacer estas cosas. Habrá incentivos para quienes lo hagan. Sin embargo, es algo difícil de hacer. Hablamos de cambiar la cultura de grandes partes de la ciencia. Pero hay un precedente histórico. Justo en los albores de la ciencia, Galileo, en 1609, apuntó su telescopio al cielo hacia Saturno y vio por primera vez en la historia lo que hoy conocemos como los anillos de Saturno. ¿Lo contó al mundo? No. No hizo eso. Redactó una descripción, privada, y luego revolvió las letras de la descripción en un anagrama que envió a varios de sus rivales astrónomos. Con esto aseguraba que si alguno hacía el mismo descubrimiento después, podía revelar el anagrama y obtener el crédito, y al mismo tiempo no cedía conocimiento alguno. Lamento decir que su caso era común en la época. Newton, Huygens, Hook, Leonardo, todo usaron recursos similares. La imprenta tenía en ese entonces 150 años de existencia y aún existía una gran batalla en los siglos XVII y XVIII de cambiar la cultura de la ciencia, así se esperaba que cuando un científico hacia un descubrimiento lo revelara en un revista. Eso fue grandioso, el cambio ocurrió ¡genial! Pero hoy tenemos nuevas tecnologías, nuevas oportunidades para compartir nuestro conocimiento en nuevas maneras y la habilidad de crear herramientas que nos permiten solucionar problemas en formas enteramente nuevas. Así es que necesitamos una segunda Revolución de Ciencia Abierta. Yo creo que toda ciencia con fondos públicos debe ser ciencia abierta. ¿Cómo podemos lograr este cambio? Bueno, si Uds. son científicos, y sé que muchos de Uds. no lo son, pero si lo son, entonces hay mucho que pueden hacer. Pueden participar en un proyecto de ciencia abierta incluso si sólo lo hacen a ratos. Pueden encontrar foros en línea donde pueden compartir su conocimiento en nuevas formas, que permitan a otras personas construir sobre ese conocimiento. También pueden, si son más ambiciosos, empezar un proyecto de ciencia abierta propio. Si son muy audaces podrían buscar experimentar con formas totalmente novedosas de colaboración muy parecidas al Proyecto Polimatemático. Pero ante todo, lo que deben hacer, es ser muy generosos en dar crédito a sus colegas que practican la ciencia abierta y promover su trabajo. Estos valores científicos conservadores que desprecian actividades como el compartir datos, los blogs o el uso de wikis y similares, pueden rechazar estos valores conservadores y conversar con sus colegas científicos para promover los valores de estos modos innovadores de trabajo que resalten el coraje requerido para hacer esto, en particular a los jóvenes científicos. Es mediante tal conversación que la cultura de la ciencia pueda cambiar. Si no son científicos, hay otras cosas que pueden hacer. Yo creo que lo más importante que podemos hacer para impulsar la ciencia abierta, es crear una conciencia general entre la población sobre el tema de ciencia abierta y su importancia crítica. De existir esa conciencia general, entonces la comunidad científica descubrirá inevitablemente, y será llevada por la población a seguir en la dirección correcta. Hay cosas sencillas que pueden hacer. Pueden hablar con sus amigos y conocidos que sean científicos y preguntarles qué hacen para que su trabajo sea más abierto. O pueden usar su imaginación y su poder personal para aumentar la conciencia de otrasmanera. Estamos hablando no sólo de cambiar lo que hacen los científicos, sino lo que las grandes agencias, las universidades y los gobiernos hacen. Y Uds. pueden influir en todas estas cosas. Nuestra sociedad enfrenta una pregunta fundamental: ¿Qué tipo de conocimiento deseamos y cómo incentivamos a los científicos a compartir? ¿Seguiremos actuando igual que en el pasado o acogeremos nuevas formas de compartir que conduzcan a nuevos métodos de solución de problemas y acelerar el proceso de la ciencia entera en todos los ámbitos? Mi esperanza es que acogeremos la ciencia abierta y aprovechar de verdad la oportunidad que tenemos de reinventar el descubrimiento mismo. Gracias (aplausos).