(Campana) (Campana) (Campana) (Campana) Querido respetado Thay, queridos hermanos y hermanas, querida comunidad. Hoy es domingo 7 de octubre del año 2018 y estamos en la sala de meditación Asamblea de Estrellas de Lower Hamlet, y creo que es nuestra cuarta semana del Retiro de las Lluvias. Y continuamos con el tema de los 14 entrenamientos de la plena conciencia para este Retiro de las Lluvias. Hemos aprendido cuando entramos en Plum Village que queremos cultivar aquí nuestras energías de plena conciencia, concentración y visión profunda. Éstas son energías que nos son innatas. Las prácticas que hacemos aquí nos ayudan a acceder a estas energías internas. Cuando la energía de plena conciencia conciencia, concentración y visión honda crecen en nosotros, nos ayudan a estar realmente vivos, a saborear cada momento de nuestra vida, a experimentar profundamente, a apreciar la simplicidad de la vida las bellezas que nos rodean, que muchas veces damos por sentadas. Y hay energías que nos ayudan a comprender profundamente quiénes somos, el modo en el que somos, por qué sufrimos como lo hacemos y a transformar el sufrimiento que tenemos. Así que son energías poderosas Buda enseñó lo que llamamos enseñanzas, entrenamientos, pero son enseñanzas extensamente en sus enseñanzas durante su vida. Pero también mencionó los tres aprendizajes o los tres entrenamientos como preceptos, concentración y visión profunda, no solo plena conciencia, concentración y visión profunda sino preceptos. Preceptos, concentración y visión profunda. En nuestra primera charla del Dharma la hna. Doan Nghiem habló de ello. Y Thay nos mostró el vínculo entre plena conciencia y preceptos. Que la práctica de los preceptos es la práctica de la plena conciencia, porque los preceptos realmente aumentan la consciencia de nuestros actos de cuerpo, palabra y mente que pueden traer sufrimiento a nosotros y a otros. Yo llamo a los preceptos puertas del Dharma, son diversas puertas del Dharma, cada precepto es una puerta del Dharma que nos ayuda a experimentar lo que ocurre en el momento presente en nosotros. Son como una resonancia para ver nuestra mente. En vida de Buda, él concibió los preceptos como una práctica. Y concibió estos preceptos en respuesta a sucesos, incidentes a los que se enfrentaron monjas y monjes que podrían... Incidentes que ocurrieron que generan sufrimiento para uno mismo y para los demás, ahora o más tarde. Los preceptos son en verdad directrices para ver nuestro interior, indagar en uno mismo, ser consciente del funcionamiento de la mente. Thay, en vez de llamarlos preceptos, Thay los llamó entrenamientos de la plena conciencia. Son para entrenaros a ser más conscientes. Hay cinco entrenamientos para laicos, 250 para monjes plenamente ordenados y 348 para monjas plenamente ordenadas. Recuerdo que cuando era novicia, era algo reacia a los entrenamientos, sobre todo a la idea de que las monjas tengan más entrenamientos que los monjes, y fue uno de los venerables de Vietnam quien enseñándonos lo entrenamientos dijo, y lo dijo muy en serio, dijo: "Buda ama mucho más a las monjas, porque ideó 348 entrenamientos para las monjas, lo que supone que las monjas tienen más protección que los monjes". Eso cambió mi perspectiva sobre el asunto, somos amadas, somos amadas por Buda, tenemos más entrenamientos que practicar, más entrenamientos para que nosotras... Más puertas del Dharma para nosotras para experimentar el momento presente, experimentar y vernos con hondura. Más protección para nosotras. Era solo una cuestión de perspectiva lo que cambió totalmente mi idea sobre los entrenamientos. Durante la guerra, sabemos que durante la guerra de Vietanm, en medio de todas las atrocidades, el sufrimiento y la violencia que se daba, Thay concibió los 14 entrenamientos para que los practicáramos. Eran también una respuesta a la situación que se daba en Vietnam, y también en el mundo. La guerra, aquellos que la han padecido conocen el tremendo sufrimiento, el miedo que todos padecen, conocen. Muchos de nosotros, de origen vietnamita, aunque hayamos nacido después de la guerra, sé que la guerra es parte de nosotros. Sé que es mi caso. Nací al final de la guerra y no creía que tuviera ninguna influencia en mí. Pero una vez hubo un documental sobre la hermana Chan Khong y su obra. Hicieron un pase para ella algunos monásticos. Fui allí, y en medio del documental había una escena de lucha con la voz de la hermana Chan Khong de fondo en una escena de muerte y lucha, Y en ese momento sentí una gran tensión y no podía respirar. Pensé: "¿Qué está pasando?" Y tuve que salir de la habitación después de cinco minutos. No podía soportarlo. Así que salí, estaba muy perpleja. Pensé: "¿Qué me está pasando?" Respiré y practiqué meditación caminando y me di cuenta de que aunque no conocí la guerra, me había afectado mucho. La mera visión de las escenas de muerte y lucha del documental bastaron para activar el miedo y la ansiedad que había en mí. Sé que muchos de mis hermanos sufren TEPT, no solo los veteranos de Vietnam, sino muchos de nosotros tienen ese trastorno. Nos basta sentarnos y mirar hondamente en nosotros para ver en nosotros la presencia de la guerra. Así nacieron los 14 entrenamientos. Son directrices para practicar en medio de todo el sufrimiento. En vietnamita los 14 entrenamientos se llaman "Tiếp Hiện". "Tiếp" como en la palabra (vietnamita) que significa estar en contacto. Estar en contacto con la realidad del mundo, estar en contacto con la realidad de nuestro cuerpo y mente. En otras palabras, estar presente ante lo que esté ahí, no huimos de lo que está ahí. Thay y los monásticos, durante la guerra no estaban satisfechos con sentarse a meditar en el templo. Sentían que necesitaban salir de ahí y hacer algo de verdad para aliviar el sufrimiento. "Tiếp" también significa continuar, como en la palabra (vietnamita). Continuar, expandir, continuar con la labor de Buda y de los bodhisattvas y todos los maestros ancestrales, sembrar semillas de despertar, sembrar semillas de amor y paz. Es estar en contacto con el sufrimiento en nosotros y en torno a nosotros. Tenemos una oportunidad de cultivar la compasión, cultivar el despertar como el barro y el loto. Hemos oído hablar del barro y el loto. Que para cultivar lotos necesitamos barro. El sufrimiento es el barro. Necesitamos enfrentarnos al barro, enfrentarnos al sufrimiento para que crezcan los lotos, para que sean posibles la felicidad, la paz y la compasión. Y "hiện", como en la palabra "Tiếp Hiện", significa presente, como en (vietnamita). Significa aquí y ahora. Que solo el momento presente es real, que solo en el momento presente podemos acceder a la semilla de paz y despertar que hay en nosotros. "Hiện" también significa realizar, como en la palabra (vietnamita), realizar. Realización significa ser capaz de comprendernos y de transformarnos, transformar nuestro sufrimiento. Porque cuando nos hemos transformado, cuando hay en nosotros mucho espacio, cuando hay en nosotros claridad, tenemos mucha energía para hacer algo y aliviar el sufrimiento de los demás. Sabemos qué hacer y qué no hacer para aliviar el sufrimiento. Me gustaría leer los tres primeros de los 14 entrenamientos, porque hoy hablaré del primero, del segundo y del tercero de los 14 entrenamientos. El primer entrenamiento de la plena conciencia: Apertura. "Conscientes del sufrimiento causado por el fanatismo y la intolerancia, estamos determinados a no idolatrar ni ligarnos a ninguna doctrina, teoría o ideología, ni siquiera a las budistas. Nos comprometemos a ver las enseñanzas budistas como guías que nos ayudan a desarrollar nuestra comprensión y compasión. No son doctrinas por las que luchar, morir o matar. Vemos que el fanatismo, en sus muchas formas, resulta de una percepción dualista y discriminatoria. Nos entrenaremos para mirarlo todo con apertura y una visión profunda del interser a fin de transformar el dogmatismo y la violencia en nosotros y en el mundo". El segundo entrenamiento: No apego a las opiniones. "Conscientes del sufrimiento causado por el apego a ideas y percepciones erróneas estamos determinados a evitar la estrechez mental y el apego a las ideas actuales. Nos comprometemos a aprender y practicar el no apego a las opiniones y la apertura a las experiencias y visión de los demás para beneficiarnos de la sabiduría colectiva. Vemos que los conocimientos que poseemos hoy no son la verdad absoluta, inmutable. La visión profunda aparece por la práctica de la escucha compasiva, la mirada honda y el abandono de toda noción, no por la acumulación de conocimiento intelectual. La verdad está en la vida, y observaremos la vida en nosotros y alrededor a cada momento, listos para aprender a lo largo de toda la vida". El tercer entrenamiento: Libertad de pensamiento. "Conscientes del sufrimiento creado cuando imponemos a los demás nuestras ideas, estamos determinados a no forzar a nadie, ni siquiera a los hijos, de ningún modo, ni por medio de la autoridad, amenazas, dinero, propaganda o adoctrinamiento a adoptar nuestras opiniones. Nos comprometemos a respetar el derecho de los demás a ser diferentes, a decidir lo que quieren creer o hacer. Sin embargo, aprenderemos a ayudar a los demás a salir y transformar el fanatismo y la estrechez mental gracias al habla amorosa y el diálogo compasivo". Vemos que los primeros... los tres primeros entrenamientos... Hay algo que he de mencionar. En inglés, los 14 entrenamientos se llaman Orden del Interser. Creo que alguien dijo que no era una traducción directa de "Tiếp Hiện", "Interser", porque "Tiếp Hiện" no es en realidad interser. ¿Por qué hay dos nombres diferentes? He reflexionado sobre ello, y he descubierto que cuando tenemos una experiencia auténtica de interconexión, de interser, hace que nuestro corazón y mente se abran completamente. Se abran completamente para ponernos en la piel de los demás. Vemos que lo que me ocurre a mí le ocurre a los demás, que lo que les ocurre a los demás me afecta en gran medida. De forma natural, la visión del interser, si puedo experimentarla hondamente, me ayuda a dar protección, a hacer algo por ayudar a los demás. Es el mismo espíritu de "Tiếp Hiện", de entrar en contacto con el sufrimiento y ver la conexión entre yo y los demás. Solo gracias a la visión de la interconexión, del interser, podemos motivarnos para hacer algo. De otro modo, solo nos estamos ocupando de nuestro propio interés y nuestra propia seguridad. Los tres primeros entrenamientos tratan de la mente. Buda nos enseñó que la mente es el rey de todos los dharmas. (Vietnamita) en vietnamita. Porque la mente pinta el mundo, la mente es como un pintor pintando la realidad. La mente crea nuestra realidad, la realidad física, social y ambiental. También se conoce a estros tres primeros entrenamientos como "la esencia de la enseñanza de Buda". Porque en el budismo, nuestro objetivo último es ser libres. Libres de ideas, opiniones y nociones. Estos entrenamientos se refieren a estas cuestiones, la cuestión del apego, la cuestión del dogmatismo, la cuestión del fanatismo, para poder liberarnos. Podemos liberarnos de ideas, nociones y percepciones. Cuando somos libres, podemos experimentar el nirvana justo aquí y ahora. No debemos morir para experimentar el nirvana. EL nirvana es un lugar, un estado mental en el que somos libres. El hermano Phap Dung ya lo mencionó. Cuando estamos libres de ideas y nociones, sin aferrarnos, sin asirnos. Podemos soltar. Esta es la esencia de las enseñanzas budistas. Las otras cosas que hacemos en Plum Village, las demás prácticas, como respirar, caminar, nos ayudan a tener paz ahora. Nos ayudan a calmar el cuerpo, a calmar la mente, pero al final son para ayudarnos a abandonar ideas y nociones. Nos ayudan a ver dónde estamos atorados, bloqueados para poder soltar y ser libres. Cuando nos aferramos a una idea, cuando estamos apegados a opiniones y nociones, cuando somos dogmáticos en algo, nos sentimos rígidos y estrechos de mente. Para mí, ideas y nociones están ligadas a mis percepciones. A las construcciones de mi mente, ¿verdad? Es una construcción mía sobre la realidad, sobre los demás. Y parece muy real, es una realidad nuestra. Buda habló sobre el conocimiento como una experiencia personal de la realidad, un conocimiento personal de la realidad, lo que conozco de la realidad, de mí y de los demás, puede ser un obstáculo para mi crecimiento y mi transformación, mi propio desarrollo. Es un obstáculo para la comprensión verdadera. Apegarse a opiniones, apegarse a nociones puede impedirnos llegar a una comprensión más profunda de la realidad. Hay un sutra del que Thay siempre habla cuando explica estos tres primeros entrenamientos. Es una historia del sutra llamado "Sutra de las cien parábolas", la historia de un padre y un hijo. El padre es un comerciante que vive con su hijo. Un día, se fue de viaje de negocios. Mientras tanto, llegaron ladrones a su aldea, lo robaron todo , quemaron la aldea y mataron a gente. Cuando él regresó a casa, encontró un cadáver cerca de la casa. Y pensó que habían matado a su hijo. Sufrió mucho. Incineró a su hijo y guardó las cenizas en una bolsa. Y la llevaba siempre consigo. Se lamentaba por la muerte de su hijo, sufría mucho. Un día... Su hijo no había sido asesinado, había sido secuestrado por los ladrones. Y logró escapar. Regresó a casa, encontró cómo volver. En mitad de la noche, llamó a la puerta de la casa que el padre había rehecho. Llamó y llamó, pero su padre, que estaba dentro llorando y sufriendo por la muerte de aquel hijo, se negó a abrirle la puerta. Pensó que era alguien que quería hacerle una jugarreta. El hijo, desesperado, se fue, el padre lo perdió para siempre. Buda dijo que a veces la verdad viene a llamar a nuestra puerta, pero no le dejamos entrar porque estamos llenos de ideas, llenos de creencias que tomamos por la realidad, la verdad, y todo lo demás no es verdad. Así que el conocimiento es un obstáculo en el camino. (Vietnamita) (Campana) (Campana) Cada vez que oía esta enseñanza, yo me preguntaba: ¿Cómo sé que estoy atorada en mis ideas y percepciones? ¿Cómo sé que estoy atrapada, apegada a nociones, ideas y percepciones? Porque vi que si soy consciente de que es una percepción, ya no es una percepción. SI sé que estoy atrapada en una percepción idea o noción, puedo abandonarla con facilidad. Pero no sé si estoy atrapada en una idea, noción o percepción. Lo veo en los que me rodean. A veces están muy atorados, y ellos no lo ven. A veces sus ideas y opiniones son muy estrechas pero no se dan cuenta. Eso es lo difícil de las percepciones, de nuestros sistemas de creencia. ¿Cómo puedo practicar, cómo practicar para reconocer que estás atrapado en una opinión, noción, idea y percepción? Es algo que yo he... siempre he tenido que estar atenta a eso, tener cuidado con ello, con estar atrapada en ideas, opiniones y percepciones, porque sé lo que yo sufriría si viera que estoy atorada, que me apego a una percepción, a una idea, a una noción. Tengo algunas prácticas. La hermana Annabel, Chan Duc, habló de la meditación del amor, la meditación metta. Yo tengo mi propia meditación metta. La he simplificado mucho para poder practicarla. La suelo hacer cuando me acuesto, me digo esta meditación del amor hacia mí misma. Y cuando me despierto de mañana, digo esta meditación del amor para todos, para los demás. La primera es: Que yo esté segura y protegida. La segunda: Que yo esté feliz y en paz. Y la tercera es: Que yo esté sana de cuerpo y mente. Y la cuarta es: Que esté libre de opiniones erróneas, percepciones y deseos erróneos. Esto me recuerda que debo ser muy atenta para poder ver mis opiniones erróneas, mis percepciones erróneas. Proviene de mi profundo deseo de comprender, de ver si estoy atrapada en una opinión errónea, una percepción errónea, un deseo erróneo, porque veo que puedo estar atorada en una percepción errónea, en un deseo erróneo, en una opinión errónea sin darme cuenta de ello. Esta meditación del amor hacia mí misma me ayuda a desarrollar la conciencia de mis nociones y sistemas de creencias, que pueden ser estrechos y limitados. Pero también me mueve un profundo deseo de comprender. Y sé que mi situación actual puede cambiar, que mi comprensión crece y que hay una realidad superior, una comprensión, una sabiduría superior y que mi práctica es poder estar abierta para poder experimentar esa comprensión más honda, esa sabiduría más honda. Para no quedar atrapada en mi propia comprensión y conocimiento. Que yo esté libre de opiniones erróneas, percepciones y deseos erróneos. La quinta práctica es: Que vea con claridad mi sufrimiento, mis energías de hábito, mis defectos. Viene también de un deseo de comprender, un deseo de no quedar atrapada en mis limitadas opiniones, mi sistema de creencias. Liberarme de mi condicionamiento. Pero el sutra que me abrió los ojos fue el "Discurso sobre la verdad absoluta". Es un sutra del Sutta Nipata 4.5, y me gusta mucho. Es un sutra que leo a menudo porque es como... como una resonancia para verme, una especie de directriz a la que acudir para ver su estoy apegada a ideas, si estoy siendo dogmática. "Quien se atiene a una visión dogmática, considerándola como la más elevada, que piensa: «Esto es lo más excelso» y que desprecia otros puntos de vista por considerarlos inferiores, será tenido como aún no libre de las disputas". Si pienso que soy la mejor, si creo que mis ideas son las mejores, eso es estar atrapada. Puede ser una opinión dogmática. Es una campana de plena conciencia para mí, porque sé que es una tendencia mía, creer que mi idea es la correcta. Esto me ayuda, es como una luz... Es como iluminar mi mente y ver que estoy atrapada en una opinión dogmática. "Si al ver, escuchar o percibir cualquier cosa, alguien piensa que esta es la única cosa que puede aportarle beneficio y consuelo, quedará siempre atrapado en ello y descartará lo demás por inferior". Esto suena familiar, ¿verdad? Lo que vemos, oímos y sentimos, lo consideramos lo único que puede aportarnos consuelo. Es una campana de plena conciencia para mí, porque veo que a veces nuestro pensamiento, nuestro sistema de creencias, nociones e ideas puede ser una zona de confort para nosotros. Todos necesitamos confort material y emocional. Y a veces este confort puede ser... Puede ser la causa de nuestro sufrimiento. Encontrar confort en nuestras ideas, nociones y conocimiento es otra cosa en la que a veces nos atoramos y no nos damos cuenta. Porque este confort, estos sistemas de creencias y percepciones que tenemos nos da una sensación de valía, una sensación de identidad. Y si abandonamos esta identidad, si dejamos esta sensación de valía propia, entonces, ¿quiénes somos? Esta es la tendencia a aferrarse. "Quedar atrapado en la opinión propia y considerar las demás como inferiores: la persona sabia considera esta actitud una prisión, ausencia de libertad. Quien practique bien no se apresura a creer lo que ve, escucha y percibe, incluyendo las normas y los ritos". Luego, la pregunta que debemos hacernos es, como Thay nos recuerda siempre: ¿Estás segura? ¿Estoy segura? ¿Estoy segura de mi percepción? ¿Estoy segura de lo que he oído? ¿De lo que he visto? ¿De lo que he percibido? Este es para nosotros el tiempo de la práctica de "Hacer brillar la luz". En New Hamlet, estamos empezando las sesiones de "Hacer brillar la luz". Creo que esto es muy relevante. ¿Estoy segura de mi percepción? ¿Estoy segura de lo que he visto? ¿De lo que he oído? Para que podamos llegar a... Para que podamos abandonar nuestras ideas y percepciones, para que no alumbremos a nuestras hermanas con demasiada intensidad. Porque lo que vemos, lo que oímos, puede ser solo nuestra percepción. "Un buen practicante suelta la noción del yo y la tendencia a aferrarse a ideas. Es libre, no depende de nada, ni siquiera de la sabiduría. En un conflicto, no toma partido y no se aferra a ninguna opinión ni dogma". Creo que me he saltado una. Quien practique bien no necesita instaurar una nueva teoría sobre el mundo con los conocimientos que ha adquirido o las normas o ritos que practica. No se considera ni superior, ni inferior, ni igual a nadie". Lo que yo he observado, y que muestra que todos nos parecemos mucho, es que todos lo hacemos, tenemos tendencia a adoptar ideas y opiniones sobre todo, sobre las situaciones, sobre la gente, y es una tendencia que pasa desapercibida, de formarse opiniones, ideas y en realidad nos creamos percepciones sobre las situaciones, la gente, sobre nosotros. Así, este discurso es una campana de plena conciencia que ayuda a poder dejar de generar ideas y percepciones y ver las cosas tal como son, sin tener que crearnos una opinión sobre ellas. Esto es un reto. Es un reto ver y oír y que la mente se quede quieta. Creo que entonces necesitamos practicar la respiración consciente, tomar refugio en la respiración al 100% para poder observarnos y abandonar esta tendencia de generar ideas y percepciones. Muchas veces, creamos una idea y una percepción y luego juzgamos. Juzgamos a los demás, bueno, malo. Este es una buena manera de abandonar también los juicios. Juicios hacia nosotros y hacia los demás. "No busca nada, no se aferra a nada, ni a este extremo, ni al otro extremo, ni en este mundo ni en el otro mundo. Ha abandonado todo punto de vista y ya no necesita buscar consuelo o refugio en ninguna teoría o ideología. Una persona sabia no tiene ya ninguna opinión sobre lo que se ve, se escucha y se percibe. ¿Cómo se puede juzgar o tener una opinión sobre un ser tan puro, que ha abandonado todo punto de vista?" Cuando podemos abandonar nuestras opiniones, cuando dejamos de aferrarnos, de formarnos ideas y percepciones, no quedamos atrapados en este o aquel extremo. Practicamos el camino medio, que es estar realmente presentes y no apegados a ideas o nociones. Entonces podemos experimentar el nirvana aquí y ahora. Un ser puro que ha abandonado toda opinión. Este es un ser que mora en el nirvana justo aquí y ahora. Y podríamos ser nosotros si somos capaces de abandonar nuestras opiniones. Al no formarnos nuevas ideas, opiniones y percepciones, podemos experimentar el nirvana aquí y ahora, podemos ser ese ser puro. "Una persona sabia no necesita ya instaurar dogmas o elegir una ideología. Una persona así ha soltado todo dogma e ideología. Un ser realmente noble nunca queda atrapado por normas y ritos. Él, ella, avanza firmemente hacia la orilla de la liberación y no regresará jamás al ámbito del aprisionamiento." Es un discurso muy breve, pero son directrices que nos invitan a observarnos y ver dónde estamos atrapados, atorados y cómo liberarnos de ello, cómo deshacerse de ello, como dijo el hermano Phap Dung. Me gusta mucho esta imagen de deshacerse de opiniones e ideas. Aunque no sea tan sencillo. Pero también he descubierto que para ver dónde estoy atorada me es útil la práctica de la escucha profunda y el habla amorosa. Sobre todo la escucha profunda, porque veo que a veces, cuando escucho a los demás, no estoy escuchando de verdad, no estoy ahí, estoy centrada en mi mente, creando ideas y formas de responder. Finjo escuchar pero no escucho de verdad. Y aunque no lo haga a propósito, es solo... Creo que así funciona la mente, ¿verdad? No es que finjamos a propósito que estamos escuchando, es que es el funcionamiento automático de la mente. Es lo normal. La plena conciencia nos ayuda a ser un buda, a estar presentes de verdad y a escuchar sin formarnos ideas y opiniones, para poder escuchar de verdad entre líneas. Y podemos oír mucho más cuando podemos oír sin generar ideas, sin preparar la respuesta. Entonces podemos oír de verdad lo que no se dice. Vivir en una comunidad, en una sangha, es una oportunidad muy valiosa. Cuando hablamos de tomar refugio en la sangha, es algo sobre lo que he reflexionado toda mi vida. ¿Qué significa en realidad tomar refugio en la sangha? ¿Tengo que tomar refugio en ella? ¿O en ella? ¿O en ella? ¿Saben? Porque a veces, yo... A veces, sobre todo cuando era más joven, tenía mis dudas sobre las personas que me rodeaban. Dudaba de su amor, dudaba de su... Su bondad. Es como si... ¿Cómo hago..., qué significa tomar refugio? No quiero tomar refugio en estas personas que me rodean. Me di cuenta de que la sangha, aunque no sea perfecta, como estas personas, como mis hermanas, no son perfectas. Tienen muchos defectos, yo tengo muchos defectos. Pero ellas están ahí, y tienen un profundo deseo de practicar. Y me refugio en eso. Es su mera presencia, practicando, crea un ambiente para que yo practique. Y me refugio en eso. o me refugio en ella, o en ella, me refugio en la energía colectiva de práctica que todos crean y generan aquí. Este es realmente un buen ambiente para mí, para estar motivada, para practicar. Y todo el mundo es un recordatorio para que regrese a la práctica. Cada una de ellas es una campana de plena conciencia que me ayuda a regresar a mí misma, regresar a la práctica. Porque no soy siempre muy disciplinada. No siempre puedo hacerlo por mí misma y necesito la presencia de los demás para ayudarme, para recordarme que regrese a mí misma. Pero también me he dado cuenta de que la presencia de la sangha me hace ver dónde estoy atascada, dónde estoy bloqueada, dónde suelo apegarme y aferrarme. Ocurre en el compartir, pero ocurre a menudo en las reuniones. Ahí tengo muchas oportunidades de comprobar si estoy atascada. Si estoy apegada a mis opiniones. Esta es mi manera de hacer: me observo y compruebo si en la interacción con una hermana, en una reunión, si mi corazón está encogido, tenso. Entonces sé que me apego a una idea. Estoy apegada, estoy atascada en una percepción, en mi sistema de creencias. Y si me siento oprimida, si noto un bloqueo aquí dentro, si siento una incomodidad interior, sé que me he de enfrentar a ello, sé dónde tengo que observarme. Porque tal vez esté atascada, apegada a mis opiniones y a mis percepciones y a mis ideas. La presencia de la sangha es de gran ayuda, porque están siempre retando mis ideas y mi percepción, sin parar. Y cada vez que ocurre, tengo una oportunidad de ver dónde estoy ahora. Si soy rígida, si me aferro, o si me abro y cedo. Dejo que ocurra, lo acepto, asumo las ideas que vienen de otras personas. Luego para mí la práctica consiste en regresar a mí y sentir ese bloqueo interior. Y yo, yo... Lo hago durante la meditación sentada, tan solo sigo la respiración, me interno y busco si estoy atascada o bloqueada en algún lugar. Y respiro con ese bloqueo. Pero a veces no puedo dormir Me despierto en mitad de la noche y a veces me quedo despierta dos o tres horas. Normalmente a altas horas de la madrugada. Empleo ese tiempo para ver si estoy atorada y bloqueada. En vez de forzarme a dormir, o fustigarme por no poder dormir, regreso a mi cuerpo, recorro el cuerpo y busco si hay molestias en alguna zona, si está bloqueada, y respiro con ella. He descubierto que a veces me lleva una o dos horas lograr que el bloqueo se abra, porque ves que cuando la mente, desde el presente, respira con ese bloqueo, ese se disipa, se derrite. Y oyes un burbujeo, la relajación del cuerpo, como si fuera la circulación corporal. Y se da una apertura en el cuerpo. Cuando eso ocurre, no solo se derrite el bloque corporal, veo que también se derrite ese bloqueo en la mente, porque todo lo que experimento en la mente se manifiesta en el cuerpo. Y ayudar a esa parte del cuerpo a derretirse hace que se derrita el camino, el bloqueo de mi mente. Luego cuidar el cuerpo es en realidad cuidar la mente. La transformación corporal es también transformación mental. Pero me resulta más fácil trabajar con el cuerpo, porque lo noto, lo percibo. He visto que se da un fenómeno interior que también se da en torno a mí que yo llamo baipás espiritual. Es una manera de pensar, una manera de mirar las cosas sin penetrar en nuestras dificultades y sufrimiento. Damos un rodeo. Pensamos que nos hemos trasformado, pero en realidad solo estamos evitando esas cuestiones. Veo una de las prácticas, una práctica muy valiosa, en la que podemos quedar atascados. Podemos usarla para eludir nuestras dificultades y sufrimiento. Se llama "cambiar el CD". ¿La conocen? ¿Cambiar la clavija? Significa que cuando un gran sufrimiento se manifiesta, y no tenemos suficiente claridad, energía y fuerza para abrazarlo, porque nos abruma, porque sería devastador enfrentarnos a un gran sufrimiento que hay en nosotros, Buda nos enseñó una práctica y en vez de observar ese gran sufrimiento que se manifiesta, o que amenaza con durgir, podemos irnos, meditar caminando, tocar las maravillas que nos rodean, los árboles, las buenas cualidades, las cosas positivas, para que logremos energía suficiente, suficiente claridad para volver a ese bloque de sufrimiento. Pero algunos lo hacemos para evitar ese sufrimiento. Lo hacemos siempre. Y el sufrimiento no cambia, porque nunca nos hemos enfrentado a él. Nunca hemos penetrado en él. Por tanto, la práctica es... Quizá al principio necesitemos practicar el cambio de CD, pero al final necesitamos ahondar en nosotros, debemos sentir la crudeza de ese dolor, de esa molesta sensación y de esa energía, el dolor de ese sufrimiento. Debemos enfrentarnos a él de cabeza. Y como herramientas empleamos la verdadera plena conciencia, la respiración, la aceptación, ya no tenemos que luchar más, no hay por qué seguir huyendo. Es baipás espiritual es un medio hábil para escapar. En cuanto a mí. Necesitamos ahondar. (Campana) (Campana) El camino hacia dentro es la única vía de transformación, de comprensión, de sanación. La práctica del interser, la práctica del no yo, el surgimiento codependiente, son profundas enseñanzas budistas. Pero son algo que podemos experimentar, podemos practicar en la vida diaria. No están fuera de nuestro alcance. Cuando podemos vivir esta experiencia de interconexión, de interser, podemos ser realmente libres. Libres de opiniones e ideas. Podemos ponernos en la piel de los demás y abrirnos de verdad. Entonces podemos transformar de verdad la discriminación que yace en la mente. Estas enseñanzas se pueden practicar, se pueden experimentar mientras comemos. En algo tan mundano como comer podemos experimentar estas profundas enseñanzas. O mientras orinamos o defecamos, o mientras respiramos. Cuando tocamos la tierra, estas son prácticas que nos ayudan a cultivar la profunda visión del interser, del no yo. Y cuando experimentamos esta visión, podemos transformar nuestras ideas, la noción de separación, podemos transformar de verdad el aferramiento y el apego. Y podemos ser libres de verdad. Que estén libres, que estén libres de toda visión errónea, de toda percepción y deseo erróneos, que vean con claridad en su sufrimiento, en sí mismos, sus defectos, y sus debilidades, para que puedan ser un instrumento, un instrumento para aliviar el sufrimiento en el mundo, en uno mismo, en sus familias y en su sociedad. Cuando llegamos a esta profunda visión, sabemos que el sufrimiento que ocurre al otro lado del planeta por las guerras, por la crueldad humana, no le ocurre a personas lejanas, sino también a nosotros. Es también nuestro sufrimiento. Aunque sea un sufrimiento de hace 20, 30 o 40 años, podemos hacer algo ahora en esta respiración, en este paso, para cambiar, para llevar paz a las personas que han muerto. Es decir, no practicamos solo para nosotros. Con la visión del interser, sabemos que nuestra práctica actual no es solo para nosotros. Que practicamos por todos los que han sufrido y que están sufriendo ahora. Que necesitemos que despierte más gente, que despierte al hecho de que se aferran, para que puedan soltarlo. Solo después de soltar serán felices, estarán libres. Cuando somos capaces de dejar ir, podemos ser felices y libres. Y con nuestra transformación, podemos ayudar a otros a ver que se aferran, para que puedan soltar, para que puedan ser felices y puedan liberarse. Nuestro despertar ayuda a otros a despertar. Gracias por escucharme, gracias por practicar para despertar en bien de uno mismo y de la humanidad. (Campana) (Campana) (Campana)