(Campana)
(Campana)
(Campana)
(Campana)
Querido respetado Thay,
queridos hermanos y hermanas,
querida comunidad.
Hoy es domingo 7 de octubre del año 2018
y estamos en la sala de meditación
Asamblea de Estrellas de Lower Hamlet,
y creo que es nuestra cuarta semana
del Retiro de las Lluvias.
Y continuamos con el tema de los 14
entrenamientos de la plena conciencia
para este Retiro de las Lluvias.
Hemos aprendido
cuando entramos en Plum Village
que queremos cultivar aquí
nuestras energías de plena conciencia,
concentración y visión profunda.
Éstas son energías que nos son innatas.
Las prácticas que hacemos aquí nos ayudan
a acceder a estas energías internas.
Cuando la energía de plena conciencia
conciencia, concentración y visión honda
crecen en nosotros,
nos ayudan a estar realmente vivos,
a saborear cada momento de nuestra vida,
a experimentar profundamente,
a apreciar la simplicidad de la vida
las bellezas que nos rodean,
que muchas veces damos por sentadas.
Y hay energías que nos ayudan
a comprender profundamente quiénes somos,
el modo en el que somos,
por qué sufrimos como lo hacemos
y a transformar
el sufrimiento que tenemos.
Así que son energías poderosas
Buda enseñó
lo que llamamos enseñanzas,
entrenamientos, pero son enseñanzas
extensamente en sus enseñanzas
durante su vida.
Pero también mencionó los tres
aprendizajes o los tres entrenamientos
como preceptos, concentración
y visión profunda,
no solo plena conciencia, concentración y
visión profunda sino preceptos.
Preceptos, concentración
y visión profunda.
En nuestra primera charla del Dharma
la hna. Doan Nghiem habló de ello.
Y Thay nos mostró el vínculo
entre plena conciencia y preceptos.
Que la práctica de los preceptos es
la práctica de la plena conciencia,
porque los preceptos realmente aumentan
la consciencia de nuestros actos
de cuerpo, palabra y mente que pueden
traer sufrimiento a nosotros y a otros.
Yo llamo a los preceptos puertas del
Dharma, son diversas puertas del Dharma,
cada precepto es una puerta del Dharma
que nos ayuda a experimentar
lo que ocurre en el momento presente
en nosotros.
Son como una resonancia
para ver nuestra mente.
En vida de Buda,
él concibió los preceptos
como una práctica.
Y concibió estos preceptos
en respuesta a sucesos,
incidentes a los que se enfrentaron
monjas y monjes
que podrían...
Incidentes que ocurrieron
que generan sufrimiento
para uno mismo y para los demás,
ahora o más tarde.
Los preceptos son en verdad directrices
para ver nuestro interior,
indagar en uno mismo,
ser consciente
del funcionamiento de la mente.
Thay, en vez de llamarlos preceptos,
Thay los llamó entrenamientos
de la plena conciencia.
Son para entrenaros a ser más conscientes.
Hay cinco entrenamientos para laicos,
250 para monjes plenamente ordenados y
348 para monjas plenamente ordenadas.
Recuerdo que cuando era novicia,
era algo reacia a los entrenamientos,
sobre todo a la idea de que las monjas
tengan más entrenamientos que los monjes,
y fue uno de los venerables de Vietnam
quien enseñándonos lo entrenamientos dijo,
y lo dijo muy en serio, dijo:
"Buda ama mucho más a las monjas,
porque ideó 348 entrenamientos
para las monjas,
lo que supone que las monjas tienen
más protección que los monjes".
Eso cambió mi perspectiva sobre el asunto,
somos amadas, somos amadas por Buda,
tenemos más entrenamientos que practicar,
más entrenamientos para que nosotras...
Más puertas del Dharma para nosotras
para experimentar el momento presente,
experimentar y vernos con hondura.
Más protección para nosotras.
Era solo una cuestión de perspectiva
lo que cambió totalmente mi idea
sobre los entrenamientos.
Durante la guerra, sabemos que
durante la guerra de Vietanm,
en medio de todas las atrocidades,
el sufrimiento y la violencia que se daba,
Thay concibió los 14 entrenamientos
para que los practicáramos.
Eran también una respuesta a la situación
que se daba en Vietnam,
y también en el mundo.
La guerra, aquellos
que la han padecido conocen
el tremendo sufrimiento, el miedo
que todos padecen, conocen.
Muchos de nosotros, de origen vietnamita,
aunque hayamos nacido
después de la guerra,
sé que la guerra es parte de nosotros.
Sé que es mi caso.
Nací al final de la guerra y no creía
que tuviera ninguna influencia en mí.
Pero una vez hubo un documental sobre
la hermana Chan Khong y su obra.
Hicieron un pase para ella
algunos monásticos.
Fui allí, y en medio del documental
había una escena de lucha
con la voz de la hermana
Chan Khong de fondo
en una escena de muerte y lucha,
Y en ese momento sentí una gran tensión
y no podía respirar.
Pensé: "¿Qué está pasando?"
Y tuve que salir de la habitación
después de cinco minutos.
No podía soportarlo.
Así que salí, estaba muy perpleja.
Pensé:
"¿Qué me está pasando?"
Respiré y practiqué meditación caminando
y me di cuenta de que
aunque no conocí la guerra,
me había afectado mucho.
La mera visión de las escenas de muerte
y lucha del documental
bastaron para activar
el miedo y la ansiedad que había en mí.
Sé que muchos de mis hermanos sufren
TEPT, no solo los veteranos de Vietnam,
sino muchos de nosotros
tienen ese trastorno.
Nos basta sentarnos y mirar
hondamente en nosotros
para ver en nosotros
la presencia de la guerra.
Así nacieron los 14 entrenamientos.
Son directrices
para practicar en medio de
todo el sufrimiento.
En vietnamita los 14 entrenamientos
se llaman "Tiếp Hiện".
"Tiếp" como en la palabra (vietnamita)
que significa estar en contacto.
Estar en contacto
con la realidad del mundo,
estar en contacto con la realidad
de nuestro cuerpo y mente.
En otras palabras, estar presente
ante lo que esté ahí,
no huimos de lo que está ahí.
Thay y los monásticos, durante la guerra
no estaban satisfechos
con sentarse a meditar en el templo.
Sentían que necesitaban salir de ahí
y hacer algo de verdad
para aliviar el sufrimiento.
"Tiếp" también significa continuar,
como en la palabra (vietnamita).
Continuar, expandir,
continuar con la labor de Buda
y de los bodhisattvas
y todos los maestros ancestrales,
sembrar semillas de despertar,
sembrar semillas de amor y paz.
Es estar en contacto con el sufrimiento
en nosotros y en torno a nosotros.
Tenemos una oportunidad de cultivar
la compasión, cultivar el despertar
como el barro y el loto.
Hemos oído hablar del barro y el loto.
Que para cultivar lotos necesitamos barro.
El sufrimiento es el barro.
Necesitamos enfrentarnos al barro,
enfrentarnos al sufrimiento
para que crezcan los lotos,
para que sean posibles la felicidad,
la paz y la compasión.
Y "hiện", como en la palabra "Tiếp Hiện",
significa presente, como en (vietnamita).
Significa aquí y ahora.
Que solo el momento presente es real,
que solo en el momento presente
podemos acceder a la semilla de paz
y despertar que hay en nosotros.
"Hiện" también significa realizar,
como en la palabra (vietnamita), realizar.
Realización significa
ser capaz de comprendernos
y de transformarnos, transformar
nuestro sufrimiento.
Porque cuando nos hemos transformado,
cuando hay en nosotros mucho espacio,
cuando hay en nosotros claridad,
tenemos mucha energía para hacer algo
y aliviar el sufrimiento
de los demás.
Sabemos qué hacer y qué no hacer
para aliviar el sufrimiento.
Me gustaría leer los tres primeros
de los 14 entrenamientos,
porque hoy hablaré del primero,
del segundo y del tercero
de los 14 entrenamientos.
El primer entrenamiento
de la plena conciencia: Apertura.
"Conscientes del sufrimiento causado
por el fanatismo y la intolerancia,
estamos determinados a no idolatrar
ni ligarnos a ninguna doctrina, teoría
o ideología, ni siquiera a las budistas.
Nos comprometemos a ver las enseñanzas
budistas como guías
que nos ayudan a desarrollar
nuestra comprensión y compasión.
No son doctrinas por las que luchar,
morir o matar.
Vemos que el fanatismo, en sus
muchas formas, resulta de una percepción
dualista y discriminatoria. Nos
entrenaremos para mirarlo todo
con apertura y una visión
profunda del interser
a fin de transformar el dogmatismo
y la violencia en nosotros y en el mundo".
El segundo entrenamiento:
No apego a las opiniones.
"Conscientes del sufrimiento causado por
el apego a ideas y percepciones erróneas
estamos determinados a evitar la estrechez
mental y el apego a las ideas actuales.
Nos comprometemos a aprender y practicar
el no apego a las opiniones
y la apertura a las experiencias y visión
de los demás para beneficiarnos
de la sabiduría colectiva. Vemos que
los conocimientos que poseemos hoy
no son la verdad absoluta, inmutable.
La visión profunda aparece por la práctica
de la escucha compasiva, la mirada honda
y el abandono de toda noción,
no por la acumulación
de conocimiento intelectual.
La verdad está en la vida, y observaremos
la vida en nosotros y alrededor
a cada momento, listos para aprender
a lo largo de toda la vida".
El tercer entrenamiento:
Libertad de pensamiento.
"Conscientes del sufrimiento creado cuando
imponemos a los demás nuestras ideas,
estamos determinados a no forzar a nadie,
ni siquiera a los hijos, de ningún modo,
ni por medio de la autoridad, amenazas,
dinero, propaganda o adoctrinamiento
a adoptar nuestras opiniones.
Nos comprometemos a respetar
el derecho de los demás a ser diferentes,
a decidir lo que quieren creer o hacer.
Sin embargo, aprenderemos a ayudar a los
demás a salir y transformar el fanatismo
y la estrechez mental gracias al habla
amorosa y el diálogo compasivo".
Vemos que los primeros...
los tres primeros entrenamientos...
Hay algo que he de mencionar.
En inglés, los 14 entrenamientos se llaman
Orden del Interser.
Creo que alguien dijo
que no era una traducción directa
de "Tiếp Hiện", "Interser", porque
"Tiếp Hiện" no es en realidad interser.
¿Por qué hay dos nombres diferentes?
He reflexionado sobre ello,
y he descubierto
que cuando tenemos una experiencia
auténtica de interconexión, de interser,
hace que nuestro corazón y mente
se abran completamente.
Se abran completamente para ponernos
en la piel de los demás.
Vemos que lo que me ocurre a mí
le ocurre a los demás,
que lo que les ocurre a los demás
me afecta en gran medida.
De forma natural, la visión del interser,
si puedo experimentarla hondamente,
me ayuda a dar protección, a hacer
algo por ayudar a los demás.
Es el mismo espíritu de "Tiếp Hiện",
de entrar en contacto con el sufrimiento
y ver la conexión entre yo y los demás.
Solo gracias a la visión de la
interconexión, del interser,
podemos motivarnos para hacer algo.
De otro modo, solo nos estamos
ocupando de nuestro propio interés
y nuestra propia seguridad.
Los tres primeros entrenamientos
tratan de la mente.
Buda nos enseñó que la mente
es el rey de todos los dharmas.
(Vietnamita) en vietnamita.
Porque la mente pinta el mundo,
la mente es como un pintor
pintando la realidad.
La mente crea nuestra realidad,
la realidad física, social y ambiental.
También se conoce a estros tres
primeros entrenamientos
como "la esencia de la enseñanza de Buda".
Porque en el budismo,
nuestro objetivo último es ser libres.
Libres de ideas, opiniones y nociones.
Estos entrenamientos
se refieren a estas cuestiones,
la cuestión del apego,
la cuestión del dogmatismo,
la cuestión del fanatismo,
para poder liberarnos.
Podemos liberarnos de ideas,
nociones y percepciones.
Cuando somos libres, podemos experimentar
el nirvana justo aquí y ahora.
No debemos morir
para experimentar el nirvana.
EL nirvana es un lugar, un estado mental
en el que somos libres. El hermano
Phap Dung ya lo mencionó.
Cuando estamos libres de ideas y nociones,
sin aferrarnos, sin asirnos.
Podemos soltar.
Esta es la esencia
de las enseñanzas budistas.
Las otras cosas
que hacemos en Plum Village,
las demás prácticas,
como respirar, caminar,
nos ayudan a tener paz ahora.
Nos ayudan a calmar el cuerpo,
a calmar la mente, pero al final
son para ayudarnos a abandonar
ideas y nociones.
Nos ayudan a ver dónde estamos
atorados, bloqueados
para poder soltar y ser libres.
Cuando nos aferramos a una idea, cuando
estamos apegados a opiniones y nociones,
cuando somos dogmáticos en algo,
nos sentimos rígidos y estrechos de mente.
Para mí, ideas y nociones
están ligadas a mis percepciones.
A las construcciones de mi mente, ¿verdad?
Es una construcción mía
sobre la realidad, sobre los demás.
Y parece muy real,
es una realidad nuestra.
Buda habló sobre el conocimiento como
una experiencia personal de la realidad,
un conocimiento personal de la realidad,
lo que conozco de la realidad,
de mí y de los demás,
puede ser un obstáculo para mi crecimiento
y mi transformación,
mi propio desarrollo.
Es un obstáculo
para la comprensión verdadera.
Apegarse a opiniones,
apegarse a nociones puede
impedirnos llegar
a una comprensión más profunda
de la realidad.
Hay un sutra del que Thay siempre habla
cuando explica estos tres
primeros entrenamientos.
Es una historia del sutra llamado
"Sutra de las cien parábolas",
la historia de un padre y un hijo.
El padre es un comerciante
que vive con su hijo.
Un día, se fue de viaje de negocios.
Mientras tanto, llegaron
ladrones a su aldea,
lo robaron todo , quemaron la aldea
y mataron a gente.
Cuando él regresó a casa,
encontró un cadáver cerca de la casa.
Y pensó que habían matado a su hijo.
Sufrió mucho. Incineró a su hijo
y guardó las cenizas en una bolsa.
Y la llevaba siempre consigo.
Se lamentaba por la muerte
de su hijo, sufría mucho.
Un día...
Su hijo
no había sido asesinado,
había sido secuestrado por los ladrones.
Y logró escapar.
Regresó a casa, encontró cómo volver.
En mitad de la noche, llamó a la puerta
de la casa que el padre había rehecho.
Llamó y llamó,
pero su padre, que estaba dentro llorando
y sufriendo por la muerte de aquel hijo,
se negó a abrirle la puerta.
Pensó que era alguien que
quería hacerle una jugarreta.
El hijo, desesperado, se fue,
el padre lo perdió para siempre.
Buda dijo que a veces la verdad
viene a llamar a nuestra puerta,
pero no le dejamos entrar
porque estamos llenos de ideas,
llenos de creencias que tomamos
por la realidad, la verdad,
y todo lo demás no es verdad.
Así que el conocimiento es
un obstáculo en el camino.
(Vietnamita)
(Campana)
(Campana)
Cada vez que oía esta enseñanza,
yo me preguntaba:
¿Cómo sé que estoy atorada
en mis ideas y percepciones?
¿Cómo sé que estoy atrapada, apegada
a nociones, ideas y percepciones?
Porque vi que si soy consciente
de que es una percepción,
ya no es una percepción.
SI sé que estoy atrapada en una percepción
idea o noción,
puedo abandonarla con facilidad.
Pero no sé si estoy atrapada
en una idea, noción o percepción.
Lo veo en los que me rodean.
A veces están muy atorados,
y ellos no lo ven.
A veces sus ideas y opiniones son
muy estrechas
pero no se dan cuenta.
Eso es lo difícil de las percepciones,
de nuestros sistemas de creencia.
¿Cómo puedo practicar,
cómo practicar para reconocer que estás
atrapado en una opinión, noción,
idea y percepción?
Es algo que yo he...
siempre he tenido que estar atenta a eso,
tener cuidado con ello, con estar atrapada
en ideas, opiniones
y percepciones,
porque sé lo que yo sufriría
si viera que estoy atorada,
que me apego a una percepción,
a una idea, a una noción.
Tengo algunas prácticas.
La hermana Annabel, Chan Duc,
habló de la meditación del amor,
la meditación metta. Yo tengo
mi propia meditación metta.
La he simplificado mucho
para poder practicarla.
La suelo hacer
cuando me acuesto, me digo
esta meditación del amor hacia mí misma.
Y cuando me despierto de mañana, digo
esta meditación del amor para todos,
para los demás.
La primera es:
Que yo esté segura y protegida.
La segunda:
Que yo esté feliz y en paz.
Y la tercera es:
Que yo esté sana de cuerpo y mente.
Y la cuarta es:
Que esté libre de opiniones erróneas,
percepciones y deseos erróneos.
Esto me recuerda
que debo ser muy atenta para poder ver
mis opiniones erróneas,
mis percepciones erróneas.
Proviene de mi profundo deseo
de comprender, de ver
si estoy atrapada en una opinión errónea,
una percepción errónea,
un deseo erróneo,
porque veo que puedo estar atorada
en una percepción errónea,
en un deseo erróneo,
en una opinión errónea
sin darme cuenta de ello.
Esta meditación del amor
hacia mí misma me ayuda
a desarrollar la conciencia de mis
nociones y sistemas de creencias,
que pueden ser estrechos y limitados.
Pero también me mueve
un profundo deseo de comprender.
Y sé que mi situación actual
puede cambiar,
que mi comprensión crece
y que hay una realidad superior,
una comprensión, una sabiduría superior
y que mi práctica es poder estar abierta
para poder experimentar
esa comprensión más honda,
esa sabiduría más honda.
Para no quedar atrapada en mi propia
comprensión y conocimiento.
Que yo esté libre de opiniones erróneas,
percepciones y deseos erróneos.
La quinta práctica es:
Que vea con claridad mi sufrimiento,
mis energías de hábito, mis defectos.
Viene también de un deseo de comprender,
un deseo
de no quedar atrapada en mis limitadas
opiniones, mi sistema de creencias.
Liberarme de mi condicionamiento.
Pero el sutra que me abrió los ojos
fue el "Discurso sobre
la verdad absoluta".
Es un sutra del Sutta Nipata 4.5,
y me gusta mucho.
Es un sutra que leo a menudo
porque es como...
como una resonancia para verme,
una especie de directriz a la que acudir
para ver su estoy apegada a ideas,
si estoy siendo dogmática.
"Quien se atiene a una visión dogmática,
considerándola como la más elevada,
que piensa: «Esto es lo más excelso»
y que desprecia otros puntos de vista
por considerarlos inferiores,
será tenido como
aún no libre de las disputas".
Si pienso que soy la mejor,
si creo que mis ideas son las mejores,
eso es estar atrapada.
Puede ser una opinión dogmática.
Es una campana de plena
conciencia para mí,
porque sé que es una tendencia mía,
creer que mi idea es la correcta.
Esto me ayuda, es como una luz...
Es como iluminar mi mente y ver
que estoy atrapada
en una opinión dogmática.
"Si al ver, escuchar
o percibir cualquier cosa,
alguien piensa que esta es la única cosa
que puede aportarle beneficio y consuelo,
quedará siempre atrapado en ello y
descartará lo demás por inferior".
Esto suena familiar, ¿verdad?
Lo que vemos, oímos y sentimos,
lo consideramos lo único que puede
aportarnos consuelo.
Es una campana de plena conciencia
para mí, porque veo que a veces
nuestro pensamiento, nuestro sistema de
creencias, nociones e ideas
puede ser una zona
de confort para nosotros.
Todos necesitamos
confort material y emocional.
Y a veces este confort puede ser...
Puede ser la causa de nuestro sufrimiento.
Encontrar confort en nuestras ideas,
nociones y conocimiento
es otra cosa
en la que a veces nos atoramos
y no nos damos cuenta.
Porque este confort,
estos sistemas de creencias y
percepciones que tenemos
nos da una sensación de valía,
una sensación de identidad.
Y si abandonamos esta identidad,
si dejamos esta sensación de valía propia,
entonces, ¿quiénes somos?
Esta es la tendencia a aferrarse.
"Quedar atrapado en la opinión propia y
considerar las demás como inferiores:
la persona sabia considera esta actitud
una prisión, ausencia de libertad.
Quien practique bien no se apresura a
creer lo que ve, escucha y percibe,
incluyendo las normas y los ritos".
Luego,
la pregunta que debemos hacernos es,
como Thay nos recuerda siempre:
¿Estás segura? ¿Estoy segura?
¿Estoy segura de mi percepción?
¿Estoy segura de lo que he oído?
¿De lo que he visto?
¿De lo que he percibido?
Este es para nosotros el tiempo
de la práctica de "Hacer brillar la luz".
En New Hamlet, estamos empezando las
sesiones de "Hacer brillar la luz".
Creo que esto es muy relevante.
¿Estoy segura de mi percepción?
¿Estoy segura de lo que he visto?
¿De lo que he oído?
Para que podamos llegar a...
Para que podamos abandonar
nuestras ideas y percepciones,
para que no alumbremos a nuestras
hermanas con demasiada intensidad.
Porque lo que vemos, lo que oímos,
puede ser solo
nuestra percepción.
"Un buen practicante suelta la noción del
yo y la tendencia a aferrarse a ideas.
Es libre, no depende de nada,
ni siquiera de la sabiduría.
En un conflicto, no toma partido y
no se aferra a ninguna opinión ni dogma".
Creo que me he saltado una.
Quien practique bien no necesita
instaurar una nueva teoría sobre el mundo
con los conocimientos que ha adquirido
o las normas o ritos que practica.
No se considera ni superior,
ni inferior, ni igual a nadie".
Lo que yo he observado,
y que muestra que todos
nos parecemos mucho,
es que todos lo hacemos,
tenemos tendencia a adoptar ideas
y opiniones sobre todo,
sobre las situaciones, sobre la gente,
y es una tendencia que pasa desapercibida,
de formarse opiniones, ideas
y en realidad nos creamos percepciones
sobre las situaciones, la gente,
sobre nosotros.
Así,
este discurso es una campana de plena
conciencia que ayuda a poder dejar
de generar ideas y percepciones
y ver las cosas tal como son,
sin tener que crearnos
una opinión sobre ellas.
Esto es un reto.
Es un reto ver y oír
y que la mente se quede quieta.
Creo que entonces necesitamos practicar
la respiración consciente,
tomar refugio en la respiración al 100%
para poder observarnos
y abandonar esta tendencia
de generar ideas y percepciones.
Muchas veces, creamos una idea y
una percepción y luego juzgamos.
Juzgamos a los demás, bueno, malo.
Este es una buena manera de
abandonar también los juicios.
Juicios hacia nosotros y hacia los demás.
"No busca nada, no se aferra a nada,
ni a este extremo, ni al otro extremo,
ni en este mundo ni en el otro mundo.
Ha abandonado todo punto de vista
y ya no necesita buscar consuelo o
refugio en ninguna teoría o ideología.
Una persona sabia
no tiene ya ninguna opinión sobre
lo que se ve, se escucha y se percibe.
¿Cómo se puede juzgar o tener
una opinión sobre un ser tan puro,
que ha abandonado todo punto de vista?"
Cuando podemos abandonar nuestras
opiniones, cuando dejamos de aferrarnos,
de formarnos ideas y percepciones,
no quedamos atrapados
en este o aquel extremo.
Practicamos el camino medio,
que es estar realmente presentes
y no apegados a ideas o nociones.
Entonces podemos experimentar
el nirvana aquí y ahora.
Un ser puro
que ha abandonado toda opinión.
Este es un ser que mora en el nirvana
justo aquí y ahora.
Y podríamos ser nosotros
si somos capaces de abandonar
nuestras opiniones.
Al no formarnos nuevas ideas,
opiniones y percepciones,
podemos experimentar el nirvana aquí
y ahora, podemos ser ese ser puro.
"Una persona sabia no necesita ya
instaurar dogmas o elegir una ideología.
Una persona así ha soltado
todo dogma e ideología.
Un ser realmente noble nunca queda
atrapado por normas y ritos.
Él, ella, avanza firmemente
hacia la orilla de la liberación
y no regresará jamás
al ámbito del aprisionamiento."
Es un discurso muy breve,
pero son directrices que nos invitan
a observarnos y ver
dónde estamos atrapados, atorados
y cómo liberarnos de ello,
cómo deshacerse de ello,
como dijo el hermano Phap Dung.
Me gusta mucho esta imagen
de deshacerse de opiniones e ideas.
Aunque no sea tan sencillo.
Pero también he descubierto
que para ver dónde estoy atorada
me es útil la práctica de la escucha
profunda y el habla amorosa.
Sobre todo la escucha profunda,
porque veo que a veces,
cuando escucho a los demás,
no estoy escuchando de verdad,
no estoy ahí,
estoy centrada en mi mente, creando ideas
y formas de responder.
Finjo escuchar pero no escucho de verdad.
Y aunque no lo haga a propósito,
es solo...
Creo que así funciona la mente, ¿verdad?
No es que finjamos a propósito
que estamos escuchando,
es que es el funcionamiento
automático de la mente.
Es lo normal.
La plena conciencia
nos ayuda a ser un buda,
a estar presentes de verdad
y a escuchar sin formarnos ideas
y opiniones,
para poder escuchar
de verdad entre líneas.
Y podemos oír mucho más cuando
podemos oír sin generar ideas,
sin preparar la respuesta.
Entonces podemos oír de verdad
lo que no se dice.
Vivir en una comunidad, en una sangha, es
una oportunidad muy valiosa.
Cuando hablamos
de tomar refugio en la sangha,
es algo sobre lo que he reflexionado
toda mi vida.
¿Qué significa en realidad
tomar refugio en la sangha?
¿Tengo que tomar refugio en ella?
¿O en ella? ¿O en ella?
¿Saben?
Porque a veces, yo...
A veces, sobre todo cuando era más joven,
tenía mis dudas sobre
las personas que me rodeaban.
Dudaba de su amor, dudaba de su...
Su bondad.
Es como si...
¿Cómo hago...,
qué significa tomar refugio?
No quiero tomar refugio
en estas personas que me rodean.
Me di cuenta
de que la sangha, aunque no sea perfecta,
como estas personas, como mis hermanas,
no son perfectas.
Tienen muchos defectos,
yo tengo muchos defectos.
Pero ellas están ahí, y tienen
un profundo deseo de practicar.
Y me refugio en eso.
Es su mera presencia, practicando,
crea un ambiente para que yo practique.
Y me refugio en eso.
o me refugio en ella, o en ella,
me refugio en la energía
colectiva de práctica
que todos crean y generan aquí.
Este es realmente
un buen ambiente para mí,
para estar motivada,
para practicar.
Y todo el mundo
es un recordatorio para que
regrese a la práctica.
Cada una de ellas es
una campana de plena conciencia
que me ayuda a regresar a mí misma,
regresar a la práctica.
Porque no soy siempre muy disciplinada.
No siempre puedo hacerlo por mí misma
y necesito la presencia de los demás
para ayudarme, para recordarme
que regrese a mí misma.
Pero también me he dado cuenta
de que la presencia de la sangha
me hace ver dónde estoy atascada,
dónde estoy bloqueada,
dónde suelo apegarme y aferrarme.
Ocurre en el compartir,
pero ocurre a menudo en las reuniones.
Ahí tengo muchas oportunidades de
comprobar si estoy atascada.
Si estoy apegada a mis opiniones.
Esta es mi manera de hacer:
me observo
y compruebo si en la interacción
con una hermana, en una reunión,
si mi corazón está encogido, tenso.
Entonces sé que me apego a una idea.
Estoy apegada, estoy atascada en una
percepción, en mi sistema de creencias.
Y si me siento oprimida,
si noto un bloqueo aquí dentro,
si siento una incomodidad interior,
sé que me he de enfrentar a ello,
sé dónde tengo que observarme.
Porque tal vez esté atascada, apegada
a mis opiniones y a mis percepciones
y a mis ideas.
La presencia de la sangha
es de gran ayuda,
porque están siempre retando mis ideas
y mi percepción, sin parar.
Y cada vez que ocurre,
tengo una oportunidad de ver
dónde estoy ahora.
Si soy rígida,
si me aferro, o si me abro
y cedo.
Dejo que ocurra, lo acepto, asumo
las ideas que vienen de otras personas.
Luego para mí
la práctica consiste en regresar a mí
y sentir ese bloqueo interior.
Y yo, yo...
Lo hago durante la meditación sentada,
tan solo sigo la respiración, me interno
y busco si estoy atascada
o bloqueada en algún lugar.
Y respiro con ese bloqueo.
Pero a veces no puedo dormir
Me despierto en mitad de la noche
y a veces me quedo despierta
dos o tres horas.
Normalmente a altas horas de la madrugada.
Empleo ese tiempo para ver si estoy
atorada y bloqueada.
En vez de forzarme a dormir,
o fustigarme por no poder dormir,
regreso a mi cuerpo,
recorro el cuerpo y busco si hay
molestias en alguna zona,
si está bloqueada, y respiro con ella.
He descubierto que a veces
me lleva una o dos horas
lograr que el bloqueo se abra,
porque ves que cuando la mente,
desde el presente,
respira con ese bloqueo,
ese se disipa, se derrite.
Y oyes un burbujeo,
la relajación del cuerpo,
como si fuera la circulación corporal.
Y se da una apertura en el cuerpo.
Cuando eso ocurre,
no solo se derrite el bloque corporal,
veo que también se derrite
ese bloqueo en la mente,
porque todo lo que experimento en la mente
se manifiesta en el cuerpo.
Y ayudar a esa parte del cuerpo a
derretirse hace que se derrita el camino,
el bloqueo de mi mente.
Luego cuidar el cuerpo es en realidad
cuidar la mente.
La transformación corporal es también
transformación mental.
Pero me resulta más fácil trabajar
con el cuerpo, porque lo noto, lo percibo.
He visto que se da un fenómeno interior
que también se da en torno a mí
que yo llamo baipás espiritual.
Es una manera de pensar,
una manera de mirar las cosas
sin penetrar en
nuestras dificultades y sufrimiento.
Damos un rodeo.
Pensamos que nos hemos trasformado,
pero en realidad solo estamos
evitando esas cuestiones.
Veo una de las prácticas,
una práctica muy valiosa,
en la que podemos quedar atascados.
Podemos usarla para eludir
nuestras dificultades y sufrimiento.
Se llama "cambiar el CD".
¿La conocen?
¿Cambiar la clavija?
Significa que cuando un gran sufrimiento
se manifiesta,
y no tenemos suficiente claridad,
energía y fuerza
para abrazarlo, porque nos abruma,
porque sería devastador enfrentarnos
a un gran sufrimiento que hay en nosotros,
Buda nos enseñó una práctica
y en vez de observar ese gran sufrimiento
que se manifiesta,
o que amenaza con durgir,
podemos irnos, meditar caminando,
tocar las maravillas que nos rodean,
los árboles, las buenas cualidades,
las cosas positivas,
para que logremos energía suficiente,
suficiente claridad para volver
a ese bloque de sufrimiento.
Pero algunos lo hacemos para evitar
ese sufrimiento.
Lo hacemos siempre.
Y el sufrimiento no cambia,
porque nunca nos hemos enfrentado a él.
Nunca hemos penetrado en él.
Por tanto,
la práctica es...
Quizá al principio necesitemos
practicar el cambio de CD,
pero al final necesitamos
ahondar en nosotros,
debemos sentir la crudeza de ese dolor,
de esa molesta sensación
y de esa energía,
el dolor de ese sufrimiento.
Debemos enfrentarnos a él de cabeza.
Y como herramientas empleamos
la verdadera plena conciencia,
la respiración, la aceptación,
ya no tenemos que luchar más,
no hay por qué seguir huyendo.
Es baipás espiritual es un medio hábil
para escapar.
En cuanto a mí.
Necesitamos ahondar.
(Campana)
(Campana)
El camino hacia dentro
es la única vía de transformación,
de comprensión,
de sanación.
La práctica del interser,
la práctica del no yo,
el surgimiento codependiente, son
profundas enseñanzas budistas.
Pero son algo que podemos experimentar,
podemos practicar en la vida diaria.
No están fuera de nuestro alcance.
Cuando podemos vivir esta experiencia
de interconexión, de interser,
podemos ser realmente libres.
Libres de opiniones e ideas.
Podemos ponernos en la piel de los demás
y abrirnos de verdad.
Entonces podemos transformar de verdad
la discriminación que yace en la mente.
Estas enseñanzas se pueden practicar,
se pueden experimentar
mientras comemos.
En algo tan mundano como comer
podemos experimentar estas
profundas enseñanzas.
O mientras orinamos o defecamos,
o mientras respiramos.
Cuando tocamos la tierra,
estas son prácticas
que nos ayudan
a cultivar la profunda visión
del interser, del no yo.
Y cuando experimentamos esta visión,
podemos transformar nuestras ideas,
la noción de separación,
podemos transformar de verdad
el aferramiento y el apego.
Y podemos ser libres de verdad.
Que estén libres, que estén libres
de toda visión errónea,
de toda percepción y deseo erróneos,
que vean con claridad
en su sufrimiento, en sí mismos,
sus defectos, y sus debilidades,
para que puedan ser un instrumento,
un instrumento para aliviar el sufrimiento
en el mundo, en uno mismo,
en sus familias y en su sociedad.
Cuando llegamos a esta profunda visión,
sabemos que el sufrimiento
que ocurre al otro lado del planeta
por las guerras,
por la crueldad humana,
no le ocurre a personas lejanas,
sino también a nosotros.
Es también nuestro sufrimiento.
Aunque sea un sufrimiento
de hace 20, 30 o 40 años,
podemos hacer algo ahora
en esta respiración, en este paso,
para cambiar, para llevar paz
a las personas
que han muerto.
Es decir,
no practicamos solo para nosotros.
Con la visión del interser, sabemos
que nuestra práctica actual
no es solo para nosotros.
Que practicamos
por todos los que han sufrido
y que están sufriendo ahora.
Que necesitemos que despierte más gente,
que despierte al hecho
de que se aferran,
para que puedan soltarlo.
Solo después de soltar
serán felices, estarán libres.
Cuando somos capaces de dejar ir,
podemos ser felices y libres.
Y con nuestra transformación,
podemos ayudar a otros a ver
que se aferran, para que puedan soltar,
para que puedan ser felices
y puedan liberarse.
Nuestro despertar
ayuda a otros a despertar.
Gracias por escucharme,
gracias por practicar para despertar
en bien de uno mismo y de la humanidad.
(Campana)
(Campana)
(Campana)