¡Hola!
Y gracias por estar aquí.
Yo quiero contaros cómo diseñar escuelas
de donde los niños no quieren irse
Y por qué.
Yo trabajo con diseño, con arte,
con arquitectura.
No sólo formando entornos físicos,
sino también como una herramienta
para el cambio y el desarrollo.
Porque el entorno físico
tiene un impacto muy fuerte
sobre cómo nos sentimos,
cómo nos comunicamos,
interactuamos como los demás,
y cómo nos comportamos.
Y como trabajo
con este entorno físico,
puedo tener una influencia
sobre cómo te sientes,
cómo interactúas y cómo te comportas.
Los últimos veinte años,
he dedicado mi vida a transformar
y cambiar el aprendizaje y la educación.
¿Por qué? Porque el aprendizaje
es uno de los procesos
más importantes de nuestra vida.
Tanto para nuestro desarrollo personal,
como para el desarrollo
de nuestra sociedad.
Y tenemos un serio problema,
porque las escuelas de hoy
no motivan a los alumnos,
y esto se traduce en una tasa
de abandono escolar altísima.
En México,
el 54 % de los alumnos de secundaria,
no la terminan.
En la India, es el 30 %.
En sudáfrica, el 23 %.
Y la tasa más alta de abandono
de secundaria en Europa
está en España.
Y es el 34 %.
Esto quiere decir, que de cada 100 jóvenes
que vemos en la calle
34, una tercera parte,
no termina la secundaria.
Con todas las consecuencias que esto tiene
para su vida personal
y el desarrollo de nuestra sociedad.
¿Y cómo puede ser?
Porque cada uno
de nosotros que tiene hijos
sabe que un niño de dos, tres, cuatro años
es una máquina de aprendizaje.
Todos tenemos la curiosidad innata,
y es esa curiosidad
la que nos lleva a descubrir
y explorar el mundo.
Y las escuelas
están apagando esa curiosidad,
y eso está matando
nuestras ganas de aprender.
Y esto no es nada nuevo,
porque la verdad es que las escuelas
casi no han cambiado desde hace 700 años.
Y todavía estamos explotando la idea
de un profesor sabio,
iluminando a los estudiantes
que están ahí, sentados, callados
y aprendiendo de manera pasiva.
¿Pero quién dice que se aprende mejor
sentados en una silla?
Porque la verdad
es que se aprende mucho mejor
de manera activa que pasiva.
Y las escuelas deberían activarnos,
motivarnos.
Es aquí donde entra el diseño,
porque el diseño puede crear escuelas
que te motiven,
te estimulen,
te inspiren
y te activen.
Y lo necesitamos.
¿Por qué?
El 65 % de los niños
que hoy en día entran en primaria,
van a tener empleos
que hoy en día ni siquiera existen,
y van a necesitar aprender
durante toda su vida.
Para mí, el enfoque en educación
empieza con una historia personal.
Y es que a mí
no me gustaba nada ir a la escuela,
y fue un viaje muy doloroso.
Y cuando llevaba a estos dos chicos
que veis aquí a la escuela,
que son mis hijos,
que hoy tienen 19 y 15 años.
Dos metros, un metro noventa,
pero aquí todavía están muy monos.
Cuando los llevaba a la escuela,
estaban llenos de ganas de descubrir,
de aprender,
pero volvían a casa
cada día menos motivados.
Y yo sentía que la escuela,
en realidad,
estaba haciéndole daño a mis hijos.
Y fui a hablar con la profesora,
y la profesora me dijo:
'Bueno, señora, lo siento mucho,
pero yo estoy sola
con 28 niños en un aula.
Y bueno,
cuando hay uno que está hablando,
está molestando al otro.
Entonces,
no puedo diferenciar mi educación,
y siempre habrá niños
que se aburran un poco".
Y me di cuenta de que podía ayudarla,
porque podía diferenciar el entorno físico
y darle una herramienta
para que ella pudiera trabajar
de manera más diferenciada.
La verdad es que
trabajar con las aulas no es suficiente.
Si queremos cambiar el aprendizaje
para que sea activo,
tenemos que cambiar
la organización de las escuelas,
para que permita a los niños
ser más independientes.
Para que puedan tomar
la responsabilidad de su aprendizaje.
Y por eso necesitan un diseño
que les permita moverse más
por los espacios de manera independiente.
Y esto, en conjunto,
nos permite trabajar
con metodologías de pedagogía distintas.
En realidad, es un trabajo holístico.
Y por eso,
he desarrollado seis principios,
que nos pueden ayudar
a desarrollar escuelas de manera holística
Son principios de diseño,
pero también se trata de comunicación.
Cómo nos comunicamos
con los demás y con el entorno.
Y también son principios que
son situaciones de aprendizaje.
Me explico.
El primer principio lleva una metáfora,
"La cima de la montaña",
se trata de la comunicación unidireccional
¿Qué estamos haciendo ahora?
Quiero decir, que uno está dando
y los demás están recibiendo.
Esto puede darse en un foro grande,
pero también en uno más pequeño,
como se ve aquí detrás
en una escuela de Estocolmo,
con un alumno que está
enseñando a otros alumnos.
O puede estar en una situación
un poco enfocada,
como se ve aquí detrás
en una escuela de Estocolmo,
que es como una clase,
pero en un espacio abierto
y que tiene como un diseño
enfocado alrededor de esta situación.
El segundo principio se llama "Cueva".
La cueva se trata
de la comunicación consigo mismo
De no comunicarse con el entorno.
Todos somos distintos,
y nos concentramos y enfocamos
de diferentes maneras.
Por eso es muy importante
que las situaciones de concentración
sean diferenciadas.
Hay gente que necesita estar en un sitio
con la puerta cerrada, en silencio.
Otros necesitan estar en un bar,
con mucho ruido,
pero enfocados en su burbuja.
Hay gente que necesita moverse
en bicicleta o tomando una ducha,
para enfocarse de verdad.
La cueva, quiere decir:
muchos sitios distintos para enfocarse,
que nos permita
encontrar el mejor sitio para ti.
El tercero, se llama "El Coro".
El Coro se trata del trabajo en equipo.
El trabajo en equipo
quiere decir que asumes
la responsabilidad por tu equipo.
Por eso, necesitas hacer una acción
para crear el ambiente
alrededor del equipo,
como se ve aquí,
en la Universidad de Copenhague
con unas mesas flexibles
que estos estudiantes
han llevado a una esquina
para crear un ambiente
alrededor de su equipo.
O los jóvenes en una escuela de Estocolmo
que están sentados en plataformas,
y ahí tienen como un espacio
dentro del espacio,
y un enfoque
alrededor del trabajo de su equipo.
El cuarto se llama "Manantial".
El manantial es el sitio
a donde van los animales de noche
a tomar agua e intercambiar
un poco de información.
En una escuela, un manantial
es también un sitio
de alto intercambio de información.
Es un sitio que está estratégicamente
situado en un flujo de gente.
Las movidas.
Es donde estás y oyes a alguien hablar
de algo que pasará mañana
y que te interesa.
También es ahí
donde hay un alto nivel de inspiración,
porque ves un proyecto
que está expuesto ahí
y que te interesa.
Los lugares "Manantial"
siempre tienen un diseño
muy característico,
ilusionante
emocionante
para que todo mundo hable del "Manantial".
Como aquí
en el University College,
en el norte de Copenhagen
No, de Dinamarca. Perdón.
Que son unos árboles rojos
en unas mesas blancas
y que llaman la atención.
El quinto se llama "Manos a la obra".
Manos a la obra,
se trata de aprender mejor
utilizando tu cuerpo y tus manos.
Esto quiere decir,
algo que se hace, no sólo en un sitio
sino en todas las situaciones
que ya he comentado.
Por ejemplo, puede ser una mesa
donde haya objetos
que utilizas en una situación de corro,
y puede ser un sitio a dónde vas y tocas,
donde experimentas con elementos.
"Manos a la obra"
está infiltrado en toda la escuela
y es lo más difícil de diseñar.
Y el último se llama "Arriba".
"Arriba" se trata de mover tu cuerpo
para activar tu cerebro.
Quiero decir,
moverte a alta velocidad
para que tu corazón haga
"pum, pum, pum, pum".
Y esto es muy difícil,
porque necesitas espacios abiertos,
vacíos,
para tener ganas de saltar y correr.
Pero cuando no utilizas un sitio vacío
se vuelve un desierto.
Esto quiere decir,
que cuando un paisaje de aprendizaje
tiene espacios de movimiento "Arriba",
pueden ser espacios vacíos de desierto
y esto está mal.
Entonces, se tiene que planificar
estratégicamente.
Como en este ejemplo,
donde se ve un chico corriendo por
un pasillo, en una escuela en Abu Dabi,
y que tiene un diseño
que le motiva a correr.
Abajo también se ve un ejemplo
de una escuela en Århus,
en Dinamarca,
que tiene un diseño
que invita a los alumnos
a salir y entrar,
salir y entrar, y a mover su cuerpo.
No necesitamos movernos
una hora a la semana.
Necesitamos movernos
muchas veces al día,
durante momentos cortos.
Estos seis principios, en conjunto,
en total, crea una escuela
que es como un paisaje.
Un paisaje de aprendizaje.
Quiero decir,
que no hay pasillos con aulas,
pero hay espacios diferenciados.
Hay espacios grandes, amplios,
pequeños, altos, bajos.
Si la organización trabaja bien
con el diseño y la pedagogía,
crea una cultura.
Y esta es la cultura de ser profesor.
El primer profesor,
es el profesor de toda la vida.
El segundo profesor, son tus compañeros.
El tercer profesor, es el entorno físico
que te ayuda a aprender cómo aprender.
La gran pregunta es:
¿Por qué no hemos cambiado más
y todavía trabajamos con un aprendizaje
de hace 700 años?
Y la respuesta es:
Por el diseño.
El diseño es una herramienta
muy poderosa de seducción.
Trabaja con materiales, con colores,
con formas, con texturas.
Y lo sientes, te sientas encima,
lo tocas, lo mueves,
experimentas con él,
y por eso, creas una relación
entre tu cuerpo y el diseño,
y entre las ideas de tu mente y el diseño.
Y haces realidad una idea.
Trabajando con las escuelas,
lo más importante,
es que los niños vean
sus necesidades individuales reconocidas.
Todos somos distintos,
y la escuela debería
reconocerte como persona.
Debería motivarte
con entornos emocionantes,
estimulantes.
La mejor manera
de preparar a nuestros niños
para un futuro tan incierto,
es darles una pasión para el aprendizaje.
Para que continúen aprendiendo
por el resto de sus vidas.
Mi foco está en la educación,
porque yo creo que diseñar un mundo mejor,
empieza en la escuela.
Si podemos ayudar a nuestros niños
a desatar todo su talento,
entonces podremos sentar las bases
de una sociedad mejor.
Gracias.
(Aplausos)