Hablemos de hechos de la vida.
¿Recuerdan esa charla que tuvieron de chicos
sobre sexo
y drogas
con sus padres o un adulto de confianza?
Probablemente no
porque es un mito.
No hablan de eso con los niños.
Es tan vergonzoso.
Y, bueno, quizá está bien.
Hemos subcontratado hechos de la vida por décadas.
Hemos gastado billones de dólares en eso.
¿Para qué hablar con los niños
si pueden encender la tele?
Yo aprendí de las drogas de un huevo y un sartén:
"Estas son drogas,
y este es tu cerebro con drogas.
Psssssss.
¿Alguna pregunta?"
Sí, de hecho, una.
Pero no sobre preguntas.
sino sobre datos.
En los ochentas cuando estaba creciendo,
esos datos aterrorizaban a los padres:
1% de preparatorianos habían probado heroína,
12% alucinógenos,
12% tranquilizantes,
17% cocaína,
26% estimulantes,
y arriba del 50% de nosotros,
habiamos probado la marihuana.
¡Fue una epidemia!
Al menos eso nos dijeron.
La marihuana era la droga iniciadora,
que conducía a todo lo más fuerte.
Por supuesto, el 92% de
nosotros bebíamos alcohol
y eso nos estaba matando más
que todas las drogas combinadas.
Pero, no importa, es legal.
¡Así que le declaramos la guerra a las drogas!
Nancy Reagan fue nuestro general.
Todas las drogas matan, así que digan: "¡No!"
Solo digan: "¡No!" a la hierba.
Solo digan: "¡No!" A la cocaina.
Solo digan: "¡No!" a todo.
¡Qué simple!
Si quieren salvar a sus hijos,
tienes que matarlos del miedo!
Gastamos ridículos montones
de dinero para tal fin.
Pronto esa guerra a las drogas
se convierte en una contra el sexo.
Le impusimos abstinencia a
los chicos para combatir el SIDA.
Y cuando finalmente recibimos toda la información,
adivinen qué:
completamente inservible.
Queremos grandes soluciones
para grandes problemas ¿no?
¿Qué pasa cuando los hechos
en la vida no funcionan así?
¿Qué pasa si la experiencia de tener
esa charla no se puede producir en masa?
¿Qué pasa si no pueden ampliarla?
Bueno ¿eso sería muy frustrante
para todos en este industria, no?
Y muchos de ellos en verdad tratar de ayudar.
¿Quiénes, pues?
Nosotros.
Tenemos que hablar con los chicos.
Abierta y honestamente.
¿Pero estamos listos para ser honestos?
No lo creo.
Hacemos de la infancia un mito.
La mía fue en Stone Mountain, Georgia,
un suburbio de los 80s total y
típicamente estadounidense.
Para los padres, un paraíso sano de
partidas de naipes y juegos de tenis.
Para nosotros los chicos, todos estabamos trabajando en un proyecto secreto
y nuestro laboratorio estaba en el
bosque después de clases,
bajo las cobijas en las pernoctadas,
de veras, no dejabamos pasar ocasión
para desvestirnos e investigar.
¿Qué cosas eran,
cuerpos?
¿Qué hacen?
Teníamos que averiguarlo nosotros mismos
y esa es la niñez.
No es solo diversión y juegos,
es en efecto un proyecto Manhattan de la desnudez.
Y luego te diriges a tu primera clase de secundaria,
y la bomba explota.
Ya no eres sólo un cuerpo más.
Oh no, ahora eres grotesco.
Ahí es cuando la agonía realmente empieza.
Oh sí, hablen con los niños.
Pero si no eres honesto con
tus propias experiencias primero,
todo lo que digas apestará.
No te preocupes, puedes practicar
y deberías empezar hablando con
el niño que sin duda conoces:
tú.
¿Qué clase de niño eras?
¿Qué te molestaba?
Para mí, cuando tenía 13.
Ese fue el peor año.
El sexo me producía una curiosidad obsesiva
pero también una profunda vergüenza.
No era mi único problema,
por supuesto, no por mucho,
pero fue el inicio de mi caída en espiral
y mi mala suerte tocó fondo
cuando vi "The Wall" de Pink Floyd,
lo cual es una mala idea para
un miserable de 13 marihuano.
Aquella noche, por la razón que fuere,
parecía buena idea rasurarme las cejas
y tratar de suicidarme tragando
todas las pastillas en el baño,
lo cual no fue para nada fatal,
pero todos notaron las cejas.
Eso hizo la secundaria más divertida.
¿Cuál fue tu punto más bajo?
Si pudieras hacer una máquina del tiempo
para viajar al pasado y hablar con aquel chico,
¿qué te dirías?
A mí, sería muy fácil.
En realidad todo lo que necesitaba
era alguien que me sosegara,
que como fuese, yo era una
parte normal del universo.
Pero sentía que no podía hablar con nadie.
Pero extrañamente esperaba
que un viajero del tiempo
se apareciera en cualquier momento
porque yo era un cretino.
No sabía si era un hijo nonato
o un cíborg T-101.
¡Pero el que fuera sería formidable!
Eh, soy yo, tu yo del futuro en el año 2012.
Tengo información crucial para tí,
pero no del futuro sino del pasado
de un mil millones de años atrás, cuando
en este planeta no había nada salvo células
y todo lo que hacían era pelear, comer y dividirse;
pelear, comer y dividirse.
Excepto una.
Y esa fue tu ancestro.
Está célula esclavizó a otras,
pero amo y esclavo se hicieron uno.
Y luego esas células inventaron el sexo
y luego inventaron los primeros cuerpos
con cada célula haciendo un trabajo diferente,
algunas huelen,
algunas se mueven,
algunas comen.
Y la tarea del sexo se asignó a
una célula especial llamada gameto.
Aquellos cuerpos se hicieron gigantes.
La distancia al siguiente cuerpo era
tan vasto que tenían que nadar.
Muchos se perderían y morirían
por eso se produjeron en masa.
Pronto los océanos fueron un
derroche sin fin de sexo y muerte
hasta hace 500 millones de años, cuando
la primera bestia se arrastró a tierra firme.
La tierra es dura,
porque los cuerpos son pesados
y el sol mata gametos.
Para salvarlos,
muy dentro del cuerpo,
la madre construye un pequeño océano.
Afuera hay sucesos de violencia inconcebible.
Formas de vida totalmente nuevas se están creando
sólo para ser borradas.
Millones de años pasan veloces.
Pero aquí, todo sigue igual.
Paz.
Sólo paz.
Quizá nunca sepamos por qué,
pero de todos los cuerpos posibles
que han aparecido en este planeta,
fue éste,
bilateralmente simétrico,
de sangre caliente,
más grande que un ratón,
más pequeño que un caballo,
2 piernas, 10 dedos del pie,
sin cola,
cerebro grande,
lenguaje,
tecnología
y civilización
en auge y caída por milenios.
Y aquí estás,
un humano de 13 años
perplejo y avergonzado del sexo.
A eso vine aquí para contarte:
no sabemos por qué evolucionó
el sexo ni de su persistencia.
¿Por qué no nos clonamos como hacían las formas de vida hace mil millones de años atrás?
Es mucho más eficiente.
Todos tendríamos bebés, no parejas.
Es probable que la diferencia genética en
los hijos, los proteja de enfermedades.
Y esa es nuestra mejor conjetura a la fecha.
Que te consuele saber que aun en el futuro distante
en el año 2012,
todavía no sabemos el propósito del sexo.
Resulta perplejo.
Pero que eso no te apene.
El sexo es un bello acertijo
y sin él, sencillamente no estarías aquí.
Por cierto,
sé amable con tu hermanita.
Es tu mejor amiga, ya verás.