Así como me amo hablar
sobre lo que comemos,
también hay mucho que decir
sobre lo que no comemos.
La comida que no nos gusta,
la que es demasiada cara,
o la que que nunca nos han ofrecido
como tarántula frita en Camboya,
o nariz de alce en gelatina en Canadá.
Pero luego están los alimentos
que nos da miedo consumir.
Fuimos a una región en Japón
donde una tragedia terrible
generó una gran desconfianza
hacia los alimentos que allí se producen
lo que ha dificultado mucho
la vida de los productores.
¿COMIDA PELIGROSA?
Fukushima, Japón
(Noboru) Muchos gorriones
vienen a comerse el arroz.
Pero usamos papagayos (cometas)
en vez de espantapájaros.
El arroz de esta zona
tiene la calificación más alta
y sabe muy bien.
Este se llama gohyaku gawa.
NOBORU SAITO
Agricultor
Los verdes son koshihikari.
Esta granja ha sido parte de la familia
de Noboru Saito durante ocho generaciones.
Diez años atrás, Saito renunció
a un trabajo gubernamental
para ayudar a su mamá en la granja.
Tengo 82 años.
KIKUI SAITO
Agricultora
Después que mi hijo regresó
mis responsabilidades se aligeraron.
Pero un año después de su regreso,
ocurrió el desastre.
Hubo un terremoto masivo.
Cuando miré a mi alrededor,
las montañas
-que hay muchas en esta área-
parecía que se movían o se deslizaban
de un lado a otro.
Ese terremoto tuvo una magnitud de 9,1.
El cuarto más potente en la historia
y que desencadenó un enorme tsunami,
mató a más de 15.000 personas,
y dañó más de un millón de edificios,
incluyendo la planta nuclear
Fukushima Daiichi,
que hoy en día
aún tiene fugas de radiación.
Todavía hay montones de tierra radiactiva
bajo lonas negras
cerca de la propiedad de Saito
que queda a solo 50 kilómetros
de la central nuclear.
(Noboru) Algunas personas decidieron
dejar de cultivar
y se marcharon a otras regiones
con toda su familia.
Yo no me fui.
Decidí seguir trabajando en la región
y combatir la radiación.
Está midiendo las partículas beta
de radiación.
Tenemos que asegurarnos que el arroz
no esté contaminado de radioactividad.
Así que cada primavera,
ponemos potasio en nuestros arrozales
para que lo absorba
en lugar de cesio [radiactivo].
Esto se conoce como inhibición
de la reabsorción.
El desastre nuclear ha obligado a Saito
a buscar nuevas maneras
para asegurarse de que
sus productos sean seguros,
incluyendo conseguir
donaciones en internet
para adquirir un aparato medidor
de radiaciones por 22.000 dólares.
(Nobuoru) Aquí tenemos algunos pimientos.
Primero hay que pesarlos.
550-560 gramos.
Luego los metemos adentro.
La máquina medirá
los niveles de radiación
y se podrá ver si está o no
por debajo del estándar.
Los resultados aparecerán
después de 15 minutos.
Aunque ya después de 30 segundos
se ve que se está estabilizando en cero.
El gobierno japonés ha declarado que
la comida de Fukushima es segura.
Dos años después del desastre,
se reportó que el 1,5 %
de los productos alimenticios
aún superaban el límite seguro
de radiación.
En 2017, la cifra se redujo a 0,05 %.
Pero la gente sigue siendo reticente.
(Noboru) Si traigo mi producto
directamente
puedo responder a las preguntas
de los clientes
y así vender mejor
porque converso con ellos
para que me entiendan.
Y así la gente compra
los productos de Fukushima
con más tranquilidad.
Cada semana tenemos más clientes.
Ya sea por los melocotones o las verduras,
los clientes regresan
porque tienen muy buen sabor.
Pero aunque los clientes vuelvan,
el peligro sigue latente.
Para 2022, la planta nuclear se quedará
sin instalaciones de almacenamiento
para las aguas residuales radiactivas,
y los expertos han aconsejado al gobierno
liberar el agua en el océano,
lo cual podría afectar la pesca
y plantear nuevas inquietudes
sobre los cultivos de la región.
Koji Furuyama también es
un granjero en Fukushima
que se especializa en melocotones de lujo.
Su estrategia para cambiar
el estigma de la región
es ser el mejor del mundo.
Lo que la agricultura japonesa busca
es producir en un espacio limitado...
KOJI FURUYAMA
Fruticultor
... los mejores cultivos del mundo.
El contenido de azúcar en este melocotón
es más del 20 %.
Fácilmente puede llegar a costar
unos 50.000 yenes [$471] por fruta.
Además, este es el melocotón
más grande del mundo.
Será así de grande.
Continuará creciendo
y haciéndose más dulce.
Sus mejores melocotones tienen tres veces
más azúcar que las del supermercado
y cuestan unos 20.000 dólares cada uno.
El año pasado,
el mayor contenido de azúcar
que logramos fue de 40,5 %.
Yo mismo lo probé.
Es difícil describirlo con palabras.
Al comer algo tan delicioso
te quedas sin palabras.
Incluso sus frutas más asequibles
son bastante caras.
Estas suelen venderse
por 12.000 yenes [$113] cada una
en los grandes almacenes de la ciudad.
En conjunto, estas cajas cuestan alrededor
de 70.000 yenes [660 dólares] cada una.
Mientras Japón se prepara
para exhibir su recuperación
al albergar los Juegos Olímpicos
10 años después del terremoto,
se anunció que los juegos de béisbol y
softbol se llevarán a cabo en Fukushima.
Los productores locales están emocionados
de que los juegos les dé una oportunidad
para reintroducir sus productos al mundo.
(Koji) La gente involucrada con los medios
le presentará al mundo
una Fukushima recuperada.
Así que los Juegos Olímpicos
son un evento positivo para
una prefectura como Fukushima.
La reputación de Fukushima
está asociada a una imagen de peligro
y es la percepción a nivel mundial.
En lugar de relacionar Fukushima
con esa imagen negativa,
les invito a que nos visite
y compruebe personalmente
que la región es muy distinta
a lo que se imaginan.
Subtítulos por Jenny Lam-Chowdhury
www.eatingwithmyfivesenses.com