Que el sonido de esta campana
penetre profundamente en el cosmos.
Que incluso en los lugares más oscuros,
los seres vivientes puedan oírla con claridad,
para que en ellos cese todo sufrimiento,
el entendimiento llegue a sus corazones,
y trasciendan la senda del sufrimiento y la muerte.
La puerta universal del Dharma ya está abierta,
el sonido de la marea elevándose
se oye con claridad.
El milagro ocurre,
un hermoso niño aparece
en el corazón de una flor de loto.
Una sola gota de esta agua compasiva
es suficiente para reestablecer
la refrescante primavera a nuestras montañas y ríos.
Al escuchar la campana
siento que las aflicciones en mí comienzan a disolverse.
Mi mente está calma,
mi cuerpo relajado,
una sonrisa nace en mis labios.
Siguiendo el sonido de la campana
mi respiración me trae de vuelta
a la segura isla de la plena consciencia.
En el jardín de mi corazón
las flores de la paz
florecen esplendorosamente.