La Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible
promete hacer que los derechos humanos sean reales para todos, en todas partes.
Tiene 17 objetivos
y la igualdad entre los géneros
interviene en todos ellos.
En un momento en que nos enfrentamos a conflictos, extremismo y deterioro del medioambiente,
los ODS se centran en la sostenibilidad, la igualdad, la paz y el progreso.
Los ODS hacen frente a la creciente desigualdad en todo el mundo
a través del compromiso de no dejar a nadie atrás.
La agenda para 2030 es muy clara:
sin igualdad entre los géneros,
no puede haber desarrollo sostenible.
Aunque en realidad, las desigualdades entre los géneros son casi omnipresentes
en todas las dimensiones del desarrollo sostenible.
A nivel mundial, las mujeres y las niñas
tienen una representación excesiva entre los más pobres.
330 millones de mujeres y niñas viven con menos de 1.90 $ al día.
Son 4.4 millones más que el número de hombres.
En casi dos tercios de los países,
es mucho más probable que las mujeres sufran inseguridad alimentaria que los hombres.
A pesar de recientes progresos,
el acceso a una educación de calidad aún no es universal.
A nivel mundial, 15 millones de niñas nunca llegarán a leer ni a escribir,
respecto a 10 millones de niños.
El cambio climático tiene una repercusión proporcional
en mujeres y niños.
Es 14 veces más probable que mueran en un desastre que los hombres.
La mayoría de las mujeres urbanas
viven en unas condiciones
en las que no tienen acceso a agua potable,
instalaciones sanitarias mejoradas,
viviendas duraderas
o suficiente espacio para vivir.
El ritmo de progreso en muchas zonas hoy en día es demasiado lento
como para lograr los ODS en 2030.
Para que las promesas se vuelvan actos, debemos esforzarnos más ya.
Necesitamos medidas públicas para afrontar la desigualdad y la discriminación.
Debemos invertir en políticas y programas que beneficien a las mujeres y niñas.
Necesitamos más y mejores datos
para evaluar si lo que estamos haciendo por las mujeres y niñas realmente funciona.
Y necesitamos un mayor grado de responsabilidad en todos los niveles
para las promesas que se hacen pero no se cumplen.
Convirtamos estas promesas en actos.
Y hagamos que la igualdad entre géneros se convierta en una realidad para todas las mujeres y niñas.
Depende de todos nosotros.
Asegurarnos de que sea un trayecto exitoso.