A diario, escucho historias horribles
de gente que huye por sus vidas,
a través de fronteras
peligrosas y mares hostiles.
Pero hay una historia que
me quita el sueño por las noches,
y es sobre Doaa.
Una refugiada siria, de 19 años,
que estaba viviendo una vida
horrible en Egipto,
trabajando horas y horas.
Su padre pensaba constantemente
en su próspero negocio en Siria
que había sido bombardeado.
Y la guerra que los había traído allí
solo iba por el cuarto año.
Y la comunidad
que una vez les dio la bienvenida
se había cansado de ellos.
Un día, unos hombres en motocicletas
intentaron secuestrarla.
De estudiante entusiasta en el pasado,
que solo pensaba en el futuro,
había pasado a estar
constantemente asustada.
Pero aún conservaba su esperanza,
porque estaba enamorada de
un refugiado sirio llamado Bassem.
Bassem también sufría en Egipto,
y le dijo a Doaa:
"Vayamos a Europa; buscaremos
refugio y seguridad.
Yo trabajaré, y tú podrás estudiar",
la promesa de una nueva vida.
Y pidió la mano a su padre para casarse.
Su padre aceptó.
Pero sabían que para llegar a Europa
tendrían que arriesgar sus vidas,
al viajar a través del Mediterráneo
y ponerse en manos de contrabandistas
conocidos por su crueldad.
Además a Doaa le aterraba el agua.
Siempre le había asustado,
y nunca aprendió a nadar.
Era agosto y ya 2000 personas
habían muerto ese año
al tratar de cruzar el Mediterráneo,
pero Doaa tenía un amigo que había
conseguido llegar al norte de Europa,
y pensó: "Quizá nosotros
también podamos".
Así que preguntó a sus padres
si podían irse,
y tras una dolorosa discusión
dieron su consentimiento.
Bassem pagó los ahorros de su vida
-- USD 2500 por cada uno --
a los contrabandistas.
Un sábado por la mañana los llamaron,
y les llevaron en autobús a una playa
donde había cientos de personas.
Entonces en pequeñas barcas
se les condujo a un viejo bote de pesca,
500 personas apiñadas en ese bote,
300 abajo y [200] arriba.
Había sirios, palestinos,
africanos, musulmanes y cristianos,
100 niños, incluyendo Sandra
-- la pequeña Sandra, de 6 años --
y Masa, de 18 meses.
Había familias en el bote,
apiñadas hombro con hombro,
pie con pie.
Doaa iba sentada con las piernas
contra el pecho,
y Bassem le tomaba la mano.
Segundo día en el mar:
estaban enfermos de preocupación
y mareados por la agitación del mar.
En el tercer día,
Doaa tuvo una premonición.
Y le dijo a Bassem:
"Creo que no lo lograremos,
creo que el barco se va a hundir".
Y Bassem le dijo:
"Por favor ten paciencia,
conseguiremos llegar a Suecia,
nos casaremos
y tendremos un futuro".
Cuarto día: los pasajeros empezaban
a estar agitados.
Le preguntaron al capitán:
"¿Cuándo llegaremos?"
Este les mandó callar y les insulto.
Dijo: "En 16 horas llegaremos
a la costa italiana".
Estaban débiles y agotados.
De pronto vieron acercarse un pequeño
bote con 10 hombres a bordo,
que empezaron a gritarles,
e insultarles,
tirándoles palos
y mandándoles desembarcar
y pasar a este otro bote,
más pequeño e inseguro.
Los padres temían por sus hijos
y todos juntos rehusaron desembarcar.
Así que el bote se alejó,
con su tripulación furiosa,
y al cabo de hora y media regresaron
y empezaron a embestir el bote
de Doaa, abriendo un agujero,
justo debajo de donde ella
y Bassem estaban sentados.
Y ella escuchó cómo gritaban:
"¡Qué los peces se los coman!"
Y se echaron a reír
mientras el barco se hundía.
Las 300 personas debajo de
la cubierta estaban condenadas.
Doaa se aferraba a un lado de la
embarcación mientras se hundía,
y vio con horror como un pequeño
era cortado en pedazos por las hélices.
Bassem le dijo: "Por favor suéltate,
o serás arrastrada y la hélice
te matara a ti también".
Recuerden, ella no sabía nadar.
Ella se soltó y empezó a mover
sus brazos y piernas,
pensando "esto es nadar".
Milagrosamente,
Bassem encontró un salvavidas.
Era un flotador de niños,
que usan para jugar
en piscinas o en mares tranquilos.
Y Doaa se subió al flotador,
con sus brazos y piernas colgando
a los lados.
Bassem era un buen nadador,
así que le cogió de la mano
y se mantuvo a flote.
A su alrededor había cadáveres.
En un principio, sobrevivieron
unas 100 personas,
empezaron a agruparse
y a rezar por un rescate.
Pero cuando un transcurrió
un día y nadie acudió,
algunos perdieron la esperanza,
y Doaa y Bassem vieron
como hombres se quitaban los chalecos
salvavidas y se hundían en el agua.
Un hombre se les acercó
con un bebé en su hombro,
9 meses de edad... Malek.
Iba para mantenerse a flote aferrado
a una bombona de gas, y les dijo:
"Creo que no voy a sobrevivir.
Estoy demasiado débil.
Ya no tengo fuerzas".
Y entregó al pequeño Malek
a Bassem y a Doaa,
quienes la pusieron sobre el salvavidas.
Así que ahora eran tres:
Doaa, Bassem y la pequeña Malek.
Y ahora permítanme hacer aquí
una pausa en nuestra historia
y preguntar:
¿Por qué refugiados como Doaa
asumen esta clase de riesgos?
Millones de refugiados están viviendo
en el exilio, en el limbo.
Ellos viven en otros países huyendo
de una guerra que lleva en marcha
cuatro años.
Aunque quisieran volver, no pueden.
Sus hogares, sus negocios,
sus pueblos y ciudades
han sido completamente destruidas.
Yo misma lo vi
durante mi viaje a Homs, en Siria.
Esta es una ciudad Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO,
y así es como está ahora este lugar
anteriormente dinámico y alegre.
Así que la gente continúa huyendo
a través de las fronteras,
a los países vecinos,
y construimos campos de refugiados
para ellos en el desierto.
Cientos de miles de personas
viven en campos como este,
y miles y miles más, millones,
viven en pueblos y ciudades.
Las comunidades,
los países vecinos que una vez
les dieron la bienvenida
de corazón, con los brazos abiertos
están ahora abrumados.
Simplemente no hay bastantes escuelas,
sistemas de agua, de sanidad.
Ni siquiera los países ricos de Europa
podrían manejar este flujo de gente
sin una ingente inversión.
La guerra de Siria ha expulsado
a casi 4 millones de personas,
pero más de 7 millones de personas
huyen dentro del mismo país.
Esto significa que más de la mitad
de la población siria
se han visto forzada a huir.
Vuelvo a aquellos países vecinos
que albergan a tantos.
Sienten que los países más ricos
han hecho muy poco por apoyarlos.
Y los días se han convertido
en meses, los meses en años.
La estancia de un refugiado
se supone que es temporal.
Vuelvo a Doaa y Bassem en el agua.
Era el segundo día, y Bassem
estaba cada vez más débil.
Ahora era el turno de Doaa
de decir a Bassem:
"Mi amor, por favor ten fe, por
nuestro futuro. Lo lograremos".
Y él le contestó:
"Siento haberte puesto
en esta situación, amor mío.
Nunca he amado a nadie
tanto como te amo a ti".
Y se soltó del salvavidas,
hundiéndose en el agua.
Doaa vio como el amor de su vida
se ahogaba ante sus ojos.
Más tarde, ese mismo día
una madre se acercó a Doaa con
su pequeña hija de 18 meses, Masa.
Esta era la pequeña
que les enseñé en la foto antes,
con el chaleco salvavidas.
Su hermana mayor Sandra,
acababa de ahogarse,
y su madre sabía que tenía que hacer
todo lo que estuviera a su alcance
para salvar a su hija.
Y le dijo a Doaa: "Por favor acógela,
deja que sea parte de ti.
Yo no sobreviviré".
Y a continuación se alejó y ahogó.
Entonces Doaa, la refugiada
de 19 años asustada del agua,
que no sabía nadar,
se encontró a cargo de dos bebés.
Y ellos estaban sedientos,
hambrientos y cansados.
Ella hizo todo lo posible
para distraerlos:
les cantó, les recitó palabras del Corán.
A su alrededor, los cadáveres flotaban
poniéndose negros.
El sol quemaba durante el día.
Por la noche había una luna fría y bruma.
Era aterrador.
Al cuarto día en el agua,
otro hombre se acercó,
y esta es la escena, así es como
probablemente Doaa se veía
en el salvavidas con sus dos niños.
Al cuarto día se acercó una mujer
y le pido que acogiera a otro niño,
un pequeño niño de tan solo 4 años.
Cuando Doaa cogió al pequeño
y la madre se hundió
le dijo al niño que lloraba:
"Solo se ha ido a buscarte comida y agua".
Pero su corazón se detuvo al poco tiempo
y Doaa tuvo que soltar al niño en el agua.
Más tarde ese mismo día,
miró hacia el cielo con esperanza,
Porque había visto como dos aviones
cruzaban el cielo.
Y ella movió sus brazos,
esperando que la vieran,
pero al poco los aviones se habían ido.
Pero esa tarde, cuando el sol
se estaba escondiendo,
vio un barco, un barco mercante.
Y ella dijo "Por favor Dios,
deja que me rescaten".
Ella agitó los brazos y sintió
como si hubiera gritado durante 2 horas.
Ya había oscurecido, pero finalmente
los focos de búsqueda la vieron
y le lanzaron una cuerda
sorprendidos al ver a una mujer
sujetando dos bebés.
Los subieron al barco,
y les dieron oxígeno y mantas,
un helicóptero griego vino
a recogerlos
y a llevarlos a la isla de Creta.
Pero Doaa miró hacia abajo
y preguntó: "¿Y Malek?"
Y ellos respondieron que
la pequeña no había sobrevivido,
había exhalado su último suspiro
en la clínica de la embarcación.
Pero Doaa estaba segura que cuando
les habían subido al barco de rescate
la pequeña sonreía.
Solo 11 de las 500 personas
sobrevivieron al naufragio
Nunca hubo una investigación
internacional sobre lo sucedido.
Hubo algún reportaje sobre
un asesinato en masa en el mar,
una tragedia terrible,
pero solo duró un día.
El ciclo de noticias siguió rodando.
Mientras tanto, en el hospital
pediátrico de Creta,
la pequeña Masa estaba al borde
de la muerte.
Estaba deshidratada.
Sus riñones apenas funcionaban.
Sus niveles de glucosa
estaban demasiado bajos.
Los médicos hicieron todo
lo posible por salvarla,
y las enfermeras griegas
no se separaron de su lado,
la cogían, la abrazaban,
le cantaban canciones.
Mis colegas la visitaron también
y le recitaron palabras bonitas en árabe.
Sorprendentemente,
la pequeña Masa sobrevivió.
Y pronto la prensa griega empezó
a hablar sobre el bebé milagroso,
que había sobrevivido 4 días
en el agua sin comida ni agua,
y las ofertas de adopción
llegaron de todo el país.
Y mientras tanto Doaa, estaba
en otro hospital de Creta,
delgada, deshidratada.
Una familia egipcia estuvo con ella
todo el tiempo
y la acogió tan pronto
como salió del hospital.
Pronto el mundo entero conocía
la historia de Doaa,
y se publicó un número en Facebook.
Empezaron a llegar mensajes:
"Doaa, ¿sabes qué le pasó a mi hermano?
¿Mi hermana? ¿Mis padres? ¿Mis amigos?
¿Sobrevivieron?"
Uno de aquellos mensajes decía:
"Creo que has salvado
a mi sobrina, Masa".
E incluía esta foto.
Era el tío de Masa,
un refugiado sirio que había conseguido
llegar a Suecia con su familia
y también con la hermana mayor de Masa.
Pronto, esperemos, Masa se reunirá
con él en Suecia,
hasta entonces, está cuidada
en un hermoso orfanato en Atenas.
¿Y Doaa? La historia de su supervivencia
también se dio a conocer.
Los medios de comunicación escribieron
sobre esta pequeña mujer,
sin poder imaginar cómo logró
sobrevivir durante todo ese tiempo
bajo tales condiciones en el mar
y aun así salvar otra vida más.
La Academia de Atenas, una de las
más prestigiosas instituciones griegas
le otorgó un premio por su valentía,
y Doaa se merece todo esto,
y merece una segunda oportunidad.
Pero ella sigue queriendo ir a Suecia.
Quiere reunirse allí con su familia.
Ella quiere traer a sus padres
y a sus hermanos pequeños
lejos de Egipto,
y yo creo que lo conseguirá.
Quiere ser abogada o política
o algo que ayude a pelear
contra la injusticia.
Ella es una superviviente extraordinaria.
Pero, tengo que preguntar:
¿Y si Doaa no hubiera tenido
que asumir ese riesgo?
¿Por qué tuvo que pasar por todo eso?
¿Por qué no había una manera legal
para que estudiara en Europa?
¿Por qué Masa no pudo tomar
un avión a Suecia?
¿Por qué Bassem no hubiera podido
encontrar un trabajo?
¿Por qué no hay un plan de reasentamiento
masivo para los refugiados,
víctimas de la peor guerra
de nuestro tiempo?
El mundo hizo esto por los vietnamitas
en los 70, ¿por qué no ahora?
¿Por qué hay tan poca inversión
en los países vecinos,
que albergan a tantos refugiados?
y ¿por qué, y esta es la pregunta clave,
se está haciendo tan poco por parar
las guerras, la persecución
y la pobreza, que está llevando
a tanta gente
a las costas de Europa?
Hasta que estos problemas
se resuelvan,
la gente continuará lanzándose al mar
en búsqueda de seguridad y asilo.
¿Y qué va a pasar ahora?
Bien, esto es en gran medida
decisión de Europa.
Entiendo el miedo de la población.
La gente se preocupa por su seguridad,
por la economía, los cambios culturales.
Pero ¿todo eso es más importante
que salvar vidas humanas?
Porque creo que
hay algo fundamental aquí
que creo que anula al resto,
se trata de nuestra humanidad.
Nadie que huye de la guerra
o de la persecución
debería morir al cruzar
el mar buscando seguridad.
(Aplausos)
Una cosa es cierta,
ningún refugiado se subiría
a uno de esos peligrosos botes
si pudiera prosperar donde está
Ningún emigrante realizaría
un viaje tan peligroso
si tuviera bastante comida
para él y sus hijos.
Y nadie entregaría los ahorros
de toda su vida
en manos de contrabandistas
si hubiera una forma legal de migrar.
Así que, en nombre de la pequeña Masa,
en nombre de Doaa,
en nombre de Bassem,
y en nombre de esas 500 personas
que se ahogaron,
¿podemos asegurarnos de que
no hayan muerto en vano?
¿Podemos aprender de lo ocurrido,
y luchar por un mundo en el que
cada vida importe?
Muchas gracias.
(Aplausos)
Presentadora: Gracias Melissa,
muchas gracias.
¿Querrías quedarte conmigo?
Es una historia extraordinaria.
No sé cuántas de estas historias has oído
en los últimos meses.
Pero es una historia feliz,
con un final feliz.
Es una que se centra en lo que
has dicho al final,
lo que importa es nuestra humanidad,
Melissa Fleming: Exacto
Todos escuchamos historias
del aumento de las cifras,
Un 400 % más de refugiados
vienen a Grecia,
millones de refugiados,
que huyen por sus vidas,
estos datos son difíciles
de entender para cualquiera.
Por lo que creo que lo que necesitamos
es ser responsables para encontrar
la historia humana que hay detrás,
la historia individual.
Y una de las cosas que
siempre veo en los refugiados
es que tienen una resistencia increíble,
las historias que oigo,
no puedo ni imaginármelo,
pasan todo eso y aun así siguen adelante
y lo que necesitan
es solo un poquito de humanidad,
y un apoyo del mundo,
porque ellos de verdad que
no vienen aquí voluntariamente.
Ellos preferirían mucho más
estar en sus casas.
Presentadora: Muchas gracias, Melissa.
MF: Gracias a Uds. por invitarme.
(Aplausos)