En 1982, con apenas 22 años,
Jean-Michel Basquiat pintaba esta obra.
Una imagen potente y deslumbrante,
que mezcla texto, color,
simbolismo y trazos
en una explosión cruda y sin censura.
En una sola pintura,
usaba la potencia instintiva
de su lenguaje visual
para decir todo lo que quería decir
sobre Estados Unidos, sobre el arte,
y sobre ser negro en ambos mundos.
1. JOVEN, DOTADO Y NEGRO
El rápido ascenso de Basquiat
a principios de los 80
conmocionó el centro de Manhattan.
En la escena artística del momento,
él sobresalía
no solo por ser negro
en un ambiente notablemente blanco,
sino por ser un artista que denunciaba
esta falta de representación.
Se convertiría
en uno de los pocos pintores negros
en abrirse camino
en la conciencia internacional.
[Basquiat:] A la gente negra
no se la representa de forma realista.
[Basquiat:] Ni siquiera se la representa
lo suficiente en el arte moderno.
Basquiat mostraba las caras
y mencionaba los nombres
de millones y millones de personas
ignoradas en la historia del arte.
Venía a inquietar el mundo del arte
con obras sobre la realidad de ser negro,
obras que serían mostradas en museos,
a pesar de estar pensadas
para una audiencia muy diferente.
1982 fue el año de Basquiat.
Era una estrella en ascenso
en la cúspide de su potencial.
Y esta sería su pintura
más mítica y más codiciada.
Una pintura que luego de ser vendida
por primera vez,
no vería la luz por más de 30 años.
De hecho, solo una pequeña foto
era la prueba de que existía.
Hasta el 2017, cuando fue subastada.
2. NUEVA YORK
Cuando Jean-Michel Basquiat
estaba en Nueva York en 1978,
era una ciudad de alquileres bajos
y mucha delincuencia.
El centro de Manhattan era una meca
para artistas, músicos y cineastas.
Todo el mundo era creativo,
y todo el mundo llegaría lejos.
La gente suponía que Basquiat
era un grafitero sin educación ni cultura
que venía del gueto
con un talento casi sobrenatural.
Esto era en parte un mito
que se había construido él mismo,
y en parte era la imagen
que la gente tenía
de lo que un artista negro,
desaliñado y con rastas podía ser.
Pero él no era el artista salvaje
que a la prensa le gustaba retratar,
sino que era un joven
con mucha ambición, de clase media,
y que sabía de historia del arte,
especialmente sobre
la presencia y la ausencia
de la cultura negra
en el arte occidental.
Basquiat era hijo de padre haitiano
y madre puertorriqueña,
y vivían en un hogar estable,
de clase media, en Brooklyn.
Recibió educación privada,
y era un niño dotado.
Podía leer y escribir a sus cuatro años,
y hablaba tres idiomas con fluidez.
Era muy cercano a su madre,
quien alentaba su lado artístico.
De chico lo llevó a ver Guernica
en el museo de arte modero
y lo registró como miembro junior
en el museo de arte de Brooklyn.
De niño, Basquiat se la pasaba dibujando.
Por desgracia, su madre fue internada
en un hospital psiquiátrico
cuando él tenía 13 años,
y a los 17, se fue de su casa.
Comenzó viviendo
en las calles de Manhattan,
y en hoteles de mala muerte.
Luego pasó a los sofás y las camas
de sus amigos y amantes.
En 1978, se unió a un viejo compañero,
Al Díaz,
y formaron el dúo de arte callejero
SAMO©.
3. USO DE "SAMPLES"
La carrera de Basquiat
comenzó con el texto.
Con el seudónimo SAMO©,
Basquiat y Díaz comenzaron
a pintar con aerosol
los edificios del Lower East Side.
Mientras que el grafiti
era dejar una marca
y delimitar territorios,
SAMO© escribía mucho más que un nombre.
Aunque se lo consideraba grafiti,
era algo muy distinto.
Eran poetas y provocadores,
dejaban mensajes crípticos
en paredes cercanas a galerías de arte.
Pero para Basquiat
era solo un medio para su fin.
Quería hacerse rico y famoso,
y SAMO© era una forma
de que la prensa y el público lo vieran.
En 1980, en la cima de su fama,
decidió abandonar el dúo
y seguir por su cuenta.
Nunca pensó que SAMO© era grafiti,
para él eran declaraciones y poemas.
Incluso cuando su éxito era inmenso,
a Basquiat lo seguían llamando
grafitero o exgrafitero.
Un término que, según él,
asociaba su obra a la falta de educación
y de refinamiento.
Un término que consideraba simplista
y racista.
Se mudó al East Village
con Alexis Adler.
Como no tenía dinero para lienzo,
pintaba en el suelo, en las paredes,
en las puertas y en los muebles.
Luego, comenzó a hacer postales
que vendía por un dólar en la calle.
Vendiendo postales en Soho,
Basquiat vio a Andy Warhol
en un restaurant.
Era un gran admirador de Warhol,
y se emocionó mucho
cuando le vendió una postal
llamada "Stupid game, bad ideas".
Aparecen los ceros y las cruces
del tres en raya
que usaría después en Untitled.
Warhol quedó intrigado
con el joven de la calle
salpicado de pintura
con quien años después
iniciaría una colaboración,
acoplándose a la fama emergente
de Basquiat.
Había algo de glamur comercial
en ser un prodigio en la miseria,
pero para Basquiat era una actuación.
Sus referencias eran grandes artistas
como Cy Twombly y Dubuffet,
escritores como Jack Kerouac,
Alan Ginsberg y William Burroughs,
y músicos como David Bowie y Miles Davis.
Basquiat observaba como los raperos
usaban samples,
y lo incorporaba en sus obras.
Al igual que los músicos
tomaban partes de James Brown,
él tomaba de Rauschenberg,
de Picasso, del arte africano,
e incorporaba referencias
a sus raíces haitianas y puertorriqueñas.
Pintaba varias obras a la vez,
con docenas de libros a su alrededor,
la música fuerte, y la TV prendida.
Sus referencias eran muchas
y muy diversas:
Anatomía, poesía, jazz, TV basura,
tipografía e historia del arte.
Le permitían crear collages visuales
profundamente originales,
y al mismo tiempo,
arraigados
en una historia lingüísitica muy rica.
Mezclaba las palabras y los textos
de forma instintiva,
como un músico.
Pero era el color lo que unía sus obras.
Basquiat era un maestro del color,
y combinaba crayones pasteles con aerosol,
crayones con acrílicos,
y colores primarios puros
en capas sucesivas.
Y construía sus figuras
remarcando y reforzando
cada línea y cada forma.
Estas palabras de aquí
fueron raspadas y pintadas por encima,
un préstamo deliberado
de una vieja técnica
conocida como "pentimento".
Este era un motivo característico
de Basquiat.
Decía:
"Tacho las palabras para que se vean más.
El hecho de que estén ocultas
es lo que hace querer leerlas."
Usaba sus obras
para destacar a sus héroes negros.
La doble "a" que vemos en Untitled
puede representar "Aaron",
una referencia a Hank Aaron,
el reconocido jugador de béisbol
afroamericano,
un ídolo de la infancia de Basquiat,
y el primero de sus héroes
en ser coronado en una de sus obras.
4. SÍMBOLOS
Las coronas en el arte occidental
cargan un gran bagaje histórico.
Y Basquiat usaba las coronas como símbolos
para desafiar los conceptos
de raza y de poder.
Coronaba héroes negros.
Para él, la corona de tres puntas
representaba a artistas,
deportistas y escritores.
La corona pone a los marginados
al mismo nivel que los reyes,
e incluso, los santos.
Otro símbolo que usaba
es el signo de derecho de autor.
Lo usaba para atacar con ironía
a los mecanismos del mercado del arte,
y como signo del reclamo
de su propia autoría.
Las líneas atravesadas
que vemos en sus obras
se pueden interpretar
como alambre de púas,
una vista frecuente
en la decadencia de Nueva York de los 80.
También se han interpretado
como líneas de metro.
Sin embargo, es el cráneo
la figura que más asociamos con Basquiat.
En 1968, a sus siete años,
Basquiat sufrió un grave accidente de auto
mientras jugaba en la calle,
y tuvieron que extirparle el bazo.
Durante la recuperación,
su madre le compró el manual de anatomía
"Gray's Anatomy",
y se lo aprendió de memoria.
La anatomía se convertiría
en un tema central
a lo largo de toda su obra.
Lo más memorable de esta obsesión
es la representación
de los cráneos humanos.
Estos son los cráneos
de generaciones de esclavos,
los cráneos vudú de Haití,
y las máscaras africanas primitivas,
apropiadas por el arte occidental
desde hace tanto tiempo.
5. FAMA
La carrera de Basquiat
coincidió con el auge
del neoexpresionismo,
el regreso de la pintura,
y el resurgimiento de la figura humana.
Y esta imagen cruda y potente
anunciaba la llegada
de este desconocido y joven artista
y una de las principales figuras
del movimiento.
Luego de terminar Untitled
en enero de 1992,
la galerista neoyorquina
Annina Nosei
le dio el estudio en el subsuelo
de su galería
para que trabajara
en su primera muestra individual.
Y así surgió el rumor
de que un fugitivo negro y sin hogar
estaba produciendo obras de arte en serie
encerrado a la fuerza en un sótano.
[Basquiat:] Eso... es bastante perverso.
Nunca estuve encerrado a la fuerza.
[Basquiat:] Dios santo... Es que...
[Basquiat:] Si fuese blanco,
me dirían "artista en residencia"
en vez de inventar esas cosas.
Se decía que la motivación de Basquiat
era el deseo de ser aceptado
debido al rechazo de su padre.
La fama cumplió su deseo
y le dio mucho dinero,
pero nunca sería aceptado del todo.
Vendió su primer pintura
a Debbie Harry de Blondie por 200 dólares.
Un año más tarde, ya vendía sus obras
por veinte mil dólares,
y más rápido de lo que las pintaba.
Su muestra individual
en la galería de Annina Nosei
fue un éxito inmenso.
De repente estaba pintando en Europa,
en California,
vivía con Madonna,
y era amigo de Warhol.
Aunque llevaba una vida con muchos lujos,
padecía el racismo todos los días.
Sus inauguraciones eran súper exitosas,
pero le era casi imposible
conseguir un taxi.
En las tiendas, era custodiado de cerca
por los guardias de seguridad.
Le negaban la entrada
a restaurantes elegantes.
Y una vez, lo demoraron dos horas
en un aeropuerto
y lo interrogaron para averiguar
cómo un hombre negro con rastas
podía volar en primera clase.
Para Basquiat,
el éxito no de conseguir muestras,
tener un corredor de arte,
o ganar fortunas.
Él quería reconocimiento
por parte de la crítica, los curadores
y los historiadores del arte:
el Establishment.
Pero se enfrentaba a muchos prejuicios:
por ser joven,
por su conexión con el grafiti,
por no tener formación,
y por los temas de sus obras.
6. TRABAJAR CON WARHOL
Volvió a encontrarse con Warhol en 1982,
esta vez en un almuerzo
organizado por su corredor de arte.
Basquiat era un gran admirador de Warhol,
y quizás tomó esta oportunidad
para entrar en el Establishment del arte.
Basquiat volvió a su casa
luego del almuerzo
y a las dos horas,
le mandó una pintura a Warhol,
aún fresca, de ambos rostros.
Esta pintura fue el comienzo
de una gran amistad entre los artistas.
Y así comenzó su colaboración.
Es un mito que la carrera de Basquiat
despegó cuando se unió a Warhol.
Él ya era famoso,
o Warhol no hubiera tenido interés.
Su relación personal y profesional
era simbiótica.
Se necesitaban.
La carrera de Warhol se había estancado,
y necesitaba algo nuevo que la reanimara.
Basquiat, por su parte,
necesitaba entrar a la elite artística.
Su segunda muestra
de pinturas en conjunto en 1985
fue atacada por la crítica
y destrozada por la prensa.
Un crítico llamó a Basquiat
"la mascota de Warhol",
esto le resultó devastador.
La amistad entre ambos
nunca pudo superarlo,
y Basquiat cortó su vínculo con Warhol.
A pesar del ataque de la prensa,
ambos se tenían mucho cariño y respeto.
Warhol era una de las pocas personas
de las que escuchaba consejos
sobre su abuso de drogas.
Warhol, se decía,
amaba a Basquiat como a un hijo.
Un año después del fin de la amistad,
Warhol murió de forma repentina
durante una operación.
Basquiat quedó devastado,
y empezó a aislarse cada vez más.
La depresión y su adicción a la heroína
se salieron de control.
Un año después,
él también moriría.
7. VEINTISIETE
[Reportero:] ¿Estás enojado?
[Basquiat:] Claro que sí.
[Reportero:] Cuéntame del enojo...
[Reportero:] ¿Con qué estás enojado?
[Basquiat suspira]
Sin poder cumplir con las demandas
que la fama le acarreó,
en 1988, con apenas 27 años,
Jean-Michel Basquiat,
el artista negro más exitoso
en la historia,
murió de una sobredosis de heroína.
Su rápido asenso
y su carrera un tanto controversial
duraron solo 7 años.
Basquiat era un artista
tan dedicado a su obra
y tan consiente de su legado
como Miguel Ángel o Picasso.
Como todos los artistas
que visito en esta serie,
Jean-Michel Basquiat
estaba motivado, tenía ambición
y trabajaba muy duro.
Madonna contaba
que cuando vivían juntos,
a veces se despertaba a las 4 a.m.
y lo encontraba pintando.
Su necesidad de crear era apremiante.
Y en su corta carrera
produjo más de dos mil pinturas.
Nunca abandonó su objetivo,
y jamás suavizó su mensaje.
Sus obras, brutales y crudas,
denunciaban la dura realidad
que enfrentan los afroamericanos
en los Estados Unidos.
Son tan relevantes hoy
como lo fueron hace 14 años.
A pesar de la importancia de sus obras,
casi no hay ninguna
en colecciones públicas.
No hay ninguna en el Reino Unido,
y solo algunas en otros países.
Untitled permaneció
en la misma colección privada
desde que la compraron en 1984
por 19 mil dólares.
Cuando apareció en una subasta en 2017,
alcanzó la suma más alta
que se haya pagado por una obra,
no solo de un artista negro,
sino de cualquier artista estadounidense,
incluso Andy Warhol,
110 millones de dólares.
Su arte no se puede separar de su vida.
Su carisma, su motivación,
su raza, su talento
y su temprano fin.
Sus obras sobreviven
como el testimonio de su talento
para plasmar su realidad cotidiana
en su arte.
La carrera de Jean-Michel Basquiat
fue breve pero espectacular,
y aún continúa haciendo sombra
en el mundo del arte.
Subtítulos: Giuliana Tomio