Hemos evolucionado con las
herramientas y estas con nosotros.
Nuestros ancestros crearon estas
hachas de mano hace 1,5 millones de años,
moldeándolas no solo para ajustar
una tarea a las manos,
sino también a "sus" manos.
Sin embargo, con los años,
estas se han especializado
cada vez más.
Estas herramientas de esculpir
han evolucionado con el uso,
y cada una tiene una forma diferente
que corresponde a su función.
Y aprovechan la destreza
de nuestras manos
para manipular cosas
con mucha más precisión.
Pero como las herramientas se han
vuelto cada vez más complejas,
necesitamos controles más complejos
para manejarlas.
Los diseñadores se han vuelto
hábiles para crear interfaces
que nos permitan manipular parámetros
mientras atendemos otras cosas,
como tomar una fotografía
y cambiar el enfoque,
o la apertura.
Pero la PC ha cambiado fundamentalmente
la forma en que vemos las herramientas
porque la computación es dinámica.
Así que uno puede hacer
un millón de cosas diferentes
y ejecutar un millón de
aplicaciones diferentes.
Sin embargo, la PC tiene
la misma forma física estática
para todas esas diferentes aplicaciones
y los mismos elementos de
una interfaz también estática.
Y creo que esto es
fundamentalmente un problema,
porque realmente no nos permite
interactuar con las manos
y capturar toda la destreza
que tenemos en el cuerpo.
Mi idea es que, por ende, necesitamos
un nuevo tipo de interfaces
que pueda capturar estas
ricas capacidades que tenemos
y que puedan adaptarse
físicamente a nosotros
y permitirnos interactuar
en nuevas formas.
Y eso es lo que he estado
haciendo en el Media Lab del MIT
y ahora en Stanford.
Así que, con mis colegas
Daniel Leithinger y Hiroshi Ishii,
creamos inFORM,
donde la interfaz puede
de hecho salir de la pantalla
y se puede manipular físicamente.
O se puede visualizar físicamente
información en 3D
y tocarla y sentirla para
entenderla de nuevas formas.
O se puede interactuar a través
de gestos y deformaciones directas
para esculpir en plastilina digital.
O pueden surgir de la superficie
elementos de la interfaz
y cambiar según la demanda.
Y la idea es que para
cada aplicación individual,
la forma física se puede
ajustar a la aplicación.
Y creo que esto representa
una nueva forma
de interactuar con la información,
haciéndola física.
Así que la pregunta es,
¿cómo usaremos esto?
Tradicionalmente, los urbanistas
y arquitectos construyen modelos físicos
de ciudades y edificios
para entenderlos mejor.
Con Tony Tang en el Media Lab, creamos
una interfaz construida en inFORM
para permitir a los urbanistas
diseñar y ver ciudades enteras.
Y ahora se la puede recorrer,
pero es dinámica, es física,
hasta pueden interactuar en directo.
O pueden ver diferentes vistas,
como información de población
o de tránsito,
pero de manera física.
Creemos también que esta forma dinámica
muestra que se pueden cambiar
las formas de colaborar
remotamente con la gente.
Así, cuando trabajamos
juntos presencialmente,
no solo los miro frente a frente
sino que también estoy gestualizando
y manipulando objetos.
Y eso es realmente difícil de hacer
con herramientas como Skype.
Con inFORM, pueden acceder
desde la pantalla
y manipular cosas a cierta distancia.
Y se usan pines de visualización
para representar las manos,
permitiendo de hecho tocar
y manipular objetos a distancia.
Además, se puede manipular y también
colaborar en conjuntos de datos 3D.
Así que también les pueden
hacer gestos y manipularlos.
Y eso permite a la gente colaborar
en estos nuevos tipos de información 3D
de forma más rica de lo que podría
ser con los recursos tradicionales.
Y luego también pueden
traer objetos existentes
y capturarlos por un lado
y transmitirlos por otro.
O pueden tener un objeto
vinculado en dos lugares.
Así, cuando muevo un balón en un lado,
el balón también se mueve en el otro.
Y hacemos esto capturando
al usuario remoto
con una cámara espacio-sensorial
como la Kinect, de Microsoft.
Ahora, se podrían estar preguntando
cómo funciona todo esto,
y esencialmente, son
900 accionadores en línea
conectados a estas conexiones mecánicas
que permiten que la acción de aquí abajo
se propague a estos pines de arriba.
No es complejo comparado
a lo que sucede en el CERN,
pero construirlo nos llevó mucho tiempo.
Empezamos con un solo motor,
un solo accionador lineal,
y luego tuvimos que diseñar una placa
de circuito a medida para controlarlos.
Más tarde tuvimos que hacer muchos más.
Y el problema de hacer 900 de estos,
es que hay que hacer cada paso 900 veces.
Por eso había mucho por hacer.
Y, por así decirlo, pusimos una
mini planta explotadora en Media Lab,
trajimos universitarios y los
convencimos de hacer "investigación".
(Risas)
Tuvimos madrugadas de películas y pizza,
atornillando miles de tuercas.
Ya saben, investigación.
(Risas)
Como sea, pienso que
nos entusiasmaron mucho las cosas
que nos permitió hacer inFORM.
Estamos usando, cada vez más, equipos
móviles, e interactuando donde sea.
Pero estos dispositivos,
tanto como las PC's,
son usados para muchas
aplicaciones diferentes.
Se usan para hablar por teléfono,
para navegar en la web,
jugar videojuegos, tomar fotos,
e incluso para miles de otras cosas.
Pero, una vez más, tienen
la misma forma física estática
para cada una de estas aplicaciones.
Por ello, queríamos llegar a tomar
algunas de las mismas interacciones
que desarrollamos para inFORM
y llevarlas a dispositivos móviles.
Así que, en Stanford, creamos
esta pantalla de borde háptico;
es un equipo móvil con una
matriz de actuadores lineales
que pueden cambiar de forma,
pueden sentir en las manos dónde
se está mientras se lee un libro.
O se pueden sentir en el bolsillo
nuevos tipos de sensaciones táctiles,
más variadas que la vibración.
O botones que pueden emerger de
un lado, permitiendo interactuar
donde uno quiera que estén.
O pueden jugar videojuegos
y tener botones reales.
Y pudimos hacer esto
insertando 40 pequeños actuadores
lineales dentro del dispositivo.
Eso permite no solo tocarlos
sino regresarlos también a su lugar.
También hemos observado otras formas
de crear cambios de forma más complejas.
Así que hemos usado un actuador neumático
para crear un equipo mutante
donde se puede ir de un modo
muy similar a un teléfono,
a una pulsera en el proceso.
Así que junto con Ken Nakagaki
en el Media Lab,
creamos esta nueva versión
de alta resolución
que usa un rayo de servomotores para
pasar de una pulsera interactiva
a un dispositivo de acceso táctil,
a un teléfono.
(Risas)
También estamos interesados
en buscar formas
en las que los usuarios
puedan deformar la interfaz
para darle formas en dispositivos
que ellos quieran usar.
Así, pueden hacer algo como
un controlador de juego,
y luego el sistema entenderá
en qué forma está
y cambiar a ese modo.
Así que, ¿a dónde apunta esto?
¿Cómo avanzamos a partir de aquí?
Creo, realmente, que hoy estamos
en esta nueva era de
la Internet de las Cosas,
donde hay PC's por doquier,
en nuestros bolsillos, en las paredes,
están en casi todos los dispositivos que
comprarán en los siguientes cinco años.
Pero ¿qué pasaría si dejáramos
de pensar en dispositivos
y en vez de eso pensáramos en ambientes?
Y en cómo podemos tener
muebles inteligentes
o habitaciones inteligentes,
o ambientes inteligentes,
o ciudades que puedan adaptarse
a nosotros físicamente,
y nos permitan tener nuevas formas
de colaboración con la gente
y hacer nuevos tipos de tareas.
Así, para la Semana del Diseño
de Milán, hemos creado TRANSFORM,
una mesa interactiva a escala
de estos visualizadores de forma
que puede mover objetos reales
en la superficie y, por ejemplo,
recordarles llevar sus llaves.
Pero pueden transformarse también para
ajustarse a distintas interacciones.
Así, si uno quiere trabajar,
pueden cambiar y adaptarse
al sistema de trabajo.
Y mientras uno lleve
el dispositivo consigo,
este creará todas las
prestaciones necesarias
y otros objetos para ayudar
a cumplir esos objetivos.
Así que, en conclusión,
realmente pienso que tenemos que
pensar una forma nueva, muy diferente,
de interactuar con las PC's.
Necesitamos PC's que puedan
adaptarse físicamente a nosotros
y adaptarse a las formas
en las que necesitamos usarlas
y realmente aprovechar
la destreza de las manos,
y la facultad de pensar espacialmente
la información, haciéndola física.
Pero anticipándonos, creo que necesitamos
ir más allá de los dispositivos,
para pensar realmente
nuevas formas de unir a la gente,
de brindar nuestra información al mundo,
y pensar ambientes inteligentes que
se adapten físicamente a nosotros.
Y con eso, me despido.
Muchas gracias.
(Aplausos)