Estadísticamente, mi principal riesgo de muerte… soy yo mismo. El suicidio es la principal causa de muerte en hombres menores de 45 años en el Reino Unido: 12 hombres al día, 84 semanalmente, uno cada dos horas. Uno de ellos fue mi mejor amigo de la infancia, Steve Yates. Pero él no era solo un número. Era padre, hijo, esposo y amigo, mi amigo. Era un tipo normal, encantador, divertido, increíble. De adolescentes éramos inseparables. Estábamos siempre juntos, éramos muy unidos, uña y carne, hermanos de otra madre. Pero a medida que nos hicimos mayores la vida nos comenzó a distanciar. Así que nunca supe lo mal que en realidad estaba Steve, hasta que fue demasiado tarde. Steve se había puesto tan mal mentalmente, que creía que estaríamos mejor sin él. Ciertamente no es así. Charlábamos de vez en cuando, pero él siempre me decía que todo estaba genial. Cuando Steve murió, yo, al igual que muchos, me culpé a mí mismo: ¿Qué pude haber hecho de otra manera? ¿Cómo podría haberlo ayudado? ¿Por qué lo hizo? Pero yo sabía... sabía que no podía volver atrás. Tenía que seguir adelante, pero ¿cómo hacerlo? Necesitaba ayudar al próximo Steve, para que otros amigos y familiares no tengan que pasar por lo mismo. Por aquel entonces, leí un artículo que decía que los hombres de mi edad ven deportes y documentales. Así que justamente hice eso. Decidí hacer una película. "Steve" es un documental positivo sobre la salud mental masculina, con personas reales, conversaciones reales, y, sobre todo, soluciones reales. Durante un año viajé por el país hablando con gente increíble sobre lo que estaban pasando, y, especialmente, sobre lo que podemos hacer para detenerlo. Descubrí que al mostrar mi vulnerabilidad, mostrar que yo no me sentía genial se hizo más fácil para nosotros hablar honestamente. Tuvimos el estreno el marzo pasado, con 300 personas, asombrosamente, y terminó con una gran ovación. Me sentí completamente abrumado. Pero por la forma en que la gente reaccionó, pensé que esto podría ser el comienzo de algo aún más grande. Descubrí que hacer la película era solamente la mitad de la solución. Cómo, y sobre todo, dónde la muestre podría marcar la diferencia. Me pregunté: "¿Cómo llevo esta película a los hombres que más la necesitan?". Pues necesito ir a ellos. Ahí fue que el trabajo arduo realmente comenzó: Ir a donde están los hombres. Y eso fue lo que hice: fui a los bares, tabernas, gimnasios, sitios de construcción, dondequiera que los hombres se congregan normalmente. He realizado 47 proyecciones, en Coutts, Queen Banks, hasta en una prisión de categoría B. Y cada una fue muy distinta. Cada una despertó una conversación increíble. Cada una resultó más que solamente una película. Descubrí que los bares son los mejores. Sí, ya conozco la relación entre el alcohol y la depresión. ¡Pero hay muchos hombres en los bares! Y... Cuando un hombre se sienta ahí, sin ser presionado a hablar, cargando con su dolor, ven a otros hombres abrirse. Al final, podían decir: "Sí, también me siento así". Es como ser el primero en la pista de baile. Alguien comienza, y les da a todos la confianza de participar. He estado allí cuando un grupo de hombres que nunca se han conocido antes de repente se abren sobre sus tensiones y sus presiones, solo porque han visto a otros hacerlo en la pantalla. Una semana, un lunes, fui a una agencia de publicidad. La mostré allí. Estaba hablando con un tío que gana 300 mil al año. Y luego el viernes estaba en una prisión hablando con un hombre que llevaba nueve años de una condena de 21. La similitud de sus preocupaciones me llamó la atención. Uno, físicamente encarcelado; el otro, financieramente, sintiendo que su trabajo lo controlaba. Ambos se sentían aislados, echaban de menos a sus familias, ambos lamentaban decisiones, ambos necesitaban hablar. Así que pensé: "Ésta es una forma real en que puedo marcar la deferencia, ayudar a que la conciencia de salud mental se convierta en acción. Así que comenzaré un grupo de conversación". Y creamos "Talk Club". Lo fundamos con otras personas de la película, con reglas simples sobre cómo hablar, sin dar consejos ni juzgar, solamente escuchar. Necesitaba encontrar la forma en que los hombres se identificaran con el club, qué palabras eran las adecuadas. ¿Podría esto ayudar a cambiar la forma en que los hombres ven su salud mental? Incluso esas dos palabras parecen ser una barrera. Muchos hombres pensaban que la salud y la enfermedad mental eran lo mismo. Pero si lo comparan con su salud física, las cosas se vuelven mucho más claras. Por ejemplo, consideremos al cerebro como un músculo. Necesita ayuda para fortalecerse, pero también necesita descanso. Así que hablamos del bienestar mental para ayudar a los hombres a ser fuertes mentalmente: si se ponen en forma, se volverán fuertes. Y creemos que en Talk Club, sólo el hablar regularmente puede mantenerlos mentalmente en forma. Todo comienza con dos palabras: "¿Cómo estás?". Pero a muchos hombres les resulta difícil articular eso. Así que añadimos cuatro más: "del 1 al 10". ¿Cómo estás del 1 al 10? Luego les pedimos que nos expliquen por qué están en ese número. El número de todos es diferente, personal para ellos. El 5 de un hombre podría ser el 7 de otro. En realidad es sólo un técnica, una forma de tener control de su estado mental. Pero funciona. Como esta mañana, cuando tuvimos ensayos, resolví algunas cosas y estaba preocupado. Estaba nervioso por conocerlos hoy. No dormí bien... por la ansiedad de estar aquí. Y de hecho, tuve un mal sueño. Entonces, para mí, esto se traduce en que me despierto y digo: "Me desperté en un 5, ¿cómo puedo llegar a un 6 para el desayuno? ¿A un 7 para el almuerzo? ¿A un 8?" Y lo que encontré fue que ser amable conmigo mismo es la repuesta. Así que fui a correr esta mañana, y desayuné muy bien, llamé a mis hijos, tuve una llamada tonta con ellos, y mi número empezó a subir. Para mí se trata de cómo funcionan los hombres, desde los volantes que repartimos hasta dónde tenemos los grupos. Así que miren, éstas son las reglas. Muy bien, no leemos instrucciones, pero necesitamos reglas de cómo hablar. Pero ¿qué es lo primero... (Risas) ¿Qué es lo primero que hace un tipo con un papel de éstos? Lo dobla por la mitad una y otra vez. y lo pone en su bolsillo trasero. (Risas) Entonces voy a usar cada lado de este papel para convencerte (Risas) de que necesitas ser parte de Talk Club. Nuestra comunidad en línea sólo ha existido unos meses, y ya tenemos más de mil hombres que hablan de sus números con regularidad. Contamos con 21 grupos físicos, globalmente, que funcionan semanal o mensualmente, en tabernas, gimnasios, espacios dominados por hombres, cómodos para los hombres. Nos aseguramos de que sea un ambiente cómodo, seguro y confidencial, donde se sientan seguros de compartir lo que les pase por la mente. Un grupo típico puede ser de ocho hombres. Nos sentamos en un círculo, tenemos una pelota para hablar, sólo habla el hombre que sostiene la pelota. Luego revisamos nuestros números. Entonces hablamos sobre aquello de lo que estamos agradecidos. Después tenemos una ronda de cómo vamos a cuidar nuestra salud mental esta semana. Luego solamente tenemos nuestros números al salir. Es tan simple pero tan poderoso, y de alguna manera esto puede durar dos horas. Antes de Talk Club, muchos miembros me han dicho que solían pensar que era de débiles hablar sobre los sentimientos. Ahora saben que hablar regularmente sobre sus preocupaciones los hace más fuertes. Y si los ayudamos a que sean más fuertes mentalmente, podríamos tener un impacto en sus niveles de estrés y ansiedad. Así que cuando me preguntaron lo que quiero que ustedes se lleven de esta charla, contesté que quería que se llevaran la idea sobre la salud mental, así le preguntan a alguien que amen: "¿Cómo estás del 1 al 10?". Porque he descubierto que esa simple pregunta puede cambiar vidas. Digo esto después de cada proyección de "Steve": "Si están preocupados por alguien, pregúntenle: '¿Cómo estás del 1 al 10?'". Y un hombre me dijo que hizo exactamente eso. De camino a casa, llamó a su mejor amigo. Estaba preocupado por él. Iba a ser padrino en su boda el fin de semana, pero presentía que algo no estaba bien. Así que le preguntó: "¿Cómo estás del 1 al 10?". Luego de una larga pausa, su amigo le respondió: "2". Así se superaron las barreras. El amigo entonces descubrió que estaba a punto de cancelar la boda. Estaba pensando en huir, e incluso había pensado en el suicidio. Preguntarle aquello, estar ahí para su amigo, lo cambió todo. Ese hombre ahora está casado, esperando un hijo, y ambos son parte de Talk Club. Yo creo que si Talk Club hubiese existido hace 10 años, Steve estaría todavía con nosotros, y yo no estaría en este escenario ahora. No puedo volver atrás. Sólo puedo seguir adelante. Sólo puedo tratar de ayudar al próximo Steve. Así que les pregunto a todos ustedes: ¿Cómo están del 1 al 10? Gracias. (Aplausos) (Vítores)