Hola. Me llamo Molly Steer y tengo 9 años. He descubierto que los sorbetes realmente apestan. A principios de este año, fuimos con mi madre al cine a ver "Un océano de plástico". Fue la primera vez que me dijeron que el plástico nunca se descompone, en realidad, nunca desaparece del todo. La película decía que en todo el mundo los océanos se están llenando con el plástico que tiramos. Este plástico daña a los animales marinos. Y no solo eso, cuando los humanos comemos pescado, también ingerimos el plástico que ellos consumieron. Las aves comen pequeños trozos de plástico y se están muriendo porque no queda suficiente espacio en sus estómagos para la comida real. Las tortugas confunden bolsas plásticas con medusas, su comida preferida. Y todos hemos visto sorbetes acumulados en las narices de las pobres tortugas. No es justo. De regreso a casa, luego de mirar la película, empecé a pensar qué podía hacer para ayudar. Pensé en los sorbetes plásticos. Parecen inofensivos, ¿no? ¿Pero sabían que, cada día, usamos más de 500 millones de sorbetes? Si los alineáramos, darían la vuelta al mundo cuatro veces, cada día. Pensé en que solo usamos estos sorbetes durante unos minutos antes de arrojarlos a la basura. ¿Y qué hay de esas bebidas que traen más de un sorbete? ¡Es una locura! El problema es que no siempre terminan en la basura. Muchas veces acaban en los desagües pluviales y van directo al océano. Pero incluso si los sorbetes llegan al cubo de basura, ¿qué pasa después? ¿Qué creen que ocurre después, una vez que los tiramos? Como dije antes, el plástico no se descompone, así es que nunca "desaparece". Cuando mi madre me pide que guarde mi ropa, sé dónde va a parar. Tiene un lugar, pero el plástico no "desaparece". ¿Sabían que hasta el primer sorbete que usaron aún se encuentra en el planeta? En algún lugar. Nunca se descompondrá ni "desaparecerá". Sabía que si mis amigos conocían este problema, todos querrían ayudar al océano. Después de todo, vivimos en Cairns, y la Gran Barrera de Coral es nuestro patio de juegos. Quería proteger a la Gran Barrera de Coral, así, decidí intentar eliminar los sorbetes de las cantinas de las escuelas locales. Y, por supuesto, comencé con mi escuela. Me sentí muy contenta por el apoyo que recibí por parte de mis maestras. Ellas también querían proteger nuestro medioambiente. Fue la primera escuela en unirse al proyecto Straw No More. Luego seguí hablando con otras personas sobre mi idea, incluso con un periódico, la TV y radios. Gracias a esto, otras escuelas de los alrededores de Cairns se enteraron y también quisieron unirse. Pronto, recibimos mensajes desde Corea del Sur, Nueva Zelanda, Inglaterra y EE.UU., así como de otros estados de Australia cuyas escuelas querían unirse al proyecto Straw No More. Sé que existen personas con movimiento limitado en las manos, gente en sillas de rueda, por ejemplo, y entiendo que ellos realmente dependan de los sorbetes. Necesitan usar sorbetes; pero la mayoría de nosotros, no. Vivir sin sorbetes es realmente simple. Todo lo que tienen que hacer es tomar la decisión de parar. ¡Simple! Y si en verdad deben usar sorbetes, asegúrense de que sean reutilizables. De bambú, de acero inoxidable, de papel son mejores alternativas que el plástico. Claro que también pueden decirle directamente "no" a los sorbetes. Cuando compren una bebida para llevar en una tienda o en un bar, si son adultos, pidan específicamente "sin sorbetes" y explíquenle al personal por qué y pídanle que se unan al proyecto Straw No More. Así, estarían demostrando a los clientes que les importa nuestro planeta. Actualmente, 16 escuelas se han unido al proyecto, lo que representa unos 10 000 niños que no usan sorbetes en sus bebidas, en la escuela, cada día. Si cada uno de estos niños usaba al menos un sorbete al día, significa que un total de tres millones de sorbetes no irá a parar a la Gran Barrera, cada año. Pero mi trabajo no acaba aquí. Continuaré hasta que los sorbetes se eliminen de cada escuela en Cairns, en Queensland, en Australia y, tal vez, algún día, en todo el mundo. Me llamo Molly Steer y espero que coincidan en que los sorbetes apestan. (Aplausos)