Viacheslav Titiokin comenta sus impresiones sobre lo sucesos en Kazjistán
Viacheslav Nikoláyevich, en uno de los países más prosperos del espacio postsoviético, -de acuerdo a
la estadística oficial-, se han producido graves desórdenes y disturbios. ¿Qué está pasando?
Ciertamente, para muchos, lo que estaba pasando en Kazajistán de un tiempo a esta parte,
ha resultado ser algo totalmente inesperado.Ocurre que Kazajistán está entre los principales 20 productores
de petróleo del mundo. Extraen más de un millón de barriles por día, y con una población
de 16 millones de personas, sin duda se podrían permitir un alto nivel de vida.
Al mismo tiempo, ya anteriormente nos llegaban noticias provenientes de Kazajistán, de que a pesar
de la aparente prosperidad, a pesar del lujo que presenta la capital que han construido de un modo bastante
artificial en el centro del país, en realidad los problemas sociales se estaban acumulando.
Y el detonante han sido precisamente esas contradicciones internas en ese país.
La gente que ha salido a las barricadas, por así decir, que han plantado cara a las fuerzas del orden
en Kazajistán,tenían sin duda motivos de sobra para demostrar su indignación:
reciben sueldos bajos, ha habido despidos masivos. Ha molestado mucho a la gente, el que los especialistas
chinos que allí trabajan, reciben sueldos muchos más altos que los lugareños.
Ha habido un factor de discriminación, discriminación nacional, que siempre hiere la sensibilidad de
la gente. Al mismo tiempo cada vez se dejaba sentir más la discriminación social.
En Kazajistán está surgiendo a gran velocidad la clase social de "nuevos ricos"
y ya hay media docena de multimillonarios, en una población repito de 16 millones
y con una población bastante pobre. Y al mismo tiempo, con todos esos multimillonarios como telón de fondo
ha aparecido una capa de población que vive en la absoluta miseria.
La gente que trabaja en el sector petrolero no recibe unos salarios dignos.
Por eso la acumulación de contradicciones sociales inevitablemente ha desembocado
en esta explosión social.
¿Han sido solo las motivaciones sociales, la injusticia social, lo que ha sacado la gente a la calle?
Debemos dirigir nuestra atención al modo en que se desarrollaron las protestas en los países del Oriente
Próximo. Cierto que allí las condiciones para que surgiese esa tensión social y el consiguiente estallido
social, eran más. Por eso se produjo esa explosión en esos países.
Sin embargo desde el principio todos los observadores señalaron la influencia del factor externo.
Es decir, las fuerzas externas inmediatamente intervinieron en los acontecimientos que se estaban desarrollando
en esos países. ¿Por qué estas fuerzas están interesadas en la desestabilización?
Porque esa desestabilización o caos dirigido -como ellos lo llaman- es el medio que utilizan para controlar
a esos países. Kazajistán tiene una gran importancia para Occidente: es una de las grandes potencias
extractoras de petróleo, a la que la siguen uniendo fuertes lazos con Rusia.
Evidentemente a esas fuerzas externas esto es algo que no interesa en absoluto
Por eso han encontrado fuerzas que han decidido utilizar la legítima indignación de la gente
a fin de desestabilizar Kazajistán y llevárselo a la órbita de la influencia occidental.
Esos intentos hace tiempo que se vienen sucediendo, los emisarios occidentales al más alto nivel, visitan
constantemente la capital Astaná. Y sin embargo, Kazajistán de un modo más o menos consecuente se ha mantenido
fiel a la idea de mantener una linea de relaciones comerciales, de hermandad y amistad con Rusia.
Está claro que esto provocaba bastante descontento en Occidente y ese era una de los motivos
aunque no el principal, para los desórdenes que hemos visto estos días en Kazajistán.
Muchos sin embargo ven con bastante escepticismo todas estas teorías conspiratorias
¿A quién beneficia la desestabilización de Kazajistán?
Lógicamente estaríamos hablando de la oligarquía internacional, si analizamos a grandes rasgos
quién estaría detrás de estos acontecimientos, en Oriente Próximo y ahora en Kazajistán,
por supuesto que la oligarquía mundial aspira a mantener y reforzar su
influencia y control sobre el mundo entero. Este proceso comenzó con la destrucción de la Unión Soviética,
cuando desapareció la única fuerza que podía contener las aspiraciones imperialistas
Ahora la Unión Soviética no existe, por eso se podría decir que han estado a sus anchas,
estas fuerzas. En lo concreto las fuerzas de la oligarquía actúan mediante el uso de los servicios de
inteligencia occidentales, los servicios secretos de la OTAN. Ya hemos visto como esos servicios han
actuado antes en Yugoslavia, luego en Ucrania, en Georgia, y otros países. Es la misma firma
de los servicios de inteligencia occidentales.
¿Los acontecimientos en Kazajistán, pueden reflejarse de algún modo en la situación en Rusia?
Estos sucesos deben invitar cuando menos al gobierno ruso a reflexionar sobre el curso que
llevan veinte años poniendo en práctica. Los comunistas siempre hemos tenido el pleno convencimiento
de que este curso inevitablemente conducirá a una conmoción social, a un estallido social,
y lo que está ocurriendo ahora en Kazajistán viene a confirmar plenamente nuestro punto de vista.
Allí donde hay unas políticas antipopulares, antisociales, como las que están aplicando los grupos que
gobiernan hoy Rusia, éstas conducirán inevitablemente a un estallido, a una confrontación como la que
estamos viendo en Kazajistán.
Traducción: Josafat S. Comín