¿Sabéis dónde se creó la primera moneda? La moneda se creó en el 600 a.C en Turquía, con un propósito muy simple: que ganaderos, agricultores, herreros, artesanos, pudieran transaccionar fácilmente, y ganarse la vida como habían hecho hasta entonces, pero de una manera más sencilla. Esto, ¿dónde nos ha llevado, dónde estamos hoy? Poco a poco la humanidad, la raza humana, nosotros, nos hemos dedicado a acumular estas monedas. Y, ¿dónde nos ha llevado? Simplemente tenéis que mirar los medios de comunicación: Miedo, depresión, angustia. ¿Dónde nos ha llevado? Nuestra reflexión es que nos ha llevado a necesitar una moneda que nos recuerde cuáles son los valores humanos. Esta es Ana, mi mujer, embarazada. Era un momento muy bonito, un momento increíble. Sin embargo, el gatillo que activó ese momento en nosotros era: "¿Nuestro bebé va a venir en el mejor momento, al mejor lugar?" y sobre todo, "¿qué estamos haciendo nosotros para mejorar este mundo?" En ese momento yo tenía una empresa, con una adorable socia y 17 felices empleados. ¿Cuántos de vosotros sois padres? Pues seguramente coincidís conmigo con que esta foto, este momento, es uno de los momentos más increíbles que una persona pueda tener en la vida. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero esta foto es incapaz de explicar los mil sentimientos que yo tenía en ese momento. Sin embargo, había algo, una cosita, que no estaba bien. Yo llevaba meses sin mi empresa, sin hablar con mi socia y sin hablar con ninguno de mis empleados. Mi vida dio un giro de 180 grados. Y eso fue lo mejor que me pasó en la vida, de hecho. En ese momento y en los meses sucesivos me dediqué a salir a la calle con un grupo de jóvenes universitarios extraordinarios, A intentar... a intentar formular una hipótesis y ver si esa hipótesis era realidad. Lo que decidimos hacer fue salir a hacer acciones desinteresadas por cualquier persona que nos lo pidiera o no nos lo pidiera o lo necesitara: personas conocidas, desconocidas, etc. Y claro, lo primero que hicimos fue salir por Barcelona. Hicimos cosas tan sencillas, tan cotidianas, como parar a una persona que iba cabizbaja en una mañana fría, regalarle un café; lavarle el coche a un desconocido y dejarle una nota; parar a una abuelita que salía de un supermercado y darle una flor, cogerle las bolsas y acompañarla hasta la puerta de su casa... Y poco a poco ese proyecto se fue cristalizando. Nos dimos cuenta que la acción desinteresada es una fuente de felicidad universal, no solo para las personas que la reciben, también para las personas que la realizan. Y nació "The social coin". "The social coin" es una moneda que todos llevamos en nuestro bolsillo y que simboliza una acción desinteresada. Las personas se pasan la moneda y se van ayudando las unas a las otras. El funcionamiento es muy sencillo. Esta moneda tiene un código único que permite que se trace y todas las historias de ayuda se van almacenando en una página web en la que podemos comentar, ver, acuñar incluso más monedas. Además la moneda, es biodegradable, y como dentro tiene una semilla, se puede plantar al final de la cadena. Esta moneda no se puede almacenar, la vida de la moneda es de tres meses. Os pongo un ejemplo: en el centro, Pau, tiene una moneda. Conoce a Jane, una amiga de Japón. Jane viene a Barcelona. Pau se marca un propósito en la página web: enseñarle Barcelona a Jane. Dan un paseo, Pau la invita a cenar, le entrega la moneda, se asegura de que Jane va a seguir la cadena y Jane se vuelve a casa con la moneda. Entra en la página web, explica que Pau no solo la ha llevado por la ciudad, sino que también la ha invitado a cenar, y en Japón le entrega la moneda a John. John se la entrega a Liu, y así, sucesivamente, durante tres meses, hasta que al final, todos reciben un correo para plantar la moneda juntos. Os quiero enseñar cuál es la evolución de "The social coin". Hace seis meses, salimos a Barcelona con monedas y con un grupo de voluntarios. Empezamos a hacer favores indiscriminadamente, a todas las personas que teníamos delante. A la segunda semana, se nos unieron dos empresas que acuñaron monedas y nos las dieron para que siguiéramos repartiéndolas por Barcelona. En poco tiempo, las monedas estaban en toda España. Al segundo mes, ya teníamos monedas por toda Europa. Al tercer mes, teníamos monedas en todo el mundo. Y esto se ha convertido en un movimiento global. A fecha de hoy, tenemos 15 000 monedas que han realizado más de 100 000 favores en más de 40 países y han generado 4000 árboles. Como os decía, es un movimiento. Este proyecto lo hemos creado por las personas, por todos vosotros, y os animo a que participéis, que entréis en la web, que acuñéis una moneda, que nos enviéis un correo, que nos digáis que queréis ayudar. Y seguramente, una de las cosas más increíbles de este proyecto, es que es un proyecto sostenible. Lo estan haciendo posible personas individuales y empresas, que se dedican a acuñar monedas, repartirlas a sus empleados y darles un reto a la sociedad para que salgan a la calle a resolver una problemática social. Personas como Diana, una joven ejecutiva que siempre me dicen: "¡No digas que es adicta a The social coin!" Pero sí, es bastante adicta. Cada mes acuña monedas: entra en la página web, y vuelve a acuñar monedas. ¿Y qué está haciendo? Está repartiendo monedas entre todos sus amigos, toda su familia, y está haciendo cosas tan sencillas, como regalarles una planta, una fruta, una verdura de su huerto. ¿Y en qué se están convirtiendo esas verduras? Se están convirtiendo en personas que ayudan a otras en su trabajo. Se están convirtiendo en personas que se unen en movimiento, en grupo para ayudar a una persona que está pasando un mal momento. Diana para nosotros es un referente y siempre decimos una cosa: que el mundo, pese a todo, es un engranaje perfecto. E igual que hace Diana, es muy importante encontrar nuestro lugar dentro de él. Como decía Galeano: "Personas pequeñas, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo". Igual que hicieron los agricultores, los artesanos, los herreros desde el 600 a.C. (Aplausos)