Soy un pediatra especializado en oncología
e investigo las células madre en la universidad de Stanford
donde mi objetivo principal ha sido el trasplante de médula ósea.
Ahora, motivado por Jill Bolte Taylor el pasado año,
no he traído un cerebro humano,
pero sí he traído un litro de médula ósea.
Y la médula ósea es lo que en realidad usamos
para salvarle la vida a decenas de miles de pacientes,
la mayoría de los cuales tienen enfermedades avanzadas como leucemia y linfomas
y otras muchas enfermedades.
Hace unos años, estaba haciendo mi entrenamiento de trasplantes en Stanford.
Estoy en el quirófano. Aquí tenemos a Bob,
un donante voluntario.
Estamos mandando su médula a través del país para salvarle la vida
a un niño con leucemia.
Entonces, ¿cómo extraemos esta médula ósea realmente?
Pues tenemos el equipo de O.R., anestesia general, enfermeras,
y otro médico enfrente mío.
Bob está en la mesa, y tomamos esta pequeña aguja,
ya saben, no muy grande.
Y el modo en el que procedemos es básicamente
introducirla por el tejido suave de la piel,
y apretarla contra el duro hueso,
hasta el cóxis -- es el término médico --
y succionar alrededor de 10 mililitros de médula ósea,
cada vez, con una jeringa.
Y dársela a la enfermera. Ella la vacía en una lata.
Me la pasa de vuelta. Y repetimos el proceso una y otra vez.
Unas 200 veces normalmente.
Y cuando terminamos, tengo el brazo dormido, callos en la mano.
Dejemos sólo a Bob,
que tiene el trasero parecido a ésto,
como queso suizo.
Entonces me puse a pensar que éste procedimiento no había cambiado en 40 años.
Y seguramente hay una forma mejor de hacerlo.
Así que me imaginé una manera mínimamente invasiva para hacerlo.
Y un nuevo instrumento que llamamos el recolector de médula.
Ésto es.
Y el recolector de médula, aquí enseñamos cómo funciona.
A nuestro paciente transparente estándar,
en vez de agujerear su hueso docenas de veces,
simplemente lo hacemos una vez, por delante o por detrás de la cadera.
Y tenemos un catéter flexible
con una punta de cable enrollado especial que se queda dentro de la parte crujiente de la médula
y sigue la forma de la cadera, tal y como lo muevas.
Así que te permite succionar rápidamente,
o sacar, médula ósea de calidad muy rápido a través de un solo agujero.
Podemos hacer más de una pasada para el mismo agujero.
Sin necesidad de robots.
Y así, tan rápido, a Bob le hacemos una sola punción, con anestesia local,
y en calidad de paciente no ingresado.
Hice unos cuantos prototipos. Stanford me dio una pequeña subvención.
Y fui probando lo que era capaz de hacer.
Y nuestro equipo ha desarrollado esta tecnología.
Y luego hicimos pruebas con grandes animales, como los cerdos.
Y para nuestra sorpresa, encontramos no sólo que extraímos médula ósea,
sino que en ella había 10 veces más actividad de células madre
en la médula de nuestro recolector, que comparada con el método tradicional.
Este aparato fue aprobado por la Administración de alimentos y fármacos (FDA) el pasado año.
Aquí tenemos un paciente vivo. Pueden ver como se curva gracias a su flexibilidad.
Aquí habrá dos pasadas, en el mismo paciente, en el mismo agujero.
Ésto lo hicimos con anestesia local, y en calidad de paciente externo.
Y obtuvimos, de nuevo, de 3 a 6 veces más células madre
que con el procedimiento tradicional en el mismo paciente.
Entonces, ¿por qué debería importarles? La médula ósea es una fuente abundante de células madre.
Todos conocen las células madre embrionarias.
Tienen un gran potencial pero todavía no se investiga clínicamente con ellas.
Las células madre están por todo nuestro cuerpo,
incluyendo las que fabrican sangre en nuestra médula ósea.
Las cuales hemos estado utilizando como terapia de células madre
desde hace más de 40 años.
En la pasada década ha habido un gran crecimiento del uso
de células madre de médula ósea para tratar otras enfermedades del paciente,
como enfermedades coronarias, enfermedades vasculares,
ortopédicas, para la regeneración de tejido,
incluso en neurología para tratar el Parkinson,
y la diabetes.
Acabamos de sacarlo, vamos a comercializar este año
la versión 2.0 del recolector de médula.
Espero que este invento extraiga muchas células madre.
Lo que significa mejores resultados.
Puede convencer a más gente para hacerse
donante de médula ósea y salvar vidas.
Tambíen les permitiría guardar
sus propias células madre, cuando son jóvenes y saludables,
para utilizarlas en el futuro, en caso de necesitarlas.
Y por último -- aquí tenemos una foto de nuestros
trasplantados de médula ósea
que se reúnen cada año en Stanford.
Espero que esta tecnología nos permita
tener más de estos sobrevivientes en el futuro.
Gracias.
(Aplausos)