De pequeño, solía mirar a través del microscopio de mi padre los insectos atrapados en ámbar que tenía en casa. Estaban muy bien conservados, fenomenales a nivel morfológico. Imaginábamos que algún día cobrarían vida y saldrían arrastrándose de la resina, y de poder, escaparían volando. Si me hubiesen preguntado hace 10 años si seríamos capaces o no de secuenciar el genoma de animales extintos, hubiese dicho: Bueno, es poco probable. Si me hubiesen preguntado si seríamos capaces de revivir especies extintas, hubiese dicho: es un sueño. Pero hoy, sorprendentemente, estoy aquí para decirles que no solo la posibilidad de secuenciar el genoma de animales extintos, es una realidad hoy en día, sino que revivir una especie extinta también está a nuestro alcance. Quizá no con los insectos atrapados en ámbar. De hecho, este mosquito sirvió de inspiración para Parque Jurásico. Pero sí con los mamut lanudos. Con restos conservados en permafrost de los mamut lanudos. Los mamuts son la imagen por excelencia de la Era del Hielo. Eran grandes y peludos, y tenían colmillos enormes, y parece que tenemos una gran conexión con ellos, como con los elefantes. Quizá porque los elefantes tienen mucho en común con nosotros. Entierran a sus muertos, educan a su descendencia. tienen vínculos sociales muy estrechos, o quizá es que nos unen épocas remotas, porque los elefantes, como nosotros se originaron en África hace unos 7 millones de años. Y cuando los hábitats y el medio ambiente cambiaron, nosotros, como los elefantes, migramos hacia Europa y Asia. De modo que el primer mamut que aparece en la escena es meridionalis, que medía 4 metros de alto y pesaba unas 10 toneladas. Y era una especie adaptada al bosque, que se extendió desde Europa occidental, atravesando Asia central y el puente de Beringia, hasta algunas zonas de Norteamérica. Y de nuevo, cuando el clima cambió, porque siempre ocurre así, y aparecieron nuevos hábitats, surgió una especie adaptada a la estepa en Asia central, el trogontherii, empujando al meridionalis a Europa occidental. Surgieron las extensas praderas de la sabana en Norteamérica, donde apareció el mamut columbino, una especie enorme y sin pelo. Y apenas unos 500 000 años después aparece el mamut lanudo, el que más conocemos y amamos. Se extendió desde el este del puente de Beringia, hasta Asia central, desplazando a su vez al trogontherii hacia Europa central, y durante cientos de miles de años, migraron de un lugar a otro a través del puente de Beringia en las eras glaciares. y entraron en contacto con los mamuts columbinos, sus parientes del sur. Sobrevivieron allí cientos de miles de años, durante cambios climáticos drásticos. Se trata de un animal muy adaptable, que se enfrentó a cambios grandes en la temperatura y el entorno, y lo hizo muy bien. Permanecieron en tierra continental hasta hace unos 10 000 años, y, sorprendentemente, también en pequeñas islas de Siberia y Alaska hasta hace unos 3000 años. Los egipcios construían pirámides, y los mamuts lanudos vivían en islas. Y entonces desaparecieron como el 99 % de las especies que habían existido, se extinguieron, probablemente por el clima que se calentó, y la invasión de bosques densos hacia el norte, y también, como dijo el gran Paul Martín: probablemente la matanza excesiva, tanta cacería humana los acabó. Afortunadamente encontramos millones de sus restos esparcidos a través del permafrost, enterrados en Siberia y Alaska. Podemos ir y sacarlos. Y la preservación, como los insectos en ámbar, es fenomenal. Encuentras dientes, huesos con sangre, pelo, cráneos intactos que aún conservan cerebros. Pero la preservación del ADN depende de muchos factores y debo admitir que muchos de ellos no los entendemos aún, dependiendo de cuándo muere un organismo, qué tan rápido queda enterrado, la profundidad de su entierro, la constancia de la temperatura ambiente del entierro, dictarán que tanto sobreviva el ADN durante periodos geológicos grandes. Y es muy sorprendente para muchos de nosotros que no importa tanto el tiempo, la cantidad de tiempo, es la consistencia de temperatura de esa preservación lo que más importa. Así que si examinamos el interior de los huesos o los dientes que sobrevivieron al proceso de fosilización, el ADN, alguna vez intacto que envolvía a las histonas, ahora es atacado por bacterias que vivieron en simbiosis con el mamut durante su vida. Esas bacterias, junto con las del medio ambiente, liberan agua y oxígeno, y eso rompe el ADN en trozos cada vez más pequeños hasta obtener fragmentos que van de 10 pares de bases hasta, en el mejor de los casos, cientos de pares de bases. La mayoría de los fósiles registrados están libres de residuos orgánicos, pero unos cuantos tienen fragmentos de ADN que sobrevivieron por miles, incluso unos millones de años. Y con tecnología de punta hemos encontrado formas de rescatar el ADN de entre la mugre. Y no se sorprenderán si les digo a Uds., aquí, que si tomo un hueso o diente de mamut y extraigo ADN, obtengo ADN de mamut. Pero también obtengo bacterias de mamut. Y más complicado aún, obtengo ADN que sobrevivió en ese ambiente. Hablo de bacterias, hongos, etc. Así que tampoco es sorprendente que un mamut conservado en permafrost tenga un 50 % de ADN de mamut, mientras que un mamut columbino enterrado a temperatura ambiente conservará solo de 3 % a 10 %. Pero hemos inventado formas ingeniosas de separar, capturar y separar el ADN de mamut del ADN que no es de mamut. Y gracias a la secuenciación de alto rendimiento podemos sacar y reajustar usando bioinformática todos estos fragmentos de mamut y ponerlos en el eje del cromosoma de un elefante asiático o africano. Y haciendo esto podemos encontrar puntitos que varían entre mamuts y elefantes. ¿Y entonces qué sabemos ahora de los mamuts? Bueno, el genoma del mamut esta casi completo y sabemos que es realmente grande, de mamut. El genoma homínido es de unos 3000 millones de pares de bases, pero el de los elefantes y mamuts es 2000 millones más grande, y la mayoría se compone de ADN pequeño que se repite, lo que hace muy difícil reajustar la estructura completa del genoma. Pero esta información nos permite descifrar una de las relaciones más interesantes entre los mamuts y sus parientes vivos, los elefantes africanos y asiáticos todos compartieron un ancestro hace 7 millones de años, pero el genoma nos dice que los mamuts comparten un ancestro más reciente con el elefante asiático, hace 6 millones de años. Así que son más cercanos a los asiáticos. Con los avances en la tecnología genética ahora empezamos a secuenciar los genomas de otros mamuts extintos. Quiero hablar de dos de ellos: el mamut lanudo y el columbino. vivieron muy cerca uno del otro en las glaciaciones, cuando los glaciares eran enormes en Norteamérica, los lanudos se desplazaron a los ecotonos subglaciares y entraron en contacto con sus parientes del sur. Y ahí compartieron refugios, y resulta que compartieron un poco más. Parece ser que se apareaban. Y no es raro entre proboscideos, ya que resulta que los elefantes grandes de la sabana compiten por las hembras de los pequeños elefantes africanos de bosque. Así, los grandes mamuts columbinos se quedaron con las hembras de los lanudos. Me recuerda mi escuela, desafortunadamente. Esto no es trivial, dado que la idea es revivir especies extintas porque resulta que un elefante africano y uno asiático pueden aparearse y procrear y ocurrió por azar en un zoo de Chester, Inglaterra, en 1978. Significa que podemos usar cromosomas de elefantes asiáticos, modificarlos hacia estas posiciones que ahora podemos reconocer como genoma del mamut. Podemos poner eso en una célula enucleada para convertirla en una célula madre, subsecuentemente en un espermatozoide quizá, artificialmente inseminar un óvulo de elefante asiático y luego de un arduo proceso traer de vuelta algo que se vea así. Ahora, no sería una réplica exacta porque los pequeños fragmentos de ADN que mencionaba, no permitirían construir una estructura exacta. Pero sería algo que se vería y sentiría muy similar al mamut peludo. Y cuando les digo esto a mis amigos, me preguntan: ¿En dónde lo pondrías? ¿Dónde habitaría un mamut? No hay climas o hábitats adecuados. Pues en realidad no es el caso. Resulta que hay franjas de hábitat en el norte de Siberia y el Yukón que podrían albergar mamuts. Recuerden que eran animales versátiles que sobrevivieron tremendas variaciones climáticas. Estos parajes fácilmente podrían albergarlos. Y debo admitir que hay un lado infantil, un niño en mí, que le encantaría ver estos seres majestuosos caminar de nuevo a través del permafrost del norte. Pero admito que mi lado adulto a veces se pregunta si deberíamos o no. Muchas gracias. (Aplausos)