Bienvenidos, he venido hoy aquí para prevenirles contra los peligros del helado. Quizás no estén conscientes de ello, pero esos en apariencia inocentes conos llenos de dulzor son una de las principales causas de ahogamiento. Tengo los datos que lo demuestran. Si trazamos un gráfico del número de helados vendidos y lo comparamos con el número de ahogamientos, observarán una clara tendencia ascendente, y creo que podemos concluir sin temor a equivocarnos que deberíamos prohibir el helado porque es muy peligroso. (Risas) (Aplausos) Como son personas inteligentes, se habrán dado cuenta de que hay algo erróneo en mi ejemplo. Por supuesto, lo que ocurre de verdad aquí es que hay un factor subyacente, el buen tiempo, como quizás hayan adivinado. Si el tiempo es bueno, más personas irán a nadar y por desgracia se ahogarán y, al mismo tiempo, más personas comprarán helado. No es el helado lo que causa los ahogamientos. Es muy fácil ver que aquí hay algo erróneo, pero precipitarse a una conclusión errónea sobre la causalidad cuando vemos una correlación es uno de los errores lógicos más frecuentes. Mi objetivo hoy es asegurarme que en el futuro puedan reconocer este error y realmente espero que puedan evitar cometerlo en el futuro. Lo haré dando simplemente algunos ejemplos famosos. El primero es uno bastante inocente. El hecho de que los hombres casados viven más tiempo que los solteros. Si miramos las estadísticas, veremos que esto ocurre de verdad. A las revistas para mujeres les gusta concluir que el matrimonio es muy sano para los hombres, ya que les hace vivir más tiempo. A un amigo mío le gusta bromear diciendo que el matrimonio hace que la vida parezca más larga, pero... (Risas) Eso es porque su mujer es... (Aclamaciones) (Aplausos) Pero ¿puede alguien adivinar qué está pasando aquí? Porque hay una relación causal, pero en la dirección contraria. El hecho es que los hombres que son sanos, ricos, bien educados y tienen mayor esperanza de vida son los más propensos a encontrar una esposa --así es como son las mujeres-- y los que tienen una baja esperanza de vida, que sean enfermizos y pobres, no son tan propensos a casarse. Así, es la esperanza de vida lo que causa el matrimonio y no al revés. Por supuesto, como saben, esto no es serio, nadie se casará solo porque lea esto. Veamos un ejemplo más serio. También fue una investigación más seria. En 1999 se publicó en Nature un estudio que mostraba que los jóvenes que duermen con la luz encendida tienen una probabilidad mucho mayor de acabar siendo miopes con el tiempo. Pero los investigadores fueron listos y escribieron muy cuidadosamente que habían encontrado una correlación y que no sabían cómo funcionaba la relación causal, por si acaso solo aconsejaban a todos los padres que apagaran las luces por la noche. En los medios populares esto se convirtió en que las lámparas de noche eran un abuso infantil, y que era muy malo si los padres usaban lámparas en el dormitorio. Muchos padres estaban preocupados. Puedo imaginar que si esto hubiera ocurrido cuando mi hijo estaba durmiendo con la luz encendida, me habría sentido realmente mal. Pero, afortunadamente, se tuvo que corregir el artículo a la semana siguiente y quizás algunos de Uds. lo adivinan y si hay biólogos entre el público, lo sabrán: la miopía es genética. Por tanto, son los padres quienes son miopes. Esos son los padres que quieren dejar la luz encendida en el dormitorio y también son los padres que tienen hijos miopes. De nuevo, un simple error, fácil de cometer. El que creo que es el peor ejemplo que conozco, y conozco muchos, veo al menos uno de ellos en los periódicos cada semana. Pero este es un clásico: en los 70 los investigadores descubrieron una fuerte conexión entre niños que sacaban buenas notas en la escuela, y niños con una alta autoestima. Concluyeron de ello que es muy importante asegurarse que, ya saben, se eduque a los niños para que se sientan seguros y orgullosos, porque si su altoestima es elevada, sacarán buenas notas. Se transmitió esta reflexión a los padres, especialmente en EE.UU. durante generaciones, solo asegurénse que su hijo se sienta seguro y orgulloso, entonces todo saldrá bien. Muchos años después, alguien realizó otro estudio solo para ver qué dirección había tomado la causa. Descubrieron que tomaba la dirección opuesta. Así, las buenas notas producían autoestima y la autoestima no causaba buenas notas. Era incluso peor. Niños educados para que tuvieran alta autoestima y que no sobresalieron en nada --fuera deportes o música, no tenía que ver con la escuela-- niños que estaban orgullosos de sí mismos, fracasaron después en todo; al final tuvieron una autoestima muy baja y no fueron capaces de hacer nada en sus vidas. Este fue un error muy grave de correlación. Lo que quiero hoy es que Uds. recuerden que la próxima vez que alguien quiera probar que hay una relación causal entre dos cosas y algo más, puede ser cualquier cosa, vacunas y autismo, mujeres banqueras y la crisis financiera, y si ellos (risas) les indican que hay una relación muy fuerte, recuerden que no es suficiente que haya una correlación. Da una pista muy buena de lo que puede estar ocurriendo, pero antes de poder concluir que algo causa otra cosa, necesitamos saber por qué y cómo lo hace. Por tanto, en caso de duda, acuérdense del helado. Muchas gracias. (Aplausos)