La evidencia de que has vencido tu situación es que tu situación no te supera. Saludos en el nombre de Jesús y bienvenidos a otra edición de 'La fe es natural', aquí, en God's Heart TV. Hoy quiero abordar un tema que me han estado preguntando muchas, muchas veces, a lo largo de los años. Y es algo así - como cristiano, ¿por qué mis problemas persisten a pesar de mis oraciones? He jugado mi propio papel. Sabes, voy a la iglesia. He orado y ayunado. He recibido oración y liberación. Leo mi Biblia; reclamo las promesas en la Escritura y realmente me esfuerzo por agradar a Dios. Pero, ¿por qué parece que no puedo superar este problema? Pueblo de Dios, así como Dios nos creó a cada uno de nosotros para ser únicos, en la misma línea, cada situación que enfrentamos es única. Por lo tanto, no existe un mensaje único que pueda abordar todas las situaciones, pero la respuesta, por supuesto, está en la Palabra de Dios. Hoy, quiero compartir con ustedes una muy valiosa. e importante verdad que creo que te ayudará. Como cristiano, superar tu situación… Y cuando digo "situación", me refiero a que podría ser en tus finanzas, tu salud, matrimonio, familia, negocios, carrera, solo menciónalo. Como cristiano, superar tu situación no necesariamente significa que la situación vaya a cambiar. ¡No! La evidencia de que has superado tu situación es que tu situación no te ha vencido. Déjame repetir eso - la evidencia de que has superado tu situación es que tu situación no te ha vencido, no te ha apartado de Dios, no te ha inducido a pecar. Verás, hoy en día es común que igualemos la superación de nuestra situación a un cambio en esa circunstancia específica. Por ejemplo, igualamos la superación de las dificultades al recibir progreso financiero o igualamos el superar la enfermedad, la aflicción al recibir sanidad física. Pero recuerda: como cristianos, caminamos por fe, no por vista. Entonces, la evidencia de la superación está primero en el espíritu, no en lo natural -primero en el espíritu. Recuerda, Dios es Espíritu y tu verdadero valor radica en tu espíritu. Entonces, la evidencia de vencer está en el espíritu, no en lo natural. Ahora, no estoy diciendo que Dios no pueda soberanamente, sobrenaturalmente intervenir y cambie esa situación en su vida. Por supuesto, ÉL puede, no hay nada imposible para Dios. Sólo estoy enfatizando que tu condición actual no es un medio para medir tu vida espiritual. Superar las dificultades no significa hacerse rico. No, significa no ser gobernado por esa dificultad. Sí, puedo tener dificultades y sí, estoy buscando a Dios. Estoy buscando la intervención Divina. Pero no importa cuán difícil, cuán larga sea esa dificultad, no me inducirá a buscar alternativas fuera de Cristo. No importa cuán difícil sea esa dificultad, no me engañará para dar pasos fuera de los caminos de Dios. No importa lo doloroso que sea ese dolor, no romperá el flujo de alegría en mi corazón y oración en mi espíritu. ¡Así es cómo se supera! Y cuando la bendición llega en el tiempo de Dios, de acuerdo con su Plan Maestro, así como la dificultad no te gobierna, así también la bendición no te gobernará sino el Dador – Dios. Entonces, como cristianos, no somos inmunes a los problemas. No, en este mundo, habrá problemas. Pero no somos gobernados por ellos. No estamos exentos de desafíos. Habrá desafíos - desafíos, a veces, prolongados y persistentes. Pero no debemos ser controlados por ellos. Pueblo de Dios, quiero recordarles esta famosa historia en los evangelios, en el libro de Marcos 4:37-40 – la historia de cuando Jesús Cristo calmó la tormenta. Y quiero que tomes nota de algo. Jesús Cristo estaba tranquilo en medio de la tormenta antes de que Él la calmara. La tormenta rugía a su alrededor, pero no dentro de él. El temor no se apoderó de Él. La preocupación no lo abrumó a Él. La ansiedad no lo venció. ¡No! ¡Él dominó la tormenta porque la tormenta no lo dominó a Él! Pero por otro lado, mira la reacción de los discípulos. Mira su respuesta. Despertaron a Jesús y dijeron: Maestro, ¿no te importa que nos estemos ahogando? ¿No te importa que estemos a punto de morir? ¿No te importa? Esta es una imagen de lo que sucede cuando tu problema te supera: comienzas a ver a Dios bajo una mala luz. ‘Dios, ¿no te importa que esté enfermo? ¿No te importa que tenga dolor? ¿No te importa que mi negocio esté a punto de quebrar? ¿No te importa cómo me tratan injustamente en mi lugar de trabajo? ¿No te importa? ¿Por qué Dios permite que me suceda esto? Comenzamos a cuestionar la bondad de Dios y su habilidad. E incluso si nos acercamos a Dios, aunque corramos a la casa de Dios, a menudo es para presentar nuestras peticiones de oración de pánico, no por fe. Pueblo de Dios, quiero compartir con ustedes un secreto para vencer: el reconocimiento de que no se trata solo de ti. No se trata de cómo te sientes, de cómo estás, de cómo te tratan. ¡No! El personaje central de tu historia es Dios porque fuiste creado para Su gloria. Entonces, redirige el enfoque de ti a Dios. En lugar de preguntar, '¿Por qué Dios permite que me suceda esto?' - cambia el enfoque. ¿Por qué DIOS permite que me pase esto? Porque si Dios lo permite, si Dios lo permite, es para mi bien. Tal vez hay una lección que ÉL quiere que aprendas, que es necesaria para tu futuro, para las responsabilidades que Él tiene para ti el día de mañana. Tal vez ÉL te esté haciendo más humilde bajo su mano poderosa. Quizás Él te está refinando para que salgas como el oro. Tal vez Él está edificando tu carácter para la grandeza que te espera. ¡Mira a Jesús! En la medida en que tu problema, tu situación te engaña para preocuparte, temer, estar ansioso, para desanimarte ante las alternativas, es en la medida en que pones algo más, por encima de Dios en tu corazón, normalmente tú mismo. Entonces, pueblo de Dios, en conclusión: miremos a Jesús, porque Él es la Luz del mundo. Hoy estamos cerca de un faro, un hermoso faro. Y reconocemos la importancia de un faro en la obscuridad, no cuando el cielo está despejado y el sol brilla. No - es en la oscuridad que sabes qué tan importante es un faro, y cómo este faro es un salva-vidas. Es en los momentos oscuros de tu vida que vienes a reconocer, apreciar y valorar la luz - Jesús Cristo. Jesús es la Luz del mundo. ¡Él iluminará tus caminos y eliminará tus miedos! Él te proveerá la fortaleza para superar, la paz para perseverar, la gracia de seguir presionando sea cual sea tu situación. Sea cual sea tu situación, debes saber esto: si esa situación enciende tu vida espiritual, tú eres un vencedor. En este momento, oremos juntos. Jesús Cristo estaba en la barca, en medio de la tormenta, ¡y declaró la calma! Ahora mismo, sea cual sea la tormenta que te rodea, sea ​​cual sea la tormenta que ruge a tu alrededor, ¡Declaro calma en el nombre poderoso de Jesús Cristo! ¡Que haya tranquilidad en tu matrimonio! ¡Que haya tranquilidad en tu familia! ¡Que haya tranquilidad en tu negocio, en tus finanzas, en tu carrera! ¡Que haya tranquilidad en tu salud, ahora! ¡Tranquilidad, en el poderoso nombre de Jesús Cristo! ¡A todo corazón atribulado, a todo corazón turbado: recibe la calma de Cristo! ¡Recibe la calma de Cristo, ahora mismo! ¡Jesús Cristo es la luz del mundo! Lo que sea que represente oscuridad en tu vida, ¡que se haga la luz ahora mismo! ¡Que se haga la luz ahora mismo! ¡Que haya luz! Esa enfermedad es la oscuridad. Ese contratiempo es la oscuridad. Esa limitación en el progreso es la oscuridad. Esa pesadilla es la oscuridad. ¡Te ordeno que salgas de la oscuridad! ¡Sal de la oscuridad ahora mismo! ¡Que haya luz! En el nombre poderoso de Jesús. Amén. Amén. Amén. ¡Gracias, Jesús Cristo! Gracias, espectadores. Dios los bendice por acompañarnos en la edición de hoy de 'La fe es natural'. Por favor, comparte con nosotros las lecciones que aprendiste en la sección de comentarios y recuerda: continua buscando el corazón de Dios para ver la vida con claridad, en el nombre de Jesús.