Hola, me llamo Ricardo,

y hoy hablaré de huracanes, 
tifones y tornados,

y tenemos que tener cuidado
en los lugares donde los hay

y también donde puede haberlos.

Huracanes y tifones son el mismo fenómeno,
pero se ubican en lugares diferentes.

Cuando ocurre en esa región,

entre el este del océano Pacífico
y el océano Atlántico,

se llama huracán;

y, cuando ocurre en esa región,
en el oeste del océano Pacífico,

se llama tifón.

Los tornados son remolinos atmosféricos.

Son mucho más fuertes y más destructivos.

El peor tornado de la historia
fue en la ciudad de Moore,

en Oklahoma, en Estados Unidos,

y ocurrió el 21 de mayo de 2003,

y más de 170 000 personas 
estaban en el camino del tornado.

El peor huracán de la historia
fue el huracán Patricia,

que pasó por Miami
y devastó Nueva Orleans,

y fue el 23 de octubre de 2015.

Hice una búsqueda para ver si algo
podía detener este fenómeno

y descubrí que un investigador llamado
Stephen Salter creó un dispositivo

capaz de detener este fenómeno.

El dispositivo funciona así:

cuando el agua caliente de la superficie 
encuentra ese aire y llega aquí,

genera una cierta presión
que hace que

se mezcle agua caliente y agua fría.

El dispositivo funciona, es barato,

pero nadie se interesó 
en montar este dispositivo.

A pesar de que el tornado 
es más destructivo,

el huracán es más peligroso,
pues dura más tiempo,

y la mayor velocidad del huracán 
es de 249 km/h.

Brasil está fuera de la zona de riesgo,
pero ya ocurrió un huracán en Brasil.

El huracán se conoció como Catarina,
ocurrió en 2004 en el sur de Brasil,

y murieron al menos dos personas.

Cuando llega el huracán o el tifón,

encuentren el lugar más cercano posible,
o un refugio como ese,

y prepárenlo siempre 
con alimentos, o medicamentos

si un miembro de la familia
necesita tomarlo regularmente.

Presten atención a las señales de la 
naturaleza y a los medios de comunicación.

Mantengan siempre limpios 
los lugares donde viven,

porque un pequeño cesto de basura
puede provocar un gran destrozo.

Y destrozo en Brasil es que,
si se arroja una lata a la basura

y pasa un viento o una tormenta,
la lata puede entrar a las alcantarillas,

y muchas veces llegar a los ríos,
donde pueden morir peces.

¿Pensaron cómo sería quedar sin peces
en Brasil, que todo muera?

Gracias.

(Aplausos)