El mundo fue construido a mano,
ladrillo por ladrillo,
página por página,
línea por línea.
Y a pesar de todo
nuestro progreso tecnológico,
todavía no hay nada más poderoso
que la mano humana.
Para atravesar fronteras,
para desafiar las convenciones,
para declarar la independencia.
Así que nunca menosprecies ningún click,
ningún swipe,
ningún tap que hagas con tu mano.
Porque las cosas
que amás hacer en línea importan.
Y cuando usás Firefox, tenés
el poder de mantenerlas en privado.
Cada búsqueda,
cada visita,
cada conversación,
cada... lo que sea.
Esto es más que un mejor navegador,
esto es un navegador hecho con el corazón,
por miles de personas que han
levantado sus manos por la libertad personal
en la Web.
Bienvenido a Firefox.