Jack Whitten: La vida del artista Ahora estoy haciendo un tipo de pintura donde mis manos no la tocan. Es una adaptación de la paleta del artista. Casi estamos listos. Cada uno de estos lleva información... Esta comprimida en cada uno... Porque se relaciona con lo que sucede con la tecnología moderna. Ya sabes, bytes de información, bits. Ese tipo de cosas. Puedo construir lo que desee construir. No soy un pintor de narrativas. No pinto la idea, o que la pintura ilustre una idea. Yo no hago eso. Es acerca de la materialización de la pintura. Yo crecí en Bessemer, Alabama. Todo estaba segregado: el transporte, los autobuses. Es lo que yo llamo el apartheid estadounidense. Yo siempre creé arte. Siempre pinté desde que era un niño. Pero nadie me animó a hacerlo, porque decían que sería un buen hobby pero que no podría vivir de eso. Para mi suerte, me gradué con buenas notas. Yo fui a Tuskegee. La idea era que me convirtiera en doctor en la Aviación y fuera un piloto. Yo siempre tuve la sensación que yo era un artista. Eso es lo que yo quería hacer, quería hacer arte. Tuskegee no tenía un pensum de arte, así que me fui de Tuskegee para estudiar arte en la Universidad del Sur. Allí me fue bien, por un rato, pero me involucré, en protestas políticas. Nosotros organizamos un gran marcha de los derechos civiles, que iba desde el centro de Baton Rouge hasta el ayuntamiento del estado. Fue en esa marcha, lo que experimenté, lo que hizo que me fuera del sur. Luego de esa marcha, que se volvió violenta y sanguinaria, cambié políticamente para siempre. El otoño de 1960 tomé un autobús desde Nueva Orleans, para hacer la prueba en Copper Union. Y me aceptaron. Estudié arte y pintura. Era algo bueno y no había que pagar matrícula. Cuando vine a Nueva York, algunas de las primera personas que conocí fueron Romare Bearden, Norman Lewis, y Jacob Lawrence. En 1960, en la ciudad de Nueva York, la escena apenas se montaba. ¡Hasta Bill de Kooning te hablaba! Yo tuve un diálogo, en lo que yo llamo, ambos lados de la historia. Yo no hago distinciones entre negros, blancos o lo que sea. Realmente no lo hago. Si ellos tenían información y mis instintos me decían: "Muchacho, debes conocer a esa persona." "Tienes que saber lo que están haciendo", "Tienes que entender eso." Yo me presentaba, El artista joven debe tener algo que lo haga reaccionar. Mi primera influencia fue Arshile Gorky. ¡Nadie jamás ha salido de la cabeza de Zeus! Esa fue mi primera influencia. Un surrealismo primitivo. El expresionismo figurativo. Pero no fue sino hasta el fin de los 60, que hice un cambio drástico, hacia las ideas más conceptuales acerca de lo material de la pintura. Yo quité todo el espectro del color. Me pase al acrílico. Reestructuré el estudio. Reestructuré mi pensamiento acerca de la pintura. Construí una herramienta. Lo llamé "el desarrollador". Con esa herramienta podía mover grandes trozos de pintura acrílica, a través de la superficie del lienzo. Las llamo pinturas de "bloque". B-L-O-Q-U-E. Se convirtió en un bloque. Yo quería que la pintura existiese como una única línea, un gesto, tres segundos. Por eso construí esa herramienta tan grande. Pasé diez años trabajando en esa tabla de pintura. Diez años doblado, agachado. Ya no puedo hacer eso. Llega un momento en que el cuerpo ya no tolera ese abuso, y era abuso. El bloque me llevó hacia las teselas. Es un trozo de acrílico que sale de un gran bloque de acrílico. Mi interés, claro está, siempre es acerca de cómo usarlo para dirigir la luz. Así que con estas superficies, dependiendo de cómo las ponga, puedo dirigir la luz. ¿Ves cómo cambia? Ese cuadro salió de mucha pintura. Cuando comencé esa obra también me enfermé gravemente. Pasé un mes en el hospital. Así que eso me tumbó. Y esa obra fue una forma de volver al ruedo. No voy a dejar que esta mierda me venza, ¿sabes? Es uno de los "Monolitos negros". Se llama: "Seis cuerdas torcidas: Para Chuck Berry." Y ese título viene del hecho que todos los que conocen, cómo fue Chuck Berry saben que hizo cosas muy raras. El "Monolito negro" es una serie de pinturas que he hecho, a lo largo de muchos años, empezó a principios de los 80. Es una persona negra que ha contribuido a la sociedad. Así que yo me ocupo de conmemorar a estas personas. Y en cada uno tengo que encontrar la esencia de esa persona. Esa persona se convierte en un símbolo, y eso lo incorporo en la pintura. Quiero ser recordado como un hombre muy común, alguien muy reservado. Un trabajador dedicado pero más allá de eso... Una vez le hicieron esta pregunta a Count Basie, el dijo: "Solo quiero que me recuerden como uno de los muchachos". Hay cierta modestia en esas palabras que siempre he admirado. Nada extravagante, solo uno de los muchachos. Eso me gusta. ["Quantum Wall, VIII (Arshile Gorky, Mi primer amor en la pintura)] [Jack Whitten (1939-2018), In Memoriam]