¿Qué es cultura de la violación?
Si no han escuchado el término antes,
cultura de la violación es admitir
que vivimos en una sociedad
que acepta como normal o minimiza
la violación, a través de imágenes,
lenguaje, leyes y actitudes sociales.
Una cultura en la que se suele
culpabilizar a la víctima,
y advertencias como:
"¿Qué esperaba al irse a casa con él?"
Y: "Estaba borracha, ¿no?"
Y: "Se había acostado con él antes,
mira la falda que llevaba",
se usan a menudo para
justificar a los autores
como si solo hubieran hecho
lo que se esperaba de ellos.
Lo que haría un fogoso
hombre australiano.
No puede estar más claro,
ella se fue a casa con él.
Ese tipo de expresiones.
Es el lenguaje de legisladores,
con palabras como:
"violación honesta", "violación forzada"
o "violación legítima".
Para mostrar el hecho
de que creen en dos tipos de violación:
hay un número muy pequeño
de violaciones auténticas
y después un inmenso número
de casos de violación
en los que las mujeres están
en realidad mintiendo,
porque están avergonzadas
de haber permitido que algo entrara
en su cueva de la vergüenza,
aparte del Espíritu Santo.
Eso es la cultura de la violación.
Ahora les voy a hablar
de una serie de ejemplos
de lo que creo cultura de la violación.
Algunos son locales
y otros internacionales,
porque esta cultura
existe en todo el mundo.
Todos podemos compartirla.
Cultura de la violación
es Peter "Spida" Everitt
tras la gran final de la AFL en 2010,
respondiendo a alegaciones.
Es muy importante decir "supuestamente".
Hablarán con gente que no cree
en la cultura de la violación.
Que piensa que los hombre no
pueden ser condenados por violación
porque, por supuesto, las mujeres mienten.
Pretenden proteger
el debido procedimiento legal
pero solo en caso de agresión sexual
cuando les recuerdan que
"esto ocurrió supuestamente".
Así, Peter "Spida" Everitt,
respondiendo a las acusaciones tras
la gran final de la AFL en 2010
de que se había producido agresión sexual
en la casa de un jugador de Collingwood.
Y este asunto ya se ha resuelto
--si tienen la oportunidad lean
"Night Games", de Anna Krien--
una brillante investigación
sobre sexo, poder y cultura.
Él responde a las alegaciones
con el siguiente tuit:
"¡¡CHICAS!!
¿Cuándo van a aprender
que cuando van a casa borrachas
con un chico a las 3:00 am
no es para un chocolate caliente?"
"Supuestamente".
Es Kerrie-Anne Kennerley
que responde a ese tuit
invitando a Peter "Spida" Everitt
a su programa
y simpatizando con él por
la mala suerte de los jugadores
que tienen "busconas" arrojándose
a ellos todo el tiempo
y buscándoles problemas.
Es Channel 9 respondiendo a
la consternación e indignación
--y agradezco que se produjera,
no todos quieren hablar
de la cultura de la violación--
Channel 9 respondió a la indignación
con el siguiente comunicado:
"En relación al programa de
Kerrie-Anne de esta mañana,
de lo que ella hablaba
al decir "busconas" es de situaciones
provocadas por el alcohol
en que tanto chicas como chicos
deben aceptar su culpa".
Esta cultura reduce la violación a
"situación provocada por el alcohol".
Cultura de la violación es Channel 9,
respondiendo a estos asuntos
con ese tono desdeñoso
reforzando la idea de situación
provocada por el alcohol
y no de una agresión sobre sus cuerpos.
En otros países, cultura de
la violación es Daniel Tosh.
Es un comediante, que frente
a una audiencia en directo,
en respuesta a una mujer
que había objetado a un
chiste sobre violaciones,
afirmó:
"¿No sería gracioso que vinieran 5 tipos
y violaran a esta chica ahora mismo?
¿No sería divertidísimo?"
Cultura de la violación también
son sus colegas defendiéndole.
Porque la comedia es sagrada
y los cuerpos de las mujeres no.
Cultura de la violación es criar niños
en un entorno y sociedad
que les enseña que tienen derecho
sobre el cuerpo de las mujeres.
Así es como ocurren cosas
como las de Steubenville, Ohio.
O como las de
los "Roast Busters" en Auckland.
Los chicos creen que es su derecho tratar
el cuerpo de una mujer como deseen.
No solo lo harían delante
de todos sus amigos,
violar a una chica inconsciente,
sino que lo graban.
Documentan la evidencia
y la ponen en Internet para
que todos vean qué machos son.
En Auckland,
es la policía que no hace
nada durante años,
a pesar de saber sobre ello
porque, según afirman:
"No podíamos hacer nada".
Cultura de la violación es
reforzar la idea en las chicas
de que no tienen el derecho
a sentirse seguras.
Cultura de la violación es decirles
que protegerse de una violación es
como hacerlo del robo de una propiedad.
Que, bueno, ya saben,
no pienso que violar esté bien,
pero si va a dejar su auto
aparcado en la calle
con las llaves puestas,
¿realmente puede esperar que
no venga alguien y lo robe?
Lo que les respondo, las dos cosas que
pienso cuando veo que, ya saben,
hay gente que menciona el "robo de
propiedad" en estos casos, es:
Primero, mi vagina no es un auto.
Y así fuera, me habría ahorrado
mucho dinero en taxis todo este tiempo,
y podría arreglar
sus pastillas de freno.
Y segundo, no estamos
separadas de nuestros cuerpos.
Nuestras vaginas no son autos
que podamos aparcar.
La única manera en que
esa analogía funcione
es si estoy sentada en el auto
y uno viene y abre la puerta
me arrastra fuera
y me roba mi puto auto.
La vagina no es un vehículo.
Pero así lo es
la cultura de la violación.
Cultura de la violación
es fingir que no existe.
Es la gente que trata de creer
que las mujeres que le rodean
son víctimas potenciales
en vez de aceptar que los hombres
son depredadores potenciales.
A la gente le gusta hablar de los
violadores como monstruos malignos
que se esconden en
las calles y las sombras.
Y nosotras, las mujeres,
debemos protegernos de ellos.
"No digo que violar sea bueno, chicas,
solo digo, ¿no pueden aprender
a cuidar de sí mismas?
Chicas, ¿cuándo van a aprender que
el mundo está lleno de seres malignos
y que se tienen que proteger de ellos?"
Esta cultura es suponer
que no nos han educado en protección,
es creer en la existencia de nuestra
propia vulnerabilidad desde los días
en que empezamos a caminar
alejándonos de nuestros padres.
En ese sentido, de hecho
--y los monstruos malignos--
la cultura de la violación niega
la realidad de que la violación
no suele ocurrir en las calles,
sino en los hogares.
Nos violan hombres que conocemos,
hombres que amamos,
hombres que quizá
son nuestros familiares.
Así es la cultura de la violación.
Así es la visión sombría
del mundo en que vivimos.
Del mundo sobre el que no se quiere
hablar porque no es un tema agradable.
No queremos hablar de ello,
no es agradable.
Es como una extirpación de hemorroides.
(Suspiro)
Estaba bastante nerviosa
al venir a dar esta charla
porque es bastante imponente
presentarse ante tanta gente
y compartir mis ideas.
Tuve que hacer caca un par de veces.
(Risas)
Perdón, ¡olvidé que se supone
que las mujeres no cagan!
(Risas)
Ven, ¡estoy temblando!
A todos nos pasa.
(Aplausos)
Pero esta es la cosa.
Estar aquí arriba delante de gente,
frente a una audiencia,
da miedo, pero es un buen tipo de miedo.
Y quiero liberarme a través de mi miedo.
No quiero ser prisionera de mi
miedo y esto es lo que pienso.
Saben, Paul hizo antes un comentario
hablando de terrorismo,
yo creo que es un acto de terrorismo
enseñar a las chicas que el
mundo no es seguro para ellas.
Porque eso hace que nos menospreciemos.
Implica ocupar menos espacio
del que nos corresponde.
Es un mundo en el que
las mujeres aprenden
que no tienen derecho
a caminar por la calle de noche
porque no tienen acceso al
mismo espacio que los hombres.
Yo creo que eso es un acto de terrorismo
y no voy a negociar con los
terroristas en esos términos.
Así, no participo en conversaciones sobre
por qué las mujeres deben protegerse o
por qué nuestras vaginas son como autos.
Simplemente no lo tolero y eso es
lo que todos deberíamos hacer.
Tengo novio, sé
que parece una locura,
porque como obvia feminista radical,
separatista y lesbiana que soy,
(Risas)
como muchos de mis
fans me llaman a diario,
se supone que no debo tener novio.
Pero lo creé a partir de
pan de jengibre y le di vida
con un remolino de magia negra
en mi datsun del demonio.
Pero ahora él existe,
y eso todavía cuenta.
Y él me dice a menudo:
"¿Podríamos simplemente acabar una cena
sin que hables de violaciones?"
A lo que respondo:
"¿Podríamos simplemente terminar
una de las rotaciones de la Tierra
en que yo pueda pasear por la calle
con la misma seguridad que tú
simplemente porque tú tienes pene?"
Y, de hecho, estadísticamente,
según los datos sobre
violencia entre hombres,
hay menos probabilidades de que
él esté a salvo en la calle que yo.
Pero ese no es el modo en que
hablamos de violencia y seguridad.
Es cómodo que las mujeres tengan miedo,
porque nos mantiene bajo control.
Entiendo que las violaciones
son un tema incómodo.
Muchas cosas me hacen sentir incómoda,
por ejemplo,
me siento incómoda con el hecho
de que millones de chicas y mujeres
son violadas en el mundo cada año,
y solo unas pocas
verán una sentencia justa.
Me incomoda el hecho
de que debido al trabajo que hago,
me presento ante una audiencia como
esta y automáticamente pienso:
"¿Qué tercio de este público
ha experimentado agresión sexual
o violencia o violación?"
Y me siento incómoda con el hecho
de que, dentro de esa parte del público,
a todas ellas les habrán dicho
en algún momento
que no es educado hablar de estos asuntos.
Y me siento incómoda con el hecho
de que, como mujer blanca de clase media,
me es difícil hablar del tema,
pero es mucho más difícil
para una mujer de color,
una discapacitada,
una trabajadora sexual,
una mujer que vive en la pobreza,
una mujer que no vive aquí.
Es más difícil para esas
mujeres hablar de algo
que a mí misma me cuesta discutir.
Me siento incómoda con estos hechos.
Lo entiendo.
Es un tema incómodo.
Pero es por ello
que debemos seguir hablando
y seguir interrumpiendo con ello
las vidas cómodas de la gente.
Porque como resultado,
las personas empiezan a cambiar.
En todo el tiempo que he estado
escribiendo sobre violaciones,
en todos los correos que he recibido,
además de, ya saben, todos
aquellos que me decían
que simplemente tengo celos
porque nadie quiere violarme
porque soy demasiado fea.
Porque, por supuesto,
lo único peor a que te violen,
es que no te consideren
suficientemente guapa para violarte.
¿Verdad, Tracy?
Entre todo eso, también recibo
correos de chicas que me inspiran,
que me cuentan
que las cosas que he escrito,
y las cosas que otras mujeres
han escrito sobre la violación,
llevando esta conversación
al diálogo nacional,
han hecho que se den cuenta
de que no son responsables
de lo que les ocurrió.
Ha hecho que se den cuenta
de que no es su culpa.
Todavía mejor
es los correos que recibo de hombres,
que me cuentan que algún aspecto
de esta conversación
ha cambiado su visión del mundo.
Ha hecho que se den
cuenta de sus privilegios.
Ha hecho que se den cuenta de los derechos
que tienen como hombres
a espacio y seguridad
y ha hecho que quieran
cambiar las cosas a mejor.
Recibí un correo de un amigo el otro día,
digo amigo, porque
fuimos al colegio juntos,
casi no hemos hablado
en los últimos 20 años
pero somos amigos en Facebook,
que es como la gente se pone al día.
Y me envió un correo de la nada
con un enlace a un meme,
era un diagrama de Venn sobre
"esto es lo que causa una violación".
Con cosas como: alcohol,
ropa, actitudes, violadores.
Violadores estaba en rojo y todo
el diagrama estaba en rojo,
porque lo único común a todas las
experiencias de violación es el violador.
Es lo único que podemos decir
que causa una violación.
El violador.
Y el modo en que hablamos de violaciones,
como si fuera algo arbitrario
que solo les pasa a las mujeres...
Que simplemente salimos afuera un día
y por accidente caemos
en ese charco,
porque no estábamos prestando atención.
Así es como le quitamos
responsabilidad al asunto.
Yo creo que para arreglar el problema,
primero hay que nombrarlo.
Y ese correo que él me envió
fue realmente inspirador.
Porque me mostró que este tipo,
quien, yo diría, es más o menos
el típico australiano, ya saben,
le gustan los deportes,
y es en general un buen tipo,
de los que se declaran
políticamente de centro.
No tiene por qué
involucrarse en estos temas
porque la sociedad le permite
mantenerse al margen.
Pero él ha elegido involucrarse
por las cosas que ha estado leyendo
y por lo que ha estado escuchando.
Y esto significa que quiere cambiar
a mejor el mundo que le rodea.
Y eso me inspira realmente.
Por esa razón creo que debemos
seguir hablando de estas cosas.
Aunque sea un tema incómodo,
aunque la gente no
quiera pensar en ello.
Aunque prefieran hacer
como si no existiera.
Mejor hacer que se sientan
incómodos con la violación
a que sean complacientes.
Gracias.
(Aplausos)