Mi charla es sobre el afrofuturismo y los africanos. El afrofuturismo es considerado como una ficción especulativa, mitos, leyendas, ciencia ficción. Y las historias de este género son, para afroamericanos, para África, el África de la diáspora y las personas negras en general. Lo que Denenge Akpem menciona como la manera como lo negro se ve en el futuro, real o imaginado. Ahora bien, la historia del afrofuturismo viene de EE.UU. y al principio se llamó así por un hombre llamado Mark Dery. Cuando comenzó a hablar de afrofuturismo hablaba de la idea de literatura... como los libros que escribiría Octavia Butler y cosas como esa. Pero luego habló de una nueva región, de música, y tendríamos gente como Sun Ra y George Clinton pero para mí especialmente Sun Ra porque tiene un lugar especial en mi corazón. Él creía venir del planeta Saturno y vino a la Tierra a difundir el mensaje de amor y paz. Como en su película "Space Is the Place" (El espacio es el lugar), donde introduce la idea de lo alienígena a las personas negras de EE.UU. Pero eso fue específicamente acerca de afroestadounidenses y yo quería encontrar un lugar para el afrofuturismo en África. El primer lugar a donde me llevó esto es obviamente al Monte Kenia, en donde vive el dios del Monte Kenia de acuerdo con la tradición kikuyu. Así que Mwene Nyaga está sentado en la cima de esta montaña y presenta a nuestros Adán y Eva: Gikuyu y Mumbi. Y desde entonces, somos descendientes de los nueve niños. Pero, aún antes de la leyenda de Gikuyu y Mumbi, la idea de afrofuturismo o leyendas y mitos eran historias que mi madre me contaba. Ella es una gran contadora de historias, así como pediatra, por lo cual tengo que decir que sus historias eran realmente ciencia ficción. (Risas) La recuerdo contándome historias acerca de cómo, si me comía la calabaza, mi cabello crecería. O si, algo extraño, si ataba sanguijuelas a mis pezones, mis senos crecerían. Y también... Lo hice. (Risas) y también me contaba cómo, en la tradición kikuyu, si das la vuelta siete veces al Mugumo cambias de sexo. Al crecer, por supuesto, más allá de las historias de mi madre, comencé a leer historias por mí misma, y estaban inevitablemente llenas con el ogro y la chica que se perdía en el bosque y lo que le pasaría si se perdiera en el bosque; cómo conocería a este horrible ogro porque se apartó del buen camino de la sociedad. Fue cuando también conocí a Ben Okri y la idea del espíritu niño y la idea del espiritualismo o realismo mítico dentro de las narraciones. Esto, para mí, también se relaciona con el afrofuturismo. Pero lo que en realidad me inspiró acerca de Ben Okri fue su habilidad de mezclar perfectamente la idea del mundo espiritual y la ficción y la idea de que vivimos en un continente que está tan estrechamente ligado al mundo espiritual que lo usamos constantemente en nuestra vida diaria. Esto es verdad en relación con los médicos brujos sangoma o personas que trabajan en el ámbito espiritual. También es verdad con respecto a los genios de la costa y no sé cuántos de Uds. hayan ido a Mombasa o Zanzíbar, pero sé por experiencia personal que un gato me siguió por 5 kilómetros o cada vez que me volteaba allí estaba y podría jurar que era un genio. Estoy segura. De hecho tengo amigos que dan fe también de estos hechos. Así que el afrofuturismo siempre ha sido parte de nuestra cultura, de nosotros. Pero, aún más interesante, ha sido parte de la historia de África Occidental. En África Occidental se cree, en especial en Mali, que existe una nación de gente llamada los dogon. Y los dogon creen que les contaron acerca de un planeta llamado Sirius B antes de que fuera descubierto por los científicos occidentales. Quienes les hablaron acerca de este planeta fueron alienígenas de una raza similar a los anfibios que salieron del océano y les contaron, no solo acerca del planeta, sino acerca de su rotación y cómo funcionaba en el espacio. Algunos dibujos en las cavernas, como estos, mostraban a las criaturas anfibias por debajo de la gente que vino a hablar con ellos acerca de ese planeta. Más adelante, fue descubierto. Así que tenían el conocimiento en 1930 pero no fue sino hasta los años 70 que se vio ese planeta. Si eso no es ciencia ficción curiosa, historia, no sé qué es. Pero también de Sudáfrica, tenemos personas como Credo Mutwa quien piensa que existe una raza de gente reptiliana cuya genealogía se extiende a la realeza moderna y a la gente de negocios de la actualidad y es lo que, creo, los teóricos llamarían los illuminati. Así que hemos establecido que sean hechos o sea ficción los mitos han estado siempre muy, muy cerca de nosotros. Pero ha existido una creciente necesidad por la idea del afrofuturismo y tendría que preguntar ¿por qué? Y hablando de ello, se lo comenté a un amigo y el dijo: "Los africanos son futuristas por naturaleza, debido a lo puramente caprichoso de nuestra situación actual". Es mi amigo Michael Odhiambo, quien cree que es muy inteligente. Y el escritor David William Cohen dijo: "La lucha del hombre contra el poder es la lucha del hombre contra el olvido". Esto tiene mucho sentido, porque se ha sugerido que el afrofuturismo como género está creciendo porque, como africanos, o como descendientes de África, nunca hemos tenido un espacio o una voz dentro de nuestra propia historia. Nunca hemos tenido la oportunidad de hablar de nuestra propia historia. Siempre ha sido escrita por otros. Por no tener un vínculo con nuestra propia historia, o porque no tuvimos apego a nuestra propia historia, estamos usando el afrofuturismo para establecer un lugar en el futuro para que nos podamos identificar de manera sólida en el futuro. Mark Dery considera que la generación más joven ha usado la tecnología para insertarse tanto en el panorama real como en el imaginado para afirmar de manera física su presencia en el presente y para dejar claro que quieren afirmarse en el futuro. Así que, como no podemos recuperar nuestra historia, estamos ahora tratando de proyectar nuestro propio futuro. Por supuesto, al proyectar nuestro propio futuro, tenemos que preguntarnos dónde lo estamos haciendo. ¿En cuál espacio lo estamos haciendo? En Kenia, lo hacemos en la música, y tenemos unas de mis canciones favoritas, pero solo una banda, para mí, ha demostrado afrofuturismo en su propia música, especialmente en una de sus últimas canciones "Huff+Puff". Dice: "Choque esos cinco, es genial estar vivo. El cielo parece lejano. Espero que sepas que fuimos a la luna y volvimos. Te aseguro que nada nos va a detener". Así que sabemos que somos más grandes que la vida. Sabemos que somos más grandes que la Tierra, más grandes que el cosmos, y eso se refleja en nuestro trabajo y en nuestra música. Alrededor del continente, obviamente, hay gente como Nnedi Okorafor autora del libro "Who Fears Death" (Quién teme a la muerte). Y hay una pintura de Ivonne Wende, una keniana, acerca del libro "Who Fears Death". En "Who Fears Death" Nnedi usa la idea de manipular la tecnología, como la conocemos, para entender en dónde estamos o poder asir nuestro ambiente. Y como africanos, lo hacemos todo el tiempo. Usamos la tecnología que ha sido usada fuera de nuestro espacio o que fue inventada fuera de nuestros propios espacios y la usamos de nuestra propia manera. Lo Nnedi Okarafor en "Who Fears Death" crea esas máquinas particulares llamadas estaciones de captación de agua que la absorben de la atmósfera de manera que la gente pueda bañarse, tener agua potable para beber y otros usos similares. Este es el lado ficcional del asunto. Pero, en la práctica, ¿cómo están usando los africanos el afrofuturismo? Tengo que referirme a AfriGadget, el sitio web que tiene una plétora de diferentes personas muy inventivas y, para mí, muy futuristas, incluyendo a un niño de 13 años llamado Richard Turere, que creo una manera de hacer funcionar una lámpara con la batería de un auto para mantener a los predadores lejos de la propiedad de su familia. Eso, para mí, es una manera de usar la tecnología de manera muy afrofuturista, pero de una manera muy rústica que tiene sentido para nosotros. En mi película "Pumzi" usé la idea de tecnología y esta es la foto de lo que llamamos un generador automático donde estas personas hacen andar estas cintas y generan electricidad para dar poder a su territorio. Creí que era algo muy imaginativo hasta que lo busqué en Google. (Risas) Y no lo era en realidad. Los generadores automáticos existen. Hay formas de usar la energía cinética para dar electricidad a las estaciones. No está siendo implementado por completo aún, pero es una idea de la manera en que podemos usar la tecnología en un escenario muy afrofuturista para hacer funcionar las cosas en nuestro día a día. Obviamente, no hay ninguna parte en donde podamos hablar del futuro sin hablar de la tecnología. En Pumzi también hablo de la idea de comunicación y sé por experiencia propia que se puede estar sentado frente a un amigo y tuitear con él. Hemos aprendido a comunicarnos con 140 caracteres o menos. Incluso al hablar de las cosas que ocurren en mi vida, uso una etiqueta como parte de la oración. En Pumzi cree la idea que veremos en un segundo acerca de cómo usar diferentes partes de la tecnología para comunicarnos y el proceso de pensamiento de esto es que estamos buscando maneras más eficientes de comunicarnos más que maneras emotivas de comunicarnos. Para mí, lo más importante y lo que encontré haciendo Pumzi es que la idea del afrofuturismo es ideal para mí porque puedo extrapolar mis ideas y pensamientos y sentimientos sobre cómo funciona el mundo sin ofender a las personas y sin ser demasiado grosera. Para mí, Pumzi fue un reflejo de la sociedad y ocurre 35 años después de la Guerra del Agua donde todos viven adentro porque se les ha dicho que el exterior es la muerte hasta que una mujer, Asher, despierta de un sueño, lo cual no es permitido, ya que todos toman supresores de sueños, y encuentra una semilla que planta y empieza a crecer. Pero en un mundo donde el exterior es la muerte y al ser ella curadora de un museo natural virtual, que es el único lugar en donde se puede acceder a la naturaleza, tiene que encontrar la manera, tiene que pelear para salir al exterior. para poder probar que la vida existe. Eso es Pumzi. Pero mi metáfora de Pumzi es sobre la vida y el sacrificio y el hecho de que nosotros mismos debemos proteger a la Madre Tierra. Tenemos que hacer sacrificios para vivir aquí y tenemos que saber que lo que hagamos afectará a las generaciones futuras. Como narradora de la tradición de los kikuyu mi trabajo es ser una vidente, no solo una historiadora y poder, como pasó con Moreau que predijo la llegada del hombre blanco como si fueran mariposas de colores o la manera como vio una serpiente con humo saliéndole de la cabeza, poder decir: Hay más para la vida de los que oímos y vemos en las historias de los narradores. Ellos también tienen una voz y es importante. Así que los dejo con un corto de Pumzi y solo es una señal de las posibilidades de la mente humana, las posibilidades del afrofuturismo, y cómo el afrofuturismo se relaciona con nosotros como africanos. (Aplausos) (Vivas)