En una pequeña ciudad viven un padre azul y su hijo naranja
Tienen una rutina muy monótona y aburrida
Todas las mañanas el padre le prepara una mochila al hijo
poniendo un montón de libros
Toda la ciudad es gris y triste
Menos un pequeño parque coloreado
Donde un músico está tocando el violín
Al hijo le encanta la música
Y no quiere ir a la escuela
Nada más dejarlo en el cole, el padre se va al trabajo
En poco tiempo se pone gris
Debido a la cantidad del trabajo
Al mismo tiempo el niño, en lugar de hacer los deberes
Dibuja al músico en el parque
Pero su profe se enfada y le dice hacer su deberes
El tiempo pasa
Y el padre sigue trabajando
Al final del día, los dos se encuentran
Se abrazan
Y el padre vuelve a ser azul
Al ver que su hijo no había hecho lo que tenía que hacer
El padre se enfada
Todas las mañanas se repite la misma rutina
Y el padre, tanto como el niño
están cada vez más triste
La rutina se repite
y el niño pierde sus motivaciones y estímulos
Tanto como su diversidad y originalidad
Para recuperar las ganas de vivir
Los dos van al parque
Para escuchar al músico
Desafortunadamente él no está
El chico se entristece nuevamente
y se vuelve apático
Al final, para que el niño se anime
El padre sustituye al músico
Pretendiendo tocar un violín invisible
En este momento toda la ciudad atónita se para
Mientras los dos se abrazan
y recuperan su alegria y felicidad.