Desde 2009, el mundo está atascado
en una sola narrativa sobre una crisis
alimentaria mundial que se avecina
y lo que debemos hacer para evitarla.
¿Cómo alimentamos a 9000 millones
de personas en 2050?
Cada conferencia, podcast y diálogo
sobre la seguridad alimentaria global
comienza con esta pregunta
y sigue con una respuesta
que dice que necesitamos producir
un 70 % más de alimentos.
La narrativa de 2050 comenzó
a evolucionar poco después de que
el precio mundial de los alimentos
llegara al máximo histórico en 2008.
La gente estaba sufriendo y luchando,
gobiernos y líderes mundiales
tenían que mostrarnos
que prestaban atención
y trabajaban para resolverlo.
El tema es que el 2050
está tan lejos en el futuro
que ni siquiera podemos
identificarnos con eso,
y más importante,
si seguimos haciendo
lo que estamos haciendo,
va a golpearnos mucho antes
que esa fecha.
Creo que debemos plantear
una pregunta diferente.
La respuesta a esa pregunta
debe enmarcarse de manera diferente.
Si podemos replantear la vieja narrativa
y reemplazarla por nuevos números
que nos den un cuadro más completo,
números que todo el mundo pueda entender
y con los que pueda identificarse,
entonces podemos evitar
la crisis por completo.
Antes yo era comerciante
de productos básicos
y una de las cosas
que aprendí del comercio
es que cada mercado
tiene un punto de inflexión,
el punto en el cual el cambio
ocurre tan rápidamente
que afecta al mundo
y las cosas cambian para siempre.
Piensen en la última crisis financiera,
o la crisis de las puntocoms.
Así que aquí está mi preocupación.
Podríamos tener un punto de inflexión
en la alimentación
y la agricultura mundial
si el aumento de la demanda
supera la capacidad estructural del
sistema agrícola para producir alimentos.
Esto significa que ahí la oferta
ya no se mantiene a la altura de la demanda
a pesar de la explosión de precios,
a menos que nos comprometamos
a algún tipo de cambio estructural.
En esta época
no se trata de mercados
de valores y dinero.
Se trata de personas.
La gente podría morir de hambre
y los gobiernos podrían caer.
Esta cuestión de en qué momento
la lucha de suministro
para mantenerse al día
con la creciente demanda
comenzó a interesarme mientras comerciaba
y se convirtió en una obsesión absoluta.
Pasó del interés a la obsesión
al entender a través de mi investigación
lo roto que estaba el sistema
y cómo se tomaban decisiones muy críticas
usando muy pocos datos.
En ese momento, decidí no seguir
una carrera en Wall Street
y empecé un viaje emprendedor
fundando Gro Intelligence.
En Gro nos centramos en extraer estos datos
y transformarlos en acción,
para empoderar a quienes toman
decisiones en todos los niveles.
Pero al hacer este trabajo,
también nos dimos cuenta de que el mundo,
no solo los líderes mundiales,
sino las empresas y los ciudadanos
como cada persona en esta sala,
carecían de una guía útil
sobre cómo podemos evitar una crisis
mundial de seguridad alimentaria.
Por eso construimos un modelo,
aprovechando los petabytes
de datos que teníamos
y abordamos el punto de inflexión.
Nadie sabe que hemos trabajado
en este problema
y esta es la primera vez que
comparto lo que descubrimos.
Descubrimos que el punto de inflexión
es en realidad dentro de una década.
Descubrimos que el mundo
tendrá un déficit de
214 billones de calorías
en 2027.
El mundo no está en condiciones
de llenar este vacío.
Verán que
la forma en que abordo esto
es diferente de cómo comencé,
y eso es intencional, porque hasta ahora
este problema se ha cuantificado
usando masa:
en kilogramos, toneladas, hectogramos,
cualquier unidad de su elección
es en masa.
¿Por qué hablamos de alimentos
en términos de peso?
Porque es fácil.
Podemos mirar una fotografía y
determinar el tonelaje en un barco
usando una calculadora de bolsillo simple.
Podemos pesar camiones, aviones
y carros de bueyes.
Pero lo que nos preocupa en los alimentos
es el valor nutricional.
No todos los alimentos son iguales,
incluso si pesan lo mismo.
Esto lo aprendí de primera mano
cuando me mudé de Etiopía a EE.UU.
para ir a la universidad.
A mi regreso a casa,
mi padre, emocionado de verme,
me saludó preguntándome
por qué estaba gorda.
Resulta que comer aproximadamente
la misma cantidad de comida que
yo ingería en Etiopía, pero en EE.UU.
había dado cierta plenitud a mi figura.
Esta es la razón por la que debemos
preocuparnos por las calorías,
no por la masa.
Son las calorías las que nos sostienen.
Así que 214 billones de calorías
es un número muy grande,
y ni siquiera el más
comprometido de nosotros
piensa en los cientos
de billones de calorías.
Así que déjenme plantear
esto de manera diferente.
Una forma alternativa de pensarlo,
es pensarlo en Big Macs.
214 billones de calorías.
Un solo Big Mac tiene 563 calorías.
Eso significa que al mundo le faltarán
379 000 millones Big Macs en 2027.
Eso son más Big Macs de los que
McDonald's haya producido jamás.
Pero, ¿cómo llegamos a estos números?
No son inventados.
Este mapa muestra dónde
estaba el mundo hace 40 años.
Muestra las brechas netas
de calorías en cada país del mundo.
Dicho simplemente,
esto son solo calorías
consumidas en ese país
menos las calorías producidas
en ese mismo país.
Esto no es una declaración
sobre desnutrición u algo así.
Simplemente muestra cuántas calorías
se consumen en un solo año
menos las calorías que se producen.
Los países azules son
exportadores netos de calorías,
o autosuficientes.
Tienen almacenados en reserva
para un día lluvioso.
Los países rojos son
importadores netos de calorías.
Cuanto más brillante es el rojo,
más se importa.
Hace 40 años muy pocos países
eran exportadores netos de calorías,
se podían contar con una mano.
La mayor parte del continente africano,
Europa, la mayor parte de Asia,
América del Sur excluyendo Argentina,
eran todos importadores netos de calorías.
Y lo sorprendente es que China
solía ser autosuficiente en alimentos.
India era un gran importador
neto de calorías.
Cuarenta años más tarde, esto es hoy,
pueden ver la transformación drástica
que se ha producido en el mundo.
Brasil ha surgido
como una potencia agrícola.
Europa es dominante
en la agricultura global.
India ha cambiado de rojo a azul.
Se ha convertido
en autosuficiente en alimentos.
Y China pasó de ese azul claro
al rojo más brillante
que se ve en este mapa.
¿Cómo llegamos aquí? ¿Que pasó?
Así este gráfico muestra India y África.
La línea azul es India,
la línea roja es África.
¿Cómo es que dos regiones
que comenzaron tan similarmente
en trayectorias similares
emprenden caminos tan diferentes?
India tuvo una revolución verde.
Ningún país africano
tuvo una revolución verde.
¿El resultado neto?
India es autosuficiente en alimentos
y en la última década
ha estado exportando calorías.
El continente africano ahora importa
más de 300 billones de calorías al año.
Luego añadimos China, la línea verde.
¿Recuerdan el cambio
del azul al rojo brillante?
¿Qué pasó y cuándo sucedió?
China parecía estar en un camino
muy similar a India
hasta el comienzo del siglo XXI,
donde de repente cambió la tendencia.
Una población joven y creciente
combinado con un crecimiento
económico significativo
dejó su marca con un big bang
y nadie en los mercados lo vio venir.
Este cambio fue todo
para los mercados agrícolas mundiales.
Afortunadamente ahora, América del Sur
empezaba a crecer al mismo tiempo
que China ascendía
así, la oferta y la demanda seguían
siendo de alguna manera equilibradas.
Así que la pregunta es:
¿A dónde vamos a partir de ahora?
Curiosamente,
no es una historia nueva,
pero esta vez no es solo
una historia de China.
Es una continuación de China,
una amplificación de África
y un cambio de paradigma en India.
Para el 2023,
se pronostica que la población de África
superará a la de India y China.
En 2023 estas tres regiones combinadas
constituirán más de la mitad
de la población mundial.
Este punto de cruce comienza a presentar
desafíos realmente interesantes
para la seguridad alimentaria mundial.
Y unos años más tarde estamos
muy afectados por esa realidad.
¿Cómo se ve el mundo en 10 años?
Hasta ahora, como he mencionado, India
ha sido autosuficiente en alimentos.
La mayoría de los pronosticadores
predicen que esto continuará.
No estamos de acuerdo.
India pronto se convertirá en
un importador neto de calorías.
Esto será impulsado tanto por el hecho
de que la demanda está creciendo
en función del crecimiento de la población
como por el crecimiento económico.
Será impulsado por ambos.
E incluso si tienen
suposiciones optimistas
sobre el crecimiento de la producción,
supondrá un leve cambio.
Ese leve cambio puede
tener consecuencias enormes.
Entonces África seguirá siendo
un importador neto de calorías,
nuevamente impulsado por el crecimiento
demográfico y el económico.
Esto suponiendo hipótesis optimistas
de crecimiento de la producción.
Entonces en China,
donde la población se está aplanando,
el consumo de calorías explotará
porque los tipos de calorías consumidas
también están empezando a ser
alimentos de mayor contenido calórico.
Y, por lo tanto,
estas tres regiones combinadas
comienzan a presentar un desafío
realmente interesante para el mundo.
Hasta ahora, los países
con déficit calórico
han podido hacer frente a estos déficits
importando de las regiones con excedentes.
Por regiones excedentes, me refiero
a América del Norte,
América del Sur y Europa.
Este gráfico de líneas muestra aquí
el crecimiento y el crecimiento previsto
para la próxima década
desde América del Norte,
América del Sur y Europa.
Lo que no muestra
es que la mayor parte de este crecimiento
realmente vendrá de América del Sur.
Y la mayor parte de este crecimiento
será a costa de una enorme deforestación.
Y así, al ver el aumento
combinado de la demanda
procedente de India, China
y el continente africano,
en comparación con el aumento
combinado de la producción
procedente de India, China,
el continente africano,
América del Norte,
América del Sur y Europa,
se queda con un déficit
de 214 billones de calorías,
uno que no podemos producir.
Y esto, suponiendo que se toman
todas las calorías excedentes
producidas en América del Norte,
América del Sur y Europa
y se exportan únicamente
a India, China y África.
Lo que acabo de presentarles es
una visión de un mundo imposible.
Podemos hacer algo para cambiar eso.
Podemos cambiar los patrones de consumo,
podemos reducir
el desperdicio de alimentos,
o podemos hacer un compromiso audaz
de aumentar exponencialmente
las cosechas.
No entraré en el debate
de cambiar los patrones de consumo
o de reducir los residuos de alimentos,
porque esos debates ocurren
desde hace algún tiempo.
No pasó nada.
Nada ha sucedido porque esos argumentos
de pedir a las regiones excedentarias
que cambien su comportamiento
en nombre de las regiones deficitarias,
esperando que otros cambien
su comportamiento
en su nombre, para su supervivencia,
es una idea terrible.
Es improductivo.
Así que deseo sugerir una alternativa
que viene de las regiones rojas.
China, India, África.
China está restringida en términos
de cuánta más tierra disponible
tiene para la agricultura.
Además, tiene enormes problemas de
disponibilidad de recursos hídricos.
Así que la respuesta se encuentra
realmente en India y en África.
India tiene algo de alza en términos
de aumento potencial de cosechas.
Ahora bien, esta es la diferencia
entre sus cosechas actuales
y el máximo teórico que puede alcanzar.
Tiene alguna tierra cultivable
sin explotar, pero no mucha,
India está bastante restringida.
Ahora bien, el continente africano,
por otro lado,
tiene grandes cantidades
de tierra cultivable sin explotar
y un significativo potencial
alcista en sus cosechas.
En esta imagen algo simplificada aquí,
pero si nos fijamos en las cosechas
de África subsahariana en el maíz de hoy,
son donde estaban las cosechas
norteamericanos en 1940.
No tenemos 70 años o más
para entender esto,
así que significa que
necesitamos intentar algo nuevo
y tenemos que probar algo diferente.
La solución comienza con las reformas.
Necesitamos reformar y comercializar
las industrias agrícolas en África
y en India.
En cuanto a la comercialización,
la comercialización no trata solo
sobre la agricultura comercial.
La comercialización consiste
en aprovechar los datos
para elaborar mejores políticas,
para mejorar la infraestructura,
reducir los costos de transporte
y para reformar completamente
las industrias bancarias y de seguros.
La comercialización tiene que ver
con llevar la agricultura
desde un esfuerzo demasiado arriesgado
hasta uno donde se pueden hacer fortunas.
La comercialización no es una cuestión
solo de agricultores.
La comercialización tiene que ver
con todo el sistema agrícola.
Pero la comercialización también
significa confrontar el hecho
de que ya no podemos colocar
la carga del crecimiento
solo en los pequeños agricultores.
Y aceptar que las granjas comerciales
y la introducción de granjas comerciales
podrían proporcionar
ciertas economías de escala
que incluso los pequeños
agricultores pueden aprovechar.
No se trata de la agricultura a pequeña
escala o de la agricultura comercial,
o de gran agricultura.
Podemos crear los primeros modelos
exitosos de convivencia y éxito
de la pequeña agricultura
junto con la agricultura comercial.
Esto se debe a que, por primera vez,
la herramienta más crucial
para el éxito en la industria,
los datos y los conocimientos,
se están abaratando día a día.
Y muy pronto, no importará
cuánto dinero tengan
o lo grande que sean
para tomar decisiones óptimas y así
maximizar la probabilidad de éxito
para alcanzar su meta.
Empresas como Gro trabajan arduamente
para hacer de esto una realidad.
Así que si nos comprometemos
con esta nueva y audaz iniciativa,
a este nuevo y audaz cambio,
no solo podemos resolver la diferencia
de 214 billones de la que hablé,
sino realmente podemos poner al mundo
en un camino completamente nuevo.
India puede seguir siendo
autosuficiente en alimentos
y África puede emerger como
la próxima región azul oscura del mundo.
La nueva pregunta es:
¿Cómo producimos 214 billones de calorías
para alimentar a 8300 millones
de personas en 2027?
Tenemos la solución.
Solo tenemos que actuar en consecuencia.
Gracias.
(Aplausos)