En este segmento, hablaremos acerca de otra forma de codificación, llamada
Codificación con Preservación de Formato. Nuevamente, esta técnica es utilizada en la práctica con
frecuencia, especialmente en la codificación de números de tarjetas de crédito.
Veamos cómo funciona: Recuerde que una tarjeta de crédito típica tiene dieciséis
dígitos, separados en cuatro bloques de cuatro dígitos cada uno. Quizás Ud. ha escuchado que
los seis primeros dígitos forman el BIN, el cual representa el número de identificación
del banco de emisión. Por ejemplo, Todas las tarjetas VISA comienzan con el dígito cuatro;
Todas las tarjetas MasterCard comienzan con los dígitos 51 al 55, y así sucesivamente.
Los próximos nueve dígitos representan el número de cuenta, el cual es
único para cada cliente. Y el último dígito es una suma de chequeo
calculada utilizando los 15 dígitos previos. Hay entonces unos veintemil
números. Si hacemos el cálculo, resulta que hay más o menos 2^42
números de tarjeta de crédito posibles, lo que corresponde a 42 bits de
información que debemos codificar si queremos representar números de tarjetas de crédito de
manera compacta. El problema es el siguiente: supongamos que queremos codificar tarjetas de
crédito, de manera que cuando el usuario pasa su tarjeta por el terminal del punto de venta,
ubicados principalmente en las cajas registradoras de locales comerciales, la caja
registradora - ésto es llamado el terminal del punto de venta - codifica el número de tarjeta
de crédito utilizando una llave k, y se mantiene codificada hasta que llega
al banco de adquisición, o quizás incluso
aún más allá, hasta que llegue a VISA.