Hola, me llamo Cecilia Mc Gough, estudio Astronomía y Astrofísica aquí en Penn State, y soy la fundadora y presidenta del Pulsar Search Collaboratory de Penn State. En secundaria tuve la suerte de codescubrir un púlsar a través del Pulsar Search Collaboratory. Un púlsar es una densa estrella de neutrones que emite radiación electromagnética bipolar. Básicamente, es como una estrella mucho más grande que nuestro Sol, que va dispersando sus capas externas, dejando detrás un núcleo denso, ese núcleo sería nuestro púlsar. Este descubrimiento me abrió algunas puertas, como representar a EE. UU. en la Olimpiada Internacional Espacial en Rusia, y conseguir una beca del Virginia Aerospace Science and Technology Scholars. Sé lo que están pensando: "¡Qué nerd!" "¡Nerd a la vista!" Durante mucho tiempo, esta nerd guardó un secreto. Un secreto que me daba demasiado miedo y vergüenza contar a alguien. Ese secreto es que tengo esquizofrenia. Pero ¿qué es la esquizofrenia? Es importante considerar la esquizofrenia como un diagnóstico general. NAMI muestra estos diferentes síntomas para poder diagnosticar la esquizofrenia, los delirios y alucinaciones son las características más señaladas. Pero es muy importante saber que una persona podría tener esquizofrenia y no tener ni delirios ni alucinaciones. La historia de cada esquizofrénico es un caso único. Hoy voy a hablarles de mi historia con la esquizofrenia. Se cree que he tenido esquizofrenia toda mi vida. Pero se volvió prevalente durante mis años de secundaria, y de ahí se fue agravando hasta que llegué a la universidad. En febrero de 2014, mi primer año de universidad, mi vida cambió cuando traté de quitarme la vida, de suicidarme. "¿Por qué? se preguntarán. Porque mi vida se había convertido en una pesadilla. Las siguientes imágenes se han editado usando los efectos artísticos de Microsoft porque son muy desencadenantes para mí. En aquella época, había empezado a tener alucinaciones. Había empezado a ver, oír y sentir cosas que no estaban ahí. Un payaso me seguía a todas partes. Se parecía mucho al de la adaptación de "Eso" de Stephen King. Allí donde fuera, él estaba riéndose, burlándose de mí, pinchándome, y a veces incluso mordiéndome. También tenía alucinaciones de arañas, a veces arañas pequeñas. Y estas son realmente las más intrusivas porque en la vida real vemos arañas pequeñas. A veces esta es la única vez en que me cuesta discernir si es una alucinación o la realidad. Se me da muy bien saber cuándo estoy alucinando y sé que es un desequilibrio químico dentro de mi cabeza. Ni siquiera pongo nombres a estas alucinaciones. Aunque también tengo alucinaciones de arañas grandes. Me viene a la mente una araña en particular. Era bastante grande con la piel curtida, patas negras y cuerpo amarillo. No salía ninguna voz de su boca. Sin embargo, cuando movía sus patas, el crujir de las patas sonaba como niños pequeños riéndose. Era muy perturbador. Pero cuando empecé a alucinar a una chica, se volvió insoportable. Se parecía un poco a la chica de la película "Ring". El problema con esta chica era que podía conversar con ella misma, y sabía exactamente qué decir y cuándo decirlo para hacerme sentir insegura. Pero lo peor era, que también llevaba un cuchillo y me acuchillaba, a veces en la cara. Esto convertía hacer exámenes, tests y los deberes en general, en una tarea de difícil a imposible cuando estaba en la universidad. A veces ni siquiera era capaz de ver el papel que tenía delante de mí de lo mucho que estaba alucinando. Normalmente no hablo tan abiertamente de mis alucinaciones, porque la gente suele mirarme con miedo cuando les cuento lo que veo. Pero en realidad, no soy muy diferente de Uds. Todos vemos, oímos y sentimos cosas cuando soñamos. Solo que yo soy alguien que no puede apagar sus pesadillas estando despierta. Llevo alucinando intensamente algo más de cuatro años. Así que me he vuelto muy buena fingiendo que no veo lo que veo, o ignorándolo. Pero tengo detonantes, como por ejemplo ver el color rojo es un fuerte detonante. No sé si lo notaron o no, pero han cambiado la alfombra bajo mis pies. Han cambiado la roja por una negra. Me rio un poco de mi vida con humor negro, porque, por supuesto, la única combinación de colores que me da problemas es rojo y blanco. ¿Cuáles son los colores de TED? (Risas) Es decir, ¿en serio? Pero, tengo problemas con esos colores porque esos son los colores del payaso: pelo rojo y piel blanca. Y mi manera de ignorarlo es no mirarlo, pero puedo saber dónde está esa alucinación con mi visión periférica, por lo vivos que son los colores rojo y blanco. Pero nunca sabrían que estoy alucinando. De hecho el payaso está hoy entre el público y nunca lo sabrían. Cambiando a un tema más agradable, ¿A quién le gustan los Oscares? ¡Levanten la mano! Sabía que les interesarían los Oscares. Bueno, si hubiese nominaciones para gente que actúa "normal" en la vida diaria, la gente con esquizofrenia sin duda estaría nominada. La primera vez que revelé mi esquizofrenia fue un shock incluso para las personas más cercanas a mí. Me tomó ocho meses, ocho meses después de mi intento de suicidio, tener finalmente el tratamiento que necesitaba. Ni siquiera tenía el diagnóstico de esquizofrenia. Y por eso, lo que me impedía obtener ayuda fueron conversaciones como esta. Recuerdo claramente por aquel entonces hablando por teléfono con mi madre. Le decía a mi madre, "Mamá estoy enferma, estoy viendo cosas que no están ahí, necesito medicinas, necesito hablar con un médico". ¿Su respuesta? "No, no, no,no. No puedes contárselo a nadie, o estar en el historial médico. Piensa en tus hermanas, piensa en el futuro de tus hermanas. La gente va a pensar que estás loca, van a pensar que eres peligrosa y no podrás encontrar trabajo." Lo que contesto ahora es "No dejen a nadie convencerlos de no buscar atención médica. ¡No vale la pena! Es su decisión y también su derecho." Buscar atención médica ha sido la mejor decisión que he tomado. Y estoy segura de que no estaría aquí hoy de no tener la atención médica apropiada. Esto llevó a mi primera hospitalización. Había estado ingresada en psiquiatría cuatro veces en los dos últimos años. Pero aún no había reconocido abiertamente mi esquizofrenia hasta mi segunda hospitalización, ya que la policía estuvo involucrada. Una noche me dí cuenta de que necesitaba que me ingresaran en el hospital, porque necesitaba unos cambios en mi medicación. Así que yo misma fui a urgencias. Hablé con los médicos y dijeron, "Bien, vamos a arreglar la medicación, puedes quedarte aquí esta noche." Todo estaba arreglado. Tras una corta hospitalización de una noche, volví a mi residencia de estudiantes aquí en Penn State, encontré a mis compañeros preocupados, entiendo por qué estaban preocupados, de haber estado en su piel, me habría preocupado también, pero también el responsable y un asistente social. Lo hablamos y decidimos que necesitaba otra hospitalización en el psiquiátrico. Y yo estaba de acuerdo en ir, no estaba negándome, estaba dispuesta a ir. Pero lo que ocurrió a continuación fue inexcusable. Trajeron oficiales de policía a mi habitación de estudiante. Me cachearon delante de mis compañeros de la residencia y tuve que convencerlos de no ponerme las esposas. Y me escoltaron hasta el coche de policía que estaba aparcado en la calle cerca de uno de nuestros comedores: Redifer, donde algunos amigos que pasaban por ahí me vieron entrar en el auto policial. Para cuando regresé, se había descubierto la situación. La gente sabía que algo pasaba, así que tuve que aclarar lo sucedido. Revelé mi esquizofrenia a través de un blog, pero publiqué todos mis artículos de blog en Facebook. Me sorprendió recibir tanto apoyo de la gente. Y también me di cuenta de que hay mucha otra gente igual que yo. ¡Estaba realmente sorprendida! Algunos de mis amigos me contaron que tenían esquizofrenia. Ahora me he comprometido a ser una defensora de la salud mental. No voy a autocompadecerme por mi diagnóstico. En su lugar, quiero utilizarlo como un denominador común, para ayudar a otros con esquizofrenia. No voy a parar hasta que todos los esquizofrénicos del mundo pierdan el miedo a decir las palabras: "Yo tengo esquizofrenia." Porque no pasa nada por tener esquizofrenia, de verdad. Porque el 1.1% de la población mundial mayor de 18 años tiene algún tipo de esquizofrenia. Son 51 millones de personas en el mundo y 2.4 millones de personas solo en EE. UU. Pero hay un problema. Porque una de cada diez personas con esquizofrenia se quita la vida. Otras cuatro de cada diez intentan suicidarse al menos una vez. Yo estoy dentro de esa estadística. Pensarían que ya debe existir una asociación sin animo de lucro dedicada a ayudar a universitarios con esquizofrenia, especialmente dado que las primeras crisis aparecen al principio de la edad adulta, el mismo rango de edad de un típico estudiante universitario. Pero no existe. No hay ninguna asociación en todo EE. UU. que se ocupe de esto. Y una asociación que se ocupe de salud mental en general no es suficiente. Porque incluso dentro de la comunidad de salud mental se deja al margen a la esquizofrenia, porque hace sentir "incómoda" a la gente. Esta es la razón por la que he decidido fundar la asociación sin ánimo de lucro "Estudiantes con esquizofrenia", en la que apoyaremos a los estudiantes y les daremos los recursos que necesiten, para que puedan quedarse en la universidad y tener éxito. Porque se puede tener éxito y tener esquizofrenia. Necesitamos cambiar el rostro de la esquizofrenia, Porque la representación actual no es exacta. No dejen a nadie decirles que no pueden tener una enfermedad mental y ser mentalmente fuertes también. Uds. son fuertes, son valientes, son guerreros. Desgraciadamente, esta asociación no lucrativa llega tarde para algunos. Desde que he revelado mi esquizofrenia me piden que acuda a diferentes clases aquí en Penn State, para hablar a los estudiantes de mi experiencia con la esquizofrenia. Destaco una clase en particular. A principios del semestre una de las estudiantes reveló a su clase que tenía esquizofrenia. La admiro por su valentía. Sin embargo, cuando fui a dar la charla a esa clase, se había quitado la vida. Llegamos demasiado tarde para ella. Yo llegué demasiado tarde para ella. Aquí en Penn State, tenemos que dar ejemplo al resto del mundo, porque esto no está ocurriendo solo aquí en Penn State, ocurre a nivel mundial. Pero aquí en Penn State, tenemos que mostrar que estamos aquí para nuestro estudiantes, estamos hablando de salud mental, y no tenemos miedo de hablar de esquizofrenia. Me llamo Cecilia McGough, Tengo esquizofrenia y no soy un monstruo. Gracias. (Aplausos) (Vitoreos)