(Spanish/Español translation by Jennifer Alonso. Reviewed by Dr. Gabriela Gorelik, University of Michigan.)
Antes de intervenir en un desastre, es necesario llevar a cabo una evaluación rápida de necesidades.
En esta sesión, vamos examinar los principios para relizar una evaluación rápida de necesidades
en un desastre.
Empecemos con una actividad.
Examine los 5 desastres: inundaciones, guerras y conflictos, brote de enfermedad,
sequía y hambruna, y una situación de incendio institucional.
Reflexione unos minutos y anote el tipo de información que necesitaría en estos desastres.
Puede seleccionar uno.
Entre los objetivos de una evaluación rápida de necesidades se incluye responder a las siguientes preguntas.
¿Ha ocurrido un desastre?
¿Cuántos afectados hay?
¿Cuáles son las necesidades inmediatas?
¿Hay recursos locales disponibles?
¿Qué recursos externos son necesarios?
¿Cuál es el costo estimado de la intervención?
Y, ¿cómo desarrollará un plan de acción con esta información?
Las principales actividades en la evaluación rápida incluyen la planificación de la visita de evaluación rápida, el planificado
de las tareas iniciales del equipo, recolección de datos en el lugar, análisis de datos, identificación de los grupos de
alto riesgo, difusión de información, y utilización de dicha información para la acción.
En la planificación de la visita, se forma el equipo de evaluación y se elige un líder.
Se recopila información básica sobre el incidente.
Se determina la falta de información que necesita ser cubierta.
Dos: las tareas iniciales del equipo.
Hay que preparar una lista de control de la evaluación.
Se evalúa la información existente.
Se prepara un calendario para la evaluación.
Se asignan tareas y se establecen las medidas de comunicación.
Se informa a las autoridades locales.
Se consigue el equipo para la evaluación, incluyendo computadoras, radios, etc.
Se organiza el transporte, los vehículos, el combustible, las visas, en caso necesario.
Se informa a los posibles donantes y a quienes toman las decisiones clave y, posiblemente, se informa a los líderes locales de
la comunidad donde se va a realizar la evaluación.
Tres: visita de campo y recolección de datos.
Las necesidades de información en la fase de emergencia incluyen la población afectada y la demografía,
información vital y datos de salud, alimentación y nutrición, medio ambiente, agua y sanidad,
refugio y artículos no alimentarios, necesidad de recursos y coordinación.
Los métodos de la visita de campo y la recolección de datos incluyen la inspección visual de las áreas afectadas,
entrevistas con líderes de la comunidad, trabajadores de salud, personal de emergencia, personas afectadas,
la revisión de la información existente, la realización de encuestas rápidas para cubrir
la falta de datos en la información disponible.
De la población afectada, es necesario describir el tamaño y demografía, especialmente de grupos vulnerables
como las mujeres, los niños, los discapacitados y los ancianos, los patrones de movimiento, los factores socio-culturales,
el origen étnico y las cuestiones relacionadas.
La información vital sobre la salud incluye las muertes y sus causas principales, ambas relacionadas con el desastre
y otras morbosidades existentes, las enfermedades con potencial epidémico, las enfermedades de importancia
pública como las enfermedades de transmisión sexual, el VIH/SIDA, y las condiciones de salud materna, y las fuentes
de esta información podrían ser hospitales y centros de salud, líderes locales, el personal de respuesta,
y las personas que están directa o indirectamente afectadas.
Se evalúa la infraestructura pa el cuidado de salud.
Esto incluye el personal de la salud, medicamentos y vacunas, e información referente al estado de salud.
Se evalúa el estado de nutrición y alimentación, incluyendo la malnutrición aguda, especialmente en niños
de entre 6 meses y 5 años, las deficiencias en micronutrientes, y los grupos vulnerables, especialmente las mujeres embarazadas,
los ancianos, los discapacitados y los niños.
Se evalúa el entorno.
Se controla el abastecimiento de agua, vivienda y saneamiento.
Se evalúan las necesidades de recursos, incluyendo los recursos humanos, alimentos y artículos no alimentarios.
Entre los desafíos en la evaluación rápida se incluyen evaluaciones multiples, el balancee del equipo para ocuparse de
temas locales, el género, la cultura y las minorías, las evaluaciones centradas en uno o varios aspectos,
sistemas locales y evaluaciones, y el objetivo, ¿qué es lo que realmente necesita saber?
Los principios fundamentales de la evaluación rápida incluyen el determinar
la intervención necesaria, el hecho de que debe llevarse a cabo rápidamente, el hecho de que
deben identificarse las áreas prioritarias de intervención, el hecho de que proporciona datos de referencia para
el monitoreo continuo y vigilancia