No había posibilidad de dar un paseo aquel día.
El frío viento del invierno había traído consigo nubes tan sombrías
y una lluvia tan penetrante que cualquier ejercicio en el exterior
era impensable.
Yo estaba feliz por ello. Nunca me gustaron los largos paseos,
especialmente en las tardes frías.
Venid, mis niños.
John, querido, solo uno para empezar,
y uno para ti, Georgiana.
Oh, gracias, mamá.
Y uno para mi querida Eliza.
Gracias, mamá, gracias.
Estás hambriento después de jugar.
Bessie, ¿por qué los dejas estar fuera tan tarde?
Un minuto más y les habría cogido la lluvia.
Bueno, fue esa Jane, señora.
Yo llamé y llamé, pero ella se había ido por su cuenta,
y no la pude encontrar en ningún lado.
Por supuesto.
Puedes irte, Bessie.
¿Qué dice Bessie que he hecho, tía Reed?
Una niña no debe consumir a sus mayores.
Mientras no puedas hablar agradablemente, permanece en silencio.
¡Boo!
¿Dónde dickens está?
Lizzy, Georgy.
Jane no está aquí.
Dile a mamá que se fue corriendo bajo la lluvia.
Mal animal.
¿Qué quieres?
¿Qué quieres, qué?
¿Qué quieres, primo?
- ¿Primo?
- Primo famélico.
Primo huérfano.
Llámame amo Reed.
Quiero que vengas aquí.
Eso es por tu descaro con mamá y conmigo.
Y por tus modos furtivos,
metiéndote tras las cortinas, rata.
¿Qué estabas haciendo tras la cortina?
Estaba leyendo.
Muestra el libro.
No tienes ningún motivo paraa coger nuestros libros.
Eres una subordinada.
Mamá dice que no tienes dinero.
Yo te enseñaré.
¡Niño malvado!
Nunca dejas de abusar de mí.
Ratas.
- Eres como un asesino.
- Ratas.
¡Eres como el que lleva esclavos!
¡Mamá!
Eres como los emperadores romanos...
¡Jane, no!
- ¡Vergonzoso!
- ¡Oh, cielo, cielo!
Si hubieras oído lo que me dijo ella.
¿Ha visto alguien semejante imagen de pasión?
Abbot, Bessie.
Llevadla a la habitación roja y encerradla allí.
- ¡No!
- Oh.
Señorita Jane, vamos.
¡Soltadme!
Él me golpeó, Bessie.
Él siempre está golpeándome.
Los chicos son chicos, señorita Jane.
Agarre sus brazos, señorita Abbot.
Es como un gato salvaje.
Por vergüenza, por vergüenza, señorita Eyre.
Agarre fuerte, ¿si?
Entre.
¡No!
Venga. Venga. ¡Venga!
No es femenino golpear a un joven caballero...
el hijo de su benefactora, ¡su propio amo!
¿Amo? ¿Por qué es él mi amo?
¿Soy su sirvienta?
No, usted es menos que una sirvienta.
Pues no hace nada para mantenerse.
Ahora siéntese aquí
y piense en su maldad.
Bien, si no se sienta quieta,
tendremos que atarle las manos.
Présteme sus ligas, señorita Abbot,
porque ya ha roto las mías.
¡No me aten!
No me moveré, lo prometo.
¡Oh, espero que no!
Oh, nunca lo ha hecho antes.
No, pero siempre estuvo en ella.
Se lo dije a la señora antes y la señora estuvo de acuerdo.
Es una pequeña cosa deshonesta.
Usted debería tener en cuenta, señorita
que tiene obligaciones con la señora Reed.
Si ella la echara fuera,
usted tendría que a una casa pobre.
Su querido difunto esposo solo la dejó a usted entrar
porque él era hermano de su madre.
Así que solo piense en eso, señorita Eyre.
No deben dejarme aquí dentro.
Mi tío murió en esa cama.
Intento hacer mis tareas, pero siempre me castigan.
Es solo porque soy diferente.
Soy diferente a todos ustedes y no me perdonarán.
Vamos, Bessie. La dejaremos aquí.
Yo no tendría su corazón por nada.
¡Ay! Pero el fantasma...
Rece sus oraciones, niña.
Si no se arrepiente,
él bajará por la chimenea y se la llevará.
¡Es injusto!
¡Injusto!
¡Déjenme salir! ¡Déjenme salir, por favor!
¡Aah!
¡Déjenme salir, por favor!
Abbot, Bessie, ¡tengo miedo!
¡Socorro! Déjenme salir,
Abbot, Bessie, ¡por favor!
Señorita Jane, ¿está enferma?
¡Qué sonido tan espantoso! Pasó a través de mí.
Déjenme salir. Déjenme ir a mi habitación.
¿Para qué? ¿Está herida? ¿Ha visto algo?
Oh, vi una luz.
Creí que venía un fantasma.
- ¿Una luz?
- ¿Una luz?
- ¿Justo ahora?
- Niña tonta.
Era Ruddock, el jardinero.
Lo vi cruzar el césped con una linterna.
Creí que era mi tío.
Gritó a propósito.
Conozco sus traviesas triquiñuelas.
¿Qué es todo esto?
Abbot.
Bessie, creo que dejé órdenes
de que Jane Eyre debería ser encerrada en la habitación roja
hasta que yo misma viniera a por ella.
La señorita Jane gritó tan fuerte, señora.
Déjenla ir.
Niña, deja la mano de Bessie.
No puedes tener éxito en burlarte por esos medios.
Detesto el ingenio, especialmente en los niños.
Es mi deber mostrarte que los trucos no serán aceptados.
No permanecerás aquí una hora más.
- Tía Reed, por favor.
- Y es solo en condiciones
de perfecta sumisión y calma
que te he de liberar.
Oh, tía, castígueme de algún otro modo.
No puedo tolerarlo. Moriré si...
¡Silencio!
Esta violencia es casi repulsiva.
Fuera. ¡Y nunca me desobezcan de nuevo!
- Sí, señora.
- Sí, señora.
Tía Reed,por favor...
Buenos días, señorita Eyre.
Buenos días.
Bueno, ¿quién soy yo?
Señor Lloyd, el médico.
Yo...
Yo estaba en esa habitación.
La señora dijo que podía dejarla salir.
Estaba usted tan quieta.
Creí que estaba muerta cuando la vi.
¿Podría comer un poco ahora?
No, gracias.
¿Podría dormir algo más?
Sí.
Yo también descansaré un poco.
Porque he estado despierta toda la noche con usted.
Tuve por compañía a Sarah, de la cocina.
Tenía tanto miedo de que hubiera muerto.
¿Cuál es el problema conmigo? ¿Estoy enferma?
Se encontraba mal en la habitación roja.