Chris Anderson: Hola. Bienvenidos a Diálogos TED. El primero de una serie que será producida en respuesta a la revuelta política actual. No sé qué piensen, estoy preocupado por la creciente confrontación que hay en este país y en el mundo. Nadie escucha al otro ¿verdad? No. Creo que necesitamos un tipo de conversación diferente, uno basado en, no sé, en la razón, en escuchar y comprender, en un contexto más amplio. Eso es lo que intentaremos en estos Diálogos TED que comienzan hoy. No podríamos tener a nadie que me cause más entusiasmo para comenzar. Esta es una mente que piensa como nadie en el mundo, me atrevería a decir. Lo digo en serio. (Yuval Noah Harari ríe) Lo digo en serio. Él sintetiza la historia con ideas subyacentes en una manera que te deja sin aliento. Algunos de Uds. han de conocer este libro, "Sapiens". ¿Alguien de aquí ha leído "Sapiens"? (Aplausos) Digo, no lo podría menospreciar. La forma en que cuenta la historia de la humanidad a través de grandes ideas que realmente te hacen pensar distinto. Es sorprendente. Y aquí está la secuela, que creo se publicará en EE.UU. la próxima semana. YNH: Sí, en una semana. CA: "Homo Deus". Esta es la historia de los próximos cien años. He tenido la oportunidad de leerlo. Es impresionante, y me atrevo a decir, para algunos, bastante alarmante. Es una lectura obligatoria. Sinceramente, no podríamos tener a nadie mejor que nos ayude a entender qué demonios pasa en el mundo ahora. Démosle una cálida bienvenida, por favor, a Yuval Noah Harari. (Aplausos) Es fantástico que se nos unan amigos en Facebook y de toda la web. Hola Facebook. Y todos Uds., mientras comienzo a hacerle preguntas a Yuval, hagan sus propias preguntas, aunque no sean sobre el escándalo político del día, sino sobre una comprensión más amplia de: ¿hacia dónde estamos yendo? ¿Están listos? Bien, comencemos. Bueno, aquí estamos Yuval: Ciudad de Nueva York, 2017, hay un nuevo presidente en el poder, y ondas de choque propagándose por todo el planeta. ¿Qué demonios sucede? YNH: Creo que básicamente lo que sucedió es que hemos perdido nuestra historia. Los humanos pensamos en historias, y tratamos de comprender el mundo contando historias. Durante las últimas décadas, tuvimos una historia muy simple y atractiva sobre lo que sucede en el mundo. La historia decía que lo que sucede es que la economía se está globalizando, la política se está liberalizando, y la combinación de ambas creará un paraíso en la Tierra. Necesitamos globalizar más la economía y liberalizar el sistema político, y todo será hermoso. El 2016 es el momento en que una gran parte, incluso del mundo occidental, dejó de creer en esta historia. Por buenas o malas razones, no importa. La gente dejó de creer en la historia, y cuando no tienes una historia, no comprendes lo que sucede. CA: Una parte de ti cree que esa historia era en realidad una historia muy efectiva. Funcionaba. YNH: Hasta cierto punto sí. De acuerdo a algunos cálculos, estamos ahora en el mejor momento de la humanidad. Hoy, por primera vez en la historia, más gente muere por comer mucho que por comer poco, lo que es un logro sorprendente. (Risas) Por primera vez en la historia, más personas mueren por la vejez que por enfermedades infecciosas. La violencia también está a la baja. Por primera vez en la historia, más personas se suicidan de las que son asesinadas por el crimen, el terrorismo y la guerra juntos. Estadísticamente, tú eres tu peor enemigo. Al menos, de todas las personas del mundo la que tiene más probabilidades de asesinarte eres tú mismo, (Risas) lo que es, nuevamente buenas noticias, comparado... (Risas) comparado con el nivel de violencia que vimos en eras anteriores. CA: Pero este proceso de conectar al mundo dejó a un gran número de personas sintiéndose excluidas y que han reaccionado. Tenemos una bomba que está arrasando con todo el sistema. ¿Qué piensas de lo que ha ocurrido? Parece que la forma en la que la gente pensaba en la política, la división izquierda-derecha, ha sido destrozada y reemplazada. ¿Qué deberíamos pensar de esto? YNH: El modelo político del siglo pasado de derecha versus izquierda ahora es bastante irrelevante, la división real de hoy se da entre global o nacional, global o local. Ves alrededor del mundo que esta es la principal lucha. Probablemente necesitemos modelos políticos completamente nuevos y formas completamente nuevas de pensar en la política. En esencia, lo que se puede decir es que ahora tenemos una ecología global, tenemos una economía global pero tenemos una política nacional, y esto no funciona en conjunto. Esto hace ineficaz al sistema político, porque no tiene control sobre las fuerzas que moldean nuestra vida. Hay básicamente dos soluciones a este desequilibrio: o desglobalizas la economía y vuelves a una economía nacional, o globalizas el sistema político. CA: Entonces algunos, o supongo, muchos liberales ven a Trump y su gobierno irremediablemente mal, simplemente horrible en todas sus formas. ¿Ves alguna narrativa de fondo o filosofía política allí que valga la pena comprender? ¿Cómo articularías esa filosofía? ¿Es esa la filosofía del nacionalismo? YNH: Creo que la sensación o idea de fondo es que se ha roto algo en el sistema político. Ya no empodera a la persona común. Ya no se preocupa más por la persona común y creo que este diagnóstico de la enfermedad política es acertado. Respecto a las respuestas, estoy mucho menos seguro. Creo que lo que estamos viendo es una reacción humana inmediata: si algo no funciona, volvamos atrás. Y lo ves en todo el mundo, casi nadie en el sistema político actual tiene una visión orientada a futuro de hacia dónde va la humanidad. Casi en todas partes se tiene la visión retrógrada: "Hagamos grande a EE.UU. nuevamente" como si hubiese sido grande en los 50 u 80, o en algún momento, volvamos ahí. Si vamos a Rusia, cien años después de Lenin, la visión de futuro de Putin es básicamente, volvamos al imperio zarista. En Israel, de donde yo vengo, la visión política más popular es: "Construyamos el templo nuevamente". Entonces, volvamos 2000 años atrás. La gente piensa que en el pasado, en algún momento nos perdimos, y que es como perderse en la ciudad, dices bien, volvamos al punto donde me sentía seguro y comienzas de nuevo. No creo que esto funcione, pero es un instinto visceral de mucha gente. CA: Pero ¿cómo no podría funcionar? "EE.UU. Primero" es un eslogan muy atractivo en muchas formas. El patriotismo es, en muchas formas, algo muy noble. Ha desempeñado un papel promoviendo la cooperación de grupos grandes de personas. ¿Por qué no se puede tener un mundo organizado en países que se pongan a sí mismos en primer lugar? YNH: Durante muchos siglos, incluso miles de años el patriotismo funcionó bastante bien. Por supuesto, condujo a guerras y demás, pero no deberíamos enfocarnos demasiado en lo malo. Hay muchas, muchas cosas positivas del patriotismo también y de la habilidad de tener a un grupo grande de personas cuidándose entre sí, simpatizando unos con otros, y uniéndose para la acción colectiva. Retrocedamos hacia las primeras naciones miles de años atrás, a la gente que vivió a orillas del río Amarillo en China. Había muchas tribus distintas y todas dependían del río para sobrevivir y prosperar pero también todos sufrían las inundaciones periódicas y las sequías periódicas. Ninguna tribu podía hacer algo al respecto porque cada una controlaba una pequeña sección del río. Entonces en un largo y complicado proceso, las tribus se fusionaron para formar la nación china que controló todo el río Amarillo y pudo unir a cientos de miles de personas para construir represas y canales y así regular el curso de agua, prevenir las peores inundaciones y sequías y elevar el nivel de prosperidad de todos. Esto funcionó en muchos lugares alrededor del mundo. Pero en el siglo XXI, la tecnología está cambiando todo eso de una manera fundamental. Todas las personas del mundo estamos viviendo ahora en la rivera del mismo río cibernético, y ni una sola nación puede regular este río por sí misma. Estamos viviendo juntos en un solo planeta amenazado por nuestras propias acciones. Y si no hay algún tipo de cooperación global, el nacionalismo simplemente no estará a la altura de resolver los problemas, ya sea el cambio climático o una alteración tecnológica. CA: Entonces era una idea hermosa que en el mundo casi toda la acción y casi todos los problemas tuvieran relevancia a escala nacional, pero tu argumento es que los problemas que más importan hoy ya no tienen lugar a escala nacional, sino a escala global. YNH: Exactamente, los problemas más importantes del mundo hoy son esencialmente globales y no pueden ser resueltos sin que haya algún tipo de cooperación global. No es solo el cambio climático, que es el ejemplo más evidente que la gente brinda. Creo más en términos de una alteración tecnológica. Si piensas en la inteligencia artificial - IA - por ejemplo, que dentro de los próximos 20, 30 años echará a millones de personas del mercado laboral, esto es un problema a nivel global. Alterará la economía de todos los países. De la misma manera, si piensas en la bioingeniería y en gente temerosa de conducir investigaciones de ingeniería genética en humanos, por ejemplo, no será de ayuda que un país, digamos, EE.UU., prohíba los experimentos genéticos en humanos si China o Corea del Norte continúan haciéndolos. Entonces, si EE.UU. no puede resolverlo por sí solo rápidamente, la presión sobre EE.UU. para hacer lo mismo será inmensa porque estamos hablando de tecnologías de alto riesgo, pero alta recompensa. Si alguien más lo está haciendo, no puedo permitirme quedarme atrás. La única forma de tener regulaciones efectivas sobre áreas como la ingeniería genética, es tener regulaciones globales. Si tienes regulaciones nacionales nadie querrá quedarse atrás. CA: Esto es realmente interesante. Me parece que esta sería una de las claves para fomentar, cuando menos, un debate constructivo entre diferentes partes porque creo que todos concordamos en que el punto de partida de mucha de la ira que nos ha empujado a donde estamos surge de preocupaciones válidas sobre la pérdida de empleo. Se va el trabajo, se va una forma de vida tradicional también, no es de extrañarse que la gente se enfurezca al respecto. Generalmente, han culpado a la globalización, a las élites globales de hacerles esto sin pedirles permiso y parece ser una queja legítima. Puedo oírlos hacerse una pregunta clave: ¿Cuál es la causa real de la pérdida de empleo ahora y en el futuro? Si hablamos de globalización la respuesta adecuada sería cerrar las fronteras, mantener gente afuera y cambiar los acuerdos de comercio y demás. Pero lo que quieres decir, creo, es que la principal causa de pérdida de empleo no será esa en absoluto. Se originará en cuestiones tecnológicas y no habrá posibilidades de resolver eso a menos que operemos en un mundo conectado. YNH: Sí, creo que, no sé si en el presente, pero mirando hacia el futuro, no son los mexicanos o los chinos los que le dejarán sin empleo a la gente de Pennsylvania, sino los robots y los algoritmos. A menos que planees construir un gran muro en la frontera de California... (Risas) el muro en la frontera con México será muy poco efectivo. Me impresionó ver los debates antes de la elección, me impresionó que Trump ni siquiera intentara asustar a la gente diciendo que los robots nos dejarían sin trabajo. Incluso si no fuera cierto, no importa. Hubiera sido una forma extremadamente efectiva de asustar a la gente... (Risas) de provocar a la gente: "Los robots nos robarán el empleo". Nadie usó esa frase. Y me causó temor porque significa que sin importar lo que pase en las universidades o los laboratorios - y ahí hay un intenso debate sobre eso - en el sistema político dominante y en el público en general, la gente simplemente no se da cuenta de que podría haber una alteración tecnológica inmensa, no en 200 años, sino en 10, 20, 30 años, y hay que hacer algo al respecto ahora, en parte porque mucho de lo que enseñamos a los niños en la escuela o la universidad será completamente irrelevante en el mercado laboral de 2040, 2050. Entonces no es algo que debamos dejar para el año 2040. Necesitamos pensar hoy qué necesitamos enseñarle a los jóvenes. CA: Sí, absolutamente. A menudo has escrito sobre momentos de la historia donde la humanidad ha entrado a una nueva era, sin quererlo. Se han tomado decisiones, se han desarrollado tecnologías, y súbitamente el mundo ha cambiado, posiblemente en la peor manera para todos. Uno de los ejemplos que das en "Sapiens" es la revolución agrícola en su totalidad, una persona real que labra la tierra, que simplemente optó por un trabajo agotador de 12 horas al día en lugar de 6 horas en la jungla y un estilo de vida mucho más interesante. (Risas) Entonces ¿estamos ante otro posible cambio de fase aquí, yendo como sonámbulos hacia un futuro que nadie quiere realmente? YNH: Sí, básicamente es así. Durante la revolución agrícola, la inmensa revolución tecnológica y económica fortaleció a la humanidad en su conjunto, pero si observas las vidas individuales, la vida de una pequeña élite mejoró mucho, y la vida de la mayoría de las personas empeoró considerablemente. Y esto puede suceder nuevamente en el siglo XXI. No hay duda de que las nuevas tecnologías fortalecerán a la humanidad en general. Pero podríamos terminar nuevamente con una pequeña élite cosechando todos los beneficios, tomando todos los frutos, y las masas de la población se encontrarán en un lugar peor del que estaban antes, ciertamente mucho peor que esta pequeña élite. CA: Y esas élites posiblemente no sean élites humanas. Podrían ser androides o... YNH: Sí, podrían ser superhumanos mejorados. Podrían ser androides. Podrían ser élites completamente inorgánicas. Incluso podrían ser algoritmos sin conciencia. Lo que vemos hoy en el mundo es que el poder está cambiando de humanos a algoritmos. Hay algoritmos que toman cada vez más decisiones sobre la vida de las personas, sobre cuestiones económicas, sobre cuestiones políticas. Si le pides un préstamo a un banco, es muy probable que tu destino lo elija un algoritmo y no un ser humano. Y la impresión general es que posiblemente el Homo Sapiens se haya perdido. El mundo es tan complicado, hay tantos datos, las cosas están cambiando tan rápido, que esto que evolucionó en la sabana africana decenas de miles de años atrás, para hacerle frente a su entorno, a un volumen específico de datos e información, simplemente no pueda encargarse de las realidades del siglo XXI, y lo único que quizás las pueda manejar sean los algoritmos de datos masivos. Sin dudas, el poder está pasando más y más de humanos a algoritmos. CA: Estamos en la ciudad de Nueva York en la primera de una serie de Diálogos TED con Yuval Harari, y hay ahí afuera una audiencia en Facebook Live. Estamos contentos de tenerlos aquí con nosotros. Comenzaremos con algunas de sus preguntas y preguntas de las personas de la sala en unos pocos minutos, así que envíenlas. Yuval, si vas a argumentar sobre la necesidad de abandonar el nacionalismo por el incipiente peligro tecnológico, de alguna manera, evidenciado por mucho de lo que está sucediendo, debemos tener una conversación global al respecto. Es un problema hacer que la gente crea, no sé, que la IA es una amenaza inminente y demás. Algo por lo que la gente, alguna gente al menos, se preocupa de manera más inmediata, quizás, es el cambio climático, quizá por otros temas como los refugiados, armas nucleares, y demás. ¿Tú afirmarías que en este momento estos asuntos deberían ser abordadas de alguna manera? Has hablado del cambio climático pero Trump ha dicho que no cree en eso. Entonces en cierto modo, tu argumento más poderoso no lo puedes usar en este caso. YNH: Sí, con respecto al cambio climático, a primera vista, es bastante sorprendente que haya una correlación muy cercana entre el nacionalismo y el cambio climático. Es decir, casi siempre la gente que niega el cambio climático es nacionalista y a primera vista piensas ¿por qué? ¿Cuál es la conexión? ¿Por qué no hay socialistas que nieguen el cambio climático? Pero entonces cuando piensas al respecto, es obvio: porque el nacionalismo no tiene solución para el cambio climático. Si quieres ser nacionalista en el siglo XXI, tienes que negar el problema. Si aceptas la realidad del problema, entonces debes aceptar, sí, que todavía hay lugar en el mundo para el patriotismo, que todavía hay lugar en el mundo para tener lealtades especiales y obligaciones hacia tu propio pueblo, hacia tu propio país. No creo que nadie esté pensando en terminar con eso realmente. Pero para enfrentar el cambio climático, necesitamos más lealtades y más compromisos a un nivel más allá de la nación. Eso no debería ser imposible porque la gente puede tener muchos grados de lealtad. Puedes ser leal a tu familia, a tu comunidad y a tu nación, entonces ¿por qué no puedes ser leal a toda la humanidad en conjunto? Por supuesto, hay ocasiones en las que se vuelve difícil determinar qué poner primero pero, sabes, la vida es difícil. Enfréntalo. (Risas) CA: Bien, me gustaría comenzar con las preguntas del público. Tenemos un micrófono aquí. Úsenlo, y en Facebook, por favor hagan llegar sus preguntas también. Howard Morgan: Una de las cuestiones que ha hecho una enorme diferencia en este país y en otros, es la inequidad en la distribución del ingreso, el dramático cambio en la distribución del ingreso en EE.UU. de lo que era hace 50 años y alrededor del mundo. ¿Podemos hacer algo para cambiar eso? Porque eso afecta muchas de las causas subyacentes. YNH: Hasta ahora no he escuchado ninguna buena idea sobre qué hacer al respecto, repito, en parte porque muchas ideas se mantienen a nivel nacional y el problema es global. Por ejemplo, una idea que se oye bastante hoy es la del ingreso básico universal. Pero esto es un problema, quiero decir, es un buen comienzo pero es una idea problemática porque no está claro qué es lo "universal" y no está claro qué es lo "básico". Mucha gente cuando habla del ingreso básico universal se refiere en realidad al ingreso básico nacional. Pero el problema es global. Digamos que tengo IA e impresoras 3D quitando millones de empleos en Bangladesh, a todas las personas que fabrican mis camisas y mis zapatos. ¿Qué sucederá? ¿El gobierno de EE.UU. impondrá impuestos a Apple y Google en California y los usará para pagar el ingreso básico de los desempleados de Bangladesh? Si crees eso, también podrás creer que Santa Claus vendrá y resolverá el problema. Entonces, a menos que haya un verdadero ingreso universal y no nacional, los problemas más graves no desaparecerán. Tampoco está claro qué es lo básico, porque ¿qué son las necesidades humanas básicas? Miles de años atrás, solo el alimento y el refugio eran necesarios. Pero hoy, la gente dirá que la educación es una necesidad humana básica y debería ser parte del paquete. Pero ¿cuánto? ¿seis años, doce años? ¿un doctorado? De manera similar, con la salud, digamos que en 20, 30, 40 años habrá tratamientos costosos capaces de extender la vida humana a 120 años, no sé. ¿Será esto parte de la canasta básica de ingreso o no? Es un problema muy complejo, porque en un mundo donde la gente pierde la capacidad de conseguir empleo lo único que conseguirá será el ingreso básico. Se trata entonces de una cuestión ética muy compleja. CA: Hay un montón de preguntas sobre cómo el mundo podrá costearlo, quién paga. Hay una pregunta en Facebook de Lisa Larson: ¿Cómo se compara el nacionalismo de hoy en EE.UU. con el de la Primera y la Segunda Guerra Mundial del siglo pasado? YNH: Bueno, la buena noticia respecto a los peligros del nacionalismo es que estamos en una posición mucho mejor que hace un siglo. Hace un siglo, en 1917, los europeos se estaban matando entre sí de a millones. En el 2016 con el Brexit, según recuerdo, solo una persona perdió la vida, un miembro parlamentario asesinado por un extremista. Solo una persona. Si el Brexit se tratase de la independencia británica, esta sería la guerra de independencia más pacífica de la historia humana. Y supongamos que ahora Escocia eligiera abandonar el Reino Unido después del Brexit. Si en el siglo XVIII Escocia hubiese querido - los escoceses lo quisieron muchas veces - liberarse del control de Londres, la reacción del gobierno en Londres hubiese sido enviar un ejército al norte a incendiar Edimburgo y masacrar a las tribus montañesas. Yo creo que si en 2018 los escoceses votan por la independencia, el gobierno de Londres no enviará un ejército al norte para incendiar Edimburgo. Muy poca gente hoy quiere asesinar o morir por la independencia escocesa o británica. Entonces, todo lo que se dice sobre el ascenso del nacionalismo y la vuelta a los años 30, al siglo XIX, en Occidente al menos, el poder del sentimiento nacionalista es hoy mucho, pero mucho más débil de lo que era un siglo atrás. CA: Aunque algunos están públicamente preocupados por cómo cambiará todo, de que podría haber brotes de violencia en EE.UU. dependiendo de cómo resulten las cosas. ¿Deberíamos preocuparnos por eso o crees que las cosas han cambiado? YNH: Deberíamos preocuparnos. Deberíamos ser conscientes de dos cosas. Primero, no nos pongamos histéricos. No estamos de vuelta en la Primera Guerra Mundial todavía. Pero por otro lado, no seamos indulgentes. No pasamos del 1917 al 2017 solo por milagro divino sino simplemente por decisiones humanas, y si ahora comenzamos a tomar malas decisiones podríamos volver a una situación análoga a la de 1917 en pocos años. Una de las cosas que sé como historiador es que nunca se debe subestimar la estupidez humana. (Risas) Es una de las fuerzas más poderosas de la historia, la estupidez humana y la violencia humana. Los humanos hacen locuras sin razones obvias, pero al mismo tiempo, otra fuerza muy poderosa de la historia humana es la sabiduría humana. Tenemos ambas. CA: Está aquí con nosotros el psicólogo moral Jonathan Haidt, creo que tiene una pregunta. Jonathan Haidt: Gracias Yuval. Al parecer eres partidario de un gobierno global, pero cuando miras el mapa mundial de Transparencia Internacional, que mide el nivel de corrupción de las instituciones políticas, es un vasto mar rojo con puntitos amarillos aquí y allá de aquellos con buenas instituciones. Si fuéramos a tener algún tipo de gobierno global ¿qué te hace creer que sería más parecido a Dinamarca que a Rusia o a Honduras? ¿No hay alternativas como lo hicimos con los clorofluorocarbonos? Hay formas de resolver problemas globales con gobiernos nacionales. ¿Cómo se vería en realidad un gobierno mundial y por qué crees que funcionaría? YNH: No sé cómo se vería en la realidad. Nadie tiene un modelo de eso todavía. La razón principal por la que es necesario es porque en muchas de estas cuestiones todos pierden. En un situación en la que todos ganan, como en el comercio, ambas partes de benefician de un acuerdo comercial, es algo que puedes resolver. Sin ningún tipo de gobierno global, cada gobierno nacional tiene interés en hacerlo. Pero en una situación en la que todos pierden, como el cambio climático, es mucho más difícil sin una autoridad global, una verdadera autoridad. Entonces, ¿cómo llegar a eso y cómo sería? No lo sé. Sin duda no hay razón obvia para pensar que sería como Dinamarca, o que sería una democracia. Muy probablemente no. No tenemos modelos democráticos efectivos para un gobierno global. Quizás se vería más como la China antigua que como la Dinamarca moderna. Pero aun así, dados los peligros que enfrentamos, creo que la necesitad de tener algún tipo de habilidad real para tomar decisiones difíciles a nivel global es más importante que casi cualquier cosa. CA: Aquí hay una pregunta de Facebook, y luego le daremos el micrófono a Andrew. Bueno, Kat Haber en Facebook, desde Vail: "¿Cómo manejarán los países desarrollados los millones de refugiados climáticos?" YNH: No lo sé. CA: Esa es tu respuesta Kat. (Risas) YNH: Y no creo que ellos sepan tampoco. Solo negarán el problema, quizás. CA: La inmigración, en general, es otro ejemplo de un problema muy difícil de resolver nación por nación. Una nación podría cerrar sus puertas pero eso quizás le traiga problemas a futuro. YNH: Sí, es otro buen ejemplo, especialmente porque es mucho más fácil migrar hoy de lo que era en la Edad Media o en tiempos antiguos. CA: Yuval, muchos tecnólogos creen, sin duda, que las preocupaciones políticas son un poco exageradas, que en realidad los líderes políticos no tienen mucha influencia en el mundo, que el rumbo de la humanidad en este punto está marcado por la ciencia, la invención, las empresas, por muchas cosas distintas de los líderes políticos, en realidad es muy difícil que hagan mucho, y nos estamos preocupando por nada aquí. YNH: Bueno, en primer lugar, deberíamos enfatizar que es cierto que la capacidad de los líderes políticos para hacer el bien es muy limitada, pero su capacidad para hacer daño es ilimitada. Hay un desequilibrio básico aquí. Todavía puedes apretar el botón y hacer volar a todo el mundo. Tienes esa capacidad. Pero si quieres, por ejemplo, reducir la desigualdad, eso es muy muy difícil. Pero si quieres comenzar una guerra, aún lo puedes hacer fácilmente. Por lo tanto, hay un desequilibrio integrado al sistema político de hoy, es muy frustrante, no puedes hacer mucho bien pero sí puedes hacer mucho daño. Y esto hace que el sistema político sea aún una gran preocupación. CA: Si miras lo que sucede hoy desde tu perspectiva de historiador, ¿puedes ver momentos en la historia donde las cosas simplemente iban bien y un líder individual haya hecho retroceder al mundo o a su país? YNH: Hay bastantes ejemplos, pero debo enfatizar que nunca es un líder individual. Quiero decir, alguien lo pone ahí y alguien le permite permanecer ahí. La culpa nunca es solo de un líder individual. Hay muchas personas detrás de cada individuo. CA: ¿Podemos traer el micrófono aquí, por favor, para Andrew? Andrew Solomon: Has hablado mucho de lo global versus lo nacional, pero me parece que cada vez más la situación mundial está en las manos de los grupos de identidad. Vemos personas en EE.UU. reclutadas por el Estado Islámico. Vemos otros grupos que se han formado que van fuera de los límites nacionales pero aún representan autoridades importantes. ¿Cómo pueden integrarse al sistema y cómo se debe hacer coherente un conjunto diverso de identidades bajo el liderazgo nacional o mundial? YNH: Pues bien, el problema de identidades tan diversas es un problema del nacionalismo también. El nacionalismo cree en una sola identidad rígida y las versiones exclusivas o al menos más extremas del nacionalismo creen en una lealtad exclusiva de una sola identidad. Por consiguiente, el nacionalismo ha tenido muchos problemas con la gente que quiere dividir sus identidades entre varios grupos. Por lo tanto, no es solo un problema de una visión global, digamos. Yo pienso, repito, que la historia muestra que no se debe pensar forzosamente en términos tan exclusivos. Si piensas que solo hay una única identidad para una persona, "Solo soy X, no puedo ser varias cosas, solo puedo ser eso", ese es el comienzo del problema. Hay religiones, hay naciones que a veces exigen una lealtad exclusiva pero no es la única opción. Hay muchas religiones y muchas naciones que permiten tener identidades diversas al mismo tiempo. CA: Pero es una explicación de lo ocurrido el año pasado cuando un grupo de personas se hartó, por así decirlo, de que las élites liberales - a falta de un mejor término - se obsesionaran con tantas y tantas identidades distintas, y se preguntaron, "¿Pero qué hay de mi identidad? Me están ignorando por completo aquí. Por cierto, pensaba que yo era de la mayoría". Eso realmente encendió la ira. YNH: Sí, la identidad es siempre problemática porque la identidad siempre se ha basado en historias ficticias que tarde o temprano chocan con la realidad. Casi todas las identidades, más allá del nivel de la comunidad básica de algunas docenas de personas, están basadas en una historia ficticia. No son ciertas. No son la realidad. Es solo una historia que la gente inventa y se cuenta y la empieza a creer. Por lo tanto, todas las identidades son extremadamente inestables. No son una realidad biológica. A veces los nacionalistas, por ejemplo, piensan que la nación es una entidad biológica. Está hecha de una combinación de suelo y sangre que crea a la nación. Pero esta es solo una historia ficticia. CA: Suelo y sangre, suena como a un engrudo pegajoso. (Risas) YNH: Así es, y también es desagradable cuando piensas demasiado en que soy una combinación de suelo y sangre. Si lo ves desde una perspectiva biológica, obviamente, ninguna de las naciones que hoy existen existió hace 5000 años. El Homo sapiens es un animal social, indudablemente. Pero durante millones de años, el Homo sapiens y nuestros ancestros homínidos vivieron en pequeñas comunidades de unas pocas docenas de individuos. Todos se conocían entre sí. Mientras que las naciones modernas son comunidades imaginadas, en el sentido de que ni siquiera se conocen entre sí. Vengo de una nación relativamente pequeña, Israel, y de 8 millones de israelíes, nunca conocí a la mayoría de ellos. Nunca conoceré a la mayoría de ellos. Básicamente existen aquí. CA: Pero en términos de esta identidad, este grupo que se siente excluido y quizás despojado de su empleo, en "Homo Deus", en efecto, hablas de que este grupo se está expandiendo, que muchísima gente probablemente haya sido despojada de sus empleos por la tecnología, y que esto podría dar origen a una enorme, creo que podríamos llamar, "clase inútil", una clase donde, tradicionalmente, según la economía, estas personas no tienen utilidad. YNH: Sí. CA: ¿Qué tan posible es esto? ¿Es algo por lo que deberíamos estar aterrorizados? Y, ¿podemos enfrentarlo de alguna manera? YNH: Deberíamos pensarlo muy cuidadosamente. Nadie sabe realmente, cómo se verá el mercado laboral en el año 2040, 2050. Hay una posibilidad de que surjan muchos empleos nuevos, pero no es seguro. Incluso si surgen empleos nuevos, no necesariamente será fácil para un camionero desempleado de 50 años, sin empleo por culpa de los vehículos autónomos, no será fácil para un camionero desempleado reinventarse a sí mismo o misma como diseñador de mundos virtuales. Si miras la trayectoria de la revolución industrial, anteriormente, cuando las máquinas reemplazaron a los humanos en un tipo de trabajo, la solución vino del trabajo no especializado en las nuevas líneas de negocios. No se necesitaban más trabajadores agrícolas, así que la gente pasó a ocupar empleos industriales de baja calificación y cuando esto fue reemplazado por más y más máquinas, la gente pasó a los servicios de baja calificación. Entonces, cuando la gente dice que habrá nuevos empleos en el futuro, que los humanos pueden trabajar mejor que la IA, que pueden trabajar mejor que los robots, generalmente piensan en empleos altamente calificados, como ingenieros de software diseñando mundos virtuales. Ahora, no veo a un cajero desempleado de Walt-Mart reinventándose a sí mismo o misma a los 50 como diseñador de mundos virtuales, y definitivamente no veo cómo millones de obreros textiles desempleados en Bangladesh serán capaces de hacerlo. Quiero decir, si lo harán, necesitamos comenzar a educar a los bangladesíes hoy para ser diseñadores de software, y no lo estamos haciendo. Entonces ¿qué harán en 20 años? CA: Creo estás recalcando una pregunta que me ha estado molestando cada vez más los últimos meses. Es una pregunta casi difícil de hacer en público, pero si alguien puede ofrecer algo de sabiduría en ello, quizá eres tú, entonces preguntaré: ¿Para qué servimos los humanos? YNH: Hasta donde sabemos, para nada. (Risas) Es decir, no hay ningún gran drama o plan cósmico en el que tengamos un papel que interpretar. Solo tenemos que descubrir cuál es nuestro rol y desarrollarlo con la mejor de nuestras capacidades. Esta ha sido la historia de todas las religiones e ideologías y demás, pero como científico, lo mejor que puedo decir es que esto no es cierto. No hay un drama universal con un rol para el Homo sapiens. Entonces... CA: Te haré retroceder por un minuto, en tu propio libro, porque en "Homo Deus" das realmente una de las explicaciones más coherentes y entendibles de la sensibilidad, de la consciencia y ese tipo de habilidad humana "único". Señalas que es diferente de la inteligencia, la inteligencia que se usa para construir máquinas y que en efecto hay mucho misterio alrededor de eso. ¿Cómo puedes estar seguro de que no hay un propósito cuando ni siquiera comprendemos lo que es esta consciencia? Quiero decir, en tu pensamiento ¿hay alguna posibilidad de que el humano exista para ser el objeto consciente del universo, para ser el centro de alegría y amor, felicidad y esperanza? ¿Podremos quizá construir máquinas que puedan ayudar a amplificar eso incluso si no serán conscientes ellas mismas? ¿Es loca esa idea? Esperaba algo así leyendo tu libro. YNH: Bueno, sin duda creo que la pregunta más interesante de la ciencia hoy es la cuestión de la conciencia y la mente. Somos cada vez más capaces de comprender el cerebro y la inteligencia, pero no estamos avanzando mucho tratando de comprender la mente y la conciencia. La gente a menudo confunde la inteligencia con la conciencia, especialmente en algunos lugares como Silicon Valley, lo que es comprensible porque en humanos van juntas. Es decir, básicamente la inteligencia es la habilidad de resolver problemas. La conciencia es la habilidad de sentir las cosas, de sentir alegría y tristeza, aburrimiento, dolor y demás. En los Homo sapiens y todos los otros mamíferos, no solo los humanos, en todos los mamíferos, aves, y algunos otros animales, la inteligencia y la consciencia van juntas. A menudo resolvemos problemas al sentir las cosas. Por eso tendemos a confundirlas. Pero son cosas distintas. Lo que sucede hoy en lugares como Silicon Valley es que estamos creando inteligencia artificial pero no consciencia artificial. Ha habido un desarrollo asombroso en la inteligencia computacional en los últimos 50 años, y exactamente cero desarrollo en la consciencia computacional, y no hay indicios de que las computadoras vayan a tener consciencia en un corto plazo. Por eso, antes que nada, si hay algún rol cósmico para la consciencia, no es exclusivo del Homo sapiens. Las vacas son conscientes, los cerdos también, los chimpancés son conscientes, los pollos son conscientes, entonces si seguimos esa línea, primero debemos expandir nuestros horizontes y recordar muy claramente que no somos los únicos seres conscientes en la Tierra y que cuando se habla de consciencia, cuando se habla de inteligencia, hay buenas razones para pensar que somos los más inteligentes de todo el grupo. Pero cuando se habla de consciencia, decir que los humanos son más conscientes que las ballenas, o más conscientes que los babuinos o más conscientes que los gatos, no he visto evidencia de eso. Entonces, el primer paso es, si vas en esa dirección, desarrolla. Y la segunda pregunta acerca de su utilidad, la invertiría y diría que no creo que la consciencia sirva para algo. No creo que necesitemos encontrar nuestro rol en el universo. Lo que realmente importa es liberarnos a nosotros mismos del sufrimiento. Lo que caracteriza a los seres conscientes en contraste con los robots, las piedras, lo que sea, es que los seres conscientes sufren, pueden sufrir, y en lo que se deberían enfocar no es en encontrar su lugar en alguna especie de drama cósmico misterioso. Deberían enfocarse en comprender qué es el sufrimiento, qué lo causa y cómo liberarse de él. CA: Sé que este es un asunto grande para ti y eso fue muy elocuente. Tendremos una tormenta de preguntas del público presente y probablemente algunas de Facebook también y probablemente algunos comentarios también. Así que vamos a apurarnos. Aquí hay una. Mantengan las manos alzadas atrás si quieren el micrófono y estaremos con Uds. Pregunta: en tu obra hablas mucho de las historias ficticias que tomamos como verdaderas y con las que vivimos nuestras vidas. Sabiendo eso, como individuo, ¿Cómo impacta esto las historias que tú eliges para vivir tu vida? ¿Las confundes con la realidad como todos nosotros? YNH: Trato de que no. Es decir, para mí, probablemente la pregunta más importante tanto como científico como persona es cómo diferenciar la ficción de la realidad, porque la realidad está ahí. No digo que todo sea ficción. Solo que es muy difícil para los seres humanos diferenciar la ficción de la realidad, y se ha vuelto cada vez más difícil a medida que la historia ha avanzado porque las ficciones que hemos creado - naciones, dioses, dinero y corporaciones - controlan el mundo hoy. Por eso, el solo pensar "Oh, todo esto son solo entidades ficticias que hemos creado", es muy difícil. Pero la realidad está ahí. Para mí la mejor... Hay varias pruebas para diferenciar la realidad de la ficción. La más simple, la mejor que se me ocurre ahora es la prueba del sufrimiento. Si puede sufrir, es real. Si no puede sufrir, no es real. Una nación no puede sufrir. Eso es muy claro. Incluso si una nación pierde una guerra decimos "Alemania sufrió una derrota en la Primera Guerra Mundial", es una metáfora. Alemania no puede sufrir, Alemania no tiene mente. Alemania no tiene consciencia. Los alemanes pueden sufrir, sí, pero Alemania no. De manera similar, cuando un banco quiebra, el banco no puede sufrir. Cuando el dólar pierde valor, el dólar no puede sufrir. Las personas pueden sufrir, los animales pueden sufrir. Esto es real. Por eso, yo comenzaría, si realmente quieres ver la realidad, cruzaría la puerta del sufrimiento. Si realmente puedes entender lo que es el sufrimiento, esto te dará la clave también para entender lo que es la realidad. CA: Hay una pregunta de Facebook que se relaciona con esto de alguien alrededor del mundo en un lenguaje que no entiendo. YNH: Oh, es hebreo. CA: Hebreo, ahí lo tienes. (Risas) ¿Puedes leer el nombre? YNH: Or Lauterbach Goren. CA: Bueno, gracias por escribirnos. La pregunta es: ¿La era de la posverdad es realmente una era nueva? ¿O solo otro clímax o momento de una tendencia interminable? YNH: Personalmente, no comparto esta idea de la posverdad. Mi primera reacción como historiador es: Si hay una era de posverdad ¿cuándo diablos fue la era de la verdad? CA: Cierto. (Risas) YNH: ¿Fue en los 80, en los 50, en la Edad Media? Es decir, siempre hemos vivido en una era, de alguna manera, de posverdad. CA: Quisiera que nos detuviéramos ahí, porque creo que la gente habla de que había un mundo donde había menos medios periodísticos, donde había tradiciones y las cosas eran comprobadas por los hechos. Estaba incorporado en el acta constitutiva de esas organizaciones que la verdad importaba. Si crees en la realidad, entonces lo que escribes es información. Se creía en que esa información debía relacionarse con la realidad de forma real y que si escribías un encabezado, era un serio y franco intento de reflejar algo que realmente había sucedido. La gente no siempre lo entendía bien. Pero creo que el problema ahora es que tenemos un sistema tecnológico increíblemente poderoso que, por un tiempo, al menos, amplificó todo masivamente sin prestar atención a si estaba conectado a la realidad, sino si está conectado a los clics y la atención y eso era discutiblemente tóxico. Esa es una preocupación razonable ¿no? YNH: Sí, lo es. La tecnología cambia, y ahora es más fácil diseminar la verdad, la ficción y la mentira. Va en ambos sentidos. Sin embargo, difundir la verdad también es mucho más fácil que nunca antes. Pero no creo que haya algo esencialmente nuevo en la divulgación de ficciones y errores. No hay nada que, no sé, Joseph Goebbels no supiera sobre toda esta idea de las noticias falsas y la posverdad. Su famosa frase decía que si repites una mentira lo suficiente, la gente creerá que es verdad, y cuanto más grande es la mentira, mejor, porque la gente no creerá que algo tan grande pueda ser una mentira. Creo que las noticias falsas han estado con nosotros por miles de años. Solo piensen en la Biblia. (Risas) CA: Hay una preocupación de que las noticias falsas estén asociadas a regímenes tiranos, y cuando aumentan las noticias falsas ese es el canario de la mina de carbón anunciando que se acercan tiempos oscuros. YNH: Sí, el uso intencional de noticias falsas es una mala señal. Pero no estoy diciendo que no sea mala, solo digo que no es nueva. CA: Hay mucho interés en Facebook sobre esta cuestión del gobierno global versus el nacionalismo. Aquí hay una pregunta de Phil Dennis: "¿Cómo hacemos que la gente y los gobiernos cedan poder?" Es que... es que... realmente el texto es tan grande que no puedo leer la pregunta completa. Pero ¿es una necesidad? ¿Será necesaria la guerra para llegar a eso? Lo siento Phil, deformé tu pregunta por culpa del texto aquí. YNH: Una opción de la que algunos hablan es que solo una catástrofe puede sacudir a la humanidad y abrir el camino a un sistema real de gobierno global, y dicen que no lo podremos hacer antes de la catástrofe pero necesitamos comenzar a construir los cimientos para que cuando el desastre golpee, podamos reaccionar rápidamente. Pero simplemente la gente no tendrá la motivación para hacer algo así antes de que el desastre golpee. Otra cosa que quisiera remarcar es que cualquiera que esté realmente interesado en un gobierno global debería siempre dejar bien en claro que éste no reemplaza o anula las identidades locales y las comunidades, ambas deberían ser... debería ser parte de un único paquete. CA: Quiero escuchar más sobre esto, porque solo las palabras "gobierno global" son casi la representación del mal en la mentalidad de mucha gente de la derecha alternativa. Simplemente parece escalofriante, distante y los ha defraudado, por eso "¡globalistas no!", "¡gobierno global fuera!" Y muchos ven la elección como el colmo de los insultos para quien cree en eso. Entonces, ¿cómo cambiamos la narrativa para que no suene tan escalofriante y distante? Continúa hablando de la idea de que es algo compatible con la identidad local, las comunidades locales. YNH: Bueno, nuevamente, creo que deberíamos comenzar con las realidades biológicas del Homo sapiens. Y la biología nos dice dos cosas sobre el Homo sapiens relevantes en esta cuestión: primero que todo, que somos completamente dependientes del sistema ecológico que nos rodea y que hoy estamos hablando de un sistema global. No podemos escapar de eso. Al mismo tiempo, la biología nos dice que los Homos sapiens somos animales sociales, pero somos sociales a un nivel muy, muy local. Es un hecho simple que la humanidad no pueda establecer familiaridad íntima con más de 150 individuos. El tamaño de un grupo natural, la comunidad natural del Homo sapiens, no consta de más de 150 individuos, y todo lo que está más allá realmente está basado en muchas historias imaginarias e instituciones de gran tamaño. Creo que podemos encontrar una manera, nuevamente, basándonos en un entendimiento biológico de nuestra especie, de entretejer las dos y entender que hoy en el siglo XXI, necesitamos tanto el nivel global como la comunidad local. Yo iría incluso más allá, y diría que esto comienza con el cuerpo mismo. Los sentimientos que la gente tiene hoy de soledad y aislamiento y de no encontrar su lugar en el mundo, creo que el problema principal no es el capitalismo global. El problema principal es que en los últimos cien años, la gente se ha vuelto incorpórea, y se ha distanciado de su propio cuerpo. Como cazador-recolector, o incluso como campesino, para sobrevivir, necesitas estar en contacto constantemente con tu cuerpo y tus sentidos, todo el tiempo. Si vas al bosque a buscar hongos y no prestas atención a lo que oyes, a lo que hueles, a lo que saboreas, estás muerto. Por eso debes estar muy conectado. En los últimos cien años, la gente está perdiendo la capacidad de estar en contacto con su cuerpo y sus sentidos, de oír, de oler, de sentir. Más y más atención va a las pantallas a lo que está sucediendo en otro lugar, en otro momento. esta, creo, es la razón principal de los sentimientos de aislamiento, soledad y demás, por consiguiente, parte de la solución es no traer de vuelta el nacionalismo de masas, sino reconectarnos con nuestros propios cuerpos, y si estás de vuelta en contacto con tu cuerpo, te sentirás mucho más como en casa en el mundo también. CA: Bueno, dependiendo de lo que suceda, quizás volvamos al bosque pronto. Responderemos una pregunta más de la sala y una más de Facebook. Ama Adi-Dako: Hola, soy de Ghana, África Occidental, y mi pregunta es: Me pregunto cómo presentas y justificas la idea de un gobierno global a los países que históricamente han sido privados de sus derechos por los efectos de la globalización, y además, si hablamos de gobierno global me suena a que definitivamente vendrá de una idea muy occidental de lo que se supone que debe ser "global". Entonces ¿cómo presentas y justificas la idea de lo global versus lo completamente nacionalista a personas de países como Ghana, Nigeria o Togo y otros países como esos? YNH: Comenzaría diciendo que la historia es extremadamente injusta, y que deberíamos darnos cuenta de eso. Muchos de los países que más han sufrido en los últimos 200 años de globalización, imperialismo e industrialización son exactamente los países más propensos a sufrir más en la próxima oleada. Y deberíamos ser muy, muy claros con respecto a eso. Si no tenemos un gobierno global y si sufrimos el cambio climático, las alteraciones tecnológicas, EE.UU. no será el país que más sufra. Los que más sufrirán serán Ghana, Sudán, Siria, Bangladesh, todos esos lugares. Entonces, creo que esos países tienen un incentivo aún mayor para prepararse para la próxima oleada de cambios, ya sean ecológicos o tecnológicos. Nuevamente, si pensamos en la alteración tecnológica, la IA, las impresoras 3D y los robots que robarán el trabajo de miles de millones de personas, me preocuparía mucho menos de los suecos que de la gente de Ghana o Bangladesh. Y por eso, porque la historia es tan injusta y los resultados de las calamidades no se compartirán equitativamente entre todos, como siempre, los ricos serán capaces de evitar las peores consecuencias del cambio climático de una manera inalcanzable para los pobres. CA: Aquí está la gran pregunta de Cameron Taylor en Facebook: "Al final de 'Sapiens'", dijiste que deberíamos preguntarnos "¿Qué queremos querer?" Bueno, ¿qué crees que deberíamos querer querer?" YNH: Creo que deberíamos querer querer saber la verdad para entender la realidad. La mayoría de las veces queremos cambiar la realidad, para amoldarla a nuestros propios deseos, a nuestra propia voluntad, y creo que primero deberíamos querer entenderla. Si miras la trayectoria de la historia a largo plazo, verás que por miles de años los humanos hemos estado ganando control sobre nuestro mundo exterior y hemos tratado de amoldarlo a nuestro propio deseo. Hemos ganado control sobre otros animales, sobre los ríos, los bosques y los hemos reformado completamente y hemos causado la destrucción ecológica sin satisfacernos. Por eso, el próximo paso es poner la mirada en nuestro interior, y decir, bien, tener el control sobre el mundo exterior no nos dejó satisfechos, tratemos ahora de tomar control sobre nuestro mundo interior. Este es el verdadero gran proyecto de la ciencia, la tecnología y la industria del siglo XXI: tratar de tomar el control del mundo dentro de nosotros, aprender a diseñar y producir cuerpos, cerebros y mentes. Estos probablemente sean los productos principales de la economía del siglo XXI. Cuando la gente piensa en el futuro, muy a menudo piensa: "Oh, quiero tomar el control de mi cuerpo y mi cerebro". Y creo que eso es muy peligroso. Si hemos aprendido algo de la historia es que sí, adquirimos el poder para manipular, pero por no entender realmente la complejidad del sistema ecológico, ahora nos enfrentamos a un colapso ecológico. Y si ahora tratamos de rediseñar el mundo dentro de nosotros sin entenderlo realmente, especialmente sin entender la complejidad de nuestro sistema mental, podríamos causar algo así como un desastre ecológico interno, y enfrentaremos una especie de colapso mental dentro de nosotros. CA: Uniendo todas las piezas: la política actual, la tecnología que viene, preocupaciones como la que recién mencionaste, parece como si estuvieses en un lugar bastante sombrío cuando piensas en el futuro. Estás bastante preocupado por eso. ¿Es cierto? Y si hubiera una fuente de esperanza ¿cómo la definirías? YNH: Me concentro en las posibilidades más peligrosas en parte porque es como mi trabajo o mi responsabilidad como historiador o crítico social. La industria se concentra en los lados positivos, entonces el trabajo de los historiadores, filósofos y sociólogos es remarcar el potencial más peligroso de todas estas nuevas tecnologías. No creo que algo de eso sea inevitable. La tecnología nunca es determinista. Puedes usar la misma tecnología para crear diferentes tipos de sociedades. Si miras el siglo XX, las tecnologías de la Revolución Industrial, los trenes, la electricidad y todo eso pudieron ser usados para crear una dictadura comunista o un régimen fascista o una democracia liberal. Los trenes no nos dijeron qué hacer con ellos. De manera similar ahora, la IA y la bioingeniería y todo eso, no predeterminan ni siquiera un resultado. La humanidad puede enfrentar el desafío, el mejor ejemplo que tenemos de la humanidad enfrentando el desafío de una nueva tecnología son las armas nucleares. A finales de los años 40, 50, mucha gente estaba convencida de que tarde o temprano la Guerra Fría terminaría en una catástrofe nuclear y destruiría la civilización humana. Y esto no ocurrió. De hecho, las armas nucleares incentivaron a los humanos de todo el mundo a cambiar la manera de manejar la política internacional para reducir la violencia. Y muchos países básicamente desecharon la guerra de su juego de herramientas político. Dejaron de usar la guerra para perseguir sus intereses. No todos los países lo hicieron, pero muchos países sí. Y esta quizás sea la razón principal por la que la violencia internacional ha bajado drásticamente desde 1945 y hoy, como dije antes, más gente se suicida de la que muere en la guerra. Creo que esto nos da un buen ejemplo de que incluso ante la tecnología más aterradora, los humanos pueden enfrentar el desafío y algo bueno puede resultar de ello. El problema es que tenemos muy poco margen de error. Si no lo hacemos bien, probablemente no tengamos otra oportunidad para probar de nuevo. CA: Ese es un punto muy poderoso sobre el que creo que deberíamos llegar a una conclusión. Antes de concluir, solo quiero decirle algo a la gente de aquí y a la comunidad global de TED o cualquiera que esté mirando en línea: ayúdennos con estos diálogos. Si creen, como nosotros, que debemos encontrar un tipo de conversación diferente, ahora más que nunca, ayúdennos a encontrarla. Contacten a otras personas, intenten tener conversaciones con gente con la que no estén de acuerdo, compréndanlos, junten las piezas y ayúdennos a resolver cómo llevar a cabo estas conversaciones para poder hacer una verdadera contribución a lo que está sucediendo en el mundo ahora mismo. Creo que todos nos sentimos más vivos, más preocupados, más comprometidos con la política del momento. La apuesta sí que es alta, por aso ayúdennos a actuar de la manera más sabia posible. Yuval Harari, gracias. (Aplausos)