Chris Anderson: Hola.
Bienvenidos a Diálogos TED.
El primero de una serie que será producida
en respuesta a la revuelta
política actual.
No sé qué piensen,
estoy preocupado por la creciente
confrontación que hay en este país
y en el mundo.
Nadie escucha al otro ¿verdad?
No.
Creo que necesitamos un tipo
de conversación diferente,
uno basado en, no sé, en la razón,
en escuchar y comprender,
en un contexto más amplio.
Eso es lo que intentaremos
en estos Diálogos TED
que comienzan hoy.
No podríamos tener a nadie
que me cause más entusiasmo para comenzar.
Esta es una mente que piensa como nadie
en el mundo, me atrevería a decir.
Lo digo en serio.
(Yuval Noah Harari ríe)
Lo digo en serio.
Él sintetiza la historia
con ideas subyacentes
en una manera que te deja sin aliento.
Algunos de Uds. han de conocer
este libro, "Sapiens".
¿Alguien de aquí ha leído "Sapiens"?
(Aplausos)
Digo, no lo podría menospreciar.
La forma en que cuenta
la historia de la humanidad
a través de grandes ideas que
realmente te hacen pensar distinto.
Es sorprendente.
Y aquí está la secuela,
que creo se publicará en EE.UU.
la próxima semana.
YNH: Sí, en una semana.
CA: "Homo Deus".
Esta es la historia de
los próximos cien años.
He tenido la oportunidad de leerlo.
Es impresionante,
y me atrevo a decir, para algunos,
bastante alarmante.
Es una lectura obligatoria.
Sinceramente, no podríamos tener
a nadie mejor que nos ayude
a entender qué demonios pasa
en el mundo ahora.
Démosle una cálida bienvenida,
por favor, a Yuval Noah Harari.
(Aplausos)
Es fantástico que se nos unan amigos
en Facebook y de toda la web.
Hola Facebook.
Y todos Uds., mientras comienzo
a hacerle preguntas a Yuval,
hagan sus propias preguntas,
aunque no sean sobre el escándalo
político del día,
sino sobre una comprensión más amplia
de: ¿hacia dónde estamos yendo?
¿Están listos? Bien, comencemos.
Bueno, aquí estamos Yuval:
Ciudad de Nueva York, 2017,
hay un nuevo presidente en el poder,
y ondas de choque propagándose
por todo el planeta.
¿Qué demonios sucede?
YNH: Creo que básicamente lo que sucedió
es que hemos perdido nuestra historia.
Los humanos pensamos en historias,
y tratamos de comprender el mundo
contando historias.
Durante las últimas décadas,
tuvimos una historia
muy simple y atractiva
sobre lo que sucede en el mundo.
La historia decía que lo que sucede
es que la economía se está globalizando,
la política se está liberalizando,
y la combinación de ambas
creará un paraíso en la Tierra.
Necesitamos globalizar más la economía
y liberalizar el sistema político,
y todo será hermoso.
El 2016 es el momento
en que una gran parte,
incluso del mundo occidental,
dejó de creer en esta historia.
Por buenas o malas razones, no importa.
La gente dejó de creer en la historia,
y cuando no tienes una historia,
no comprendes lo que sucede.
CA: Una parte de ti cree que esa historia
era en realidad una historia muy efectiva.
Funcionaba.
YNH: Hasta cierto punto sí.
De acuerdo a algunos cálculos,
estamos ahora en el mejor momento
de la humanidad.
Hoy, por primera vez en la historia,
más gente muere por comer mucho
que por comer poco,
lo que es un logro sorprendente.
(Risas)
Por primera vez en la historia,
más personas mueren por la vejez
que por enfermedades infecciosas.
La violencia también está a la baja.
Por primera vez en la historia,
más personas se suicidan de las que son
asesinadas por el crimen, el terrorismo
y la guerra juntos.
Estadísticamente, tú eres tu peor enemigo.
Al menos, de todas las personas del mundo
la que tiene más probabilidades
de asesinarte eres tú mismo,
(Risas)
lo que es, nuevamente
buenas noticias, comparado...
(Risas)
comparado con el nivel de violencia
que vimos en eras anteriores.
CA: Pero este proceso de conectar al mundo
dejó a un gran número de personas
sintiéndose excluidas
y que han reaccionado.
Tenemos una bomba
que está arrasando con todo el sistema.
¿Qué piensas de lo que ha ocurrido?
Parece que la forma en la que la gente
pensaba en la política,
la división izquierda-derecha,
ha sido destrozada y reemplazada.
¿Qué deberíamos pensar de esto?
YNH: El modelo político del siglo pasado
de derecha versus izquierda
ahora es bastante irrelevante,
la división real de hoy se da
entre global o nacional,
global o local.
Ves alrededor del mundo
que esta es la principal lucha.
Probablemente necesitemos modelos
políticos completamente nuevos
y formas completamente nuevas
de pensar en la política.
En esencia, lo que se puede decir es
que ahora tenemos una ecología global,
tenemos una economía global
pero tenemos una política nacional,
y esto no funciona en conjunto.
Esto hace ineficaz al sistema político,
porque no tiene control sobre las fuerzas
que moldean nuestra vida.
Hay básicamente dos soluciones
a este desequilibrio:
o desglobalizas la economía y
vuelves a una economía nacional,
o globalizas el sistema político.
CA: Entonces algunos, o supongo,
muchos liberales
ven a Trump y su gobierno
irremediablemente mal,
simplemente horrible en todas sus formas.
¿Ves alguna narrativa de fondo
o filosofía política allí
que valga la pena comprender?
¿Cómo articularías esa filosofía?
¿Es esa la filosofía del nacionalismo?
YNH: Creo que la sensación
o idea de fondo
es que se ha roto algo
en el sistema político.
Ya no empodera a la persona común.
Ya no se preocupa más
por la persona común
y creo que este diagnóstico de
la enfermedad política es acertado.
Respecto a las respuestas,
estoy mucho menos seguro.
Creo que lo que estamos viendo
es una reacción humana inmediata:
si algo no funciona, volvamos atrás.
Y lo ves en todo el mundo,
casi nadie en el sistema político actual
tiene una visión orientada a futuro
de hacia dónde va la humanidad.
Casi en todas partes
se tiene la visión retrógrada:
"Hagamos grande a EE.UU. nuevamente"
como si hubiese sido grande en
los 50 u 80, o en algún momento,
volvamos ahí.
Si vamos a Rusia, cien años
después de Lenin,
la visión de futuro de Putin
es básicamente, volvamos
al imperio zarista.
En Israel, de donde yo vengo,
la visión política más popular es:
"Construyamos el templo nuevamente".
Entonces, volvamos 2000 años atrás.
La gente piensa que en el pasado,
en algún momento nos perdimos,
y que es como perderse en la ciudad,
dices bien, volvamos al punto
donde me sentía seguro
y comienzas de nuevo.
No creo que esto funcione,
pero es un instinto visceral
de mucha gente.
CA: Pero ¿cómo no podría funcionar?
"EE.UU. Primero" es un eslogan
muy atractivo en muchas formas.
El patriotismo es, en muchas
formas, algo muy noble.
Ha desempeñado un papel
promoviendo la cooperación
de grupos grandes de personas.
¿Por qué no se puede tener
un mundo organizado en países
que se pongan a sí mismos en primer lugar?
YNH: Durante muchos siglos,
incluso miles de años
el patriotismo funcionó bastante bien.
Por supuesto, condujo a guerras y demás,
pero no deberíamos enfocarnos
demasiado en lo malo.
Hay muchas, muchas cosas positivas
del patriotismo también
y de la habilidad de tener
a un grupo grande de personas
cuidándose entre sí,
simpatizando unos con otros,
y uniéndose para la acción colectiva.
Retrocedamos hacia las primeras naciones
miles de años atrás,
a la gente que vivió a orillas
del río Amarillo en China.
Había muchas tribus distintas
y todas dependían del río
para sobrevivir y prosperar
pero también todos sufrían
las inundaciones periódicas
y las sequías periódicas.
Ninguna tribu podía hacer algo al respecto
porque cada una controlaba
una pequeña sección del río.
Entonces en un largo y complicado proceso,
las tribus se fusionaron
para formar la nación china
que controló todo el río Amarillo
y pudo unir a cientos de miles de personas
para construir represas y canales
y así regular el curso de agua,
prevenir las peores inundaciones y sequías
y elevar el nivel de prosperidad de todos.
Esto funcionó en muchos lugares
alrededor del mundo.
Pero en el siglo XXI,
la tecnología está cambiando todo eso
de una manera fundamental.
Todas las personas del mundo
estamos viviendo ahora
en la rivera del mismo río cibernético,
y ni una sola nación puede
regular este río por sí misma.
Estamos viviendo juntos en un solo planeta
amenazado por nuestras propias acciones.
Y si no hay algún tipo
de cooperación global,
el nacionalismo simplemente no estará
a la altura de resolver los problemas,
ya sea el cambio climático
o una alteración tecnológica.
CA: Entonces era una idea hermosa
que en el mundo casi toda la acción
y casi todos los problemas
tuvieran relevancia a escala nacional,
pero tu argumento es que los problemas
que más importan hoy
ya no tienen lugar a escala nacional,
sino a escala global.
YNH: Exactamente, los problemas
más importantes del mundo hoy
son esencialmente globales
y no pueden ser resueltos
sin que haya algún tipo
de cooperación global.
No es solo el cambio climático,
que es el ejemplo más evidente
que la gente brinda.
Creo más en términos de
una alteración tecnológica.
Si piensas en la inteligencia
artificial - IA - por ejemplo,
que dentro de los próximos 20, 30 años
echará a millones de personas
del mercado laboral,
esto es un problema a nivel global.
Alterará la economía de todos los países.
De la misma manera,
si piensas en la bioingeniería
y en gente temerosa
de conducir investigaciones
de ingeniería genética
en humanos, por ejemplo,
no será de ayuda que un país,
digamos, EE.UU.,
prohíba los experimentos
genéticos en humanos
si China o Corea del Norte
continúan haciéndolos.
Entonces, si EE.UU. no puede
resolverlo por sí solo rápidamente,
la presión sobre EE.UU.
para hacer lo mismo será inmensa
porque estamos hablando de tecnologías
de alto riesgo, pero alta recompensa.
Si alguien más lo está haciendo,
no puedo permitirme quedarme atrás.
La única forma de tener
regulaciones efectivas
sobre áreas como la ingeniería genética,
es tener regulaciones globales.
Si tienes regulaciones nacionales
nadie querrá quedarse atrás.
CA: Esto es realmente interesante.
Me parece que esta sería una de las claves
para fomentar, cuando menos,
un debate constructivo
entre diferentes partes
porque creo que todos concordamos
en que el punto de partida
de mucha de la ira que nos
ha empujado a donde estamos
surge de preocupaciones válidas
sobre la pérdida de empleo.
Se va el trabajo, se va una forma
de vida tradicional también,
no es de extrañarse que la gente
se enfurezca al respecto.
Generalmente, han culpado
a la globalización, a las élites globales
de hacerles esto sin pedirles permiso
y parece ser una queja legítima.
Puedo oírlos hacerse una pregunta clave:
¿Cuál es la causa real de la pérdida
de empleo ahora y en el futuro?
Si hablamos de globalización
la respuesta adecuada sería
cerrar las fronteras,
mantener gente afuera y cambiar
los acuerdos de comercio y demás.
Pero lo que quieres decir, creo,
es que la principal causa
de pérdida de empleo
no será esa en absoluto.
Se originará en cuestiones tecnológicas
y no habrá posibilidades de resolver eso
a menos que operemos
en un mundo conectado.
YNH: Sí, creo que,
no sé si en el presente,
pero mirando hacia el futuro,
no son los mexicanos o los chinos
los que le dejarán sin empleo
a la gente de Pennsylvania,
sino los robots y los algoritmos.
A menos que planees construir un gran muro
en la frontera de California...
(Risas)
el muro en la frontera con México
será muy poco efectivo.
Me impresionó ver los debates
antes de la elección,
me impresionó que Trump ni siquiera
intentara asustar a la gente
diciendo que los robots
nos dejarían sin trabajo.
Incluso si no fuera cierto, no importa.
Hubiera sido una forma extremadamente
efectiva de asustar a la gente...
(Risas)
de provocar a la gente:
"Los robots nos robarán el empleo".
Nadie usó esa frase.
Y me causó temor
porque significa que
sin importar lo que pase
en las universidades o los laboratorios
- y ahí hay un intenso debate sobre eso -
en el sistema político dominante
y en el público en general,
la gente simplemente no se da cuenta
de que podría haber una alteración
tecnológica inmensa,
no en 200 años, sino en 10, 20, 30 años,
y hay que hacer algo al respecto ahora,
en parte porque mucho de lo que enseñamos
a los niños en la escuela o la universidad
será completamente irrelevante
en el mercado laboral de 2040, 2050.
Entonces no es algo que debamos dejar
para el año 2040.
Necesitamos pensar hoy qué necesitamos
enseñarle a los jóvenes.
CA: Sí, absolutamente.
A menudo has escrito sobre
momentos de la historia
donde la humanidad ha entrado
a una nueva era, sin quererlo.
Se han tomado decisiones,
se han desarrollado tecnologías,
y súbitamente el mundo ha cambiado,
posiblemente en la peor manera para todos.
Uno de los ejemplos que das en "Sapiens"
es la revolución agrícola en su totalidad,
una persona real que labra la tierra,
que simplemente optó por un trabajo
agotador de 12 horas al día
en lugar de 6 horas en la jungla
y un estilo de vida mucho más interesante.
(Risas)
Entonces ¿estamos ante otro posible
cambio de fase aquí,
yendo como sonámbulos hacia un futuro
que nadie quiere realmente?
YNH: Sí, básicamente es así.
Durante la revolución agrícola,
la inmensa revolución
tecnológica y económica
fortaleció a la humanidad en su conjunto,
pero si observas las vidas individuales,
la vida de una pequeña élite mejoró mucho,
y la vida de la mayoría de las personas
empeoró considerablemente.
Y esto puede suceder
nuevamente en el siglo XXI.
No hay duda de que las nuevas tecnologías
fortalecerán a la humanidad en general.
Pero podríamos terminar nuevamente
con una pequeña élite cosechando todos
los beneficios, tomando todos los frutos,
y las masas de la población
se encontrarán en un lugar peor
del que estaban antes,
ciertamente mucho peor
que esta pequeña élite.
CA: Y esas élites posiblemente
no sean élites humanas.
Podrían ser androides o...
YNH: Sí, podrían ser
superhumanos mejorados.
Podrían ser androides.
Podrían ser élites
completamente inorgánicas.
Incluso podrían ser
algoritmos sin conciencia.
Lo que vemos hoy en el mundo
es que el poder está cambiando
de humanos a algoritmos.
Hay algoritmos que toman
cada vez más decisiones
sobre la vida de las personas,
sobre cuestiones económicas,
sobre cuestiones políticas.
Si le pides un préstamo a un banco,
es muy probable que tu destino lo
elija un algoritmo y no un ser humano.
Y la impresión general es que posiblemente
el Homo Sapiens se haya perdido.
El mundo es tan complicado,
hay tantos datos,
las cosas están cambiando tan rápido,
que esto que evolucionó
en la sabana africana
decenas de miles de años atrás,
para hacerle frente a su entorno,
a un volumen específico
de datos e información,
simplemente no pueda encargarse
de las realidades del siglo XXI,
y lo único que quizás las pueda manejar
sean los algoritmos de datos masivos.
Sin dudas, el poder está pasando
más y más de humanos a algoritmos.
CA: Estamos en la ciudad de Nueva York
en la primera de una serie de Diálogos TED
con Yuval Harari,
y hay ahí afuera una audiencia
en Facebook Live.
Estamos contentos de tenerlos
aquí con nosotros.
Comenzaremos con algunas de sus preguntas
y preguntas de las personas de la sala
en unos pocos minutos,
así que envíenlas.
Yuval, si vas a argumentar
sobre la necesidad de abandonar
el nacionalismo por el incipiente
peligro tecnológico, de alguna manera,
evidenciado por mucho
de lo que está sucediendo,
debemos tener una conversación
global al respecto.
Es un problema hacer
que la gente crea, no sé,
que la IA es una amenaza
inminente y demás.
Algo por lo que la gente,
alguna gente al menos,
se preocupa de manera
más inmediata, quizás,
es el cambio climático,
quizá por otros temas como los refugiados,
armas nucleares, y demás.
¿Tú afirmarías que en este momento
estos asuntos deberían ser abordadas
de alguna manera?
Has hablado del cambio climático
pero Trump ha dicho que no cree en eso.
Entonces en cierto modo,
tu argumento más poderoso
no lo puedes usar en este caso.
YNH: Sí, con respecto al cambio climático,
a primera vista, es bastante sorprendente
que haya una correlación muy cercana
entre el nacionalismo
y el cambio climático.
Es decir, casi siempre la gente que niega
el cambio climático es nacionalista
y a primera vista piensas ¿por qué?
¿Cuál es la conexión?
¿Por qué no hay socialistas
que nieguen el cambio climático?
Pero entonces cuando piensas
al respecto, es obvio:
porque el nacionalismo no tiene solución
para el cambio climático.
Si quieres ser nacionalista
en el siglo XXI,
tienes que negar el problema.
Si aceptas la realidad del problema,
entonces debes aceptar, sí,
que todavía hay lugar en el mundo
para el patriotismo,
que todavía hay lugar en el mundo
para tener lealtades especiales
y obligaciones hacia tu propio pueblo,
hacia tu propio país.
No creo que nadie esté pensando
en terminar con eso realmente.
Pero para enfrentar el cambio climático,
necesitamos más lealtades
y más compromisos
a un nivel más allá de la nación.
Eso no debería ser imposible
porque la gente puede tener
muchos grados de lealtad.
Puedes ser leal a tu familia,
a tu comunidad
y a tu nación,
entonces ¿por qué no puedes ser leal
a toda la humanidad en conjunto?
Por supuesto, hay ocasiones
en las que se vuelve difícil
determinar qué poner primero
pero, sabes, la vida es difícil.
Enfréntalo.
(Risas)
CA: Bien, me gustaría comenzar
con las preguntas del público.
Tenemos un micrófono aquí.
Úsenlo, y en Facebook, por favor
hagan llegar sus preguntas también.
Howard Morgan: Una de las cuestiones
que ha hecho una enorme diferencia
en este país y en otros,
es la inequidad
en la distribución del ingreso,
el dramático cambio en la distribución
del ingreso en EE.UU.
de lo que era hace 50 años
y alrededor del mundo.
¿Podemos hacer algo para cambiar eso?
Porque eso afecta muchas
de las causas subyacentes.
YNH: Hasta ahora no he escuchado ninguna
buena idea sobre qué hacer al respecto,
repito, en parte porque muchas ideas
se mantienen a nivel nacional
y el problema es global.
Por ejemplo, una idea
que se oye bastante hoy
es la del ingreso básico universal.
Pero esto es un problema,
quiero decir, es un buen comienzo
pero es una idea problemática
porque no está claro qué es lo "universal"
y no está claro qué es lo "básico".
Mucha gente cuando habla
del ingreso básico universal
se refiere en realidad
al ingreso básico nacional.
Pero el problema es global.
Digamos que tengo IA e impresoras 3D
quitando millones de empleos
en Bangladesh,
a todas las personas que fabrican
mis camisas y mis zapatos.
¿Qué sucederá?
¿El gobierno de EE.UU. impondrá impuestos
a Apple y Google en California
y los usará para pagar el ingreso básico
de los desempleados de Bangladesh?
Si crees eso, también podrás creer
que Santa Claus vendrá
y resolverá el problema.
Entonces, a menos que haya un verdadero
ingreso universal y no nacional,
los problemas más graves no desaparecerán.
Tampoco está claro qué es lo básico,
porque ¿qué son las necesidades
humanas básicas?
Miles de años atrás, solo el alimento
y el refugio eran necesarios.
Pero hoy, la gente dirá que la educación
es una necesidad humana básica
y debería ser parte del paquete.
Pero ¿cuánto? ¿seis años,
doce años? ¿un doctorado?
De manera similar, con la salud,
digamos que en 20, 30, 40 años
habrá tratamientos costosos
capaces de extender la vida humana
a 120 años, no sé.
¿Será esto parte de la canasta
básica de ingreso o no?
Es un problema muy complejo,
porque en un mundo donde la gente
pierde la capacidad de conseguir empleo
lo único que conseguirá
será el ingreso básico.
Se trata entonces de una cuestión
ética muy compleja.
CA: Hay un montón de preguntas
sobre cómo el mundo podrá costearlo,
quién paga.
Hay una pregunta en Facebook
de Lisa Larson:
¿Cómo se compara el nacionalismo
de hoy en EE.UU.
con el de la Primera
y la Segunda Guerra Mundial
del siglo pasado?
YNH: Bueno, la buena noticia
respecto a los peligros del nacionalismo
es que estamos en una posición
mucho mejor que hace un siglo.
Hace un siglo, en 1917,
los europeos se estaban matando
entre sí de a millones.
En el 2016 con el Brexit,
según recuerdo,
solo una persona perdió la vida,
un miembro parlamentario
asesinado por un extremista.
Solo una persona.
Si el Brexit se tratase
de la independencia británica,
esta sería la guerra de independencia
más pacífica de la historia humana.
Y supongamos que ahora Escocia
eligiera abandonar el Reino Unido
después del Brexit.
Si en el siglo XVIII
Escocia hubiese querido
- los escoceses lo quisieron muchas veces -
liberarse del control de Londres,
la reacción del gobierno en Londres
hubiese sido enviar un ejército al norte
a incendiar Edimburgo y masacrar
a las tribus montañesas.
Yo creo que si en 2018 los escoceses
votan por la independencia,
el gobierno de Londres
no enviará un ejército al norte
para incendiar Edimburgo.
Muy poca gente hoy quiere asesinar o morir
por la independencia escocesa o británica.
Entonces, todo lo que se dice sobre
el ascenso del nacionalismo
y la vuelta a los años 30,
al siglo XIX, en Occidente al menos,
el poder del sentimiento nacionalista
es hoy mucho, pero mucho más débil
de lo que era un siglo atrás.
CA: Aunque algunos están
públicamente preocupados
por cómo cambiará todo,
de que podría haber brotes
de violencia en EE.UU.
dependiendo de cómo resulten las cosas.
¿Deberíamos preocuparnos por eso
o crees que las cosas han cambiado?
YNH: Deberíamos preocuparnos.
Deberíamos ser conscientes de dos cosas.
Primero, no nos pongamos histéricos.
No estamos de vuelta en la
Primera Guerra Mundial todavía.
Pero por otro lado, no seamos indulgentes.
No pasamos del 1917 al 2017
solo por milagro divino
sino simplemente por decisiones humanas,
y si ahora comenzamos
a tomar malas decisiones
podríamos volver a una situación
análoga a la de 1917
en pocos años.
Una de las cosas que sé como historiador
es que nunca se debe subestimar
la estupidez humana.
(Risas)
Es una de las fuerzas
más poderosas de la historia,
la estupidez humana y la violencia humana.
Los humanos hacen locuras
sin razones obvias,
pero al mismo tiempo,
otra fuerza muy poderosa de la historia
humana es la sabiduría humana.
Tenemos ambas.
CA: Está aquí con nosotros
el psicólogo moral Jonathan Haidt,
creo que tiene una pregunta.
Jonathan Haidt: Gracias Yuval.
Al parecer eres partidario
de un gobierno global,
pero cuando miras el mapa mundial
de Transparencia Internacional,
que mide el nivel de corrupción
de las instituciones políticas,
es un vasto mar rojo con puntitos
amarillos aquí y allá
de aquellos con buenas instituciones.
Si fuéramos a tener algún tipo
de gobierno global
¿qué te hace creer que sería
más parecido a Dinamarca
que a Rusia o a Honduras?
¿No hay alternativas
como lo hicimos con
los clorofluorocarbonos?
Hay formas de resolver problemas globales
con gobiernos nacionales.
¿Cómo se vería en realidad
un gobierno mundial
y por qué crees que funcionaría?
YNH: No sé cómo se vería en la realidad.
Nadie tiene un modelo de eso todavía.
La razón principal por la que es necesario
es porque en muchas de estas cuestiones
todos pierden.
En un situación en la que todos ganan,
como en el comercio,
ambas partes de benefician
de un acuerdo comercial,
es algo que puedes resolver.
Sin ningún tipo de gobierno global,
cada gobierno nacional
tiene interés en hacerlo.
Pero en una situación en la que
todos pierden, como el cambio climático,
es mucho más difícil
sin una autoridad global,
una verdadera autoridad.
Entonces, ¿cómo llegar a eso
y cómo sería?
No lo sé.
Sin duda no hay razón obvia
para pensar que sería como Dinamarca,
o que sería una democracia.
Muy probablemente no.
No tenemos modelos democráticos efectivos
para un gobierno global.
Quizás se vería más como la China antigua
que como la Dinamarca moderna.
Pero aun así, dados los peligros
que enfrentamos,
creo que la necesitad de tener
algún tipo de habilidad real
para tomar decisiones
difíciles a nivel global
es más importante
que casi cualquier cosa.
CA: Aquí hay una pregunta de Facebook,
y luego le daremos el micrófono a Andrew.
Bueno, Kat Haber en Facebook,
desde Vail:
"¿Cómo manejarán los países desarrollados
los millones de refugiados climáticos?"
YNH: No lo sé.
CA: Esa es tu respuesta Kat. (Risas)
YNH: Y no creo que ellos sepan tampoco.
Solo negarán el problema, quizás.
CA: La inmigración, en general,
es otro ejemplo de un problema
muy difícil de resolver nación por nación.
Una nación podría cerrar sus puertas
pero eso quizás le traiga
problemas a futuro.
YNH: Sí, es otro buen ejemplo,
especialmente porque es mucho más fácil
migrar hoy
de lo que era en la Edad Media
o en tiempos antiguos.
CA: Yuval, muchos tecnólogos
creen, sin duda,
que las preocupaciones políticas
son un poco exageradas,
que en realidad los líderes políticos
no tienen mucha influencia en el mundo,
que el rumbo de la humanidad en este punto
está marcado por la ciencia,
la invención, las empresas,
por muchas cosas distintas
de los líderes políticos,
en realidad es muy difícil
que hagan mucho,
y nos estamos preocupando por nada aquí.
YNH: Bueno, en primer lugar,
deberíamos enfatizar
que es cierto que la capacidad
de los líderes políticos
para hacer el bien es muy limitada,
pero su capacidad para hacer
daño es ilimitada.
Hay un desequilibrio básico aquí.
Todavía puedes apretar el botón
y hacer volar a todo el mundo.
Tienes esa capacidad.
Pero si quieres, por ejemplo,
reducir la desigualdad,
eso es muy muy difícil.
Pero si quieres comenzar una guerra,
aún lo puedes hacer fácilmente.
Por lo tanto, hay un desequilibrio
integrado al sistema político de hoy,
es muy frustrante,
no puedes hacer mucho bien
pero sí puedes hacer mucho daño.
Y esto hace que el sistema político
sea aún una gran preocupación.
CA: Si miras lo que sucede hoy
desde tu perspectiva de historiador,
¿puedes ver momentos en la historia
donde las cosas simplemente iban bien
y un líder individual haya hecho
retroceder al mundo o a su país?
YNH: Hay bastantes ejemplos,
pero debo enfatizar que nunca
es un líder individual.
Quiero decir, alguien lo pone ahí
y alguien le permite permanecer ahí.
La culpa nunca es
solo de un líder individual.
Hay muchas personas
detrás de cada individuo.
CA: ¿Podemos traer el micrófono
aquí, por favor, para Andrew?
Andrew Solomon: Has hablado mucho
de lo global versus lo nacional,
pero me parece que cada vez más
la situación mundial está en las manos
de los grupos de identidad.
Vemos personas en EE.UU.
reclutadas por el Estado Islámico.
Vemos otros grupos que se han formado
que van fuera de los límites nacionales
pero aún representan
autoridades importantes.
¿Cómo pueden integrarse al sistema
y cómo se debe hacer coherente
un conjunto diverso de identidades
bajo el liderazgo nacional o mundial?
YNH: Pues bien, el problema
de identidades tan diversas
es un problema del nacionalismo también.
El nacionalismo cree
en una sola identidad rígida
y las versiones exclusivas
o al menos más extremas del nacionalismo
creen en una lealtad exclusiva
de una sola identidad.
Por consiguiente, el nacionalismo
ha tenido muchos problemas
con la gente que quiere dividir
sus identidades
entre varios grupos.
Por lo tanto, no es solo un problema
de una visión global, digamos.
Yo pienso, repito, que la historia muestra
que no se debe pensar forzosamente
en términos tan exclusivos.
Si piensas que solo hay una única
identidad para una persona,
"Solo soy X, no puedo ser
varias cosas, solo puedo ser eso",
ese es el comienzo del problema.
Hay religiones, hay naciones
que a veces exigen una lealtad exclusiva
pero no es la única opción.
Hay muchas religiones y muchas naciones
que permiten tener identidades
diversas al mismo tiempo.
CA: Pero es una explicación
de lo ocurrido el año pasado
cuando un grupo de personas
se hartó, por así decirlo,
de que las élites liberales
- a falta de un mejor término -
se obsesionaran con tantas y tantas
identidades distintas, y se preguntaron,
"¿Pero qué hay de mi identidad?
Me están ignorando por completo aquí.
Por cierto, pensaba que yo
era de la mayoría".
Eso realmente encendió la ira.
YNH: Sí, la identidad
es siempre problemática
porque la identidad siempre
se ha basado en historias ficticias
que tarde o temprano chocan
con la realidad.
Casi todas las identidades,
más allá del nivel de la comunidad básica
de algunas docenas de personas,
están basadas en una historia ficticia.
No son ciertas.
No son la realidad.
Es solo una historia que la gente
inventa y se cuenta
y la empieza a creer.
Por lo tanto, todas las identidades
son extremadamente inestables.
No son una realidad biológica.
A veces los nacionalistas, por ejemplo,
piensan que la nación
es una entidad biológica.
Está hecha de una combinación
de suelo y sangre
que crea a la nación.
Pero esta es solo una historia ficticia.
CA: Suelo y sangre, suena
como a un engrudo pegajoso.
(Risas)
YNH: Así es, y también es desagradable
cuando piensas demasiado en que soy
una combinación de suelo y sangre.
Si lo ves desde una perspectiva biológica,
obviamente, ninguna de
las naciones que hoy existen
existió hace 5000 años.
El Homo sapiens es un animal
social, indudablemente.
Pero durante millones de años,
el Homo sapiens y nuestros ancestros
homínidos vivieron en pequeñas comunidades
de unas pocas docenas de individuos.
Todos se conocían entre sí.
Mientras que las naciones modernas
son comunidades imaginadas,
en el sentido de que ni siquiera
se conocen entre sí.
Vengo de una nación
relativamente pequeña, Israel,
y de 8 millones de israelíes,
nunca conocí a la mayoría de ellos.
Nunca conoceré a la mayoría de ellos.
Básicamente existen aquí.
CA: Pero en términos de esta identidad,
este grupo que se siente excluido
y quizás despojado de su empleo,
en "Homo Deus",
en efecto, hablas de que este grupo
se está expandiendo,
que muchísima gente probablemente
haya sido despojada de sus empleos
por la tecnología,
y que esto podría dar origen
a una enorme, creo que
podríamos llamar, "clase inútil",
una clase donde, tradicionalmente,
según la economía, estas personas
no tienen utilidad.
YNH: Sí.
CA: ¿Qué tan posible es esto?
¿Es algo por lo que deberíamos
estar aterrorizados?
Y, ¿podemos enfrentarlo de alguna manera?
YNH: Deberíamos pensarlo
muy cuidadosamente.
Nadie sabe realmente,
cómo se verá el mercado laboral
en el año 2040, 2050.
Hay una posibilidad de que surjan
muchos empleos nuevos,
pero no es seguro.
Incluso si surgen empleos nuevos,
no necesariamente será fácil
para un camionero desempleado de 50 años,
sin empleo por culpa
de los vehículos autónomos,
no será fácil para
un camionero desempleado
reinventarse a sí mismo o misma
como diseñador de mundos virtuales.
Si miras la trayectoria de la revolución
industrial, anteriormente,
cuando las máquinas reemplazaron
a los humanos en un tipo de trabajo,
la solución vino del trabajo
no especializado
en las nuevas líneas de negocios.
No se necesitaban más
trabajadores agrícolas,
así que la gente pasó a ocupar empleos
industriales de baja calificación
y cuando esto fue reemplazado
por más y más máquinas,
la gente pasó a los servicios
de baja calificación.
Entonces, cuando la gente dice
que habrá nuevos empleos en el futuro,
que los humanos pueden
trabajar mejor que la IA,
que pueden trabajar mejor que los robots,
generalmente piensan en empleos
altamente calificados,
como ingenieros de software
diseñando mundos virtuales.
Ahora, no veo a un cajero
desempleado de Walt-Mart
reinventándose a sí mismo o misma a los 50
como diseñador de mundos virtuales,
y definitivamente no veo
cómo millones de obreros textiles
desempleados en Bangladesh
serán capaces de hacerlo.
Quiero decir, si lo harán,
necesitamos comenzar a educar
a los bangladesíes hoy
para ser diseñadores de software,
y no lo estamos haciendo.
Entonces ¿qué harán en 20 años?
CA: Creo estás recalcando una pregunta
que me ha estado molestando
cada vez más los últimos meses.
Es una pregunta casi difícil
de hacer en público,
pero si alguien puede ofrecer algo
de sabiduría en ello, quizá eres tú,
entonces preguntaré:
¿Para qué servimos los humanos?
YNH: Hasta donde sabemos, para nada.
(Risas)
Es decir, no hay ningún
gran drama o plan cósmico
en el que tengamos
un papel que interpretar.
Solo tenemos que descubrir
cuál es nuestro rol
y desarrollarlo con la mejor
de nuestras capacidades.
Esta ha sido la historia de todas
las religiones e ideologías y demás,
pero como científico, lo mejor que puedo
decir es que esto no es cierto.
No hay un drama universal
con un rol para el Homo sapiens.
Entonces...
CA: Te haré retroceder por un minuto,
en tu propio libro,
porque en "Homo Deus"
das realmente una de las explicaciones
más coherentes y entendibles
de la sensibilidad, de la consciencia
y ese tipo de habilidad humana "único".
Señalas que es diferente
de la inteligencia,
la inteligencia que se usa
para construir máquinas
y que en efecto hay mucho misterio
alrededor de eso.
¿Cómo puedes estar seguro
de que no hay un propósito
cuando ni siquiera comprendemos
lo que es esta consciencia?
Quiero decir, en tu pensamiento
¿hay alguna posibilidad
de que el humano exista para ser
el objeto consciente del universo,
para ser el centro de alegría y amor,
felicidad y esperanza?
¿Podremos quizá construir máquinas
que puedan ayudar a amplificar eso
incluso si no serán
conscientes ellas mismas?
¿Es loca esa idea?
Esperaba algo así leyendo tu libro.
YNH: Bueno, sin duda creo que la pregunta
más interesante de la ciencia hoy
es la cuestión
de la conciencia y la mente.
Somos cada vez más capaces
de comprender el cerebro
y la inteligencia,
pero no estamos avanzando mucho
tratando de comprender
la mente y la conciencia.
La gente a menudo confunde
la inteligencia con la conciencia,
especialmente en algunos lugares
como Silicon Valley,
lo que es comprensible
porque en humanos van juntas.
Es decir, básicamente la inteligencia
es la habilidad de resolver problemas.
La conciencia es la habilidad
de sentir las cosas,
de sentir alegría y tristeza,
aburrimiento, dolor y demás.
En los Homo sapiens y todos los otros
mamíferos, no solo los humanos,
en todos los mamíferos, aves,
y algunos otros animales,
la inteligencia
y la consciencia van juntas.
A menudo resolvemos problemas
al sentir las cosas.
Por eso tendemos a confundirlas.
Pero son cosas distintas.
Lo que sucede hoy en lugares
como Silicon Valley
es que estamos creando
inteligencia artificial
pero no consciencia artificial.
Ha habido un desarrollo asombroso
en la inteligencia computacional
en los últimos 50 años,
y exactamente cero desarrollo
en la consciencia computacional,
y no hay indicios de que las computadoras
vayan a tener consciencia
en un corto plazo.
Por eso, antes que nada, si hay algún
rol cósmico para la consciencia,
no es exclusivo del Homo sapiens.
Las vacas son conscientes,
los cerdos también,
los chimpancés son conscientes,
los pollos son conscientes,
entonces si seguimos esa línea, primero
debemos expandir nuestros horizontes
y recordar muy claramente que no somos
los únicos seres conscientes en la Tierra
y que cuando se habla de consciencia,
cuando se habla de inteligencia,
hay buenas razones para pensar
que somos los más inteligentes
de todo el grupo.
Pero cuando se habla de consciencia,
decir que los humanos son
más conscientes que las ballenas,
o más conscientes que los babuinos
o más conscientes que los gatos,
no he visto evidencia de eso.
Entonces, el primer paso es,
si vas en esa dirección, desarrolla.
Y la segunda pregunta
acerca de su utilidad,
la invertiría
y diría que no creo
que la consciencia sirva para algo.
No creo que necesitemos encontrar
nuestro rol en el universo.
Lo que realmente importa es liberarnos
a nosotros mismos del sufrimiento.
Lo que caracteriza a los seres conscientes
en contraste con los robots, las piedras,
lo que sea,
es que los seres conscientes
sufren, pueden sufrir,
y en lo que se deberían enfocar
no es en encontrar su lugar en alguna
especie de drama cósmico misterioso.
Deberían enfocarse en comprender
qué es el sufrimiento,
qué lo causa y cómo liberarse de él.
CA: Sé que este es un asunto grande
para ti y eso fue muy elocuente.
Tendremos una tormenta de preguntas
del público presente
y probablemente algunas
de Facebook también
y probablemente algunos
comentarios también.
Así que vamos a apurarnos.
Aquí hay una.
Mantengan las manos alzadas atrás
si quieren el micrófono
y estaremos con Uds.
Pregunta: en tu obra hablas mucho
de las historias ficticias
que tomamos como verdaderas
y con las que vivimos nuestras vidas.
Sabiendo eso, como individuo,
¿Cómo impacta esto las historias
que tú eliges para vivir tu vida?
¿Las confundes con la realidad
como todos nosotros?
YNH: Trato de que no.
Es decir, para mí, probablemente
la pregunta más importante
tanto como científico como persona
es cómo diferenciar la ficción
de la realidad,
porque la realidad está ahí.
No digo que todo sea ficción.
Solo que es muy difícil para
los seres humanos diferenciar
la ficción de la realidad,
y se ha vuelto cada vez más difícil
a medida que la historia ha avanzado
porque las ficciones que hemos creado
- naciones, dioses,
dinero y corporaciones -
controlan el mundo hoy.
Por eso, el solo pensar
"Oh, todo esto son solo entidades
ficticias que hemos creado",
es muy difícil.
Pero la realidad está ahí.
Para mí la mejor...
Hay varias pruebas
para diferenciar
la realidad de la ficción.
La más simple, la mejor
que se me ocurre ahora
es la prueba del sufrimiento.
Si puede sufrir, es real.
Si no puede sufrir, no es real.
Una nación no puede sufrir.
Eso es muy claro.
Incluso si una nación pierde una guerra
decimos "Alemania sufrió una derrota
en la Primera Guerra Mundial",
es una metáfora.
Alemania no puede sufrir,
Alemania no tiene mente.
Alemania no tiene consciencia.
Los alemanes pueden sufrir, sí,
pero Alemania no.
De manera similar, cuando
un banco quiebra,
el banco no puede sufrir.
Cuando el dólar pierde valor,
el dólar no puede sufrir.
Las personas pueden sufrir,
los animales pueden sufrir.
Esto es real.
Por eso, yo comenzaría, si realmente
quieres ver la realidad,
cruzaría la puerta del sufrimiento.
Si realmente puedes entender lo
que es el sufrimiento,
esto te dará la clave también
para entender lo que es la realidad.
CA: Hay una pregunta de Facebook
que se relaciona con esto
de alguien alrededor del mundo
en un lenguaje que no entiendo.
YNH: Oh, es hebreo.
CA: Hebreo, ahí lo tienes.
(Risas)
¿Puedes leer el nombre?
YNH: Or Lauterbach Goren.
CA: Bueno, gracias por escribirnos.
La pregunta es: ¿La era de la posverdad
es realmente una era nueva?
¿O solo otro clímax o momento
de una tendencia interminable?
YNH: Personalmente, no comparto
esta idea de la posverdad.
Mi primera reacción como historiador es:
Si hay una era de posverdad
¿cuándo diablos fue la era de la verdad?
CA: Cierto.
(Risas)
YNH: ¿Fue en los 80, en los 50,
en la Edad Media?
Es decir, siempre hemos vivido en una era,
de alguna manera, de posverdad.
CA: Quisiera que nos detuviéramos ahí,
porque creo que la gente habla
de que había un mundo donde había
menos medios periodísticos,
donde había tradiciones y las cosas
eran comprobadas por los hechos.
Estaba incorporado en el acta constitutiva
de esas organizaciones
que la verdad importaba.
Si crees en la realidad,
entonces lo que escribes es información.
Se creía en que esa información debía
relacionarse con la realidad de forma real
y que si escribías un encabezado,
era un serio y franco intento
de reflejar algo que realmente
había sucedido.
La gente no siempre lo entendía bien.
Pero creo que el problema
ahora es que tenemos
un sistema tecnológico
increíblemente poderoso
que, por un tiempo, al menos,
amplificó todo masivamente
sin prestar atención a si estaba
conectado a la realidad,
sino si está conectado
a los clics y la atención
y eso era discutiblemente tóxico.
Esa es una preocupación razonable ¿no?
YNH: Sí, lo es. La tecnología cambia,
y ahora es más fácil diseminar la verdad,
la ficción y la mentira.
Va en ambos sentidos.
Sin embargo, difundir la verdad también
es mucho más fácil que nunca antes.
Pero no creo que haya algo
esencialmente nuevo
en la divulgación de ficciones y errores.
No hay nada que, no sé,
Joseph Goebbels no supiera
sobre toda esta idea de las noticias
falsas y la posverdad.
Su famosa frase decía que si repites
una mentira lo suficiente,
la gente creerá que es verdad,
y cuanto más grande es la mentira, mejor,
porque la gente no creerá que algo
tan grande pueda ser una mentira.
Creo que las noticias falsas han estado
con nosotros por miles de años.
Solo piensen en la Biblia.
(Risas)
CA: Hay una preocupación
de que las noticias falsas estén
asociadas a regímenes tiranos,
y cuando aumentan las noticias falsas
ese es el canario de la mina de carbón
anunciando que se acercan tiempos oscuros.
YNH: Sí, el uso intencional
de noticias falsas es una mala señal.
Pero no estoy diciendo que no sea mala,
solo digo que no es nueva.
CA: Hay mucho interés en Facebook
sobre esta cuestión
del gobierno global versus
el nacionalismo.
Aquí hay una pregunta de Phil Dennis:
"¿Cómo hacemos que la gente
y los gobiernos cedan poder?"
Es que... es que... realmente el texto
es tan grande que no puedo
leer la pregunta completa.
Pero ¿es una necesidad?
¿Será necesaria la guerra
para llegar a eso?
Lo siento Phil, deformé tu pregunta
por culpa del texto aquí.
YNH: Una opción de la que algunos hablan
es que solo una catástrofe puede
sacudir a la humanidad
y abrir el camino a un sistema real
de gobierno global,
y dicen que no lo podremos
hacer antes de la catástrofe
pero necesitamos comenzar
a construir los cimientos
para que cuando el desastre golpee,
podamos reaccionar rápidamente.
Pero simplemente la gente no tendrá
la motivación para hacer algo así
antes de que el desastre golpee.
Otra cosa que quisiera remarcar
es que cualquiera que esté realmente
interesado en un gobierno global
debería siempre dejar bien en claro
que éste no reemplaza o anula
las identidades locales y las comunidades,
ambas deberían ser...
debería ser parte de un único paquete.
CA: Quiero escuchar más sobre esto,
porque solo las palabras "gobierno global"
son casi la representación del mal
en la mentalidad de mucha gente
de la derecha alternativa.
Simplemente parece escalofriante,
distante y los ha defraudado,
por eso "¡globalistas no!",
"¡gobierno global fuera!"
Y muchos ven la elección
como el colmo de los insultos
para quien cree en eso.
Entonces, ¿cómo cambiamos la narrativa
para que no suene
tan escalofriante y distante?
Continúa hablando de la idea
de que es algo compatible
con la identidad local,
las comunidades locales.
YNH: Bueno, nuevamente, creo
que deberíamos comenzar
con las realidades biológicas
del Homo sapiens.
Y la biología nos dice dos cosas
sobre el Homo sapiens
relevantes en esta cuestión:
primero que todo, que somos
completamente dependientes
del sistema ecológico que nos rodea
y que hoy estamos hablando
de un sistema global.
No podemos escapar de eso.
Al mismo tiempo, la biología nos dice
que los Homos sapiens
somos animales sociales,
pero somos sociales
a un nivel muy, muy local.
Es un hecho simple que la humanidad
no pueda establecer familiaridad íntima
con más de 150 individuos.
El tamaño de un grupo natural,
la comunidad natural del Homo sapiens,
no consta de más de 150 individuos,
y todo lo que está más allá realmente está
basado en muchas historias imaginarias
e instituciones de gran tamaño.
Creo que podemos encontrar una manera,
nuevamente, basándonos en un entendimiento
biológico de nuestra especie,
de entretejer las dos
y entender que hoy en el siglo XXI,
necesitamos tanto el nivel global
como la comunidad local.
Yo iría incluso más allá,
y diría que esto comienza
con el cuerpo mismo.
Los sentimientos que la gente tiene hoy
de soledad y aislamiento
y de no encontrar su lugar en el mundo,
creo que el problema principal
no es el capitalismo global.
El problema principal es
que en los últimos cien años,
la gente se ha vuelto incorpórea,
y se ha distanciado de su propio cuerpo.
Como cazador-recolector,
o incluso como campesino,
para sobrevivir, necesitas estar
en contacto constantemente
con tu cuerpo y tus sentidos,
todo el tiempo.
Si vas al bosque a buscar hongos
y no prestas atención a lo que oyes,
a lo que hueles, a lo que saboreas,
estás muerto.
Por eso debes estar muy conectado.
En los últimos cien años,
la gente está perdiendo la capacidad
de estar en contacto
con su cuerpo y sus sentidos,
de oír, de oler, de sentir.
Más y más atención va a las pantallas
a lo que está sucediendo en otro lugar,
en otro momento.
esta, creo, es la razón principal
de los sentimientos de aislamiento,
soledad y demás,
por consiguiente, parte de la solución
es no traer de vuelta
el nacionalismo de masas,
sino reconectarnos
con nuestros propios cuerpos,
y si estás de vuelta
en contacto con tu cuerpo,
te sentirás mucho más como en casa
en el mundo también.
CA: Bueno, dependiendo de lo que suceda,
quizás volvamos al bosque pronto.
Responderemos una pregunta más de la sala
y una más de Facebook.
Ama Adi-Dako: Hola, soy de Ghana, África
Occidental, y mi pregunta es:
Me pregunto cómo presentas y justificas
la idea de un gobierno global
a los países que históricamente
han sido privados de sus derechos
por los efectos de la globalización,
y además, si hablamos de gobierno global
me suena a que definitivamente vendrá
de una idea muy occidental
de lo que se supone que debe ser "global".
Entonces ¿cómo presentas
y justificas la idea de lo global
versus lo completamente nacionalista
a personas de países
como Ghana, Nigeria o Togo
y otros países como esos?
YNH: Comenzaría diciendo que la historia
es extremadamente injusta,
y que deberíamos darnos cuenta de eso.
Muchos de los países que más han sufrido
en los últimos 200 años de globalización,
imperialismo e industrialización
son exactamente los países
más propensos a sufrir más
en la próxima oleada.
Y deberíamos ser muy, muy
claros con respecto a eso.
Si no tenemos un gobierno global
y si sufrimos el cambio climático,
las alteraciones tecnológicas,
EE.UU. no será el país que más sufra.
Los que más sufrirán serán
Ghana, Sudán, Siria,
Bangladesh, todos esos lugares.
Entonces, creo que esos países
tienen un incentivo aún mayor
para prepararse para la próxima
oleada de cambios,
ya sean ecológicos o tecnológicos.
Nuevamente, si pensamos
en la alteración tecnológica,
la IA, las impresoras 3D y los robots
que robarán el trabajo
de miles de millones de personas,
me preocuparía mucho menos de los suecos
que de la gente de Ghana o Bangladesh.
Y por eso, porque la historia
es tan injusta
y los resultados de las calamidades
no se compartirán
equitativamente entre todos,
como siempre, los ricos
serán capaces de evitar
las peores consecuencias
del cambio climático
de una manera inalcanzable
para los pobres.
CA: Aquí está la gran pregunta
de Cameron Taylor en Facebook:
"Al final de 'Sapiens'",
dijiste que deberíamos preguntarnos
"¿Qué queremos querer?"
Bueno, ¿qué crees que
deberíamos querer querer?"
YNH: Creo que deberíamos
querer querer saber la verdad
para entender la realidad.
La mayoría de las veces
queremos cambiar la realidad,
para amoldarla a nuestros propios deseos,
a nuestra propia voluntad,
y creo que primero deberíamos
querer entenderla.
Si miras la trayectoria
de la historia a largo plazo,
verás que por miles de años
los humanos hemos estado ganando
control sobre nuestro mundo exterior
y hemos tratado de amoldarlo
a nuestro propio deseo.
Hemos ganado control sobre otros animales,
sobre los ríos, los bosques
y los hemos reformado completamente
y hemos causado la destrucción ecológica
sin satisfacernos.
Por eso, el próximo paso es poner
la mirada en nuestro interior,
y decir, bien, tener el control
sobre el mundo exterior
no nos dejó satisfechos,
tratemos ahora de tomar control
sobre nuestro mundo interior.
Este es el verdadero gran proyecto
de la ciencia, la tecnología
y la industria del siglo XXI:
tratar de tomar el control del mundo
dentro de nosotros,
aprender a diseñar y producir
cuerpos, cerebros y mentes.
Estos probablemente sean los productos
principales de la economía del siglo XXI.
Cuando la gente piensa en el futuro,
muy a menudo piensa:
"Oh, quiero tomar el control
de mi cuerpo y mi cerebro".
Y creo que eso es muy peligroso.
Si hemos aprendido algo de la historia
es que sí, adquirimos
el poder para manipular,
pero por no entender
realmente la complejidad
del sistema ecológico,
ahora nos enfrentamos
a un colapso ecológico.
Y si ahora tratamos de rediseñar
el mundo dentro de nosotros
sin entenderlo realmente,
especialmente sin entender
la complejidad de nuestro sistema mental,
podríamos causar algo así
como un desastre ecológico interno,
y enfrentaremos una especie
de colapso mental dentro de nosotros.
CA: Uniendo todas las piezas:
la política actual,
la tecnología que viene,
preocupaciones como
la que recién mencionaste,
parece como si estuvieses
en un lugar bastante sombrío
cuando piensas en el futuro.
Estás bastante preocupado por eso.
¿Es cierto?
Y si hubiera una fuente de esperanza
¿cómo la definirías?
YNH: Me concentro
en las posibilidades más peligrosas
en parte porque es como mi trabajo
o mi responsabilidad
como historiador o crítico social.
La industria se concentra
en los lados positivos,
entonces el trabajo de los historiadores,
filósofos y sociólogos
es remarcar el potencial más peligroso
de todas estas nuevas tecnologías.
No creo que algo de eso sea inevitable.
La tecnología nunca es determinista.
Puedes usar la misma tecnología
para crear diferentes tipos de sociedades.
Si miras el siglo XX,
las tecnologías de la
Revolución Industrial,
los trenes, la electricidad y todo eso
pudieron ser usados para crear
una dictadura comunista
o un régimen fascista
o una democracia liberal.
Los trenes no nos dijeron
qué hacer con ellos.
De manera similar ahora,
la IA y la bioingeniería y todo eso,
no predeterminan ni siquiera un resultado.
La humanidad puede enfrentar el desafío,
el mejor ejemplo que tenemos
de la humanidad enfrentando
el desafío de una nueva tecnología
son las armas nucleares.
A finales de los años 40, 50,
mucha gente estaba convencida
de que tarde o temprano la Guerra Fría
terminaría en una catástrofe nuclear
y destruiría la civilización humana.
Y esto no ocurrió.
De hecho, las armas nucleares incentivaron
a los humanos de todo el mundo
a cambiar la manera de manejar
la política internacional
para reducir la violencia.
Y muchos países básicamente
desecharon la guerra
de su juego de herramientas político.
Dejaron de usar la guerra
para perseguir sus intereses.
No todos los países lo hicieron,
pero muchos países sí.
Y esta quizás sea la razón principal
por la que la violencia internacional
ha bajado drásticamente desde 1945
y hoy, como dije antes,
más gente se suicida
de la que muere en la guerra.
Creo que esto nos da un buen ejemplo
de que incluso ante la tecnología
más aterradora,
los humanos pueden enfrentar el desafío
y algo bueno puede resultar de ello.
El problema es que tenemos
muy poco margen de error.
Si no lo hacemos bien,
probablemente no tengamos otra
oportunidad para probar de nuevo.
CA: Ese es un punto muy poderoso
sobre el que creo que deberíamos
llegar a una conclusión.
Antes de concluir, solo quiero decirle
algo a la gente de aquí
y a la comunidad global de TED
o cualquiera que esté mirando en línea:
ayúdennos con estos diálogos.
Si creen, como nosotros,
que debemos encontrar
un tipo de conversación diferente,
ahora más que nunca,
ayúdennos a encontrarla.
Contacten a otras personas,
intenten tener conversaciones con
gente con la que no estén de acuerdo,
compréndanlos,
junten las piezas
y ayúdennos a resolver cómo llevar
a cabo estas conversaciones
para poder hacer
una verdadera contribución
a lo que está sucediendo
en el mundo ahora mismo.
Creo que todos nos sentimos más vivos,
más preocupados, más comprometidos
con la política del momento.
La apuesta sí que es alta,
por aso ayúdennos a actuar
de la manera más sabia posible.
Yuval Harari, gracias.
(Aplausos)