En lo profundo de la selva vietnamita
soldados de ambos bandos
combatieron el calor,
el cansancio y al oponente
durante cerca de 20 largos años.
Pero la clave de la victoria comunista
no fueron las armas ni la resistencia,
sino un camino de tierra.
La Ruta Ho Chi Minh
que serpenteaba por Vietnam, Laos y Camboya,
comenzó como una red simple de caminos de tierra
y se convirtió en la pieza central
de la estrategia ganadora
de Vietnam del Norte
durante la Guerra de Vietnam,
proveyendo armas,
tropas,
y apoyo psicológico al Sur.
La ruta era una red
de caminos de tierra
y cruces de ríos
que se abría paso al oeste de Vietnam del Norte
y al sur por la cordillera de Truong Son
entre Vietnam y Laos.
El viaje al sur en principio
duraba 6 meses.
Pero, con ingeniería e ingenio
los vietnamitas expandieron
y mejoraron la ruta.
Hacia el fin de la guerra,
conforme los caminos principales
se desvíaban por Laos,
sólo duraba una semana.
Ocurrió así.
En 1959, conforme
se deterioraban las relaciones
entre el norte y el sur,
se construyó un sistema de caminos
para infiltrar
soldados, armas y suministros
en Vietnam del Sur.
Las primeras tropas marchaban en fila india
por rutas usadas por grupos étnicos locales,
y se dividía en tres en un cruce
de caminos polvorientos
y a menudo eso indicaba la dirección.
Inicialmente, la mayoría
de los cuadros comunistas
que venían por la ruta
eran sureños de nacimiento
entrenados en Vietnam del Norte.
Se vestían como campesinos civiles
de negro, pijamas de seda
con pañuelo a cuadros.
Llevaban sandalias
Ho Chi Minh en sus pies,
hechas de neumáticos,
y llevaban su ración de arroz cocido
en intestinos de elefante
en un tubo de lino alrededor del cuerpo.
Las condiciones eran duras
y se produjeron muchas
muertes por exposición,
malaria,
y disentería amebiana.
Perderse,
morir de hambre,
o quizá por ataques de tigres u osos salvajes
eran amenazas constantes.
La comida era invariablemente arroz y sal,
y se agotaba con facilidad.
El miedo, el aburrimiento
y la nostalgia
eran las emociones dominantes.
Y los soldados ocupaban su tiempo libre
escribiendo cartas,
dibujando bocetos,
y bebiendo y fumando con los aldeanos locales.
Las primeras tropas en la ruta
no participaron mucho en combate.
Y luego de un exhaustivo viaje de 6 meses,
llegar al sur era un hito,
que a menudo se celebraba con una canción.
En 1965, el recorrido por la ruta
podía hacerse en camión.
Miles de camiones provistos
por China y Rusia
emprendieron la tarea en medio
de feroces bombardeos de B-52
y los camioneros eran conocidos
como pilotos en tierra.
Conforme aumentaba el tránsito por la ruta
también lo hacían los bombardeos de EE.UU.
Conducían por la noche
o temprano en la mañana
para evitar los ataques aéreos,
y había vigilantes listos
para advertir a los conductores
de aviones enemigos.
Las aldeas a la vera
del camino organizaron equipos
para garantizar el flujo de tránsito
y para ayudar a los conductores
a reparar los daños de los ataques.
Sus consignas eran:
"¡Todo para nuestros hermanos del sur!"
y "No nos preocuparemos por nuestras casas
si los vehículos no llegan a destino".
Algunas familias donaron sus puertas
y camas de madera para reparar la ruta.
Las fuerzas vietnamitas recurrieron al engaño
para hacer que las naves
de EE.UU. bombardearan montañas
para obtener grava y usarla
en la construcción y mantenimiento de la ruta.
El omnipresente polvo rojo
se filtraba por todos los rincones.
La Ruta Ho Chi Minh
tuvo un impacto profundo
en la Guerra de Vietnam
y fue clave en el éxito de Hanói.
El campo de batalla no determinó la victoria norvietnamita,
sino la ruta,
que fuera el eje político,
estratégico,
y económico.
Los estadounidenses reconocieron el logro
y llamaron a la ruta
"uno de los logros más grandes
de la ingeniería militar del siglo XX".
La ruta es testimonio
de la fuerza de voluntad
del pueblo vietnamita,
y los hombres y mujeres
que transitaron la ruta
se volvieron héroes populares.