En lugar de decirme, Karla, esto debes de hacer, esto no debes de hacer, esto está bien o esto está mal, mi papá prefiere contarme historias. Sus historias son lo que ha formado las decisiones que tomo en la vida mucho más de lo que él se puede imaginar. Les doy un ejemplo: cuando tenía 10 años mi papá vivió una de las situaciones más escalofriantes que alguien se puede imaginar. Regresando de una cena familiar en Cuernavaca se encuentra con una de las nanas flotando boca abajo en la alberca. Mi papá se echa inmediatamente al agua, saca a la jovencita de la alberca intenta desesperadamente todo lo posible por revivirla sin ningún éxito. Yo no me enteré hasta años después de lo que pasó pero mi papá me cuenta que esa noche acostado en la cama sin poder dormir lo único que puede ver es la imagen de la pobre niña flotando en la alberca. Así que decide pararse de la cama, regresar a la alberca sentarse en una silla mirando fijamente a la alberca, viendo el trauma frente a frente. Incómodo. Las imágenes resurgiendo, el cuerpo, su pelo mojado, su familia, la muerte, la culpa, los hubieras corriendo por su mente. ¿Por qué nos fuimos a cenar? ¿Por qué se metió a nadar sola si no sabía nadar? ¿Cómo? ¿Por qué? Hubiera. Sigue enfrentado, sentado en esa silla, sin quererse parar hasta poder vencer esos pensamientos. Pasan siete horas, apenas empieza a salir el sol y mi papá intenta recordar otros momentos momentos felices que también habíamos vivido en esa alberca. Vacaciones, juegos, risas; y poco a poco, esa imagen o ese trauma empezaron a perder poder sobre mi papá. En los momentos donde yo más quiero salir corriendo, huir, evadir, me acuerdo de esta historia. Sus historias me invitan a atreverme a lo incómodo. A lo que más me da miedo. Y hoy es ese el caso. Cuando me invitaron a dar una conferencia TED Talk mi primera reacción fue "ni de loca". No, no, invítenme a actuar cualquier personaje, a interpretar a una borracha, a cantarles desentonada una pedante, una perturbada, perversa criminal. A una estudiante de leyes asesina, lo que quieran y feliz se los hago. Mismo pídanme interpretar a la actriz y posar en frente de las cámaras en Hollywood gente de todos, las estrellas de Hollywood con tacones incómodos, demasiado maquillaje, sonreír, y contestar esas preguntas indiscretas que les encanta hacer. Pídanme hacer eso y feliz se los hago pero pedirme que sea yo misma quitarme las máscaras de los personajes con las que me escondo venir a este escenario y exponerme honesta y sinceramente con Uds. el resultado son retortijones en el estómago, insomnio y muchas ganas de decir: "No, perdón, es que por la agenda no puedo. Así que espero que mi papá esté orgulloso de que esté aquí con Uds. Sus historias son mi herencia. Y son lo que me mueven en la dirección menos cómoda. Vivimos en una sociedad donde tratamos de evadir esos momentos incómodos. Esos momentos difíciles a toda costa. Una sociedad que nos vende ideas. Ideas que en mi opinión son mentiras muy bien maquilladas. Desde las sencillas como: "Sin ejercicio ni dieta pierde 15 kilos en 2 días". "Aprende todo un idioma en tan solo dos semanas". O los sutiles filtros que les ponemos a las fotos que subimos a las redes sociales que son versiones perfectas e irreales de quiénes somos y nos ahogan cuando tratamos de mantener esa imagen o ese estándar. O qué me dicen de las vidas de Rafa Márquez, Rodolfo Neri, Inárritu o Frida Kahlo que los pintan como seres superdotados que únicamente llegaron al éxito por su talento y no por horas y horas de experiencia, trabajo y fracaso a diario. Lo peor es que nos creemos esas mentiras. No saben las veces que la gente llega a mí y me dice: "Karla ¿cómo le hago para lograr mis sueños en la vida?" Es que quiero ser actriz, mi mamá y mi tía me dicen que soy buenísima. Y cuando les pregunto: ¿Bueno y qué clases o que cursos estás tomando? No bueno, pues es que todavía no pero bueno, es que mi mamá y mi tía me dice que ya estoy lista para empezar a actuar. Mentira. Tengo un video de cuando tenía 12 años actuando para un proyecto de la escuela para que se den cuenta que mis ganas de ser actriz no eran suficientes para hacerlo. ¿Ven cómo era importante que fuera a estudiar horas y horas? Sigo tomando clases de actuación. Mi autor, bueno, uno de mis autores favoritos, Malcolm Gladwell prueba esta teoría en su libro "Outliers" Toma casos de éxitos y genios que normalmente pensamos que así nacieron, superdotados y calcula que en realidad tuvieron más de 10 000 horas de experiencia y estudio en su campo antes de ser titulados genios o expertos. Yo practiqué gimnasia olímpica durante 8 años entrenaba 5 horas diarias de lunes a sábado, con llagas en las manos dejando sangre en las barras me tenía que seguir esforzando, sabiendo que lo tenía que hacer para seguir siendo parte del equipo. Levantándome a las 5 de la mañana para ir a entrenar antes de la escuela sacrificando viajes, fiestas, noviecitos. Esos 8 años me enseñaron que la medalla de oro no se gana accidentalmente el músculo se tiene que desgarrar para crecer. El músculo se tiene que desgarrar para poder crecer. Aunque entiendo la ciencia detrás de esto entonces por qué aun así maldigo los momentos en los que la adversidad me toca la puerta. Imaginen esto, estoy en el primer día en la escuela de actuación en Londres; audicionan 5000 chavos y solo aceptan a 15 mujeres y a 15 hombres. así que cómo pueden imaginarse me siento un poquito demasiado especial. Y ese primer día llega uno de los profesores más respetados y nos dice: "En 5 años solo 3 de los 30 que están aquí van a tener trabajo en esta carrera". Cómo 10 % pero, digo, si todos somos talentosos, no creo que sea tan difícil. Y cómo fueron pasando los meses, 6 se salieron el primer año, unos cambiaron de profesión, de carrera, unos los perdimos por crisis emocionales y mentales y mismo un amigo mío: Robin. Uno de los actores más talentosos de esa escuela se suicidó. Es difícil. Cualquier carrera que Uds. quieran hacer es y va a ser difícil. Entonces, ¿cuál es tu gasolina? ¿Qué hará que aguantas vara en los momentos más oscuros más difíciles con los que te vas a encontrar? ¿Qué es, como diría una abogada en la serie "How To Get Away With Murder" tu motivo? No juzgo, si tu motivo es ser millonario si tu motivo es ser famoso lograr que tu ex se arrepienta de haberte cortado, está bien. Lo único que digo es que ese motivo debe de estar tan arraigado a tu ser, tan impregnado en tu piel que no importa la tormenta, el rechazo, la crítica que recibas, ese motivo hará que te levantes y que le sigas dando. "Karla, perdón, estamos buscando a alguien más famoso para este papel". Levántate Karla, ándale sigue. "Karla estamos buscando a alguien menos famoso para este papel". "Más latina, menos latina, más flaca, menos flaca". "Ándale Karla, síguele, síguele". La cantidad de nos, rechazo y críticas que recibo a diario varían de comentarios de productores como esos a comentarios en Twitter como: "No, pues no me gustó tu actuación". O "estás guapa pero estás bien bizca". "Patas de pollo". O comentarios de familiares y amigos ¿Karla por qué te vas a ir a Hollywood? Estás loca, ubícate. Nunca la vas a hacer. Emm, ¿en dónde iba? Ah, ¡sí! Un día... recibo aviso de un casting para una película llamada "El jesuita" escrita por el mismo cuate que escribió "Taxi driver", "Raging bull"; Paul Schrader. Están buscando a una actriz de mi edad. Así que le llamó a la señorita del casting "Karla, perdón, lo que pasa es que los productores están buscando a alguien que pueda... Los productores no creen que puedas interpretar este papel". Bueno, conocía a uno de los productores así que le llamo: "Karla, mira lo que pasa es que estamos buscando a alguien que pueda interpretar a una tejana tosca y racista". ¡Perfecto! Yo, yo puedo darte eso. "Claro Karlita... Mira, lo que pasa es que el director cree que eres muy bonita, muy delicada... Estamos buscando a alguien que parezca una drogadicta". Me cuelga. Bueno, estoy enojada y frustrada por qué solo quería tener la oportunidad de hacer la audición pero ni siquiera eso me quieren dar, así que consigo el guion. Me aprendo una escena. Le pido a mis amigos maquillistas y peinadores que me ayuden a verme menos "delicada". Rento una cámara, unas luces y al día siguiente le mando esto al productor. Pasaron dos semanas y no recibí contestación al email. De repente recibo una llamada y es el productor con el director: "Karla, te ofrecemos el papel". Entonces filmamos la película, pero ¿qué creen? La película no ha salido y ni siquiera sé si vaya a salir. Ojalá y sí, pero a veces se siente que el esfuerzo no valió para nada. Pero esa experiencia no me la quita nadie y además le agregué a mis 10 000 horas. El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso con entusiasmo, como bien lo dijo Churchill. Y yo creo que un buen motivo te puede ayudar a hacer eso. Sin embargo, mi motivo no siempre ha sido el mismo, cambió. Hace 8 años. Drásticamente. Estaba al final de mi primer año de los 3 años de la carrera de actuación en Londres y un día sin razón alguna pierdo el habla Durante 3 meses. No puedo hablar, durante 3 meses no puedo decir ni un miserable enunciado. Ni los doctores, ni los electroencefalogramas han podido explicarme qué fue lo que realmente pasó. Lo que si les puedo decir es que llegó un momento de tanta frustración y tanta desesperación que llegué a quererme quitar la vida. En ese momento busco dentro de mí la fuerza que yo creía tener busco la ayuda de mi familia, de mis amigos, mi fe en Dios y no encuentro nada. No hay cura, no hay salida. Mi motivo, mi gasolina rápido se empieza a desvanecer y se acaba. El infierno en el que me encuentro, sin embargo, se vuelve un poquito menos pesado cuando empiezo a ver mi dolor. El mismo tipo de dolor reflejado en las obras de arte de otras personas. Las obras de teatro en las películas, en las pinturas. Poco a poco, empiezo a ver mi dolor y lo empiezo a leer en los poemas las palabras de los poetas y de los personajes empiezan a llenar mis silencios. Empiezan a ser la única forma en que la que yo sentía que mis emociones empiezan a ser expresadas. Leo mi dolor en los poemas de Sylvia Plath: "Me inclino a ti entumecida como un fósil, dime que estoy aquí". Me conecto con el cuestionamiento constante de la vida en los libros de Jack Kerouac; veo las pinturas de Frida Kahlo y por primera vez puedo palpar ese sufrimiento y esa soledad de sus autorretratos. El arte de convierte en algo vivo. Durante esos 3 meses de silencio, de presión y angustia me enamoré inexplicable, completa y totalmente del arte. El sufrimiento me llegó como un clavo al corazón de Dios. Y me entristece saber que hay gente que no cree que el arte es digno de nuestra atención y de nuestro financiamiento. Por qué para mí no es solo una pasión, es lo que me salvó la vida, lo que me mantuvo viva. Otra prueba llegó hace 3 años cuando me gané la lotería; me enamoré de un hombre. Llamémosle Pedro por conservar su anonimato. Me quería casar con Pedro. O sea, que estaba muy enamorada. Fui descubriendo que la familia de Pedro aquí en México es muy poderosa, tenían muchísimo dinero, mucho más de lo que yo imaginaba que existía mucho más de lo que podría gastarme en toda una vida. Un día me sientan, me dicen: "Karla te adoramos, queremos que seas parte de nuestra familia solo tenemos una condición: deja la actuación. Te apoyamos en lo que quieras en cualquier otra profesión que elijas pero deja la actuación, porque si sigues actuando no vas a poder ser una esposa fiel, no vas a poder ser una buena madre y queremos lo mejor para ti. Me ardían los ojos. Me levanto y le digo adiós a Pedro y a su familia. Me doy la media vuelta y salgo sin saber qué iba a hacer de mi vida pero sabiendo eso sí que el llamado que Dios tiene en mi vida mis sueños y mi pasión no tienen precio. Y esa historia le encanta a mi marido, que está aquí. ¿Por qué les cuento estas historias? Por qué la gente normalmente cree que el éxito y la fama son algo maravilloso y fácil de navegar. Estas pruebas para mí generan frutos como el perdón, la perseverancia, la disciplina, el carácter y la esperanza. Son lo que afilan mi oficio y lo que con mucha, mucha paciencia van afinando mi ser y me liberan de mi orgullo. He aprendido que el aplauso dura solo un momento y esa fama que buscamos tan obsesivamente es una mera burbuja que tan fácilmente se poncha. No tengo la fórmula secreta de cómo lograr tus sueños y metas en la vida. Yo sigo aprendiendo conforme avanzo con la ayuda de las historias de mi papá me sigo atreviendo a enfrentar mis miedos le sigo agregando a mis 10 000 horas para lograr excelencia en mi oficio y me sigo atreviendo a usar los sufrimientos para que me continúen llegando como un clavo al corazón de Dios. Algunas ideas y descubrimientos personales que tenemos en la vida de alguna forma no pueden ser compartidas no pueden ser explicadas. Solo pueden ser reveladas, solo pueden ser vividas. Sin embargo espero que las palabras de mi compadre William Shakespeare puedan resonar con Uds. a lo largo de su camino: "Dulces son los frutos de la adversidad, que como un sapo feo y venenoso lleva en la cabeza una preciosa joya". La adversidad muchas veces se ve como ese sapo, feo y venenoso pero cada que llega, cada que surge el desafío ahora que lo pienso en el camino si le escarbo, me encuentro con una preciosa joya Gracias. (Aplausos)