A todos nos han dicho que cambiemos.
Tal vez su cónyuge les dice:
"¡Te arrepentirás de trabajar tanto!"
"¡Te arrepentirás
de no pasar tiempo con tus hijos!"
O quizá hayan recibido
críticas "constructivas" en el trabajo:
"¡Deberías ser más asertivo
y autopromocionarte más!"
Tal vez sus amigos les hayan dicho:
"Eres demasiado sensible,
¡no te lo tomes todo a pechol!"
O quizá su familia
se burla de Uds. diciendo:
"Eres demasiado intenso, ¡relájate!"
Cuando piensan en los comentarios
que han recibido,
¿cuál era el mensaje?
¿Los sorprendió?
¿Fue algo que nunca
habían escuchado o pensado antes?
Para la mayoría de nosotros,
la respuesta es no.
Si esos comentarios no fueron nada nuevo,
quiero contarles un secreto
que aprendí
al asesorar a cientos de líderes:
nadie cambia.
(Risas)
He recibido los mismos
comentarios por casi 40 años,
y no es que no haya estado
trabajando en mí misma.
A pesar de las miles de horas
que he pasado estudiando,
meditando, obteniendo títulos
y practicando yoga,
sigo siendo la misma
que cuando tenía cinco años.
Desde que tengo memoria,
he intentado que todo me salga bien
y he criticado en el proceso.
Cuanto tenía cinco, dije a mi mamá
que estaba haciendo mal mi sándwich.
"¡Mamá! Dos cuchillos.
La crema de cacahuete en un pan
y la mermelada en otro,
y después quítale las orillas".
(Risas)
Era la mayor de tres niños pequeños.
Mi papá intentaba
poner en marcha un negocio.
Mi mamá mantenía todo en orden.
Me decían que saliera a jugar,
pero decidí que sería
una niña buena y responsable,
y aunque no llegara al patio
a tiempo para jugar,
ataría esos cordones de zapatos
y haría ese sándwich perfectamente.
El mensaje en la mayoría de
los comentarios es una forma de cambio.
"Deja de hacer lo que has estado haciendo.
Vuelve a empezar. ¡Haz lo contrario!"
Pero, algunas veces, aunque lo intentemos,
no lo hacemos. No podemos.
No podemos ser completamente
diferentes a quiénes somos.
"Querido perro, ¡sé un gato!"
(Risas)
Sin importar cuánto nos esforcemos,
nos quedamos cortos.
El cambio viene con muchos "deberías".
Y con esos "deberías" viene la vergüenza
de que la forma en la que hacen
las cosas o quiénes son está mal.
Esa clase de presión no crea
el cambio que queremos.
Creo que es tiempo de cambiar el objetivo.
No cambien.
¡Crezcan!
No cambien.
Las personas exitosas no lo hacen.
Hay un enorme alivio en eso.
Siéntanlo. No cambien.
No den un giro de 180º,
no sean completamente diferentes,
olvídense de lo que "deberían" hacer.
(Risas)
En vez de eso, ¡crezcan
siendo conscientes y apreciando!
Crezcan para convertirse
en la mejor versión de Uds. mismos.
Pero ¿qué significa eso?
¿Cómo podemos crecer?
Hay dos pasos.
El primero es ser consciente.
Nombren el patrón
de lo que está ocurriendo.
Algunas veces los comentarios
lo hacen por Uds.,
y otras veces toma un poco
de autoreflexión darle nombre a
"No tengo límites y doy mi poder a otros",
o "trabajo tanto
que perjudico a mi familia",
o "me estanco en la procrastinación".
En mi grupo de amigos
lo llevamos al extremo:
en verdad nombramos las partes
de nosotros que caen en el patrón.
La parte de mí que trabaja tan duro
para que todo salga bien
y hace que me pierda la diversión
se llama "chica
de los cordones de zapato".
O "cordones", para abreviar.
Cuando mis amigos descubrieron
que no dejo ni un correo sin contestar...
todos los días,
(Risas)
o que limpio dentro...
(Risas)
que limpio dentro de los cajones
de la cocina con un cepillo de dientes,
pueden reírse y decir:
"¿Qué? ¡Ay, Cordones!"
El simple hecho de poder nombrar algo
ayuda a hacerlo más manejable.
Lo despersonaliza lo suficiente
para darles algo con que trabajar.
Ser conscientes también nos ayuda
a saber el costo de nuestro patrón.
Algunas veces los demás no pueden verlo,
pero Uds. lo saben.
Para mí, esforzarme
para ser perfecta sonaba muy bien.
Es como esa pregunta de entrevista:
"¿Cuál es tu mayor debilidad?"
"Ser perfeccionista".
Hace que nos den ganas
de poner los ojos en blanco.
Pero los demás no se dan cuenta
del dolor que ocasiona
ese crítico interno incesante que dice:
"Aún no es lo suficientemente bueno".
"No, sigue sin ser
lo suficientemente bueno".
Probablemente son
conscientes de sus costos.
Por eso queremos cambiar.
Pero el segundo paso es apreciar.
¿Pueden ver el beneficio de su patrón?
¿De qué les sirve?
Tal vez su arduo trabajo les da
un estilo de vida a Uds. y sus familias,
o les da trabajo a otras personas.
Tal vez su cautela los protegió
de que les pasara algo muy malo.
Tal vez sean la razón por la cual
su grupo de amigos esté tan unido.
Aprecio todo el esfuerzo que hago
para ser una buena hija, esposa, amiga,
madre y, sobre todo, persona.
Poseo cierta honestidad
que me encanta de mí misma.
Cuando piensan en su patrón,
y lo ven desde un punto
de vista apreciativo,
¿qué beneficio pueden ver?
El cambio viene con la expectativa
de que es ahora, instantáneo.
El crecimiento no es inmediato.
¿Recuerdan cuando regresaban
a la escuela después de las vacaciones
y todos estaban más altos?
Crecimos.
Pero si nos veían
todos los días era imperceptible.
Lo mismo aplica para
el crecimiento personal y profesional.
Toma tiempo y a menudo es sutil.
Pero, aunque los demás no puedan notarlo,
el crecimiento les da
una nueva experiencia y perspectiva.
Se desarrollan.
Y después, tal vez el 10 %
o hasta el 30 % del tiempo
eligen comportarse de forma diferente,
y, con el tiempo,
eso crea una gran diferencia.
Son los primeros en hablar
en una de cada 10 reuniones.
Toman un riesgo que suena descabellado.
Tal vez, en vez de cuidar a todos,
se cuidan a sí mismos...
algunas veces.
Si son conscientes de su intensidad,
recuerdan que deben sonreír.
Algunas veces,
después de cometer un error,
me río de mí misma
en vez de atormentarme por ello.
Dejo un correo sin contestar
y salgo a jugar.
No cambiamos, crecimos.
Si son conscientes y tienen
la habilidad de nombrar su patrón,
y aprecian y tienen
la habilidad de ver sus beneficios,
desaparece el ciclo de
"debo avergonzarme",
y resalta más lo mejor de quiénes somos:
el consejero sabio, el artista conmovedor,
el líder inspirador, el amigo leal.
Vemos más de nuestras mejores cualidades.
Y eso es crecer.
Volviendo a Uds.
¿Cuál es su patrón?
¿Cómo lo nombrarían?
¿En qué los beneficia?
Y ¿cómo crecerán?
Gracias.
(Aplausos)